26.9.08

Bienvenidos otra vez.

En verdad llega un punto que escribir estas cosas molesta. Hay mucho de qué hablar. El mundo está lleno de cosas interesantes ¿Por qué entonces ocuparse de temas antipáticos? Uno queda como un aficionado al conflicto o a la polémica.

Uno es el que suscribe, claro.

Sin embargo es precisamente porque el mundo está lleno de cosas interesantes y bellas que a uno le molesta el hecho de que haya tanta gente que no pueda disfrutarlas.

Uno puede hablar de muchas cosas: se puede hablar de música, se puede sentir un momento de tranquila complacencia sólo con un café y un cigarro. Tenemos libros, tenemos palabras, tenemos imágenes, tenemos sonidos y sabores y con ellos podemos evocar. Podemos disfrutar de una cultura general muy amplia pero creo que si ignoramos el dolor lo que nos ocurre es un embrutecimiento mucho peor que el de aquellos a los que consideramos incultos. Nada hay tan ignorante como un ignorante letrado.

Toneladas de cinismo vienen vomitándose desde hace décadas. Cinismos idiotas, cinismos culturales, cinismos filosóficos. No faltó ni falta el habitual ratón que se refugia en el epigrama. Desde la derrota de los '70 todas las ideas han sido puestas en etérea duda o escarnecidas ferozmente, a veces desagotando quizás una secreta rabia sin salida.

Pero todas las piruetas intelectuales no han podido con esta verdad simple de constatar: ignorar el sufrimiento de los demás embrutece. Y ese embrutecimiento se paga.

Cuando digo que se paga quiero decir concretamente que se paga. Con dinero, y no sólo con dinero. Para muestra de lo primero ya sabemos a dónde nos lleva lo que alegremente hemos aceptado: el sistemita se derrumba irremediablemente. Todos estamos en nuestras casitas, esperando a que "pase la crisis" como si se tratara de una tormenta o un monstruo. Esperamos que no nos vea, que pase de largo, nos hacemos chiquitos, chiquitos.

Hemos olvidado que nada es gratis. Que todos los derechos que bien o mal habíamos conseguido no eran otra cosa que fruto de la lucha de otros; y que ante nuestra complacencia, nuestra comodidad y nuestra decisión de "vivir lo mejor posible y chau" los dueños de la manija han decidido pasar a la ofensiva, a ver cuánto más pueden quitarnos, disciplinarnos, sumergirnos. Queríamos paz y ofrecimos mucho por esa paz. Ofrecimos quedarnos en casa quietitos, hacer nuestro laburo, no hacer olas. Quisimos paz a cualquier precio, que es la mejor manera de invitar a que nos hagan la guerra.

Durante mucho tiempo quienes nos declaramos marxistas tuvimos que ver azorados a cientos de iluminados que tenían la precisa y nos daban palmaditas en la cabeza como si fuéramos románticos pelotudos. Las veces que me han preguntado por qué soy marxista he respondido que lo soy simplemente porque soy realista. La famosa "utopía" me da alergia, y nada tan idiotamente utópico como creer que nuestro destino no está ligado al de otros seres humanos. Nos han vendido que podemos salvarnos solos y que los mercados se autorregulan, y hemos comprado eso creyendo que se trataba de realismo.

¡Qué pragmáticos!

Pero ahora esos mismos a quienes hemos dado todo nuestro crédito (y me refiero incluso a dinero contante y sonante) nos dicen que "nada volverá a ser igual" y que ahora "habrá que ajustarse el cinturón". Así, sin más. Como si todo esto hubiera sido un recreo y una merced que recibimos de manos munificentes. Basta chicos, suficiente, ahora viene la cosa en serio ¿eh? Pónganse los grilletes y a picar piedras.

Ayer leí la expresión "contratos blindados", referida claro está a los contratos que tienen los directivos de todas estas brillantes entidades que se fueron al carajo y serán reescatadas con nuestro dinero. "Contrato blindado" quiere decir que no importa lo que pase el tipo tiene asegurados más de 40 millones de verdes en indemnización. Llueva o truene, crisis o no crisis. Curiosa expresión esa de "contrato blindado"; hasta donde yo sabía un contrato es un contrato, un compromiso que obliga a ambos firmantes y punto ¿Qué es eso de "blindado"?

