21.11.05

Tesis del Negro: un hombre no es una pelota


Cuando era chico, mi viejo me llevó a ver a los Harlem Globetrotters. Creo que ya no existen más, pero en su época eran un equipo de basquet – show, que no jugaban de veras sino que hacían exhibiciones frente a equipos de comparsa.

Eran todos negros. Recuerdo que me quedé concentradísimo observando los movimientos de la redonda en las manos de los morochos: la pelota girando en la punta del dedo con un equilibrio de dinámica-estática perfecto, y de pronto, con un movimiento imperceptible, más insinuado que ejecutado, le pelota se lanzaba a correr por el brazo, la nuca, el otro brazo, y así.

Por supuesto, luego intenté hacer cosas similares con la Plastibol, comprobando que si bien yo creía hacer lo mismo que los Harlem, la pelota insistía en la imprevisibilidad y la predilección por las vitrinas.

Me pareció entonces – y me sigue pareciendo ahora – que hay cierta habilidad específica de la gente de raza negra, o quizás de ciertas razas negras, que tienen una forma de moverse y de mover los objetos que es especial. No es que los blancos no puedan ser hábiles o que white men can’t jump, sino que hay un tipo de habilidad que es específicamente negra. Otras razas son hábiles de otra forma, pero ciertos negros parecen tener una relación privilegiada con los objetos inanimados.

Aprendí más tarde que muchas culturas de África son animistas (o eran, antes de que aprendieran cosas maravillosas como el cristianismo , el abuso del alcohol y la esclavitud). Las religiones animistas suponen que las cosas inanimadas (una piedra, un tronco) en realidad tienen un alma, que sólo es cuestión de saber despertarla.

Aquí hago un paréntesis: puede decirse entonces que los animistas creen que nada es inanimado. Porque la palabra "animado", me parece y sin tener un diccionario etimológico a mano, tiene que ver con "ánima", es decir, alma. Igual creo que debe ser para sus derivados "ánimo", "animar", etc. Y si me apuran creo que la palabra "unánime" debe tener que ver con "como una sola alma", palabrita que me gusta y que usó Borges en una memorable imagen: "en la unánime noche".

Bueno. Perdón, ¿en qué estaba? ¡Ah! Sí. El animismo. Me pregunto: ¿no será eso lo que hace que sean tan buenos moviendo una pelota? Digo, en lugar de cualidades físicas, una cualidad psíquico - cultural, el ancestro animista que les permite acercarse a un objeto "inanimado" con la confianza y la certeza de que no está inanimado en absoluto, sino que simplemente está regido básicamente por las mismas leyes que nos rigen a nosotros y que su animación es cuestión de conocerlas.

- Qué pelotudez, qué ingenuidad - dice uno que votó a La Alianza - Es muy obvio que una piedra no tiene vida, no se mueve, nabo. ¿Ves? Estos negros están como están porque creen esas boludeces.

Y un Negro africano, responde:

- ¿Está seguro de que no se mueve, maestro ? - y con una sonrisa muy blanca tomaría la piedra, o la pelota, o el tronco y haría algún malabar, un juego. Y la piedra, la pelota o el tronco se moverían con una gracia con la que no se mueven más de cuatro.

Claro - dice el anterior (u otro que creyó en el sistema bancario argentino) con tonito sobrador condescendiente desde su realismo y su sapiencia - pero esa pelota no se mueve por sí sola, mi estimado; usted la mueve, pero pruebe dejarla y si ninguna fuerza actúa sobre ella , la pelota estará quietísima. ¿Eh? ¿A ver? Dejelá a ver que pasa... ¿eh? ¿Se anima? ¿Eh?

A lo que el morocho, un poco asombrado, pregunta:

- Pero… ¿Y usted? ¿es que usted se mueve por sí solo? ¿no me diga ? Yo pensaba que usted para poder moverse tenía que comer, beber, calentarse al sol, en fin: extraer energía de otras cosas, como la pelota la obtiene de mí. Y usted tampoco se moverá para siempre: la pelota dejará de rodar, y un día usted también dejará de moverse. Usted es movido por otras fuerzas. A usted lo mueven, y a mí, y a todos.

