31.12.08

Año nuevo en Gaza



Hace años yo asistía a todas las manifestaciones que la colectividad judía organizaba para conmemorar el genocidio nazi. Pasaba por alto a la dirigencia comunitaria, pasaba por alto el evidente hecho de que muchos judíos que iban allí no eran menos nazis que Goebbels, pasaba por alto muchas cosas.

Ya no.

Conmemorar hoy el Holocausto sin hablar de lo que ocurre en Palestina ya se parece demasiado al cinismo.

Y es que las reivindicaciones identitarias son así. La etnia, la religión, el género o la nacionalidad. El color de la piel y el de la banderita. Todo eso pasa, muta, se transforma.

La explotación no: es siempre idéntica en su obscenidad.

Pronto Obama nos demostrará cuan blanca es su piel de la misma forma que los dirigentes sionistas dan todos los días fe de su pureza racial. Y entre judíos nazis y negros del Ku Klux Klan el 2008 nos deja una enseñanza: la opresión no tiene religión, ni sexo, ni patria, ni raza.

¿Cuántos se han movilizado por estos chicos?

Y si no nos movilizamos por esto ¿Por qué vamos a movilizarnos? ¿Y cuándo?

A ver si encontramos la respuesta en lo que queda del año.

Salud.

26.12.08

Pasa esto


Demoliendo tus ojos, demoliéndote.

Demoliendo tus sonidos y tus silencios, demoliendo tu lengua
Demoliendo tus dolorcitos y tus penitas de amor
Demoliendo el vestidito de tu erudita ignorancia
Demoliendo todas tus palabras
Demoliendo tu diplomacia y tu perro y tus galletitas de las cinco
Demoliendo al noticiero y los eternos discursos
Demoliendo el kioskito de tus esperanzas
Demoliendo ese gol que una vez metiste, demoliendo tus sueños
Y demoliendo tus días.

Demoliendo tu estragón y tu iPod y tu triste adulterio after six
Demoliendo la escuela
Demoliendo los dibujos delicados del placer

Demoliendo lo bueno y lo malo, lo bello y lo sucio y lo templado
Demoliendo las dudas y las certezas

Demoliendo la mentira de estas palabras
que medran ciegas en la ira.



16.12.08

Mt. 25, 14-30

Como ya he mencionado, el diario Público de España me gusta. Especialmente porque merodea por ahí un tipo que contesta el correo de lectores y que hace algo aparentemente olvidado: razona. No sólo razona sino que además se le nota una placentera inquietud intelectual desprovista de arrogancia tanto como bien provista ella misma.

El tipo se llama Rafael Reig, escritor al que mi menesterosa formación literaria eludía pero que ya tengo en la lista de próximas adquisiciones, y como dije se encarga de contestar el correo de lectores. Hay que decir que es un poco perverso, no siempre pero varias veces se nota que elige con delectación la carta más imbécil que le pueda haber llegado y se dispone a contestarla con una nítrica corrección. A veces me pregunto si encontrar ese tipo de cartas le cuesta mucho o poco, no sin alarma.

Por supuesto, no todo lo que escribe me parece igual de bueno, como pasa con cualquiera; pero no puedo resistir la tentación de transcribir esta respuesta que da el día 10/12/08. La misma va dirigida a un desprevenido lector de Catalunya que desde sus convicciones católicas se lamenta del estado actual de cosas y ofrece como ejemplo nada menos que la famosa Parábola de los talentos. Madre mía.

Reig logra esa envidia que surge en todo escritor salvaje que llevamos dentro. A veces hemos oído repetidamente algo y nos incomoda, nos indigna, nos parece ridículo, pero nunca nos hemos puesto tranquilamente a escribir lo que pensamos de eso y por qué nos molesta. Entonces un día lo vemos escrito... por otro.

Así que sépanlo: esto lo escribió Rafael Reig, pero me hubiera gustado escribirlo a mí:

Más de una vez he hablado de esa parábola (Mt. 25, 14-30), que es una de mis favoritas: describe perfectamente la economía capitalista. "Pues todo el que tiene se le dará y andará sobrado, pero al que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará". Escalofriante: Jesucristo sin duda era visionario. Cada día los países pobres son más pobres (se les quita incluso lo poco que tienen) y cada día los ricos son más ricos (sólo el que tiene ganará más). En España por ejemplo, la diferencia entre los salarios más altos y los demás aumenta cada año.

