29.5.06

Interesanteces

Yendo por Cataluña al norte, poco antes de llegar a Andorra y en las primeras estribaciones de los Pirineos está la región del Alt Urgell, cuya capital es la Seu d’Urgell, de unos 10.000 habitantes. Ciudad tranquila, mucha piedra en las construcciones, residencial pero con mucho turismo, especialmente en invierno, sobre todo por la presencia de gente que va a hacer deporte aventura, escaladas, y esas cosas que cansan.

Como en la mayor parte de Europa, en la Seu d’Urgell pueden verse edificios modernos junto a un patrimonio histórico bien conservado. Así, uno sale de la confitería con calefacción y televisor de plasma y se mete en la catedral de Santa María que gasta ese estilo románico sólido, un poco bestia, anterior a las estilizaciones del gótico.

La catedral es del siglo XII, lo mismo que el claustro. En éste pueden verse las típicas figuras medievales un tanto delirantes que representan las bienaventuranzas del cielo y los horrores del infierno: ángeles que contrastan con lobos alados, monos con cara de loco, y así.

Pero en 1990, casi un milenio después de construido el primero, se inauguró otro claustro muy cerca, en la zona llamada Parc del Valira. Este claustro fue diseñado por el urbanista y escritor Lluís Racionero.

Los catalanes son tipos originales, y parecen dispuestos a alborotar un poco en las tradiciones religiosas, por lo menos en lo que a diseño se refiere. Primero fue Gaudí con La Sagrada Familia, representando las buenas acciones con frutas, introduciendo cuadros con cifras y esculpiendo a Satanás poniendo una bomba en manos de un terrorista; todo en plena iglesia. Lo de Racionero es más modesto, pero también levantó mucho polvo. Veamos.

El claustro de Parc del Valira es idéntico en proporciones y estilo al anterior. Y por supuesto, también invita a reflexionar: silencio, las muchas columnas ayudan a quien se pasee a meditar, y también a este propósito contribuyen las figuras alusivas. Sólo que ya no hay gárgolas, ni serpientes. Para representar las mundanas vicisitudes este claustro ha reemplazado los mitos medievales por figuras más actuales.

Las figuras vienen agrupadas por temas. Por ejemplo, música: aquí están Bach, Wagner y el músico catalán Pau Casals (que alguna vez tocó en Buenos Aires), y si se fijan en los ángulos del friso superior no faltan los Beatles:

En pintura, Dalí. Sepan disculpar, el rostro que tiene al lado no logro reconocerlo, aunque por la barretina que tiene en la cabeza debe ser un pintor catalán (¿alguno puede decirme?):

Por supuesto, el Mal también está representado. Hitler y el detalle del Guernica, a la izquierda Franco (obsérvese la falta de cabeza; quizás el deterioro... o algún entusiasta pudo habérsela arrancado), Mussolini y – aunque en la foto no se vea - nuestro animal burócrata Stalin:


El cine también existe, Laurel & Hardy, Woody Allen y los Hermanos Marx:

Para la política internacional, Kennedy y Churchill:

Ya totalmente embalado y decidido a representar el mundo como sea, el amigo metió nomás a... ¿la tentación del Demonio? ¿Los ángeles del Paraíso? Désele el calificativo que se quiera a Marylin. También están Silvana Mangano y la Garbo. No están Darryl Hannah ni Uma Thurman, estoy pensando en elevar un serio reclamo contra este injusto olvido:

No se olvidó del fulbito, aquí reconozco la cara de Pelé, Maradona también está:


Y claro, la historia del pensamiento humano: Einstein, Freud...



...y veamos quién se ha colado nada menos que en un claustro. La historia del pensamiento humano no podía – cuestión académica – dejar de lado a...


¡Carlitos! ¿Qué hacés vos por acá? ¿Qué se cuenta, maestro? Ya me imagino yo a los seminaristas mirándote de reojo, afectando indiferencia, alguno quizás haciéndose preguntas. Ellos te miran pensando en la locura del mundo, y vos los mirás a ellos pensando... exactamente lo mismo.

Claro que este trabajo generó una polémica fuerte. Los catalanes – los de la generación que supera los 40 - son mayoritariamente católicos, su burguesía no carece de esa típica hipocresía miope y provinciana a decir basta; y como todos los españoles son un poquito toscos. Pero es indudable que tienen algo más de chispa creativa que gustan de resaltar frente a la España ascética y mortalmente aburrida representada por Madrid que siempre – y sobre todo con Franco – miró con desconfianza a estos herejes incorregibles.

Personalmente, más allá de lo que me parecen algunos excesos mersa-pop como el fútbol, no creo que sea una mala idea. Si se quiere representar al mundo ante quienes se retiran de él, lo mejor es representarlo tal cual es, incluso con lo que tiene de frívolo, o menor. La libre interpretación hace el resto: para muchos quizás la monstruosa confusión que representan estas figuras inspire un horror superior al del aquel ingenuo terrorismo medieval.

Pero al ver estas figuras se me hizo más vívida la certeza de que, como no sea suicidándose, nadie se retira verdaderamente del mundo. Esculpido en los capiteles o en la propia memoria el mundo está ahí. Pretender alejarse de él es tenerlo en cuenta, perseguir un objetivo, enredarse en una pertenencia, representar un papel.

Todas nuestras caras están ahí, hasta la del último ermitaño oculto en el Tibet que cree haber olvidado al Universo, y ha puesto tanto ahínco en conseguirlo como el ejecutivo más feroz de la city en triunfar.

Ahora mismo todos nosotros estamos jugando este juego inevitable que no sabemos qué es.

Siempre.

23.5.06

Literatura basura I: ¿Y si aflojamos con Da Vinci?


