30.6.06

No pude resistir la tentación...

... y sí: de comentar que quedamos afuera. Jo. "Quedamos".

No estuvo tan mal, jugaron a lo que sabían y algo mejor que los alemanotes en un partido más bien mediocrón.

Lo que me gustaría apuntar, ya que estamos hablando pavadeces futboleras, es cuánto me llama la atención ese espíritu argento: no se juega siempre igual sino en función de las circunstancias. Con rivales fáciles jugamos fácil, y con los duros nos agrandamos. Si vamos ganando, inmediatamente se nos van las ganas de atacar.

No creo alucinar si digo que poco después del gol argentino, con los alemanes bastante desconcertados tuvimos dos avances netos en los cuales los nuestros, al pisar el área y teniendo espacio suficiente para avanzar, se pararon como diciendo: "Dios mío, estamos atacando... ¿Qué hago? ¿Avanzo? ¿O mejor la entretengo acá, me siento encima de la pelota, la entierro para que no la encuentren todo el resto del partido?".

La cosa quedó clara cuando Pekerman plantó al equipo defensivísimamente, y - maldita sea - no le dio la menor oportunidad a Messi. Messi, pibe atrevido, pícaro, peleador, fue siempre puesto en los últimos minutos, y sólo con el partido comprometido. Mensaje claro: "Bueno, ahora entrá y dalo vuelta, dale". Diez minutos para hacer todo. Eso es justamente lo que no se puede hacer con un pibe, porque le supone mucha más presión que jugar un partido entero, tranquilo, tomándole la mano a los defensores contarios, buscando con quién jugar, etc.

Irse atrás, amontonarse en el área, y después cuando nos empatan otra vez salir a tomar la iniciativa que ese maldito espíritu gallináceo nos hizo ceder ¿Por qué no probar con seguir atacando? ¿Por qué no confiar, si luego del empate fuimos superiores, si no para meter un gol por lo menos para tenerlos alejados? La mejor defensa es un buen ataque, decía Kung Fu.

Y basta de fóbal, que me tiene harto.

28.6.06

Me ponés MUY nervioso

Tú, espigado guerrero moreno de hierática faz.

Tú, mágico maestro de los (muy) lentos movimientos, espirales interminables, maniobras que desconciertan al enemigo, al amigo, y a todos los que te contemplamos, desesperados en aullidos eternos.

Tú. Sí: Tú.

Conoces los secretos de La Pausa, eres capaz de suspender un instante en el infinito. Mientras la multitud, esa excecrabe turbamulta, se regocija soezmente en las impurezas del dinamismo, Tú nos enseñas en complicados arabescos el Camino que para nosotros, pobres ignaros, no conduce a ninguna parte.

De pronto sorprendemos al enemigo. Suena el clarín de un contrataque fulminante. Todos nuestros guerreros corren enloquecidos a vulnerar la retaguardia del enemigo malparado... Pero Tú estás sublimemente más allá de tales simplezas. No puedes rebajarte a tales muestras de impío prosaísmo.

En medio de la carrera frenética en la que todos se embarcan con desesperación, Tú, con majestuoso ademán, detienes el tiempo. Con lentos gestos (muy lentos) das la espalda a las huestes enemigas en magnífica muestra de desprecio, como quien tiene cosas más importantes que hacer, e inicias tu complicada y pausada (muy pausada) danza.

El enemigo entonces se rearma, se reagrupa apresuradamente, sus defensas están nuevamente listas. No importa. Tú apenas lo adviertes, oteando el Más Allá, calculando la dirección del viento, sopesando las líneas tácticas, abarcando con tu mirada panorámica todos los ángulos en sabia apreciación. Perfeccionista, no te gusta ese torpe apresuramiento, esos avances rectilíneos, eres el enemigo mortal de lo evidente.

Recibes solemne el esotérico talismán, testigo esférico de secretos incalculables, e inicias con él lo que parece un complicado baile con impertérrita expresión. Un remolino de guerreros amigos y enemigos se agrupan a tu alrededor como insectos impotentes. Rodean tu danza y se afanan ineptos en la confusión. El Caos Eterno acompaña tu paso cansino.

