26.10.05

Haciendo amigos. Hoy: el liberal argentino

Ud. cree que para ser liberal (ojo, me refiero a esos que votaron a la UCeDe, que hablan de achicar el estado, etc., hay otras formas más positivas de entender el término, pero yo me refiero a "estos " liberales) en Argentina basta con ser un poquito tarado. No es así, no.

Si no le alcanzan las pelotudeces de la TV, y quiere escuchar más, cómprese un liberal argentino. Reconózcalo por su marca de fábrica.

"¡Acá necesitamos un un país serio!" dice con el ceño fruncidito. "¡Basta de demagogia y populismo!" vuelve a exclamar. Asimismo el liberal es enemigo de la corrupción y ama la democracia. Esta es más o menos su carta de presentación. Truchísima, por supuesto.

Digo esto porque es evidente que al liberal argentino le importan un bledo tanto la demagogia y el populismo como la corrupción. Lo único que le quita el sueño es su interés de clase. Llama "demagogia" a cualquier medida efectiva o posible en favor de las clases oprimidas (a las que ignora, teme y detesta), y "corrupción" a aquella de la que su persona no se ve favorecida.

La prueba de esto es que quien puso en marcha en Argentina el programa ultraliberal más salvaje de todos los tiempos ya sabemos quién fue: el chimpancé innombrable, que lo combinó con la demagogia más jetona, el populismo más rancio y una corrupción de niveles delirantes. Sin embargo los liberales argentinos estaban tan encantados con el gobierno del hijo de puta que todos conocemos, que hasta Alsogaray dejó de votar a la UCeDe. Hoy quieren hacernos olvidar todo eso, a Maria Julia, a Adelina, y a todo el zoológico. "Nooooooo, nosotros somos gente seeeeria" dicen.

Ahora eso sí: demócratas los primeros, señora. Han promovido, impuesto e implementado las políticas de cuanta dictadura militar bananera haya sufrido Latinoamérica, bástenos recordar a nuestro Chicago boy Joe Martinez de Hoz. La escuela de economistas de Chicago – ya que la mencionamos - ha sido un semillero de ideas para hundir la economía de países subdesarrollados y mantenerlos así adecuadamente subdesarrollados.

El paraíso liberal lo hemos vivido en Argentina varias veces. No se trata del sistema capitalista (ése jamás se fue) sino de su versión más cruda y bestial. El plan es extremadamente simple: se trata de bajar el poder adquisitivo de los salarios todo lo que se pueda y lo que no se pueda también, aniquilar todo concepto de bien o servicio público considerándolo un estúpido "gasto" (esto incluye la salud y pavadas de ese tipo), recortar el presupuesto educativo a lo que demande estrictamente el mercado (y en un país casi sin mercado eso equivale a casi nada) e impulsar la extranjerización y concentración de la industria y la banca.

Claro, el lector se preguntará con qué objeto. ¡Nada es porque sí, amigos!: se supone que en esas condiciones los capitalistas querrán invertir en el país ya que con salarios muy bajos y ganancias muy altas será muy atractivo hacerlo.
"¿Y la gente entonces?" se pregunta el ingenuo que quiere vivir de su trabajo ¡Paciencia! Lo que el liberal nos dice es que los bolsillos de los capitalistas se llenarán tanto tanto que… en algún momento se derramará la riqueza sobre los pobres mortales.

¿Parece estúpido? Lo es. De hecho el paraíso liberal ha arruinado repetidamente al país haciendo descender el nivel de vida a cotas cada vez más bananeras. Pero mientras tanto los gestores del liberalismo le dicen a la gente que aguante, que espere, que ya llega la prosperidad y la riqueza sin límites. No es nada sutil, más bien algo burdo. ¿No me cree? A ver si se acuerda de esto:

- Hay que pasar el invierno.
- Estamos mal pero vamos bien.

La primera es la frase del inolvidable chanchito Alsogaray cuando fue ministro de economía en los ’60 y le explicó a la gente que había que aguantarse la malaria mientras el festival de bonos arruinaba la economía argentina. La segunda es de Bernie la Babosa Parlante, durante el gobierno del chimpancé, cuando ya era innegable que nuestro nivel de vida se había ido al carajo, el alienígena tuvo que admitir que las cosas no iban bien (estamos mal), pero siguió con la receta del verso: estaremos genialmente (vamos bien). Ibamos regio, ¡hoy lo sabemos!