La recomendación de leer es muy frecuente. La lectura es un buen hábito, dicen. Disfruto mucho de ciertas lecturas, y creo ser lo que Borges decía: "un sensible y agradecido lector", pero – o precisamente por eso – el consejo me parece deficiente. Hay lecturas y lecturas.

Tengo a la vista un pequeño catálogo de propaganda con best sellers recomendados: el primero se llama La Ecuación Dante.

Ya empezamos.

Primero fue El Código Da Vinci, éxito abrumador. Así que ahora repetimos la misma pavada: mezclar un elemento lógico o matemático con algún personaje del Renacimiento; ya no basta con copiar la recetita para el guión (intrigas nacidas hace 600 años, esoterismo de cuarta, conspiraciones, laberintos religioso-científicos, etc.) no... ¡Hay que copiar la formulita para el nombre también, hermano! Código = Ecuación, Da Vinci = Dante ¡Brishante!

Por si hacía falta, me explican: "El libro que recomiendan leer en Estados Unidos luego de El Código Da Vinci" ¿Recomiendan? ¿Quiénes recomiendan? ¡Y en Estados Unidos, voto a Analfabesis, diosa del best seller! Si vamos a ser snobs por lo menos decime que lo recomiendan (los expertos, los asistentes a cócteles, los editores sobre todo) en Francia o Bélgica, qué sé yo... un poco de glamour al menos.

Me voy a prender, ya tengo un montón de títulos: El Criptograma Michellangelo, El Cifrado Greco, El Códice Brunelleschi, El Crucigrama Alberto Olmedo... no entiendo cómo no me llené de verdes hasta ahora.

Pero por suerte hay alternativas, por ejemplo éste: El Último Secreto de... ¿a que no adivinan de quién? Resignémonos: de Da Vinci. El comentario ilustra: "Una novela apasionante (ese adjetivo ya me convenció) que descubre la relación entre Leonardo Da Vinci y la Sábana Santa". No quiero yo preguntar qué cosa es la Sábana Santa, se me ocurren una docena de respuestas ingeniosas y un poco escabrosas que me voy a reservar; quizás se refiera al famoso santo sudario, pero a quién le voy yo con cuestiones de estilo...

Veamos qué más hay, un tal René Chandelle se despacha con Más allá del (no, no puede ser...) Código Da Vinci (aaaaarrrggghhh!!) y se anuncia como "La verdad tras la ficción del best seller". Claro. El que ya te compraste era mentira, boló, ahora comprate éste que es la posta posta.

Ignorando que ya ardo en deseos de incluirlo en mi biblioteca me machacan con que aquí encontraré "... lo esencial para entender los temas que distintas generaciones se han preguntado (obsérvese por favor la elegante sintaxis: los temas "se preguntan") Los últimos documentos en torno a Jesucristo (otra bella expresión: "documentos en torno" ¿pagarés, boletas de luz, contratos de locación?), los apóstoles, María Magdalena, la estirpe de los merovingios, los cátaros, los templarios y la búsqueda del Santo Grial, el Priorato de Sion, los rosacruces, los masones...", no comprendo cómo olvidó a los vikingos, los Testigos de Jehová, la Secta Moon, Marylin Manson, las Walkyrias y la barra brava de Racing, total... entusiasmo es lo que sobra.

En la tapa el "Más allá del" se lee bien chiquito, seguido de "Código Da Vinci" en tipografía de título. Claro, saben bien con qué público están tratando: gente que más que leer lo que busca es atiborrarse. Más de uno se lo llevará pensando que es el otro, y cuando se dé cuenta se lo tragará igual, como se traga todo.

Como un volumen no basta vienen dos: el título del segundo reza: "Más allá del Código Da Vinci II, entre Da Vinci y Lucifer". Me rindo.

¡Me rindo demasiado pronto! Porque el tal Chandelle está muy interesado en el más allá: Más allá de Angeles y Demonios. Y dale: "La verdad que se esconde tras la ficción (¡otra vez!) de Angeles y Demonios, el último best seller del autor del Código Da Vinci. La clave para descubrir cómo las sociedades secretas pretenden dominar el mundo". Las sociedades secretas deben estar que trinan con este tipo; justo iban a dominar el mundo y Chandelle les escupe el asado... así que tranquilos amigos: ¡el mundo sigue sin estar dominado por nadie!

Pero el franchute insiste: Mas allá de Los Pilares de la Tierra, "¿Qué enigmas ocultan las catedrales góticas? (el que sea, ahora está al alcance de cualquier pazguato). Todo lo que Ken Follett no quiso o no pudo contar en Los Pilares de la Tierra." Una de dos: o este muchacho Chandelle está muy bien arreglado con Ken Follett y Dan Brown, o me pa que en cuaquier momento le rompen la cara.

Pero no todo es Chandelle, otros también tienen que morfar: Jesucristo o la historia falsificada, "¿Todo lo que se ha contado sobre Jesucristo es falso? Descubra hasta dónde llega la impostura". Sobre la tapa una banda insiste: "Todo lo que se sabe sobre Jesús podría ser falso". Es cierto, como poder podría ser verdadero también. Sin ir más lejos, este blog podría ser escrito por Mirtha Legrand ¿nunca lo pensaron? No deja de ser interesante fomentar la duda y el misterio.

Pero esperen, no se vayan; hay otro libro titulado El Legado de Jesús, este ya viene fuerte: "El mayor secreto de la humanidad: la dinastía de Jesús y su supervivencia" ¡Paaaaaaaaaa... jarito! Debajo, en tipo menor... adivina quién viene a cenar: "El diario secreto de Da Vinci" ¡Leonardito, tanto tiempo! ¿Qué tendrá que ver Da Vinci con los descendientes de Jesús? ¡Qué pregunta! ¡Elemental, mi estimado! Decididos a exprimirle todavía unos mangos al maltrecho Da Vinci, lo subieron al bondi de prepo: "¡Dale, vos metelo en la tapa que ya nos vamos a arreglar para encajarle algo!" ¡No me van a decir que no les interesa conocer el mayor secreto de la humanidad!