Nadie entiende nada. Y menos nosotros, pobre plebe que en muchedumbre aullante se retuerce y desespera en juramentos, incapaz de entender tus inescrutables intenciones y alejar esa vil pasión que nos oprime en favor de tu arte estático...

Volverás a empezar y todos volverán a empezar contigo, todos volveremos desde atrás, desde el fondo de la batalla, otra vez, y otra, en un Eterno Retorno en el que el mundo entero se agita en las fatigas a las que Tú pareces inasequible.

Riquelme: me tenés podrido.

21.6.06

Ajedrez I: La combinación más bonita del mundo

O por lo menos de las que yo he visto. Lo más interesante es que no es un estudio sino que se dio en partida viva, y el artífice de esta combinación fue un jugador desconocidísimo, un tal Jung del que - siendo yo un aficionado al ajedrez bastante informado – no tengo noticias. La partida tuvo lugar contra el ajedrecista húngaro Szabados en 1952, en Venecia.

Digamos de paso: que esta muy elegante combinación ideada por un jugador desconocido haya tenido lugar en un torneo de Venecia le da un aire mágico... en Venecia ocurren siempre cosas inexplicables relacionadas con la belleza.

En la posición juegan las blancas:


Es fácil ver que las blancas tienen ventaja, con 1. Te4 conseguirían una posición ganadora, sobre todo por la situación del rey negro. Pero el tal Jung tuvo una idea luminosa.

Si quieren ver cuál fue hagan click aquí, la primera vez puede tardar un poco en cargar, si da un error de timeout simplemente insistan cargándola de nuevo o refrescando la página... aunque pueden tratar de resolverla antes.

Salute.

17.6.06

Guess who's an asshole


¿A que no adivinan qué es esto, amiguitos?

Se trata de una propaganda que empresas de industria nuclear yanquis divulgaban en los ’70 para convencer a los ciudadanos de que la energía nuclear era fantástica y bla bla bla.

Como ejemplo tomaban al Sha de Persia, o sea, al mandamás de lo que más tarde sería Irán. El Sha de Persia era un tipo re democrático: en su vida había oído hablar de elecciones, tenía las cárceles llenas de presos políticos, torturas, persecución, privilegios, injusticias... una joyita el pibe.

Pero era amiguito de Washington. ¡Ahhh! ¡Eso lo cambia todo! Seguir fielmente la política e intereses de EEUU convierte a la tiranía más feroz en un gobierno moderadito del que no se oye hablar en la prensa internacional ¿Quién se entera hoy de la falta de democracia en Arabia Saudita? Naides.

El simpático aviso reza: "Adivinen quién está construyendo plantas nucleares", y pasa a explicar que aunque el Sha de Persia está apoltronado sobre millones de litros de petróleo, igual construye centrales nucleares porque la energía nuclear es el futuro y Persia lo está haciendo muy bien.

Claro, muy bien hasta que cayó el multimedallado Sha y los iraníes decidieron que ya estaba bien de poner la frente en el suelo. Les pegaron una patada en el culo a esa nobleza putrefacta, muchos de cuyos integrantes se fueron a disfrutar el dinero que robaron gastándolo en el jet set occidental.

Sea lo que sea Irán hoy, es un país cuyas elecciones gozan de un grado de participación más alto que las últimas en Argentina, y una transparencia mayor que la de EEUU. ¿A quién le importa? Todos los días los medios nos ametrallan con lo antidemocrático que es el régimen iraní, lo peligroso que es su programa nuclear y Condonezza Arroz nos enseña su amenazadora sonrisa de orangután macho delimitando su territorio y dejando claro que Irán es MALO.

Adivinen a quiénes están tomando por boludos.

8.6.06

Demolición y reconstrucción de A.P.

Pecado mortal: (esto que voy a decir, digo). Puta, ahora el paréntesis, los dos puntos, en fin. Digo: el problema tuyo, Ale, era que no eras lo suficientemente fea.

Si hubieras sido un gramo más fea, un micrón, un desarreglo más. Si tu apariencia hubiera sido algo más tosca, más desmañada aún... ¡Ah! Mucho mejor, claro que si. Si, si... Sin duda. Madame La Mort no te habría tentado tanto, como te tentaba ese tipo que nunca estaba ahí, lo suficientemente cruel. No habrías soñado, habrías sido una de esas que no son nunca más que una de esas que son.