Claro my friend, una cosa es el contrato que puede firmar Ud., el contrato con el banco que tiene su dinero, por ejemplo. Ese contrato no está "blindado" ¿ve? Y... ¿Cuál es la fortaleza de ese contrato entonces? ¿Quién lo garantiza? ¿Resistirá la tormenta? Bueno... ya lo veremos, hay que tener confianza ¿no?

Cada día es más transparente: todos los mecanismos de control saltan por el aire y los más fuertes imponen su ley. A más fuerza, más blindaje, y si no tenés bunker a joderse. Todos los derechos, las garantías, las respetables firmas, los solemnes compromisos se disuelven ante nuestra crédula incredulidad. Cuando se gastan toneladas de verba solemne es porque no se tiene palabra. ¿Quién fue el que dijo "Sea tu palabra si, si; no, no"? No le faltaba razón, esa sola frase basta para desconfiar de cualquier solemne promesa y de todo papel sellado.

Ahora llega el momento de pagar. Y vamos a pagar. El nivel de vida caerá... ¿cuánto? No se sabe, pero caerá. Y uno querrá tomarse un café, escuchar a Satie, jugar al ajedrez, cocinar con estragón, darse un gusto. Y no está mal. Pero podrá menos que antes. Y esto si tiene suerte, porque no hay que ser ningún genio para darse cuenta de que así como esto le pasará a muchos, a muchos más les pasarán cosas peores. Nuestro cinismo podrá dar un salto de calidad: habrá muchos más hambrientos que ignorar.

Y esto traerá violencia social, tampoco hay que ser ninguna lumbrera para entenderlo. Robos, desesperación y gente que hará cualquier cosa para mantenerse viva. Gente que irá a buscarnos a nosotros para vaciarnos los bolsillos, esta vez no con un contrato sino con una navaja o un revólver, porque los que están blindados no están al alcance de un cuchillo. Gritaremos entonces que queremos seguridad, que somos la clase media, que queremos disfrutar de nuestro cafecito y nuestro cigarrito en paz y que esos negros no nos dejan. Policía, por favor. Y votaremos al candidato que está aún más a la derecha, el que promete militarizar la vida, vivir con miedo y con odio y con desprecio. Pagaremos aún más por el derecho de arrastrarnos.

Supongo - si puedo ejercer de modesto pronosticador - que ahora habrá cabezas que lentamente empiecen a volverse hacia el marxismo; a ver... ¿qué es lo que decía este tipo? El que piense que lo digo con regocijo se equivoca no sabe cuánto. En primer lugar porque luego de décadas durante las cuales se han afirmado innúmeras estupideces a uno francamente le dan ganas de pedirle a los charlatanes que sigan con lo suyo, que armen otro Club del Trueque; pero ellos serán los primeros en oler el cambio de dirección y vendrán a "sumarse". En segundo lugar porque las condiciones son mucho más jodidas que antes (y antes ya eran jodidas), la degradación social es mayor, el proletariado tiene roto el espinazo y los aparatos de represión están intactos. Y en tercer lugar porque algo me dice que si la especie humana tiene aún una chance, si esta no es la última pega en el palo.

Igualmente habrá gente que seguirá intoxicándose con lo que encuentre: pegamento, religión, TV. El carcajeante desprecio por los que decidan enfrentar a los que mandan será sustituído por ese odio repulsivo fogoneado por los mercaderes de miedo. Ninguna elección es fácil.

Igual quiero pensar que la especie humana es tozuda. Que desde abajo puja una fuerza que no se resigna, que oscuramente intuye la verdad mejor que los que dicen verla clara, mucho mejor que yo. Esas personas que simplemente no se resignan a la miseria y quieren lo que es suyo, lo que por derecho (no por caridad, no por compasión, no por misericordia: por derecho) les corresponde.

Bienvenidos otra vez a la lucha de clases, ese invento marxista.

No tomen asiento.

21.9.08

Capitalism for dummies II

La CEOE es la cámara que agrupa a los empresarios españoles. Los españoles no son peores empresarios que los del resto del mundo, ni mejores. En todo caso son un poquito más toscos de maneras.

Su presidente acaba de afirmar que “Hay que hacer un paréntesis en la economía de libre mercado”. O sea.

