29.12.10

Controladores aéreos y sacra moral


Recientemente se ha vivido en España el clímax de la llamada "crisis de los controladores aéreos". Algunos antecedentes:

Los controladores aéreos en España constituían un colectivo de trabajadores privilegiado. Siendo un trabajo sin duda difícil y provocador de stress, la verdad es que también los controladores aéreos cobran un salario muy superior a la media. También se acusó a los controladores de algo muy frecuente en varios gremios profesionales: prácticas dirigidas a restringir la formación y el ingreso de nuevos controladores, fata de solidaridad con el resto de los trabajadores, etc. Esto se reveló no como un pecado sino simplemente como miopía, el peor error de los controladores aéreos fue no participar de la huelga general contra la reforma laboral. Es instructivo analizar cómo lo pagaron:

El gobierno del Partido Socialista (jua!) Obrero (jua juaaaaaa!!) Español se dispone a iniciar la ola de privatizaciones que en Argentina ya conocemos tan bien por la prosperidad que derramó sobre todos (silencio por favor, putear más bajo). Como toda ola de privatizaciones, exige un disciplinamiento y degradación de las condiciones de trabajo. El aeropuerto es un negocio de lo más suculento, pero tiene que serlo más, y los controladores aéreos ganan demasiado dinero; o sea demasiado costo. Así que allá vamos; el gobierno de la burguesía ladrona se dedicó a incumplir sistemáticamente el convenio con el resultado perfectamente calculado: los controladores reaccionaron de manera descoordinada, mal planificada y confiando solamente en aquello que habían confiado siempre: su capacidad de presión ante la imposibilidad de habilitar el espacio aéreo sin su trabajo.

Cálculo erróneo: la mayoría de los trabajadores españoles, que no demostraron demasiado dinamismo en la defensa de sus propios intereses, recordaron que los controladores aéreos son privilegiados e insolidarios; así que cometieron el mismo error: se pusieron del lado del gobierno. Así como los controladores están dándose cuenta amargamente de que no son intocables, el resto no tardará mucho en darse cuenta de que este ataque no parará con los controladores.

Al igual que en la Argentina de los '90, los medios de comunicación jugaron un papel destacado en esto de enfrentar a trabajadores contra trabajadores. Cada vez que un servicio público se detiene por huelga de los trabajadores, los medios se acuerdan de los consumidores. Llorosas crónicas de gente que no pudo viajar para ver a su abuelita enferma, historias -falsas- de órganos para transplante que no pudieron llegar a tiempo, y por supuesto: el debate sobre aquellos trabajos "estratégicos" e "indispensables", y sobre los "servicios mínimos" que debe garantizar cualquier huelga ¿Qué pasaría si los médicos o los cirujanos hicieran huelga? Bla bla bla bla bla.

El caso del médico chacal

Este debate esconde una realidad de fondo. El discurso de los medios azuza el resentimiento de trabajadores contra trabajadores, poniendo de relieve el derecho a disfrutar de los servicios que faltan cuando hay una huelga. Pero lo curioso es que esa lógica se aplica sólo en caso de huelga, nunca en otros casos.

Vamos al caso de más peso: supongamos que el Dr. Jaus trabaja en una clínica privada. Le traen a un ñato que está por morirse, pero el Dr. Jaus se cruza de brazos y dice:

- Mantengo un conflicto gremial con el dueño de la clínica, y no voy a operar hasta que no me aumenten el salario.

Inmediatamente los medios imprimen los titulares:

MEDICO CHACAL SE NIEGA A OPERAR, VIL DINERO MAS IMPORTANTE QUE VIDA HUMANA

Y allí va la turba de descerebrados a decir que el Dr. Jaus gana mucha guita, que habría que ponerle una pistola en la cabeza, que esto con los militares no pasaba, y dale y dale.

En principio diré que estoy de acuerdo: ciertamente un aumento de salario no puede valer lo mismo que una vida humana ¿Tiene sentido pedir entonces servicios mínimos, exceptuar a ciertos colectivos de trabajadores del pleno derecho a huelga? Esperen, esperen, antes de responder esta pregunta...

