27.5.09

¿Por qué las clases?

Dediqué algunos posts a hablar de la trampa identitaria, esto es: al apoderamiento que las diferentes burguesías practican respecto de las identidades culturales de los pueblos, para usarlas en beneficio de su agenda política.

Y una pregunta frecuente de parte de no marxistas (o antimarxistas) es: "¿OK, pero acaso la clase no es una identidad tan artificial como la nacionalidad o la religión? ¿Por qué una sí y las otras no? Yo me siento más argentino (o católico, o esquimal) que perteneciente a una clase social".

Establezcamos primero una premisa: toda ideología política debería ser fruto de un ejercicio de reflexión, y no una elección similar a la de un club de fútbol. El que escribe es marxista simplemente porque entiende es lo más lógico y justo, no por simpatías familiares o historias personales. Las identidades nacionales culturales o religiosas pueden y suelen ser heredadas, pero las políticas deberían hacer entrar en juego el juicio crítico. Así que lo que intento no es evangelizar ni establecer un dogma, que eso es aburridísimo, sino ejercer nuestro derecho al pensamiento.

I - ¿Por qué?

¿Por qué identidades no y clases sí? La pregunta es buena porque plantea un problema importante: averiguar el origen real de los conflictos, establecer sus orígenes es el primer paso para entenderlos. Se comprende que haya intereses muy poderosos que busquen enmascararlos frente a la opinión pública. Un viejo axioma dice que la primera víctima de toda guerra es la verdad.

Si esta buena pregunta no está bien respondida, una buena porción de responsabilidad la tiene la izquierda política, que si algo no sabe hacer es explicar sus ideas al común de la gente. Una de las características del militante de izquierda poco formado es engolosinarse con términos ejerciendo el placer infantil de quien maneja una jerga profesional que otros ignoran. He visto a militantes competir ridículamente entre sí para ver no quien es capaz de explicar a Marx en un lenguaje llano sino quién es capaz de hacerlo más incomprensible. La realidad ya es suficientemente compleja como para que le agreguemos jerga sin entenderla nosotros mismos.

Y no digo que yo logre explicarlo mejor, pero al menos que sea por torpeza, porque no me da la mollera; y no por la voluntad gansa de parecer inteligente a fuerza de ser abstruso.

II - El poder

Propongo ponernos de acuerdo en un primer punto: en el mundo hay diferencias respecto del poder. En otras palabras: hay muy poderosos, gente que lo es menos y gente que no lo es en absoluto, esto me parece muy fácil de constatar. Ahora bien ¿el poder de dónde surge? Yo creo que si menciono el dinero no nos resultará muy difícil ponernos de acuerdo en que es un factor importante: más guita en el bolsillo es algo a lo que en principio nadie dice que no.

¿Qué es el dinero? Diría que no pretendamos ahora mismo hilar demasiado fino en esta definición y nos contentemos con lo que nos dice el sentido común: el dinero es una representación simbólica de los diversos bienes tangibles o intangibles que se pueden adquirir en el mercado (olvidemos por el momento las fluctuaciones de su valor, de sus diversas denominaciones, etc.) Consideremos iguales el hecho de poseer dinero o poseer bienes intercambiables por dinero.

Alguien mencionará también el poder militar, ya que ¿cómo se asegura la propiedad de los bienes? El arma en la mano es un elemento fuertemente disuasorio. Esto es cierto, pero no es menos cierto que –contrariando esos discursos sabihondos que hablan de la "naturaleza humana"– lo cierto es que el ser humano no es más estúpido que cualquier animal, el conflicto directo es el último recurso. Antes de recurrir a la violencia el ser humano procura agotar todas las vías posibles. Si se tiene una perspectiva de desarrollo personal razonable y digna (hogar, trabajo, educación, etc.) cualquiera prefiere una existencia tranquila antes que el azaroso camino que supone tomar las armas. Lo único que hace al ser humano recurrir a la violencia es... procurarse bienes, o sea: dinero. Cuando Pompeyo se retira al sur de Roma para reagrupar sus legiones contra Cayo Julio César, confía en derrotarlo porque tiene consigo a la mayor parte de las divisiones... hasta que pierde el tesoro que había confiado a sus mejores hombres. Sin dinero, Pompeyo se da cuenta de que las legiones no lo siguen a él sino porque confían en que tiene dinero para pagarles. Sin paga... que se mate otro, macho.