Tampoco se queda atrás La Conspiración del Grial. Ah, si, el Grial no podía faltar. En la tapa leemos: "¿Sería posible clonar a Jesucristo?" Claro, ¿para qué perder el tiempo con ovejas? Por clonar, clonemos en grande che. "Una apasionante (naaaaa, ¿en serio?) novela de intriga donde se entrelazan sociedades secretas, cultos satánicos, conspiraciones mundiales, intereses ocultos del Vaticano, la leyenda del Santo Grial y la clonación genética. Si le gustó el Código da Vinci (perdón ¿si me gustó cuál...?) esta novela le encantará".

Obsérvese que ya el mismo estilo se encarga de tratar al lector como un niño un poco tarado: este libro tiene toooooodo lo que te gusta ¿Querías cultos satánicos? Acá tenés, ¿Sociedades secretas? Tomá, ¿Intereses ocultos del Vaticano? También le metimos ¿Te gustó la otra? Bueno, esta es igual. Hasta parece que con una conspiración mundial no bastaba así que incluye varias "conspiraciones mundiales" juntas, imagínense el kilombo.

¿Uno más? Siiiiii, cómo que no. Éste es audaz, sin temor al delirio: María Magdalena ¿El primer Papa? "¿Fue Maria Magdalena el primer Papa? ¿Quién era María Magdalena? Esta impresionante investigación nos revela la verdadera María Magdalena y nos hará reconsiderar la historia del cristianismo.". Estoy por rendirme de nuevo.

Y de nuevo me doy cuenta de que soy un gil, hacer guita es facilísimo. Hay que tomar cualquier idea medio delirante y salir a defenderla con toda la jeta. Se me ocurren estos títulos: El beso picarón de Judas "¿Eran Jesús y Judas una pareja gay? Impresionante investigación que lo hará caerse de tujes ¡También aparece Da Vinci!". Los Templarios Vuelven. "Descubra la gran conspiración mundial. El autor ha descifrado antiguos documentos y una compleja red de mensajes cifrados escuchando en sentido inverso numerosos temas de cumbia cabeza. Da Vinci anda por acá también". El apóstol Santiago era una mina ¿Mito o realidad? Los Rosacruces y el Imperio Coca Cola ¿Quién da más?

Sin duda es un negocio floreciente: decenas de títulos que hablan de lo mismo, es evidente que la cosa vende. Escapar a esta marea no me hace sentir mejor sino inquieto. Como si viviera en un mundo de zombis.

¿Somos tan pocos los que nos damos cuenta de esta estupidez? Y si no soy yo y unos pocos más ¿me explican por qué la manada de gente que se deja tomar el pelo va y compra interminablemente estas gansadas? ¿Tan fácil es engañar a la gilada? ¿Ninguno tiene dos dedos de frente para aunque más no sea sospechar de toda esta grasada? ¿No se sienten utilizados, engañados, esquilmados, comprados con baratijas para intelectos infra? ¿Tan difícil es ver estos trucos transparentes, burdos, tontos?

Comprar libros es cambiar el propio dinero por cultura, información, imágenes del mundo. No deja de ser importante. La gente que cae en esto debe aplicar los mismos criterios (o la ausencia de ellos) al elegir cosas de similar calibre. Más de cuatro de estos boludos deben ser los que después hablan mal de la gente sin recursos y lo fácilmente que se la manipula.

No quiero decir que cualquiera que compre El Código Da Vinci sea automáticamente un tarado. Pero es evidente que semejante marea de libros cortados exactamente sobre la base del mismo patrón no puede ir a parar a manos de gente con un cociente intelectual medio demasiado alto.

Escribí "cociente intelectual" y no me satisface, quizás sea algo más importante que eso: la voluntad de leer y ver claro, de juzgar con un mínimo rigor, de no dejarse engatusar. Esta avalancha de bosta parece proponer al lector el juego perverso y dulzón de no pensar, de tragar sin rigor, de convertir al lector en un niño medio ganso que se complace en fantasear y – a fuerza de creérsela – termina contentándose con sensaciones baratas, chillonas, fáciles.

Aceptar la mentira ya es dar un paso hacia la estupidez, que creo es siempre voluntaria. No se es estúpido por falta de capacidad intelectual sino por interés y comodidad.

Posiblemente yo sea intelectualmente limitado a rabiar, y engañado más de cuatro veces, pero intento que a quien sea que intente engañarme le cueste un poco.

O al menos que sepa escribir.

Salud.

18.5.06

Otra mirada sobre los piqueteros (¡Y dale con el peerreté!)

Ya en plan francamente subversivo, este post no lo voy a escribir yo sólo sino que le voy a ceder la palabra a una militante del PRT.

Aquellos que no pertenecen ni se sienten cercanos a ese espacio ideológico denominado genéricamente "izquierda marxista", se preguntan qué es esa nube de pequeños partidos sin diferencias aparentes que viven disputándose un espacio más bien minúsculo.

No faltan quienes sospechan que se trata de una multitud de sellos de goma ocupados en juntar gente – desocupados, piqueteros, descontentos varios – con el único propósito de hacer el mismo negocio que hacen todos los partidos burgueses: ganarse un lugar en el Parlamento, negociar planes sociales, subirlos a un micro y llevarlos a un acto, etc.

Desde aquí tengo que hacer la siguiente afirmación: en la enorme mayoría de los casos es verdad. El sistema tiene pocos enemigos reales.