Yo puedo, tú no.

El Dr. Jaus trabaja en una clínica privada. Esto quiere decir que si el ñato moribundo está allí es porque puede pagar -a través de su cobertura médica o por cualquier otro medio- el precio que exige el dueño de la clínica. Si no tuviera ese dinero, entonces no sería admitido en ella y no podría operarse con el Dr. Jaus.

En otras palabras: el capitalista compra el trabajo del Dr. Jaus por medio de un salario, y luego revende ese trabajo al público. Los medios de comunicación señalan con el índice al Dr. Jaus cuando hace huelga poniendo de relieve lo valioso de la vida humana; pura hipocresía: la única vida humana que vale es la del que puede pagar. Si no tiene dinero, ya puede morirse en medio de la calle.

Más claro: según la ideología que se nos impone, el capitalista puede poner precio al trabajo del cirujano, derecho sagrado contra el que no vale ninguna consideración moral; pero el cirujano no puede poner precio a su propio trabajo.

El caso de los controladores es más indirecto, pero no distinto en su mecanismo: los controladores aéreos posibilitan el negocio fabuloso de las compañías aéreas, cuyos dueños ganan varios cientos de veces más de lo que gana un controlador sin apenas mover un dedo.

Los medios hablaron hasta cansarse de la pobre gente varada en los aeropuertos, pero callaron otra realidad: mucha gente fuera de esos aeropuertos no puede viajar, vieron morir a sus familiares lejos o no pudieron ir a otro país a tratarse una enfermedad sencillamente porque no tienen dinero para pagar el pasaje.

Cuando vamos a comprar un pasaje de avión, nadie nos pregunta si vamos a visitar a la tía Dorita enferma o vamos a mirar culos a la playa. El único requisito que se nos impone es tener dinero para pagar el pasaje, las razones morales importan nada. Nadie le exige a los capitalistas "servicios mínimos" para que los puedan disfrutar aquellos que tienen necesidad pero no dinero. En este caso la lógica del capitalista es adamantina: no money, no cake.

Pero si los trabajadores -estrictamente dentro de la misma lógica capitalista- se niegan a vender su mercancía -su trabajo- si no es por el precio que ellos reclaman, entonces a los medios se les despierta una conmovedora vena humanitaria, solidaria y lacrimógena, casi socialista tronando contra el egoísmo espantoso de esos insaciables que nos impiden viajar.

En España todavía hoy se habla en los medios de la "casta privilegiada" que constituyen los controladores aéreos ¡La única casta privilegiada! Ni los capitalistas, ni la banca que succionó dinero del estado (provocando el déficit fiscal cuyo pago se exige hoy a todos los trabajadores sin excepción), ni la familia real y su farándula crapulosa son "castas privilegiadas". Diaz Ferran (ex presidente de la confederación empresaria, ex dueño de la extinta Air Madrid) puede tranquilamente deber dinero desde hace años a los trabajadores y pasajeros a los que dejó en tierra mientras amasa una fortuna. Lo único "anormal" es que un colectivo de trabajadores gane buen dinero.

Y hay que quemarse los ojos con la imbecilidad, leyendo comentarios como este: "¡A la puta calle y a ganar un salario de mierda como todo hijo de vecino!", no puedo imaginarme qué clase de infeliz ha escrito esto, pero allí está y probablemente no sea un capitalista sino un trabajador que gana ese salario de mierda que desea al resto.

Apelando al resentimiento más rastrero, los medios señalaron que los controladores aéreos "ganan demasiado dinero", y no faltaron estúpidos que suscribieron el aserto, incluso desde la izquierda. A prepararse pues entonces, porque el rasero se puede aplicar con mucha imaginación, basta encontrar el patrón de comparación adecuado: si lo controladores ganan mucho más que un empleado bancario, no es menos cierto que un empleado bancario en Europa gana mucho más que un trabajador argentino, y éste bastante más que un africano. Así que ¿cuánto gana Ud? ¿Mil dólares al mes? Vamos amiguito, ¡eso es muchísimo, créame! Vamos a bajarle el salario, pedazo de privilegiado, que hay gente que se las arregla con un dólar al día.