Hay un tío entregado al préstamo con intereses de usurero, y presta a sus esclavos (no da, no es ningún don) diferentes cantidades. El de los cinco talentos "se fue a negociar con ellos y gano otros cinco". El que sólo había recibido uno, lo escondió, para poder devolvérselo, atemorizado, porque "supe que eras un hombre duro, que cosechas donde no sembraste"; un tipo que sólo busca el beneficio sin trabajar, es decir, un explotador. ¡Y tan duro! El amo insaciable le dice: "Tenías que haber entregado mi dinero a los banqueros, y yo al llegar habría recobrado lo mío con intereses. Así que quitadle el dinero y dádselo al que tiene los diez talentos". Lo mío, dice: ¡menudo don! Lo mío más la plusvalía, que también es toda suya, cómo no. Y al "esclavo inútil", es decir, al que no aumenta el beneficio a gusto de su amo, lo arroja "in tenebras exteriores".

Esta historieta inmoral, cruel y repulsiva, ¿de verdad la leen en las iglesias? Yo confiaba en que sólo se leyera en los consejos de administración de los bancos.


No creo que haya mucho más que agregar.

12.12.08

Jóvenes eran los de ahora

Queremos un mundo mejor. Ayudadnos.
No somos terroristas, “encapuchados”, “gnostoi-agnostoi”*
Somos vuestros hijos.
Ellos, son gnostoi-agnostoi…
Soñamos – no matéis nuestros sueños.
Tenemos empuje – no paréis nuestro empuje.
Recordad. Una vez fuisteis vosotros también jóvenes.
Ahora perseguís el dinero, os preocupáis solo por el “escaparate”,
habéis engordado, os habéis quedado calvos, os habéis olvidado.
Esperábamos que nos apoyarais, esperábamos que os interesarais,
Que nos hicierais sentirnos orgullosos por una vez. En vano.
Vivís vidas de mentira, habéis agachado la cabeza, os habéis bajado los pantalones y esperáis el día en que moriréis.
No imagináis, No os enamoráis, no creáis.
Solo vendéis y compráis.
Lo material en todas partes. Amor en ninguna parte. Verdad en ninguna parte.
¿Donde están los padres?
¿Dónde están los artistas?
¿Por qué no salen a la calle?
Ayudadnos a nosotros los hijos

PS: No nos arrojéis más gases lacrimógenos.
Nosotros lloramos por nuestra cuenta.


Es un bonito ejemplo de la versatilidad de la poesía: puede ser mala poesía y al mismo tiempo buena poesía. La posdata final es particularmente bella.

Hay que sacarse un poético - por inexistente - sombrero y saludar a los jóvenes griegos. Que seguramente son muy heterogéneos, que seguramente cometen errores. Podemos enumerar sus errores, el exceso de energía mal dirigida, la ausencia de ideología clara junto a una combatividad y un valor envidiables.

Uf, sí que cometen errores. Eso lo sabemos. Ahora pensemos un poco en los que tuvimos oportunidad de cometer nosotros. Y callémonos la boca.




* ”Oi gnostoi agnostoi” es una expresión que la sociedad griega y sobre todo los medios de comunicación han encontrado para definir los mismos grupos de jóvenes que a menudo provocan disturbios en la ciudad. La traducción literal es “los conocidos-desconocidos” y se llaman así porque llevan capucha. Se supone que muchos son provocadores de la policía.

2.12.08

Obamalabarismos

Este muchacho es muy inteligente, muy, sin duda. Es el hombre del momento. Pero yo coincido con lo que han dicho muchos analistas reaccionarios (que hoy por supuesto se han olvidado del tema): a Barack Obama, hombre medido y sin duda inteligente, le falta experiencia.

Al recurrir al estado en busca de más dinero para sus negocios la burguesía de los países centrales los tercermundiza. Pero tiene un pequeño problema: no sabe cómo lidiar con un país del tercer mundo. En lo que respecta a política interior los políticos de los países centrales se limitaban a administrar el consumo, la corrupción, y poco más. Ahora hay que dar malas noticias ¿eso cómo se hace?

Europa tiene menos problemas. Su burguesía es más antigua y astuta, hace rato que descree de aventuras. Vieja mañosa, Europa mira socarrona a los EEUU lidiando con algo más que desconocido. Europa hace rato que sabe lo que vale tener mano izquierda para asegurarse la calma y los negocios.