Pero hay excepciones. No es que el PRT sea hoy precisamente un partido de masas, aunque llegó a tener en muy poco tiempo un caudal militante muy importante hace no más de tres décadas. Lo que sí me importa es destacar ciertos principios y perspectivas que marcan una diferencia.

Debatiendo en el
Foro de los Perros (foro de discusión en el que es posible hallar la palabra de militantes del PRT) se me ocurrió preguntar qué posición tenía este partido actualmente frente a la enorme masa de desocupados cuya proporción hoy es en Argentina (y muchos otros países) mucho mayor que en décadas pasadas, ante un capitalismo que destruye más puestos de trabajo que los que crea. Tuve la idea de plantear si no sería interesante que el Partido tuviera una organización de desocupados, tal como las tienen casi todos hoy (el PO, el MTJD, Barrios de Pie, FTV, etc.).

Por supuesto que mi sugerencia no era que el Partido emulara el negocio clientelar que hacen estas organizaciones sino que intentara sumar a los desocupados que quieren tener una actitud digna, aún sabiendo que mantener la dignidad sin tener qué llevarse a la boca es muy difícil.

No siempre estoy de acuerdo con los planteos del foro, pero esta respuesta que recibí me parece un modelo de claridad, en la que no sólo está totalmente ausente la ramplona demagogia que glorifica la miseria estructural, sino que se la denuncia como madre de actitudes nefastas, se desnudan los negociados que genera y se insiste en que son los trabajadores aquellos que componen el sujeto histórico de la Revolución.

Esta posición no cuenta con la aprobación de casi ningún pensador, político, filósofo, sociólogo o lo que se les ocurra de lo que conocemos hoy como "izquierda", no se encontrará a nadie que no insista en que esto es "antiguo", "superado" y blablabla. Viendo los negocios que se hacen con los desocupados y las "multitudes" en general, es fácil adivinar por qué.

La respuesta se transcribe tal cual, con sus mayúsculas, negritas y bastardillas. Los comentarios entre corchetes y la nota final son míos:

Compañero: el tema da para largo, si se entra en detalles.

Existen pequeñas organizaciones de desocupados que no les quitan "cuotas" a sus participantes ni se quedan con parte del arroz que el estado les asigna. Sin embargo, no dejan de percibir planes ni subsidios del estado para "microemprendimientos", también provistos por el estado que, a cambio y como contraprestación, más tarde o más temprano, hará que se suban a los micros que los transportan a los actos organizados por el kirchnerismo, entre otros.

Cuando una pequeña organización se niega a tal experiencia, es asfixiada con el corte de los planes o con la suspensión de la comida que sostiene comedores, merenderos o grupos familiares. Hay unas pocas que, según parece, no tienen oxígeno y continúan a pulmón, por eso no las verás nombradas en este mail [ver nota 1]. Eso por un lado.

Por otra parte, hay que tener en cuenta las diferencias que existen cuando se habla de desocupados y piqueteros. Una cosa eran aquellos originales desocupados de la época de Menem, como los de Cutralcó, que habían perdido el trabajo y reclamaban por ese trabajo perdido. Otra cosa son los desocupados posteriores, hijos de los anteriores, generaciones enteras educadas en el clientelismo, la exclusión y la falta total de parámetros de valores mínimos tales como disciplina para cumplir una tarea y sostenerla en el tiempo, solidaridad, búsqueda por sus propios medios para salir de la exclusión, comodidad, alcoholismo, drogadicción, etc., etc.

Para apagar el incendio de Diciembre de 2001, Duhalde salió al revoleo de los planes Jefas y Jefes, ejecutando tal "distribución" de planes con la intervención de un tal Héctor Metón [ver nota 2]. Fue entonces cuando "engordaron" organizaciones como Polo Obrero, Castells, Teresa Vive (MST), MTL (vinculado con el PC), CCC, Teresa Rodríguez, FTV, Barrios de Pie, etc., etc. cuyos dirigentes salieron a matarse con el Ministerio de Desarrollo Social por los planes, porque vieron allí la "veta" para "acumular".

La tradicional frase gorila "los arreglan con un pan dulce y una sidra" se hizo realidad con los dichosos planes que, a Duhalde, le sirvieron para apaciguar el clima de inestabilidad social y, a las organizaciones de izquierda, para aumentar una base "popular" que nunca tuvieron.

Esa inestabilidad social del 2002 estaba provocada no sólo por los piqueteros, sino por la pequeña burguesía a quien el "corralito" de Diciembre de 2001 sacó a la calle a quemar bancos, hacer sonar las cacerolas y enfrentar a la policía hasta hacer caer cinco presidentes. Por esa época, se solía cantar una consigna: "piquete y cacerola, la lucha es una sola".

Cuando los bancos comenzaron a devolver los dinerillos, la pequeña burguesía se olvidó de la consigna y de los piqueteros y los dirigentes de éstos se olvidaron de la clase obrera y el proletariado, cortando rutas y puentes, haciéndoles perder premios salariales por llegar tarde, descuentos de minutos en los sueldos por el impedimento de llegar a sus trabajos, etc. Todo un complejo proceso en el cual los piqueteros de las organizaciones "opositoras" lograron transformar la simpatía en odio y desprecio de la clase.

Los planes, por otro lado, una parte son administrados por dirigentes de izquierda y demás yerbas y otros están en manos de intendentes, legisladores y funcionarios de toda laya, con los cuales mantienen cautivos a sus "clientes" desesperados, rehenes del político de turno propietario de los planes. O sea, unos y otros, son miserables.

Esta política, sostenida por TODOS, ha alimentado la actitud clientelar de los desocupados, cuya mayoría, hoy, jamás tuvo ningún trabajo en su vida ni quiere tenerlo, aunque esta frase suene aún más gorila.