Es verdad que los controladores cometieron errores, lo están pagando y lo pagarán. Conviene entonces no cometer el mismo error, el gobierno "progresista" (juaaaaaaaaaaaaaaaaaa!) que hoy estrangula a los controladores (decreto de estado de emergencia, movilización militar de los trabajadores) ya se encargará de estrangular por cuenta de la burguesía a todos los trabajadores. De hecho ya lo está haciendo. Precisamente por eso necesita enfrentar a unos con otros y salvaguardar el sagrado privilegio de los capitalistas. Para ellos nunca valen las consideraciones morales, ellos pueden esgrimir con cinismo la fórmula business is business, pero los trabajadores están obligados por el sacro principio moral a trabajar como soldaditos por la guita que les tiren. Se llama "libre mercado".

Trabajos indispensables

¿Qué trabajos son indispensables? La respuesta es simple: todos. Miremos cualquiera de las cosas que nos rodean y preguntémonos qué no ha salido del trabajo: la mesa, la silla, la PC, hasta el árbol de la calle ha tenido que ser plantado por trabajadores ¿Qué pasaría si hubiera huelga mundial de trabajadores en las fábricas de preservativos? ¿Y los que fabrican computadoras, circuitos, microchips? ¿O camas?

El trabajo es indispensable, dependemos de él. La conclusión que nos quieren imponer es que no debería haber huelgas, es la conclusión de aquellos que hacen buenos negocios con el trabajo ajeno. El trabajo humano en la sociedad capitalista está sujeto a los vaivenes de la compra y la venta, y lógicamente a las posiciones de fuerza de quienes negocian con él.

El trabajo es indispensable y estratégico para nuestra supervivencia como especie, precisamente por eso no debería comprarse ni venderse.

10.12.10

El feminismo y la izquierda emasculada


Y ya que hablamos del rubio, las últimas noticias sobre él dan a entender algo bastante sorprendente: se trata de un tipo muy ingenuo, o no calibra bien algunas cosas. Y no es imposible, la inteligencia no es siempre multidimensional.

Julian Assange tiene un defecto congénito: es varón. Heterosexual, para colmo. Y –desvergüenza suprema– se atreve a ejercer.

Como todos sabemos, ser varón es ser un violador, en potencia en el mejor de los casos. La represión sexual de la mujer es ya un tópico, pero la criminalización efectiva de la menor expresión de deseo en el varón es ya moneda corriente. La legislación en todo el mundo está adaptando el significado de la palabra "violación" a algo que no se sabe qué forma tiene, pero sin duda es muy, muy extenso.

Ya no sorprende que en EEUU un grupo de féminas psicópatas cuelguen fotos de estudiantes varones a los que ni siquiera conocen bajo el título Potential Rapist. Ni que una señorita hipersensible haya acusado a un varón de mini rape por un comentario: nice legs.

Si tengo que creer las noticias, Assange no tuvo mejor idea que asistir a unos encuentros organizados por una organización llamada Hermandad, corriente cristiana de la socialdemocracia sueca. Desde el vamos suena infinitamente peor que el Tea Party. Assange, despertate querido.

Se entiende: el Tea Party o las Hermanitas de la caridad socialdemócrata pueden tener un encanto morboso. Pero Assange no tuvo mejor idea que entreverarse… con dos. Da lo mismo si sucesiva o simultáneamente, se trata de un crimen llamado “violación”.

Aclaremos aunque nos invada el estupor: ambas se entretuvieron pública y ostensiblemente con Assange, se jactaron de su conquista, e incluso admitieron “relaciones sexuales consentidas” con él ¿Y entonces? Bueno, no se impacienten que una de ellas lo explica: lo que pasó es que empezaron bien, pero “terminaron como un abuso”.

Ajá.

No, esperen, no se trata exactamente de “violación” sino de un concepto legal sueco –lo juro– denominado algo así como “sexo por sorpresa”, o “sexo inesperado”. No empiece a reírse porque va a terminar llorando.