Es divertido analizar las diversas estupideces que balbucean los gurúes. Frente a un pequeño cuestionario del diario Público de España, modesto periódico de izquierda en donde al menos puede uno encontrar un poco de sentido común, gente que se supone es capaz de dar respuestas lógicas además de osentar títulos se ejercita en el docto dictamen. Algunas respuestas son deliciosas. Veamos que contesta un tal Santiago Carbó, catedrático de la facultad de CCEE de Granada.

I – Liberalismo económico ¿La crisis actual es una prueba de que los mercados no se pueden autorregular, es el fin del dogmatismo liberal?

Prefiero pensar que existe una mezcla de necesidad de liberalización compatible con una prevención y una regulación prudencial.

¡Qué bueno que prefiera pensar eso! Recordemos que es un catedrático, por favor, a ver si se dejan de reír ahí atrás. Este señor propaga todos los días estas ideas en alumnos sedientos de saber. Pongan cara seria y hagan de cuenta que respondió algo.

II – Una de rescates La CEOE pide un paréntesis en la economía de libre mercado ¿Hay que usar el dinero público cuando las empresas lo piden?

Algunas decisiones de la Fed suponen que el rescate de entidades financieras recaiga en el contribuyente. Puede ser la mejor solución cuando si no podría haber males mayores.

¿Cuándo? ¿Si no? ¿Cuáles son los males mayores que el estado no podría evitar como sí evita que caiga entidad tras entidad? ¿Toda esa guita no puede usarse con mejor provecho? ¿Está ahí para estos casos entonces? Otra pregunta idiota ¿Por qué al menos no se considera entonces un préstamo? Me parece que el dinero público pertenece al público ¿Cuál es la razón de regalarlo? ¿Cuándo se devolverá? ¿Y con qué interés?

Perdonen, dejo continuar al señor.

III - Quién vigila al vigilante ¿Hasta qué punto han fallado los reguladores? ¿Y el sistema basado en vigilantes privados pagados por los vigilados? (Como datito adicional: Moody’s o Standard & Poor’s “fallaron” con Enron aunque no tienen la menor responsabilidad civil ni penal).

No puede señalarse un único culpable. Se ha avanzado mucho en la regulación prudencial, pero la globalización y la innovación han ido más rápido. Se arbitrarán nuevas medidas.

Nótese cómo la imbecilidad es una fortaleza. Ni siquiera lo evidentemente provocativo de la segunda pregunta saca al zombie de su grisura demencial. “No hay un único culpable” dice ¿No es divino? Vamos señora, todos somos un poco culpables ¿eh? Todos tenemos que mejorar y así mejoraremos todos ¿qué le parece? ¡Y se ha avanzado mucho! El problema es que claro, la globalización y la innovación, imagínese, hoy día con esos aparatitos hacen cualquier cosa ¿mentiende? Entonces se avanzó, se avanzó pero parece que ellos avanzaron más ¿Ellos quienes? La globalización, la innovación, todas esas cosas... ¿No le digo? Pero mire, no se preocupe porque se arbitrarán nuevas medidas, ya mismo estamos estudiándolo, bueno, gente que sabe mucho lo está estudiando y está viendo qué hacer y seguro seguro que algo se les ocurre.

Y al que el que estas respuestas le parezcan graciosas, estúpidas, simples insultos a la inteligencia media; tenga en cuenta que son exactamente esas las que justificarán una nueva caída en el nivel de vida de casi todos. Porque el que paga ya sabemos quién es.

Que a uno lo tomen por boludo, es en definitiva responsabilidad de uno.

17.9.08

Peligro al teclado I

Hace tiempo que pensaba esto: el blog permite conocer gente de todo tipo aunque sólo a través de lo que escribe. La expresión escrita tiene sus mensajes y a veces creo que describe a quien la emplea más allá de lo que el sujeto mismo se propone.

El blog me parece una especie de reflejo bastante azaroso - y quizás por eso confiable - de la inteligencia, el temperamento o el estilo que gasta un conjunto de personas. Como (perdonen la imagen fácil) un muro lleno de graffiti ¿Qué criterio define el muestrario? Me fatigaría responder eso (no tengo ni idea, más bien) pero hay gente que me despierta curiosidad... morbosa, digámoslo. Por eso no borro los comentarios.