Quien te escribe hizo la experiencia que vos proponés, sin sacar un centavo a cambio del esfuerzo por organizarlos y habiendo caído en la trampa del Ministerio de Desarrollo para pedir comida para comedores y merenderos, ya que era la única posibilidad de seguir con la organización, porque si no tenés comida o planes o conseguís subsidios, viene cualquiera, con cualquier política y se monta sobre lo organizado, rompiendo todo tu trabajo a cambio de un bolsón de comida más que el que vos conseguiste. Lo importante para quien invade no es la política, sino "cuántos movés", cuántos subís a los micros o a los trenes o sumás a cualquier acto oficial u "opositor".

En esa época que te cuento, vi por los pasillos del Ministerio de Desarrollo a los dirigentes de todas estas organizaciones que te he nombrado sentarse con Sergio Berni, funcionario carapintada, amigo del presidente quien, desde su "Dirección de Emergencia Crítica", encumbró a Barrios de Pie, FTV y MTD Evita como fuerzas de choque oficiales, dándole puestos en el propio ministerio: dirigentes de Barrios de Pie, tales como el Pelado Ceballos, fueron a parar a una de las direcciones del ministerio y, otros, a puestos en Cancillería y demás dependencias oficiales, hasta en el Ministerio del Interior en la SIDE… Sin contar las lindezas de gente que estaba en el Banco Nación, cuya cúpula (de la mano de la nueva ministra) que ahora está en el Ministerio de Economía, repartía "créditos" para microemprendimientos, créditos de los cuales se les aclaraba, en voz baja y bajo cuerda, a los dirigentes que, si se sumaban al gobierno, podían quedarse con tres de cada diez… Es decir, compraban las organizaciones "hechas". No es un dato menor.

Lo funcional no está en sacar comida del estado. Lo funcional está en haberse colgado de la política del estado, haber desviado el eje de la lucha hacia el asistencialismo, trampa en la que cayeron (no soy una excepción) casi todos; llevar a cabo, desde cualquier sector, la política del estado que es la del gobierno de la burguesía. Porque mientras todo el mundo está ocupado en conseguir comida, planes y llenar planillas para subsidios de microemprendimientos, pierde el eje de la lucha, desvía su atención del sujeto histórico y empeña toda su militancia en la loca carrera de conseguir una máquina de coser, una sobadora para amasar pan o una ladrillera.

La política cambia de esencia y se transforma en la habilidad del pasilleo por los vericuetos del estado: sacar personería jurídica, conseguir el CUIT, cumplimentar todos los requisitos para conseguir tres mangos con cincuenta para fabricar pan en una villa. Y en ese proceso burocrático se desvirtúa lo que es la militancia: así nacieron los "gerentes" de pobres, hombres "laidos y escribidos" que sabían hacer los papelitos oficiales, los gurúes de la "política", los únicos capaces de sentarse ante un funcionario más o menos "amigo". En los pasillos se sacaban chispas los que conseguían tener el celular privado de un funcionario, los que tenían el timbre directo al "dios plan", al "dios comida" o al "dios subsidio"…

Así, vi desfilar a Castells (MIJD), Pitrola (PO), D’Elía (FTV), Chiquito Ardura (CCC), Perdía (PJ-ex Side…), Ceballos (Barrios de Pie) cuando no era nadie, Pérsico (MTD Evita), sólo por nombrar a algunos, negociando con el gobierno de acuerdo con "cuántos movían". La relación de fuerzas era directamente proporcional a la cantidad de planes y de toneladas de comida a granel que conseguían y consiguen... Es más, todos se conocen entre ellos, se saludan alegremente, comparten sus teléfonos celulares en los pasillos y ayer estaban juntos y hoy enfrentados, pero no hay que preocuparse: pueden volver a "acordar" juntarse en cualquier momento.

Y, como si fuera poco, ninguno de ellos labura. Bah, en realidad trabajan de gerentes. Entre ellos se soban el lomo y se justifican diciendo que son militantes "rentados". Eso es una vil mentira. Son vagos a los que les queda más cómodo ir a un ministerio a chupar medias oficiales que buscarse un laburo donde tengan que fichar, producir, lidiar con una patronal y organizar a la clase obrera.

Los desocupados, por su desesperación, aceptan cualquier término, no son como los patrones que, si no laburás, te dan una patada en el traste y te mandan a la luna… Los desocupados te aceptan con cualquier pulga, siempre y cuando les garantices planes y comida.

Por esta razón no comparto tu visión de que los desocupados cambiaron de la cantidad a la calidad, porque no es así. Vos decís que ya no son un sector marginal y creo que estás equivocado: nunca tanto como ahora los desocupados son marginales, excluidos de todo, justamente por no haber hecho nunca la experiencia de trabajar, de tener que ajustar sus horarios a un compromiso, de organizarse sin "iluminados" que les allanen el camino hacia la comida o los planes. Lamentablemente.

En dos sentidos, los desocupados se mueven por cantidad: de arroz, de plata, de chapas, de planes, de subsidios, de tierras o de lo que se te ocurra por una parte y, por la otra, en cantidad de seres humanos alienados, mal alimentados, con pésima salud y sin posibilidades de educación. Todo es cantidad y mala calidad. Son verdaderas excepciones los que se pueden encuadrar en la "calidad" revolucionaria... Conozco sólo a dos compañeros con estas cualidades. Sólo dos en medio de miles. El resto son pequeños burgueses metidos a dirigentes de última hora, desocupados por adopción, con estudios secundarios y hasta universitarios, pero no por ellos, menos lúmpenes [lumpen: palabra alemana utilizada por Marx para definir a los marginales en general].