El concepto subyacente es más bien simple: la mujer es un ser etéreo, la menor ofensa la hiere de manera irreparable y exige sanción legal. Por omisión, negligencia o activa brutalidad Ud. ha tenido la osadía de dejarla, o de fijarse en otra, o de no fijarse en ella lo suficiente, o de no garantizar su absoluta comodidad. Como si tuviera el menor derecho. Ud. ignora que el placer masculino es algo por lo que se debe PAGAR. Pagar como sea, pero jamás de los jamases un varón puede disfrutar de nada si no es pagando ¿no lo sabía? Piénselo un poquito.

Pero para aventar suspicacias que a nada conducen, esta señorita hizo una entrada en su blog titulada: “Siete pasos para una venganza legal” en la que cuenta cómo arruinar a cualquier tipo que a una se le meta entre ceja y ceja. Anna Ardin, que así se llama esta señorita, es una feminista convencida.

Miren qué chica confiable, qué mirada franca, qué dulce refinamiento. Y qué historial rectilíneo. Sí: evidentemente el amigo Assange es muy ingenuo.

Así que el feminismo ya puede contar con otro resonante triunfo, que es precisamente el que todos esperábamos ¿no? La religión como represora de la sexualidad a estas alturas ya da pena, el feminismo está haciendo un trabajo para cortar de raíz cualquier acercamiento entre varones y mujeres que podemos reírnos de curas, ayatollahs y pastorcillos de toda especie. Y de paso ha servido para meter en cana a Assange.

El feminismo es la golosina de la izquierda emasculada. Una golosina envenenada.

Me gustaría saber si alguien en la izquierda está replanteándose algo acerca del asunto, si todo esto no es todavía suficientemente claro. No se trata de Assange, esto ya ha ocurrido innúmeras veces con muchos varones menos conocidos. La mugre sueca simplemente se preguntó cuál era la manera más fácil de meter en la cárcel a un tipo, y la respuesta está servida.

Décadas de escribir idioteces, de entretenerse con basura conceptual. Décadas de pedantería multipalabrera, de análisis sobre lo minúsculo, de sesudas moditas. Incluso la izquierda más pensante se negó a romper con el feminismo pensando que a lo sumo era un lastre, un mal menor al que sería impolítico denunciar.

Ahí está el monstruo, a ver quién se decide al menos a verlo, en medio de los graves problemas que ya tenemos.

3.12.10

Uiquilics!





Ya me parece que es momento de que cuanta más gente lo conozca, mejor. Para él y para todos.

El imperio decae, y en su decadencia se muestra cada vez más desesperado y menos cuidadoso. Uno hubiera podido esperar una campaña de desprestigio de esas, pero no. No se han tomado realmente el menor trabajo por disimular que lo quieren muerto cuanto antes.

Suecia, ese país tan transparente en el que hace 21 años están buscando al asesino de un primer ministro, le armó una causa por supuesta violación. E Interpol está en alerta roja, buscando por todo el planeta al único violador que realmente vale la pena. Es todo ferozmente ridículo, pero es así, se llama "mundo libre", un lugar en el que puedes decir lo que quieras siempre y cuando a nadie le importe.

Quienes lo quieren matar lo acusan de poner vidas en peligro, cerrando así magistralmente el argumento: Julian Paul Assange pone ciertamente vidas en peligro, al menos la suya propia. Acusarlo de violación apenas días después de la filtración demuestra una falta de paciencia increíble, o una enorme confianza en que el nivel de inteligencia de la especie humana ha caído seriamente.

Ya no hay que ser guerrillero para que te maten, ahora abrir la boca es delito en plena democracia mundial. No se le puede perdonar que haya dado semejante patada en la ingle a una inmensa cantidad de hijos de puta, lujo que en el mundo de hoy nadie puede darse. Este tipo es un dandy.

Así que vamos a recordar a este gringo de aspecto pop. Es indudable que no le falta nada en lo que a valor se refiere, dice que está preparado, que se lo pensó, que sabe la que se le viene encima pero que igual.

Así que me parece que a nosotros nos toca ayudar de alguna forma ¿no? Habría que organizar una campaña pro-Assange.

Porque si lo matan, entonces quiere decir que pueden matar a cualquiera. De nosotros, sí.