De eso se trata el liberalismo: espere, espere que ya llega. Mientras tanto el nivel de vida que le roban a Ud. no vuelve nunca más, pelito para la vieja.

Alguno dirá que han cambiado, que ya no llaman a golpes de estado y que están por la vía democrática. Me permito sugerir presten atención a Venezuela, donde un presidente que se ha cansado de ganar en elecciones más limpias que las de EEUU ha sido víctima reciente de un golpe de estado (afortunadamente fallido) que fue apoyado, fogoneado, aplaudido y festejado por estos demócratas fervientes.

No hace falta agregar que apoyan cuanta guerra de exterminio emprenda el imperio norteamericano, aplauden la represión y odian a los pobres.

En esto último existe un fuerte componente de origen de clase, dado que el liberal argento suele ser un mediopelo acomodadito pero mersún, un simple grasa convencido de que es alguien, un advenedizo sin orígenes ni prosapia ninguna.

En efecto, este patético tilingaje habla con un tonito mal copiado de los Alzaga Unzué, pero recorriendo sus apellidos veremos que abundan los Schiappapietras y los Mastrocollattis que denuncian orígenes de esforzados tanos laburantes o gallegos almaceneros.
Por eso ¡no confundirlos con la verdadera oligarquía! La oligarquía de verdad tiene mejor gusto, es mucho más inteligente y discreta para defender sus intereses y mira con desprecio a estos ignorantes sin clase ni mundo, pero los halaga para que salgan a promover la política que a ellos les conviene. La oligarquía no hace política sino directamente lobby (si sus intereses dependieran de estos pedantes subnormales, hace rato que la oligarquía y el gran capital estarían derrotados).

Pero ojo. No olvidar que detrás de esa habitual carita de nerd imbécil, debajo de esas frasecitas con lógica de retrasado mental y dichas con miradita suficiente se esconde (y no con mucha habilidad) un Videla. Ni bien vea peligrar el orden de cosas que ama veremos cómo al liberal le crecen pelos a una velocidad impresionante y no duda en aplaudir crímenes, conspirar y llamar a cuanta fuerza policial, militar o paramilitar exista para aplastar a quien amenace con cambiar su orden.

Ejemplos históricos sobran. Desenmascararlos es un buen primer paso.
Salud.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sacaste todo el resentimiento del mundo de adentro y lo pusiste ordenado como chinchulín en parrilla. Gracias. Sos mi dulzor de la política.

Caudor dijo...

El argentino no razona, reacciona. Y es tan fácil hacer una caricatura de un liberal argentino como de un socialista, un anarquista, o un marxista argentino.
Oculto en esos dos movimientos, el radicalismo y el peronismo - que afortunadamente parecen estar extinguiéndose - el argentino hace política como quien juega a la lotería. Hoy somos privatista a ver si nos salvamos, mañana si toca, estatistas.
La izquierda piensa con romanticismo que tiene razón y no razona; y la derecha piensa con pragmatismo que tiene razón y tampoco razona.
Y así vamos, de acá para allá, hasta sacar la grande o desaparecer.

Anónimo dijo...

¿Estatistas? Hace como treinta años que no lo somos. No me parece que haya ninguna caricatura. es supuesta inestabilidad de la política argentina hace 30 años (1976-2005 ¿no es curioso?)no existe. Se trata de política homogenea neoliberal, financiera y especuladora que se sostuvo en todos los gobiernos, con más o menos fuerza, a través de sus ministros de economía. Habrá algún atenuante, pero hace treinta años que nos vamos al tacho por el mismo camino y sin digresiones.

Jack Celliers dijo...

Caudor: puedo hacer una caricatura de un marxista argentino típico (militante de algunas de las quichicientas fraccioncitas de la izquierda), estoy bastante tentado...

De todas formas, me pa que caes en el (muy argentino también) error de suponer que izquierda y derecha son categorías más o menos indiferenciadas; en mi opinión no es así, creo que es cuestión de intereses más bien.

Caudor dijo...

jack:
En toda disciplina humana; toda idea esta obligada a convivir con sus posibles refutaciones, hasta que eventualmente la aniquilan. En política, en cambio, como en religión, esa confrontación, ese intercambio de ideas no se produce. Por un lado está la izquierda cerrada sobre sí misma, autosatisfecha y mesíanica, declarmando sin cesar; por otro lado la derecha vergonzosa y pronta a arrojarse sobre la cosa pública cada vez que tiene la oportunidad; no muy diferentes de cristianos y musulmanes.
Es necesario discutir de política políticamente y eso solo puede suceder si las ideas fluyen de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Estoy convencido de que esa dialéctica es indispensable; el apriorismo político, por llamarlo así, es el peor de los opios.