Esa es la experiencia que conozco y de la cual me salí, impotente para cambiar alguno de sus términos. Absolutamente impotente.

¿No te has preguntado de dónde sacan plata para pagar los micros todas estas organizaciones para ir a un acto, aún cuando sean "opositoras"? Cada micro sale, aproximadamente, para un viaje corto, unos 200 pesos. Y cada vez que los piqueteros hacen una movida te cansás de contar micros alineados en la 9 de Julio. Cientos y cientos de micros… ¿De dónde sacan tanta guita para "mover" gente? ¿Cómo pensás que en este marco descripto, alguien puede organizar a los desocupados sin bolsas de arroz?

Si lo hacés, tenés que "jugar" con alguien o para alguien… Si no tenés bolsas de arroz viene cualquier hijo de vecino, llámese "revolucionario" o intendente, oficialista u opositor, con un camión lleno de yerba y polenta y promesas de planes para quienes no tienen nada y la gente te da la espalda, porque no le interesa la política, le interesa COMER… Tan simple y sencillo como eso. Pero comer sin laburar. Porque cuando querés organizarlos con emprendimientos productivos, alrededor del laburo, faltan o se alcoholizan o se quedan con las máquinas y las venden o se van con alguien que los saquen a "pasear" a un acto de unas horitas, con el cual cumplen por los beneficios obtenidos (planes, bolsones, chapas, tirantes para las casas, etc.). No es agradable describir estas cosas porque suenan mal, pero es la verdad, aunque sea lamentable.

Conozco esto desde adentro y he intentado cambiarlo, también, desde adentro. Sin embargo no fue posible por el marco descripto. Las excepciones que conozco, que no gerentean, en general son organizaciones pequeñas que negocian, SIEMPRE, algo, aunque sea mínimo, con alguien. Por ejemplo, hay algunas que consiguen recursos de la CTA que, a su vez, es la que negocia con el gobierno. Pero cuando la CTA "moviliza", estas pequeñas organizaciones tienen el micro en la puerta… es un precio menor comparado con otros.

Personalmente no estoy de acuerdo con que el Partido Revolucionario de los Trabajadores, que tiene muy claro este tema, se dedique a cambiar el eje de la lucha y con eso poner en tela de juicio quién es el verdadero sujeto histórico de la revolución. No creo que sea una propuesta que quiera poner en práctica, cuando es el UNICO partido que, contra viento y marea, con infinidades de críticas de la izquierda y hasta de otros "perretés" (que no son diferentes a los descriptos en este mensaje porque administran comida, planes y subsidios del estado y hacen política con esos recursos y en este mismo foro han confesado que "nadie se mueve por 150 pesos"..., lo cual me ha dejado claro que ellos también administran planes...) ha sostenido su política construyendo alrededor del único sujeto histórico capaz de cambiar las relaciones de producción, precisamente, PORQUE PRODUCE: el proletariado en general y la clase obrera en particular. Es una propuesta osada, si se quiere, en un marco en el que todos, sin excepciones, han caído en la trampa del estado.

Tampoco estoy de acuerdo con los militantes rentados, aunque ese tema es harina de otro costal y objeto de otra discusión.

La política revolucionaria tiene que volver a ser una vocación, una elección de vida, un ejemplo de vida en donde se entrecruzan todas las actitudes dignas de quienes la sostienen y la llevan a la práctica. Trabajar es parte de la construcción de esa dignidad. No obtener prebendas del estado, también. No especular con el hambre ni vivir a costa de los hambreados, también. Propender a la revolución es ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.

Desde una óptica materialista, ningún desocupado le mueve un pelo a los patrones, a la burguesía, que sólo se sienten molestos cuando sacan sus coches a la calle y se cruzan con un piquete que les impide cruzar un semáforo. Ahora, si los obreros paran una fábrica, como pasó con los obreros de SMATA hace unos meses atrás, a la burguesía le tiembla el cuerpo (por no decir otra cosa y ser grosera) y sale corriendo a aumentar los sueldos antes de que se pudra todo… En pocos días es posible que veamos más despelotes: en este momento los metalúrgicos están en quite de colaboración porque pretenden más aumento que el aceptado por el gobierno...

Concluyendo: cuando se movilizan los desocupados se produce un hecho policial, pero cuando se moviliza la clase obrera el hecho es político. ¿Quién es, entonces, el sujeto histórico de la revolución, el que merece todo el esfuerzo de un partido revolucionario? Ahora, si los autodenominados "revolucionarios" no pretenden el poder, el tema es otro: se pueden dedicar a los desocupados sin la más mínima autocrítica y sin que les tiemble el pulso.

He escuchado, por ejemplo, que hace unos meses atrás, Altamira del PO sostenía que estaban "actualizando" a Marx, casualmente, para meter con fórceps a los desocupados porque son más y salen a la calle más seguido. Para Altamira es cuestión de número y no de base material, no importan los medios de producción, sino el consabido "cuántos movés".

Pero Altamira no es el único: he participado en reuniones multitudinarias de la CTA en las que, cual adherentes a una secta fundamentalista, sus dirigentes intentaron (¡Y hasta "votaron"!) convencer a los desocupados de que son la clase trabajadora "desocupada" y he visto actos de verdadera dignidad de muchos desocupados retrucándolos y diciendo: "No, yo soy un marginal porque no tengo trabajo y me da vergüenza salir a la calle cuando voy a cobrar el plan". Los "dirigentes" de la CTA tapaban con discursos de pequeño burgueses esa vergüenza que me hizo llorar de tristeza por ese compañero tan avergonzado y, a la vez, por la sordera conciente del dirigente que tenía al frente.