Así que (trompetas) voy a instituir el premio Peligro al teclado. Más de un año de blog me ha munido de una colección inapreciable de asertos que pienso compartir y analizar con insana delectación.

Desde ya no me refiero a las risibles amenacitas de nazis de cuarta, Memoria Con Pete, o escoria por el estilo; eso ni cuenta. Más bien me refiero a gente que simplemente parece demasiado cegada por su necesidad de parlotear, de afirmarse, de aludir personalmente o simplemente de expeler con tozuda voluntad algo que ni el propio esforzado sabe bien qué cosa es, pero urge decirla. Generalmente se trata de anónimos francotiradores que dejan lo que llamaría el melancólico rastro de la impotencia intelectual.

Una de las cosas más típicas de estos comedidos es la incapacidad para algo tan simple como ceñirse al tema de un post. Hay quien no se da cuenta que meterse a comentar sólo para gritar sus cuatro verdades es una actitud amén de grosera, descortés y estéril. No demuestra mucho caletre un individuo si no se da cuenta de que eso no es muy diferente a meterse de pronto entre dos o más personas que charlan sobre literatura y gritar "¡La mejor universidad es la de la calle, señor!". Esta actitud resueltamente papanatas no llama la atención sobre las ideas - que de hecho quedan en la sombra - sino más bien sobre la calidad de la persona que las emite: lo más probable es que los interrumpidos no piensen en la universidad de la calle sino en que el tipo es un pelotudo.

Y en el post anterior acaba de escribir uno que - puede felicitarse - prácticamente me obligó a crear este premio. Recordemos primero el tema: se me ocurrió hablar de la injusticia que representa a mi modo de ver el rescate de negocios privados con capital público cuando lo mismo es anatema si se trata de mantener un nivel de vida a veces simplemente soportable para mucha gente.

Bien, un iluminado vino a escribir esto:

El comunismo debería estar tan cuestionado como la barbarie nazi.

Genrich Yagoda (Júdío y comunista) fue quien asesino a 11 millones de ucranianos (1/4 de la poblacion) y ni hablar de los demas millones que perecieron entre gulags y pogroms.

Sigan viviendo en la ' 'burbuja' ' de la que habla Cristina, donde las cosas en vez de populares, son populistas.

La historia hay que leerla toda, de lo contrario solo estaran leyendo memorias.

viva el revisionismo.


Bueno ok, digamos que el tipo vio la hoz y el martillo, o se leyó un par de posts y sintió la urgencia de oponerse al comunismo internacional. Digo ¿realmente cree que ésta es la forma? Podía mandar un mail, crear su propio blog aunque más no sea con un post, o al menos intentar colar su punto de vista más o menos relacionándolo con el tema. Pero esa operación es superior a su inteligencia; ya sabemos algo de este individuo: es tontito.

Podemos averiguar más, fíjense: Yagoda era "Júdío"... Así con mayúscula es como que es más judío y más odioso; y encima se excitó tanto que le metió otra tilde. Y seguro que además al escribir ese "Júdío" reventó las teclas. O sea que es tan tontito como para ser antisemita.

Desde ya olvidemos que este blog se opone al stalinismo, que esto es mucho pedir, pero el entusiasmo puede tanto que ya que estaba metió los pogroms, dirigidos en realidad contra la población judía. Es que hay gente que toma impulso y ya no hay quién la pare.

Enseguida nos aconseja irónicamente que sigamos (me pregunto quiénes) en la ' 'burbuja' ' (tampoco encontró las comillas dobles) de Cristina, y que leamos toda la historia, porque de lo contrario sólo estaremos leyendo memorias. Y claro, podemos imaginar que desde que el tipo leyó la frasecita le pareció tan linda que le estuvo quemando el cerebro, se la repitió a toda su familia y no esperaba más que una oportunidad de escribirla donde fuere para grabarla en la eternidad.

Y por fin remata con lo que en realidad vino a decir, a gritar y a expulsar de su pechito argentino: ¡Viva el Revisionismo! Y el imaginario coro de multitudes gritó "¡Viva!" detrás de él cuando terminó de escribirlo.

Después se levantó, satisfecho, con la sensación de ser el vengador anónimo y justiciero del "revisionismo", término un poco vago que si está asociado a cultores, lo son en general de la "barbarie nazi", que mentó por torpe compromiso. Pero qué se va a andar uno con detalles...