- ¡Pero yo me muevo porque quiero! ¡yo tengo voluntad! - grita indignado nuestro amigo realista mientras revisa todas las boletas que va a pagar aunque no quiera.

- Mire, quizás a pelota también cree que la fuerza que la impulsa es su propio deseo. Y ni siquiera yo estoy seguro de que se trate del mío: ¿es mi deseo el que me impulsa a jugar con la pelota, o es el deseo de la pelota de ser movida el que influye sobre mí? ¿y si es el mismo deseo y no vale la pena atribuírlo? ¿Es que los deseos nacen de la nada, o algo los crea dentro de mí, de usted, o de la pelota?

- Mire, no tengo tiempo para estas pavadas. Me tengo que ir. Dedíquese a algo serio, ¿quiere? ¡Viejaaaaaa, poné a Tinelli que ya voy!.

Si el señor serio quisiera discutir un poco más podría hablar del concepto de "vida" y las definiciones científicas del asunto. Pero lo cierto es que los científicos se rompen la cabeza tratando de determinar el límite entre lo vivo y lo no - vivo, investigando virus fronterizos, paquetes de ácidos nucleicos, y conjeturando acerca del metabolismo y la reproducción; lo cierto es que es un tema mucho más complejito de lo que parece. El límite no es claro.

- Y es que el límite nunca es algo claro. - nos explica el Negro - Un hombre no es una pelota, pero la diferencia entre uno y otra no es tan fácil de establecer. Es cambiante. Tan pronto tomo la pelota y ella es parte de mí, y yo parte de ella. Y cuando la dejo ya nos hemos separado y volvemos a ser cada uno lo que es. Y es así con una mujer, con un amigo, con un animal. Somos individuos, pero también somos parte de algo. Todo lo existente existe de diferentes maneras. El límite no está señalado con un cartel, ni con una línea. Se mueve, como nosotros, como el Universo.

Sonriendo, el Negro remata:

Sólo podemos ser parte de un Todo si somos individuos separados, y para poder ser individuos separados dependemos de un Todo que nos defina.

El Negro, además de animista es sin duda un materialista dialéctico. Un capo el Negro.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta la idea de llevar el razonamiento a los límites. Llegar hasta la frontera, esa donde algunos plantean: "conocer para creer o creer para conocer".

Charlotte dijo...

La noche que jugaron los Globe Trotters en Buenos Aires, mis padres fueron a verlos y se fueron antes porque ...nací yo. Nunca llegué a verlos en vivo. Eso fue un 10 de octubre de 1970. Pasaba a saludarlo, Jack...

Agustina dijo...

voy a decir una obviedad, un cliche, y tal vez es solo un mito....
Pero dice que los negros saben mover todo bien... vamos los animistas!!!
(que verguenza me doy... ud escribe maravillas y yo digo pavadas!!!)
besos

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Pienso en los negros encadenados que al poco tiempo después de ser vendidos, ya en comunidad, cantaban y bailaban y cómo reían.
Y cómo ríen y se elevan en grácil movimiento haciendo estallar la física. Sí.

Tengo un amigo negro que pinta como si pintara la felicidad que subvierte la vileza. Es así, aunque suene tremebundo.

Y cuando juega un poquito , con la pelota, ésta baila con él.


Disfruté el post. Salutes.

Griselda García dijo...

el zen de los objetos! me gusta.

Anónimo dijo...

¡Animada es la plantita que anduvo usted fumando , jack! La verdad que después de tus refutaciones a mis argumentos y de esta explicación, digna del Maharishi Karl M., admito que no entendía del todo la dialéctica, y que está más cerca de mi s creencias y saberes de lo que pensaba. (Igual, usted le licúa un poco el positivismo a la cosa, dígame la verdad.) Ahora, nunca, me lo habían explicado de este modo. Siga fumando de eso que le hace bien. Besop.

Jack Celliers dijo...