Creo que ya me extendí demasiado, pero el tema me pareció que ameritaba la extensión, dado que, la mayoría mantiene todas estas cuestiones en cómplices secretos, porque hacen "política" desde el mismo lugar, es decir, con los recursos del estado y a costillas de los excluidos.

Esa actitud miserable no la espero de un partido que tiene una historia inmaculada en cuanto a principios, más allá de las autocríticas que no pasan, precisamente, por haberle hecho JAMÁS el juego a la burguesía. El PRT expropiaba para los pobres, no les expropiaba a ellos. No me gustaría que empezara ahora a limpiar con el codo lo que escribió con la mano y selló con su sangre. Será por esto, quizás, que me da mucho asco ver el nombre de Santucho revoleado sin vergüenza. Pero, esta es mi humilde opinión.

Un abrazo fraternal.


Nota 1: entre las muy escasas organizaciones de desocupados que la compañera menciona como intentando mantener una actitud digna está la hoy lamentablemente fragmentada Anibal Verón, a la que pertenecían los compañeros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, asesinados – qué raro – por la policía.

Nota 2: Todos los datos, nombres, etc. corren por cuenta de la compañera, dado que por mi desconocimiento no estoy en condiciones ni de corroborarlo ni de desmentirlo.

Larguito, ¿no? Pero instructivo.

Buenas noches.

10.5.06

El Comba



Con retraso, pero para conmemorar el 1ro. de Mayo, hagámoslo bien.

Para el destino de la clase, fuera del poder todo son eternas promesas, palabras bellas, formas más o menos brutales de hundirse en la miseria. Se les pide paciencia a quienes hoy, ahora, no tienen qué llevarse a la boca.

Y se les seguirá pidiendo paciencia. Toneladas de paciencia. Se les ofrecerá cualquier cosa a cambio: TV, subconsumo, crack, lo que sea.

Cualquiera sabe que más allá de las críticas previsibles (uuuhhhh... este muchacho...) lo que puede esperar una familia trabajadora o excluída es exactamente nada. Lo sé yo, lo sabemos todos.

Pero como a la clase no se le dará jamás el poder de buen grado, entonces hay que dar otra cosa. Hay que dar ilusión. De eso tenemos... uy si tenemos!

Fuera del poder, para los hundidos en la Tierra, todo es ilusión.

A los hacedores de la gesta, al declarado enemigo número 1 el 24 de marzo del '76, a quienes se les echó todo el aparato represivo encima: Partido Revolucionario de los Trabajadores.

Buenas tardes.

3.5.06

El anecdotario de Gregorito

En interesante debate con el amigo Milkus, fumador de buen tabaco y católico el hombre, se me ocurrió mentar la anecdotilla del papa Gregorio XVI, el cual tuvo la luminosa idea de prohibir los ferrocarriles en los Estados Pontificios llamándolos "caminos del infierno" en ingenioso juego de palabras francés (chemins de fer – chemins d’enfer). Ya sabemos: en los ferrocarriles viaja el demonio. Bueno, digamos que viendo el funcionamiento de algunos estoy tentado de darle la razón.

Como dice el propio Milkus en su último post, no cree demasiado que sea cierto, o al menos quiere encontrar más referencias bibliográficas. Claro, entendamos que el tema es muy ridículo y más bien indefendible, pero no es este exactamente el asunto que me trae.

El asunto que me trae es que hay cosas mucho, pero mucho más ridículas y graves que la simple prohibición del ferrocarril. Digamos que el hombre era medio bruto y le asustaban las locomotoras. Bien. Pero hay cosas que – estas sí – son jodidas.

Estas cosas son las que hacen que – quizás – mucha gente subestime a los católicos como gente capaz de justificar cualquier cosa, o negarla, o relativizarla, o no asumirla. Gente capaz de mentar grandes principios y después olvidarse olímpicamente de ellos cuando se trata de la santa madre iglesia y su conducta frente a los seres de carne y hueso. Y como se piensa que esa ceguera es general, la gente no se molesta en debatir con ellos.

Pero yo – que conozco unos cuantos – creo que no es exactamente así. Un católico es perfectamente capaz de hacer planteos interesantes, sólo que frente a ciertos hechos le agarra una especie de defensa identitaria y no hay caso. Quizás sea por eso que me meto tanto con ellos. Alguno puso por acá que no perdía la esperanza respecto de mi destino espiritual. Frente a varios de ellos, yo tampoco.

No voy a repasar la historia de Gregorito, digamos nomás que fue papa desde 1831 hasta 1846, año en que murió. O sea que estamos hablando del siglo XIX, nada de lejanos tiempos medievales que mejor vamos a dejar en el cajón. Y veamos las delicias que tenemos que agradecer a este buen hombre en particular y a la iglesia en general:

En la encíclica Mirari vos arbitramur (o sea: vamos a las fuentes, nada de "dicen que dijo") el hombre avisa a quien quiera escucharlo que:

"Tocamos ahora otra causa ubérrima de males, por los que deploramos la presente aflicción de la Iglesia, a saber: el indiferentismo, es decir, aquella perversa opinión que, por engaño de hombres malvados, se ha propagado por todas partes, de que la eterna salvación del alma puede conseguirse con cualquier profesión de fe, con tal que las costumbres se ajusten a la norma de lo recto y de lo honesto... Y de esta de todo punto pestífera fuente del indiferentismo, mana aquella sentencia absurda y errónea, o más bien, aquel delirio de que la libertad de conciencia ha de ser afirmada y reivindicada para cada uno."

Veamos qué interesante: la libertad de conciencia es un "delirio". Si algo me maravilla de los católicos más o menos militantes es la confusión entre "defensa" y "ataque". Claman contra los ataques del horroroso laicismo (que no les impide profesar su culto y que en Argentina recauda dinero de todos los contribuyentes para el sostén de su iglesia), pero no dudan en afirmar que en última instancia la libertad de conciencia es mala.

