1.11.05

Keats y la mermelada

Leyendo un poema de Keats por aquí, me doy cuenta de que desconozco el idioma inglés.

O mejor dicho, que saber un idioma es algo que exige ir subiendo escalones, y uno nunca sabe dónde está parado. Más de una vez alguien pregunta "¿sabés hablar X idioma?" y uno responde dubitativamente "si", nuestro interlocutor nos pide entonces que traduzcamos algo, y muchas veces balbuceamos, aunque entendemos perfectamente lo que dice ahí.

Traducir no es decodificar, o quizás es decodificar algo mucho más sutil que signos. Es pasar un sentido de una cultura a otra, con todos los problemas que eso implica, porque el sentido se deshace muy fácilmente. El sentido son tonos y giros que acompañan normalmente a la expresión, y que quedan desgarrados en ese flitro que separa un modo de hablar, de pensar, de sentir (que eso es un idioma) de otro. Hacerlo pasar intacto es una habilidad muy superior a la del tipo que simplemente puede expresarse en una lengua.

El poema que señalo es comprensible para mí, pero si me piden que lo traduzca los desilusionaré. Está bien, es Keats, pero puede pasar lo mismo con un anuncio de mermelada, créanme.

15 comentarios:

Jack Celliers dijo...

Coltrane, ¿trajo los de ver de cerca?

Niño Pol dijo...

Entender un idioma es exactamente lo que le pasa a ud.
Uno puede entender a la perfección un idioma y ser absolutamente incapaz de traducirlo.
Cuando algún mandrilísimo me pide que traduzca algo, le hago saber que yo no soy intérprete.

Anónimo dijo...

Si. Opino igual. Las últimas canciones de Marianne Faithfull, por ejemplo, son imposibles. Se entienden, pero andá a explicarlas!
Ahora... a mermelada me le animaría un touch más.

(recién leí que te gusta Mishima?... mirá qué bien. 100 Mangos sale "Confesiones de una máscara". Imposible)

Charlotte dijo...

Acá por ejemplo, estoy bastante de acuerdo con usted, Jack.

Anónimo dijo...

Walter Benjamin tiene una teoría de la traducción muy linda aunque igual de delirante de la traducción. Viene de su parte más mística y religiosamente judía. Dice que antes de la caída de los hombres, de la degradación del pecado, había una sóla lengua. No sólo entre ellos sino también entre los hombres y las cosas. El fin de la edad áurea trajo, con la corrupción de los hombres, la división de los lenguajes. Se aislaron cosas de hombres y hombres de hombres. Desde entonces cada cual tiene su lenguaje que recorta y habla del mundo y "se habla" a sí mismo de manera distinta a los demás, sordo y mudo para el resto. El traductor no debe, entonces, intentar reproducir lo que el otro dice en su lengua buscando un equivalente en la propia. El traductor tiene que buscar crear esa sensación que tenés vos, de algo que se comprende pero que no puede ser dicho si no es deformando el propio lenguaje. Palabra por palabra. Hay que es crear en la propia lengua la extrañeza de la otra, recuperar para las propias voces la diferencia que hemos perdido en las voces que nos abandonaron. Así se enlazarían de a poco los fragemntos de la única lengua perdida.

Anónimo dijo...

PERDÓN, PERDÓN, ACÁ, ÉSTE

Walter Benjamin tiene una teoría de la traducción muy linda aunque igual de delirante. Viene de su parte más mística y religiosamente judía. Dice que antes de la caída, de la degradación del pecado, había una sóla lengua. No sólo entre ellos sino también entre los hombres y las cosas. El fin de la edad áurea trajo, con la corrupción de los hombres, la división de los lenguajes. Se aislaron cosas de hombres y hombres de hombres. Desde entonces cada cual tiene su lenguaje que recorta y habla del mundo y "se habla" a sí mismo de manera distinta a los demás, sordo y mudo para el resto. El traductor no debe, entonces, intentar reproducir lo que el otro dice en su lengua buscando un equivalente en la propia. El traductor tiene que buscar crear esa sensación que tenés vos, de algo que se comprende pero que no puede ser dicho si no es deformando el propio lenguaje. Palabra por palabra. Hay que crear en la propia lengua la extrañeza de la otra, recuperar para las propias voces la diferencia que hemos perdido en las voces que nos abandonaron. Así se enlazarían de a poco los fragmentos de la única lengua perdida.