Tony: ¡Hola! Eso de "creer para conocer", Tony... Tony... no me meta a la iglesia de contrabando que ya anda metida en demasiados lados...

Charlotte: ¡Cierto que somos de Libra! Pero esa no fue la unica que vinieron, seguro. Se los perdió, mire. Eran bohemios del basquet, no como esta NBA y todo el negoción...

Periquita: Sabía que al menos UN comentario así iba a haber... lo sabía!

Vir: Salutes.

Mamá Bambi: Es una forma de zen... por qué no? El zen es muy flexible... Feliz floripondio.

Rea: Sabía que presentando un ejemplito así, medio new age y buena onda la iba a pescar! Jua!

Hablando en serio: no le licúo nada, ES así. Trotsky dice que la dialéctica es a la lógica formal lo que el cine a la fotografía. El cine muestra movimiento a partir de la integración de imágenes fijas. La dialéctica se construye con lógica formal, pero va un paso más y la integra dinámicamente.

lucas dijo...

Lindo post!!
Después vuelvo con pasito de murga (en honor a los morenos) citando De Anima de Aristóteles.

Sil dijo...

me gustó la onda del post, y cómo escribis. con respecto al aspecto de los negros, yo estoy convencidísima qe tienen habilidades físicas y espirituales bastantes distintas qe nosotros los blancizcos, y verlos bailar por ejemplo siempre me resultó un misterio... ni hablar escucharlos tocar jazz.

un abrazo rubio pero afectuoso

parissinmi dijo...

Jack me gustò mucho.
Me haces reir y te quiero.

Y los negros cantan mejor, tambièn.

Anónimo dijo...

entré acá via werte. quería contarte algo que seguramente ya sabés. la piedra es sagrada si algún dios mora en ella, sino es una piedra. las circuntancias son sagradas, no los objetos en sí. no rinden culto al mar, ni al viento, sino a la ola que es movida por la marea o al momento en que la hoja es remontada por el viento, al movimiento en sí, a la vida misma.
la religión natural de los africanos es poesía y en ella dios baila. fue un gusto leerte, volveré.

Caudor dijo...

Todo esto de que la raza negra tiene habilidades especiales y de que las mujeres están tan o tan poco animadas como las piedras; parece ser una sigilosa apología del nazismo y de las muñecas inflables.
Hay que recordar, Jack, que el concepto de raza está en desuso desde su último furor a cargo del etnólogo Hitler.
Por otro lado, es cierto que el platónico boxeador negro está continuamente noqueando al platónico boxeador blanco; que el indio está más en contacto con la tierra y sabe advertir la llegada de los cowboys y que los amarillos se aplican más, se concentran mejor y tienen el pene más pequeño. Los blancos, en cambio, arrasamos con los premios nobel - salvo el de la paz que se sabe es adjudicado por razones políticas.
En fin, quizá haya que revisar el tema.
En cuanto a las muñecas inflables, hay que admitir que mejoraron desde las primeras que se parecían a las figuras de globos que fabrican los magos; aunque todavía están lejos de la que subvertirá Metropolis.

Caudor dijo...

¡Ah! ¡Y Escher es genial!
(¿Será la esfera de Escher lo que parece estar buscando su mano, Jack?
A mí la foto de su mano siempre me hizo acordar al video de Erasure "Blue savannah song".)

Jack Celliers dijo...

Sil: los abrazos rubios son tan afectuosos como los morenos, eso sí.

Vadinho: Nooooo, ¿qué voy a saber? Lo mío son tiros al aire, datitos sueltos y conjeturas, así que gracias por el dato! Como toda mera conjetura, sirve para generar debate y - quizás - extraer alguna sensación estética. Si logra eso esta justificada.

Caudor: Ay. Ay. Esperaba un comment así.

Voy a dejar pasar lo de "sigilosa apología del nazismo", porque realmente hay que tener muchísima y no muy bienintencionada imaginación para ver en mi post algo de eso.

Existe un fanatismo inverso al de Hitler (que no era ningún etnólogo, por otro lado) respecto de la diversidad de razas y culturas, o si lo preferís "etnias", que suena más polítically correct.