Jack Celliers dijo...

Sería interesantísimo saber qué entendés por "derecha" e "izquierda". Como para ubicarse en lo concreto.

Y ya que estamos, lo concreto: no comprendo bien cómo "fluye" una idea entre el interés de Amalita Fortabat y el de un pibe que muere de hambre. Para mí izquierda y derecha es eso. Y no me parece dialéctico, simplemente opuesto, enfrentado.

En cuanto al apriorismo, justo, justo, vengo de publicar un post que se me despertó en parte gracias a algunas reflexiones tuyas en el blog de Mr. Almte. Margarito.

Caudor dijo...

Las diferentes formas de concebir la política, en el sentido más amplio de la palabra, Jack, necesariamente son de izquierda o derecha (y el centro queda definido por una situación política de facto). Y esas diferentes concepciones tienen que entrar en conflicto dialéctico para que la sociedad realmente progrese –me resigno a esa palabra.
Pero para no rehuir la cuestión, Jack, podría definir la derecha como un sistema de ideas en el que se privilegia el orden, y a la izquierda como un sistema de ideas en el que se privilegia la equidad. Ahora bien, eso no significa casi nada porque 1) la consideración del orden y la equidad cambian históricamente y 2) en todo momento hay un espectro que va de la extrema derecha a la extrema izquierda (así una persona es de centro es de izquierda para una de extrema derecha y de derecha para la extrema izquierda, y así con todo el espectro polítco.)
Por ejemplo, en 1789 la revolución francesa triunfó, 26 años después vino la restauración monárquica y parecía que Europa se había detenido en el tiempo; pero para finales del siglo XIX el régimen monárquico absolutista estaba perimido en la mayoría de los países europeos – quizá lo mismo pase con la revolución marxista, no lo sabemos.
Es decir, indudablemente se progresa por izquierda (las ideas de la revolución francesa que eran de izquierda en su tiempo, son ahora de derecha); pero ese progreso está entorpecido de sospechas, resistencias y franca oposición de la derecha y si se avanza más allá del desorden tolerable, viene la reacción a restablecer el status quo como pasó en 1815 o como pasó con el stalinismo en rusia. Por eso me parece a mí que una dialéctica entre izquierda y derecha permite avanzar con equilibrio entre conservación y cambio (por supuesto que esto es un esquema tranquilo, la realidad es mucho más enérgica y borrosa y entramada).

Jack Celliers dijo...

Lo de sistema de ideas que privilegia el orden, y sistema de ideas que privilegia la equidad es demasiado borroso, por eso es que no significa nada.

Lo que describis se llama lucha de clases. Esos régimenes representan los intereses de diversas clases sociales. Bah, para mí, no sé.

Lo que no entiendo es la noción de "equilibrio". Ni la restauración monárquica, ni el stalinismo significaron "equilibrar" nada. Más bien se trató de reacciones espantosas que oprimieron a pueblos enteros. Me parece que no se trata del "desorden tolerable" sino de los intereses y el privilegio.

Ojo, en lo básico coincido con vos en verlo de esa manera, sobre todo me parece muy copado que alguien se digne una vez por lo menos a poner al stalinismo como una reacción, un aborto, un fracaso de la revolucion y no como su continuación natural.

Caudor dijo...

Jack:
Quise decir que tanto la revolución burguesa francesa, como la revolución rusa marxista; son ideas adelantadas a su tiempo; y por eso triunfaron contra ellas las reacciones totalitarias. La revolución francesa terminó triunfando, aunque ahora quedó a la derecha. La revolución rusa todavía está muy a la izquierda y todavía espera su tiempo.

Caudor dijo...

Ah! y para volver al tema; quería decir que cuando hablo de dialéctica política estoy hablando justamente de eso, de pensar (y me parece que se puede pensar contra y a partir de la tradición liberal)
Por lo demás, recordá el triste papel de los intelectuales de izquierda de los años 50 y 60 por defender a rajatablas al stalinismo.

Jack Celliers dijo...