No se dan cuenta de que afirmar esto es precisamente un ataque a quienes no somos católicos. Un ataque bastante insolente al que dan ganas de responder con mucha menos amabilidad que la que gasto en este escrito. Olvidan también que es precisamente su propia libertad de conciencia las que les permitió abrazar su religión, que cualquier cosmovisión sólo es válida precisamente desde la libertad de conciencia y que si un estado laico les prohibiera la práctica de su culto no estaría más que aplicando el principio de Gregorito, sólo que al revés.

Por supuesto, la libertad de conciencia es hoy reivindicada por los católicos para defender la práctica de su culto. Muchachos ¿qué clase de libertad es aquella que sólo vale para elegir lo que uds. sostienen?

Sigamos con su sucesor, Pio IX, papa desde 1846 hasta 1878. En el Syllabus (si no me equivoco fue incluido como addenda a la encíclica Quanta Cura, pero no estoy muy seguro, alguno podrá ilustrarme) el muchacho nos cuenta que:

"Contrariamente a la doctrina de la Escritura, de la Iglesia y de los Santos Padres, ciertos hombres no temen afirmar que el mejor gobierno es el que no reconoce al poder civil la obligación de reprimir, mediante la imposición de penas, a los infractores de la religión católica, excepto cuando la tranquilidad pública lo reclame.

Como consecuencia de esta idea absolutamente falsa respecto al gobierno social, los que así piensan no dudan en favorecer la opinión errónea que nuestro predecesor, de buena memoria, Gregorio XVI, califica llamándola un delirio, esto es: que la libertad de conciencia y de culto es un derecho propio de cada hombre, que debe ser proclamado y asegurado en todo estado bien constituido, y que los ciudadanos tienen derecho a la plena libertad de manifestar alta y públicamente sus opiniones religiosas, cualesquiera que sean, por la palabra, por la imprenta o de otro modo, sin que la autoridad eclesiástica o civil pueda limitarla. Quienes hacen estas afirmaciones temerarias no saben por lo visto que postulan una libertad de perdición..."


¿No es bonito? Acá la cosa avanza... avanza más que nada sobre nosotros: se reclama al gobierno civil que reprima "a los infractores de la religión católica". Cara de pedernal.

Conservando todavía un talante amable uno puede llamarles la atención a los muchachos de la iglesia acerca de esta peculiar afirmación: no se trata ya de la libertad para profesar un culto, va mucho más lejos. Se trata del poder puro y duro sobre aquellos a los que la religión católica no nos interesa. Y luego de esto no sólo ya no nos interesa: se planta frente a nosotros como un enemigo del que sin duda vamos a defendernos.

Como ve, amigo Milkus, la cosa es más grave que la simple aversión a los ferrocarriles.

Y comprenderán los católicos entonces que uno desconfíe profundamente de que su reclamo se funde en la defensa de su religión. Más bien lo que parece es una ambición un tanto desmedida de poder temporal. Por si no fue claro, el artículo 15 declara:

"Anatema (condena) a quien diga: cada hombre es libre de abrazar y de profesar la religión que tenga por verdadera según las luces de su propia razón..."

Bien, gracias, nos quedó claro.

Tan claro nos queda que – con las luces de nuestra propia razón - haremos todo lo posible por evitar que esto suceda.

La confusión entre defensa y ataque va de la mano con la confusión entre libertad y privilegio. Libertad no tienen ni tendrán – muchachos, vayan haciéndose a la idea – para impedir que los no católicos profesemos nuestros puntos de vista. Porque eso no es libertad sino privilegio.

Así que las quejas contra el laicismo, contra el ateísmo terrrrible que nos rodea, la condena moral (por suerte hoy sólo moral) contra ciudadanos que no han hecho otra cosa que vivir el hecho privado de su sexualidad como más les guste, o decidir si responsablemente quieren o no tener hijos, son difíciles de tomar en serio.

Estas quejas no son nuevas, ya en 1902 Georges Clemenceau les decía a los diputados de la derecha católica : "...porque desde que alguien osa contradecir a algún órgano de vuestro gobierno eclesiástico, en seguida os quejáis de que se persigue a la religión". Y es así: no basta la libertad de cultos, no basta que el estado tenga que gastar el dinero de los contribuyentes en sostener su iglesia, no basta la subvención a la educación religiosa. Siempre quieren más, y sobre todo quieren avanzar sobre los derechos civiles de quienes no somos fieles. Si no lo logran, ahí va el grito : "¡Nos atacan!". Dicho esto sin la menor vergüenza luego de haberse mandado las enormidades que hemos tenido el asombro de leer.

Hay que tener cara, en serio.

Se los nota cansados del mea culpa, exasperados por que se les recuerden detallitos como estos, molestos porque se los "ataca". Ni parece ocurrírseles que ellos hayan atacado a nadie. Catorce siglos de semejante insolencia, arbitrariedad y prepotencia son difíciles de olvidar.

También se insiste en que hoy ya no es tan así, que han aflojado en algunas cosas... y la respuesta es que sí: han aflojado pero no por su propia voluntad sino porque los pueblos los han obligado a aflojar, van siempre un paso atrás, o dos, o tres.

Y algunos compañeros ateos, o de izquierda me preguntan qué hago yo gastándome al dirigirme a gente que no es capaz de ver lo evidente. Mi respuesta es que – como dije más arriba – tengo esperanzas. Conversar siempre es interesante.

Un saludo cortés, firmemente ateo.

PD: Si alguien quiere recordar las barbaridades de la derecha católica europea de principios de siglo y el excelente discurso de Georges Clemenceau (ningún revolucionario, apenas un político burgués), pase por aquí.