La burguesía yanqui es mucho más estúpida. No habiendo escarmentado nunca en su propio territorio ni sufrido los efectos de la destrucción que siembra por el mundo siempre fue mucho más irresponsable. Y viendo caer a la URSS ya no pudo ni siquiera administrar la victoria: entre la caída de la URSS que dejó a EEUU dueño del mundo y el atentado a las Torres Gemelas no pasaron más que diez años. Ese fue el primer aviso.

Este de ahora ya no es un aviso.

Obviamente hay que rectificar. Esto no lo puede manejar un idiota, necesitamos de nuevo un político, alguien que entienda por sí mismo lo que es la política, no un retardado rodeado de hombres de negocios. Se produce una curiosa polarización: hasta los sectores más lerdos de las clases medias reaccionan, dejan de lado prejuicios, se dan cuenta de que algo anda mal y algo tiene que cambiar. Este reflujo general deja al descubierto muy pronto a los sectores más recalcitrantes de la burguesía, los más inescrupulosos, los que invocan a Dios y el Orden Natural que se encolumnan detrás de un esperpento femenino de quien lo que más se recuerda es su estulticia y su afición a gastarse el dinero de los demás en artículos de lujo para ella y sus hijos.

Pero tranquilos, esos sectores no tienen el poder político. El poder ahora está en manos de los buenos, ese es exactamente el mensaje que hay que transmitir. Sobre todo cuando vamos a dar, como dije, malas noticias para que los negocios puedan seguir. Necesitamos a un tipo lúcido, culto, despierto. Aquí lo tenemos y encima es negro, perfecto.

El problema de Barack Obama es su falta de experiencia. En realidad no la tiene Obama ni nadie en EEUU. Un presidente mucho mejor para los EEUU en este momento sería Nestor Kirchner.

Me explico, pero no es ninguna idea del otro mundo: la burguesía yanqui tiene que recurrir por primera vez en mucho tiempo a algo que no sabe hacer: demagogia “izquierdista”. Yo me juego cualquier cosa (que es lo que se dice cuando no se pone nada en juego, claro) a que Obama, si es lo vivo que yo pienso que es, estuvo estudiando la historia de “algún país sudamericano” atentamente. Algo ha aprendido: durante la campaña electoral nunca embarrarse explicando medidas concretas a pesar de que la situación arda. Como sustitución utilizar un tono muy emotivo, porque la mejor forma de callar es a los gritos. Yes We Can, es todo lo que tienes que saber, muchacho. Todo saldrá bien.

Pero claro, le falta muñeca: durante el famoso salvataje salvaje no tuvo ni el reflejo de deslizar una crítica que pudiera poner en duda o reducir en tres monedas la inyección de dinero público en los negocios privados. En su discurso inaugural no pudo esperar ni cuatro párrafos para hablar de "nuestros valientes soldados en Irak, y Afganistán”, tan pronto que parecía a punto de enviar más. Ahora nombró el gabinete y ya es evidente que este muchacho es menos alternativo que Miranda. ¿La solución? Dijo que todo, todo, todo lo va a decidir él, que él es el agente del cambio y que no importa quién esté en qué puesto. El cambio soy yo es la divisa luiscatorcesca de cualquier político sudamericano que tiende a convertir su mera presencia y su magnífico carisma en el “cambio” tan anhelado. No importa qué ministros ponga, ni qué políticas implemente, ni – en última instancia – qué ocurra con su bienestar, querido ciudadano: Ud. me votó porque quería un cambio y el cambio se ha producido: ¡Gané yo! Esté conmigo y ganará Ud. también.

Muchos norteamericanos están empezando a sentir ya un gustito amargo, sospechoso y para muchos inesperado. Pero ¿para nosotros? Aburridamente previsible.

Es triste que la desilusión sea el destino final de toda ilusión, me refiero a ilusiones honestas y legítimas (porque las hay pelotudas e imperdonables también).

Nadie se piense que esto es un anuncio de la decadencia del Imperio. Mejor dicho: está en decadencia pero una decadencia que puede durar muchísimo más de lo deseable, que sería cinco minutos. Sí creo en cambio que se produce un evidente salto de calidad en la situación. De mala calidad por desgracia.

¿Qué hacer? preguntaba el tío Vladimiro. Y bueno, yo todavía lo leo. Puro snobismo vintage lo mío.