Es evidente: a este tipo nadie lo invita a una fiesta, no puede hilar un discurso decente, podemos apostar a que le es inaccesible cualquier mina normal y pasable. Un pelmazo bah.

- Jack, ¿y por qué se ocupa de est gente?
- No tengo justificación.

Buenas tardes.

9.9.08

Capitalism for dummies

I - Situación.

Ud. va a pedir un crédito. Y cuando va a pedirlo la entidad a la que se dirija enseguida se ocupará de catalogarlo, de saber quién es Ud. Supongamos entonces que Ud. no es más que un asalariado o un pequeño comerciante (lo cual tiene altas probabilidades) y supongamos que le dan el crédito (lo cual tiene no tan altas probabilidades). La entidad que se lo otorgue le cobrará, cómo no, intereses, y (fíjese qué refinada lógica la del sistema) estos intereses serán más altos cuanto menor capacidad de pago demuestre Ud. tener.

Olvidemos si esto es justo o injusto, que no estamos aquí para discutir pavadas; la entidad le cobrará un interés más alto cuanto mayor sea el riesgo de impago que asuma, claro está. La entidad le prestará dinero a otros muchos giles de estop... quiero decir, ciudadanos; hará fortuna y sus dueños estarán muy contentos.

II - Si sale cara gano yo...

Ahora suponga que a Ud. le va mal (¿verificamos las probabilidades?), su comercio quiebra, o quiebra la empresa que lo empleaba. Ud. naturalmente no quiere morir de hambre y necesita una ayuda. Preguntémosle al dueño de la entidad que le dio el préstamo qué opina de condonar su deuda, habida cuenta de que Ud. está en la lona, que el estado arbitre mecanismos que permitan a Ud. no morir ahorcado a débitos e intereses.

- ¡Pero de ninguna manera! El estado no debe intervenir. Esto es un simple acuerdo entre privados y toda intervención estatal es perniciosa, socializante, comunista, extremista, estatista e ineficiente. No podemos mantener vagos, es necesaria la cultura del esfuerzo, hay que apretarse el cinturón, pasar el invierno, el país lo necesita. Váyase a Corea del Norte, señor.

Ya tenemos la opinión del Sr. Entidad Financiera. Tiene las cosas claras sin duda. Entonces Ud., que no tiene ninguna influencia sobre funcionarios, parlamentarios o gente importante, vuelve vencido, aplastado, desesperado y exhausto a su casa.

III - ...si sale ceca pierde Ud.

Pero supongamos que hay muchos como Ud. (más que probabilidad, esto es una certeza) y debido a los impagos el Sr. Entidad Financiera empieza a ganar menos. La alarma cunde porque así como hay una multitud de giles de estop... digo, de ciudadanos comunes en apuros, también hay muchas financieras y todas se ponen de acuerdo en que esto no puede seguir así ya que tienen que hacer frente a muchos gastos y no pueden prescindir de su sencillo plato de foie gras todos los días.

Bien, en ese caso interviene el estado ¿Cómo dice? No, no tontito: el estado no lo va a ayudar a Ud., holgazán. Va a ayudar al Sr. Entidad Financiera y sus colegas, pobres ¿no ve que están en pánico? Ud. arrégleselas y rebúsqueselas; vamos, no llore que al fin y al cabo es lo que hizo siempre.

IV - This is America

El gobierno de los EEUU, paraíso de la libérrima empresa, home of the brave land of the free, read my lips: no more taxes; ha intervenido para salvar a Fanny Mae y Freddie Mac de la quiebra. No, no son cadenas de fast food sino entidades que se dedican a dar préstamos inmobiliarios.

Resulta que a estas entidades les va mal, pobres. Tan mal que ha cundido el pánico entre los mercados . Así que el estado utilizará el dinero de los contribuyentes para “rescatarlas”.

Un momento, dirá Ud., no entiendo: ¿No es que la iniciativa privada conlleva riesgo? ¿Acaso no me cobraron ya una parva de intereses justamente para cubrirse del riesgo de impago? ¿Dónde consta que yo, contribuyente, deba pagar para el sostenimiento de estos tipos que ganan infinitas veces más que yo? (carcajadas generalizadas).