Anónimo dijo...

"Cerca de San Miguel Zapotitlan los buquis bichis jugaban dando tatagüilas y terminaban... ¡por vasquiar!".
Traducción literaria: "Cerca de San Miguel Zapotitlan los niños mas pequeños jugaban dando vueltas sobre si mismos y terminaban... ¡por vomitar!".
Traducción mas aproximada: "Cerca del pueblo de San Miguel Zapotitlan los niños mas pequeños (que normalmente están desnudos) demostraron su alegría dando giros, hasta que algunos, mareados, llegaron a vomitar".

El problema de traducir es el significado diferente de una misma acción, para dos culturas diferentes.

Griselda García dijo...

igual, Keats es de un refinamiento absoluto, no? digo, Buk sería más sencillo de traducir.

werte dijo...

Coltrane, el navegador trae para agrandar el texto. A veces nos ahogamos en un vaso de agua.
Rea, esa teoría de la lengua (por si a alguien le interesa, el ensayo se llama Sobre el lenguaje en general y el lenguaje de los hombres) es muy interesante, salvo que uno la lea literalmente.

Anónimo dijo...

A "Sobre el lenguaje en general y el lenguaje de los hombres" se suman "La tarea del traductor" y "Sobre la facultad mimética". Entre los tres completan la teoría de los lenguajes y la traducción.
Son muy interesantes, sí, y, sobre todo este último, que renueva reflexiones sobre la motivación del lenguaje que quedaron infundadamente arrasados por la linüística post-Saussure. Propone un algo muy interesante: no comparar las similitudes entre las lenguas, sino comparar la particular similitud de una lengua con los objetos que designa con la relación con los mimos objetos en otras lenguas.

Caudor dijo...

Traducir es posible e imposible. Y como ejemplo recuerdo la traducción a lo bonzo de los filósofos presócraticos de Juan David García Bacca y la abnegada vulgata de San Jerónimo.
Coltrane, me hizo reír con esa insensata operación; aunque bien mirado...

Almirante Margarito dijo...

Juan Carlos? Miralo vos a Minguito... (lo siento, no pude reprimirme a tiempo)

Caudor dijo...

Hace poco leí un artículo de un autor ruso, cuyo nombre se me escapa, rectificando esa anéddota. Tal parece que en realidad había usado el Babylon, que había traducido Taras Bulba; y que había sido Alexander Solyenitsin.
Pero el website o la revista en que lo leí; no era de confianza, y probablemente estuviera mal traducido.

Jack Celliers dijo...

La Viga: Me gusta Mishima, si. Curiosamente hace poco recomendé exactamente ese libro a una persona en Argentina y me pasó el precio: 80 pesitos. Ahora son 100. Ventajas de una economía estable.

Charlotte: ACA coincide conmigo! Y no del todo sino "bastante". Charlotte... si no coincide no tema comentar, le tiro algunas fórmulas: "¿Pero qué dice, animal?", "Jack, Ud. es un cretino", "Pongase el cerebro antes de postear".

Rea: Suprimer comment tenía un par de errores nomás! La metáfora de la Torre de Babel no sé si es tan buena. Yo veo la multiplicidad de lenguas como una ventaja de la diversidad (uau, qué posmo!). Creo que no es para nada lo mismo hablar otro idioma que no entenderse, ¿no halla?

Mama Bambi: Es cierto que hay autores más complicados de traducir, pero no creo que sea por refinamiento. Wilde tiene un refinamiento absoluto, y su inglés es sencillísimo incluso para un analfabeto como yo.

Coltrane: A mi tambien me hizo reir. La doble traducción tiene un indudable efecto poético. El resultado es abominable, pero es que la poesía puede ser abominable y salir airosa. Creo.

Margarito: Iba a agregar una vuelta a su chiste, pero yo sí pude reprimirme a tiempo.

Caudor: me perdí.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

He hallado otra aristas para entender la sustancia d ela traducción...

Grax.