Caudor, no me lo tiene que recordar. Hay "intelectuales" que me dan ganas de volverme analfabeto.

En cuanto a que la revolución está muy adelentada,me pregunto si faltará mucho. Digo. Si seguimos así lo que va a estar adelantado va a ser la rueda.

Niño Pol dijo...

Zurditos

Jack Celliers dijo...

Niño Pol: Totalmente de acuerdo: zurditos.

No me diga que Ud. - nada menos - tiene el pésimo gusto de pertenecer a la grasada adelinomariajuliana. Lo hacía más un sobrio militante del Partido Conservador.

Niño Pol dijo...

Yo soy un ser absolutamente autoreferencial.
Disfruto tanto leer a Gramsci como vestir integramente Ralph Lauren.
Soy así.

Jack Celliers dijo...

NP: No es para nada una elección incoherente, como le conté al signore Margarito: Lenin era un dandy. Se trata de igualar para arriba, no para abajo!

Anónimo dijo...

Puesto en un par de maniqueas palabras, y según el autor, izquierda es todo lo bueno y derecha es todo lo malo.

Jack Celliers dijo...

Puesto en un par de maniqueas palabras: "Ud. es maniqueo, yo no".

Anónimo dijo...

Me sacó las palabras de la boca... gracias por ser tan iluminado. Magnífico poder de síntesis. Eso es exactamente lo que quise decir: "Ud. es maniqueo y yo no". Si la política argentina alguna vez fue liberal, seguramente el Papa es montonero. Lo suyo es menos entendible que la palabreja que hay que poner "para verificar" (de onda, no podés sacar la "verificación de palabra" de tu blog)

Jack Celliers dijo...

Gracias por elogiar mi poder de sintesis, pero no tengo merito. Nada mas facil de abreviar que la maniquea pobreza argumental que Ud. me regala. Me alegro que me de la razon.

A cambio se la doy yo en otro punto: la politica argentina jamas fue liberal, tan obvio que ni hace falta aclararlo. Apenas se llego a privatizar el sistema jubilatorio mientras que el consumo de aire aun es vergonzosamente publico, sintoma del ferreo poder sovietico que rige la Argentina desde su independencia.

En la busqueda de gansadas para criticar lo ayudo: el disenio del blog no es el mejor, el font no es elegante y el autor escribe desde un teclado sin acentos.

Como ve, no podemos estar mas de acuerdo. Tanto que casi me aburre.

Anónimo dijo...

El sistema previsional podría haberse ido liberalizando; pero tan lamentable como paradójicamente llegó un día "el liberal" de Cavallo y obligó a las AFJP a comprar bonos del Estado. Mirá vos que loco, ¿no?.
Por lo demás resulta bastante obvio que, simplemente, no tenés razón; pero está todo bien.
Cambiando de tema, no te tortures con la estética del blog: Lo de la palabreja es tan sólo un tema de configuración.

Jack Celliers dijo...

No tengo más remedio que coincidir nuevamente: Cavallo es un furioso partidario de la economía planificada, un comunista sin remedio, y el horrendo sistema de jubilación estatal aún prevalece en Francia, Bélgica, Alemania, España... en fin, estados soviéticos.

Resulta bastante obvio que, simplemente, no tengo razón. Ojalá yo aprenda alguna vez a redactar con tanta precisión y elegancia, además de aprender a configurar blogger... ¿me ayuda?

Saludos admirados.

Anónimo dijo...

Lejos de creerme preciso o elegante (condiciones que sí admiro de los marxistas "pour la galerie") lo cierto es que jamás emití juicio de valor alguno sobre el sistema previsional estatal ni sobre el privado. Tan sólo tus prejuicios (al mejor estilo Torquemada), hicieron que me mandes a la hoguera.
En cuanto al blogger, impresionante tu cantidad de admiradores y su absoluta fidelidad (parece que poco influyen aquí las "configuraciones")

Jack Celliers dijo...

No veo dónde encendí pira alguna. Igualmente no hago mas que coincidir con Ud: ni preciso, ni elegante. Ni siquiera coherente.

Salud!

Anónimo dijo...

Ajá. Tenés razón. Aplaudo tu preciso, elegante y coherente discurso, sintiéndome sumamente halagado de que derroches tu tiempo en responderme. Very respectfully yours,
un converso.

Jack Celliers dijo...

De nada, el derroche es mutuo, pero yo escribo menos.