No tontín: si Ud. no paga, lo ejecutan. Si Ud. quiebra, se jode. ¿Cómo pretende que al Sr. Entidad Financiera lo traten igual que a un ratón como Ud? El dogma de la libre empresa y de asumir riesgos para obtener ganancias sólo funciona para Ud. y aquella parte de la población denominada “la gilad...” ehhmmm “ciudadanos comunes”. En el gran mundo las cosas son siempre muy distintas my friend, siempre muy distintas...

V – ¿La mano invisible del mercado...

Cuando me va bien – dice el Sr. Entidad Financiera – que el estado no se meta; cuando me va mal, que venga el estado a salvarme. Si Ud. no puede pagar su hipoteca, pues se jode y pierde la casa; en cambio si el Sr. Entidad Financiera no puede hacer frente a sus compromisos, se jode Ud. nuevamente y contribuye (para eso es contribuyente) a “rescatar” a esta pobre gente. Los partidarios de la libre empresa en realidad son partidarios de privatizar las ganancias, pero se vuelven extrañamente marxistas a la hora de decidir qué hacer con las pérdidas.

Obviamente ya sabemos lo que nos dicen: ¡No se puede dejar caer el sistema financiero! Terribles consecuencias se avecinarían. Claro: si no hay nadie que pague resulta que hay un agujero. El agujero está ahí, y de ninguna manera van a cubrirlo los que lo provocaron, así que... así que la mejor solución es que todos paguemos un poquito ¿eh?

VI - ...le toca el culo?

Bueno, ya tiene Ud. las herramientas para comprender el funcionamiento del mercado libre ¿Qué? ¿Quiere salir a asaltar un banco con una recortada? Tiene pocas probabilidades, el sistema ya lo previó: esos policías que bostezan cuando Ud. va a poner una denuncia por el robo en su casa son los mismos que lo detendrán ipso facto y con sorprendente celeridad ni bien se acerque a un banco con cara de pocos amigos.

Le quedan la lotería o el casino. O bailar por un sueño.

VII - Corolario

Hacer trampa es el recurso de los débiles, porque lo que hacen los fuertes jamás es trampa; es la primera ley. Apréndasela.

2.9.08

Hoy escuchamos... (I)

Como soy un pervertido musical me la paso revolviendo CDs en tiendas, buscando artistas más bien ignotos, bajándome algún sonido… Tengo gustos inmoderadamente amplios y no tengo demasiadas tirrias respecto del género.

Ahora presento a dos tipos. Uno es David Buchbinder, trompetista y compositor, fundador del Ashkenaz Festival of New Yiddish Culture. El otro es Hilario Durán, pianista, compositor y arreglador cubano. Mi pobreza técnica me hace calificarlos simplemente como músicos de puta madre.

Ambos se juntaron para crear el CD Odessa/Havana, en el que exploran los nexos entre música judía de raíces centroeuropeas y… música cubana. Este género klezmer/cubano está inspirado en la explosión del mambo judío en los ’50 (sí, mambo judío es una expresión músico-psicológica interesante), y se nota que el jazz está en la base de estas composiciones haciendo de cemento flexible entre dos cosas que parecen incompatibles y no lo son.

Ampliando información para el musicófilo, el sello que lanza estos desvaríos se llama Tzadik / Radical Jewish Culture; tipos que se dedican a lanzar música al mercado que es cualquier cosa (y no necesariamente judía, hay hasta japoneses) menos comercial. Cuando digo que se trata de música “no comercial” me refiero principalmente a obras y géneros con mercados más bien restringidos. Esto no significa que sean necesariamente productos de calidad (mi curiosidad con este sello me ha llevado a hallazgos felices salpicados de clavos indescriptibles, ladrones “experimentales” infumables, etc.), pero es bueno que existan alternativas a la marea de música uniformizada, a los latinoides imbancables y la ramplonería de cierto pop sajón.

Lo que les dejo son unos minutos de Lailadance, el primer tema del CD. Noten la forma como la melodía se desliza desde el centro de Europa hasta el Caribe sin que nos demos mucha cuenta, y perciban las mutaciones del ritmo. Es parte de las cosas que escucho en mi balcón con un cigarro y mi dama, mientras jugamos al ajedrez.

Buenas tardes.