Este fanatismo supone que constatar cualquier diferencia entre orígenes étnicos o culturales es ya entrar en el terreno de la discriminación.

Así entonces, es incorrecto hablar del humor judío, o de que generalmente un esquimal tiene una mayor facilidad para resistir el frío que un ecuatoriano, o que la estatura media de un watuzi supera la de un chino.

- Vade retro! Mentira!
- Pero si es evid...
- Cállese, nazi, apologeta de Hitler, SS!

Bien, en mi opinión el racismo no tiene nada que ver con eso. El racismo en realidad es lo opuesto: adjudica a los diferentes tipos humanos las características que se le antojan en función de un interés. El racismo es una caricatura de la etnología, que por otra parte es una respetabilísima rama de la antropología.

Iba a agregar que según mis últimas observaciones, me parece que los negros tienen la piel más oscura que los blancos. Jaja! qué prejuicioso de porquería! Es mentira, mentira, no me den bola.

Caudor dijo...

Francamente, Jack, no sé cómo se las ingenió para glosar seriamente mi comment. Lo felicito y acepto la censura.
De todas maneras, hay que andar con cuidado; el concepto de raza está perimido desde la década del ´50 hasta en los manuales de texto.
Si no resultaren fiables las objeciones de los antropólogos que muchas veces son flojamente relativistas; habría que agregar las de la biolgogía molecular: las diferencias genéticas no se dan entre las poblaciones sino entre los individuos. Es decir, quizá sus genes sean más parecidos a los del globetrotter que hacía malabares que los de éste a los de los otros globetrotters.
Dicho esto, yo sé, Jack, que su intención no era ésa; y cualquiera que lo lea con complicidad va a entender lo que Ud. quería decir. Pero hay que usar cuidadosamente las palabras; acuerdese que la polémica de los universales, para poner sólo un ejemplo, que preocupó a los hombres durante más de mil años, se originó en una mala traducción de una sola palabra por parte de Boecio.
Pero aquí estamos entre amigos y leemos para entender, no para objetar.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Pasa, Caudor, que los blanquitos ignoramos todo, todo con respecto a los negros. O sea, son "los negros". Da lo mismo un magreví que un etíope, que un congoleño, que un jamaiquino, etc. Ese continente sí que fue silenciado. ¿Alguien tiene la menor idea de qué corcho pasó en África? Me parece que ahí la "discriminación" se da involuntariamente por falta de discriminación. Como no tenemos la menor idea de las cuestiones etnológicas que permitirían considerar diferencias reales (sobre todo porque tienen nula difusión), aceptamos la nomencaltura racial impuesta por el poder: ¡Mirá , un negro! Da lo mismo Michael Jordan que un Zulú. Y bueno, alguna vez habrá que enterarse. (Me hago cargo, eh, ignorante primera de la lista.)

Anónimo dijo...

Me parece bueno lo que escribís.
Aunque quede colgado entre los demás comments: me sentí identificada con tu visión sobre lo "posmo cool". Me asusta que ser cool por estos tiempos sea emular a un verdadero descerebrado.

Almirante Margarito dijo...

También Carlos Mastronardi: "en la creación unánime", en un magnífico soneto.

M@urete dijo...

Una vez un vecino que usaba ojotas con pantalon de gimnasia y un humor mal llevado me ha dicho: ¨pero si no solo los negros son habilidosos en el basket¨, y me dió un par de ejemplos que no me molestaré en reproducir.
A lo que yo le contesté, llevando la discusión de una duración improbable a la suspensión por incapacidad de una de las partes: ¨Estarán pintados¨.

Salut.

HugoRueda dijo...

Me costó un par de meses percatarme de tu comentario en mi blog y llegar al tuyo que encuentro muy ameno e interesante, no para intercambiar elogios sino porque hay una muy buena combinación de reflexiones y narrativa con valor literario.

Respecto a la censura, creo que es más fácil borrar los comentarios ofensivos o responderlos con altura de miras que darse el trabajo de tener que revisarlos, pero cada maestro tiene su librito.

Saludos.