Ese tipo no. No existe. Oficialmente borrado de. Igualmente digamos la verdad: nunca estaba, no existía, usaba un chaleco de seda. Mentía diciendo la verdad. No lo veías, pero pensabas. ¡Ah! Sí que pensabas. Ale, querida. Eras fea. Pero no lo suficiente.

Mujeres también, claro, pero tipos también, y mujeres; y salías con tipos además, y con mujeres también salías. Salías con todos. Y la verdad es que debías ser bastante imbancable, mi amor. Te adoraban. Estaban pendientes de vos. Debías ser bastante pesadita. Te admiraban. Imbancable. Inestable. Yo Estoy Mal. Uf. Destructiva. Te amaban.

Mientras te daban un beso añorabas una patada. Podías escribir muy bien, pero preferías escribir mal antes que complacer. Y está bien, nada de complacer. Pero se termina complaciendo, mirá: legión de seguidoras que te ponen por las nubes. Minas casi todas. Algunos darkies. Te daría risa. Vos no. ¿Nubes? Risa. Levantabas árboles retorcidos y hacías signos misteriosos de tan transparentes. Gritabas bah. No se entendía. Demasiada ingenuidad la ambición de ser ingenua. No se te perdona, se te erige. Carol sí que sabía, se hacía el gil. Macho y Futerina te asesinaron, se reían sarcásticos, no los lograste como personajes pero sí como seres.

Enorme negocio montado a tu alrededor. Los intelectuales, qué asco ma chère. En un rincón del mundo, en un país que se llama ridículamente Argentina, un espacio para vos, ya no clandestino porque como te dije: le dan y le dan a la matraca, y dale con Pizarnik, y dale con las obras completas, completísimas, posta posta, incluyendo las cartas que le escribiste a tu tía, incoordinadas y semilúcidas. Y lo mismo, lo mismo, lo mismo, lo mismo: Pizarnik y el tallercito literario. Estoy podrida, mirá, lo digo por vos.

Yo te habría regalado una flor de todos modos. Una rosa roja, un augurio siniestro y diáfano. Sonrisa. Te habría regalado esa flor y callado que sos fea, pero no lo suficiente. Te habría dicho: No. Ese punto inacabado de crueldad no satisfecha, esa imposibilidad de resignarse. Hijo de puta. Sí. Es que hubieras sido hermosa ¿sabés? No. Hubieras. Habrías. Hermosa. Palabras. Más.

-o-

A ver... a ver... dejemos la prosa poética de lado, que bastante mal lo hacemos. Lo que quiero decir es que hay que rescatar a Alejandra Pizarnik. Nadie lo hizo en vida y por eso se dio con ese Seconal y dijo: chau. Por eso el psiquiátrico. Tenía esa manía de autodestruírse principalmente porque le encantaba que le den bola. Y la asqueaba al mismo tiempo ese público que la desilusionaba eternamente. Hay gente que se cansa de sí misma, de tan imbancable que se vuelve.


Lo peor que ha dejado Alejandra Pizarnik es su propio ghetto. Hordas de gansas y gansos que la imitan hasta el hartazgo, juegan a suicidarse, a estar loquitos/as, a ser incomprensibles. Grupetes darkies y lesbianas necesitadas de un ícono que la hicieron una santa, a ella precisamente que era flor de chiflada y jodida como ella sola, que se acostaba con lo que se le pusiera a tiro y detestaba las etiquetas.


Su legado ha sido rapiñado por arpías incompetentes, alternativos de novena, huevonas con morralito. Pusieron la foto de Pizarnik para reemplazar la de Hello Kitty.


Eso es lo que tiene de malo Pizarnik: su público. Semejante horda de nabos/as es la que hace que no se la considere una escritora seria, como si la pobre tuviera la culpa. Al mismo tiempo hay un gran interés en mantenerla en el ghetto, ese es el negocio, mi querido Watson. Y el puterío alrededor de sus diarios, y uuuuffffff...


Hay que rescatar a Alejandra Pizarnik de sus admiradores. Ya. Váyanse al carajo los mandarines y las mandarinas de Pizarnik. No entienden nada. De nada. ¡Gracias!