Por eso una sociedad con fuertes desigualdades es por definición una sociedad violenta.

III - Bien, Jack, pero todavía no dijo una palabra sobre "burguesía", "proletariado" o "medios de producción", ¿no?

Es verdad, por el momento me contento con llegar hasta aquí.

Ahora ¿de dónde sale el dinero? ¿De la maquinita? Ciertamente no. Yo podría ponerme a acuñar millones de monedas con la firma "Jack Celliers" y con eso no lograría pagarme ni un tinto chico.

A diario leemos y oímos hablar de millones de dólares, euros y rupias como de cosas que tienen el poder mágico de comprar bienes, servicios y voluntades. Ahora imaginemos que estamos en una isla desierta y que no hay dinero, ni bienes, ni nada ¿Qué deberíamos hacer para subsistir? Obviamente trabajar. Construir refugios, herramientas, sembrar, cosechar, armar cigarros, etc. Eventualmente intercambiaremos esos bienes por otros que necesitamos y así surgiría el mercado. El dinero en sí mismo no es nada sino un medio de facilitar el intercambio en el mercado.

Creo que podemos entonces acordar en un nuevo punto: la fuente del valor, lo que hace que algo sea valioso es el trabajo. Incluso para obtener la fruta del árbol hace falta agregar el trabajo de subirse al árbol y cortarla. O sea que la base de toda la riqueza humana no es otra cosa que el trabajo humano. Todo lo que nos rodea: la cama sobre la que nos acostamos, la silla sobre la que nos sentamos, la computadora con la que nos conectamos a Internet, Internet, etc. es fruto del trabajo de alguien, y lo hemos adquirido intercambiándolo por nuestro propio trabajo. Incluso si queremos apropiarnos de algo sin trabajar tendríamos que robarlo... y robar es también un trabajo, consideraciones éticas aparte.

Hete aquí que cuando gracias al intercambio en el mercado un individuo logra acumular una cierta cantidad de bienes (o su equivalente en dinero), es capaz de adquirir el trabajo de otra persona. El trabajo se transforma él mismo en mercancía.

O sea que la fuente de todo poder es en realidad el trabajo humano. Trabajo que puede venderse, comprarse... y acumularse en la forma de su representación simbólica: el dinero. Toda esa guita de la que oímos hablar a diario no es más que el fruto del trabajo de millones de personas, ya sea trabajo realizado o trabajo que se realizará: ninguna inversión funcionaría si no se tuviera la certeza de que habrá gente dispuesta a trabajar para darle sentido. Si todo el mundo dejara de trabajar la economía simplemente dejaría de funcionar y el dinero se convertiría en algo tan útil como las monedas "Jack Celliers".

Las famosas clases sociales se estructuran alrededor de esta premisa: quiénes tienen la capacidad de comprar trabajo y quiénes tienen sólo la capacidad de vender su propia fuerza de trabajo. Las identidades culturales, religiosas o nacionales no otorgan al individuo un poder real; no se puede vivir de ser argentino, o de ser judío, o de tener la piel amarilla. Todo ser humano está sujeto a la lógica del trabajo sin importar si es chino o finlandés, si cree que el mundo fue creado en siete días o lo sostiene una tortuga gigante. Sin trabajo humano no hay valor, y por lo tanto no hay poder. Cada uno de nosotros experimenta esta lógica cada día de su vida; es su elección estar o no de acuerdo con ella, pero no es su elección escapar a ella, simplemente no se puede. Incluso si nos vamos a vivir a una cueva apartada o a una isla desierta tendremos que trabajar para subsistir de una u otra forma.

IV – Aquí es cuando viene Karlitos

El "dogma" marxista parte de la observación de este fenómeno. Los dogmas religiosos hablan de diversas realidades imaginarias, las identidades nacionales aluden –como decía Borges– a queridos recuerdos y a símbolos comunes; pero la cultura de cualquier pueblo (que ni siquiera está delimitada por las fronteras nacionales) se desarrolla sin escapar jamás de lo que es ni más ni menos que un hecho: la subsistencia humana depende del trabajo. No hay dios, ni patria, ni raza, ni cultura que no cambie, se desarrolle y eventualmente desaparezca. Pero la realidad del trabajo humano permanece y permanecerá inmutable en tanto el ser humano no logre eso que Diógenes señaló con tanta agudeza: ¡Ojalá el hambre pudiera ser aliviada con sólo frotarse el estómago!.

La política es intereses, y los intereses se estructuran alrededor del poder. El poder depende del trabajo, de tal forma que la verdadera base de la política es la gestión del trabajo humano. Si el ser humano no necesitara trabajar para vivir, si pudiéramos subsistir sin necesidad de mover un dedo y todo lo que deseamos nos fuera dado mágicamente, entonces no existiría eso llamado "economía" ¿para qué? Y como consecuencia tampoco existiría eso llamado "política".

En cambio mientras no desaparezca la necesidad de trabajar para subsistir, en el mundo podrían desaparecer las nacionalidades, podrían desaparecer las diferencias étnicas, y podría haber una sóla religión, o ninguna; pero el problema del trabajo, de su intercambio y acumulación seguirían tal como ahora, ergo la economía seguiría existiendo así como la política. Los intereses en conflicto permanecerían idénticos, sólo que ni la etnia, ni la nacionalidad ni la religión podrían utilizarse como máscaras.

Pero el conflicto subsistiría, asi que ya se encontrarían otras...

23.5.09

Clarín forma parte de un Mundo Perverso

Les aconsejo leer y difundir. Creo que necesitamos un poco de reflexión acerca de los medios de comunicación y el papel que juega internet. Internet es un medio en el que la burguesía aún no logra establecer claramente sus pautas de dominio. Obviamente la red está corrompida gracias a un montón de usos comerciales de baja calidad, pero permite una gestión de la información poco sujeta al control.

Este blog explica que ha subido a youtube una serie de videos con información pública importante, y que el grupete Clarín intenta establecerse como canal exclusivo de la información. Internet ha saboteado graciosamente los monopolios burgueses de información y cultura, y los intentos por controlarla chocan con la obstinada resistencia de los usuarios para quienes internet es un medio para conocer, compartir y difundir.

Los invito a adherirse, no por el blog o su postura política -que es lo de menos- si no por el hecho de defender la libre circulación de la información, sobre todo la relevante.

Salute.

16.5.09

Resistentes

Los Shministim son jóvenes israelíes que se niegan a servir en el ejército burgués. Se trata de pibes que terminan sus estudios secundarios y se enfrentan con la opción que generosamente les ofrece el fascismo sionista: ejército o cárcel.

Quien piense que un muchacho de 18 años es necesariamente un descerebrado, que piense nuevamente. Estos jóvenes israelíes se bancan la cárcel por no traicionar aquello que creen justo. Sería fácil para ellos evitarlo: el riesgo de participar en la masacre de los territorios palestinos es bajo, pero la degradación ética a la que esto los sometería es algo que no están dispuestos a aceptar.

Estos muchachos dan un cachetazo al fascismo. De hecho dos: uno al fascismo israelí y otro al fascismo criollo de los que quieren achacar la masacre de los territorios palestinos a "los judíos".

Recomiendo este lugar a quienes quieran hacer algo al respecto, y este lugar para descubrir que es mentira que Israel represente a "los judíos del mundo". Israel representa los intereses de una burguesía cuyos intereses dependen de servir diligentemente como gendarmes de Medio Oriente. La gente que tiene conciencia sabe bien que la trampa identitaria es el cebo con el que el poder intenta engañarnos, manipularnos y usarnos como carne de cañón.

Observemos un poco el rostro de quienes tienen valentía y conciencia:




Salud.