24.10.05

Bélgica II - Amberes

Hoy vamos a ver un poco la ciudad de Amberes (me desperté así, nada polémico, esteta, onda Wilde en un buen día).

Amberes (Anvers en francés, Antwerp en flamenco) queda en el norte de Bélgica, a unos 30 minutos en auto. Es la capital mundial del diamante. Hay un museo del diamante muy interesante. Uno se pregunta por qué diamantes si en Bélgica no es posible encontrar ni uno. Bueno, por la misma razón por la que tienen buen chocolate: lo afanan de sus ex colonias en Africa (ahí tiré un pequeño panfleto).

No es raro caminar por Amberes y ver vidrieras con relojes pulsera de 4.000, 10.000 o 25.000 euros. Ahí es donde uno se pone a pensar que en el mundo hay gente que se gasta 25 lucas euro en un reloj pulsera. Inmediatamente surgen fantasías, cavilaciones, planes fantásticos para robar Fort Knox, hasta que suena el despertador y hay que ir al yugo de nuevo.

Veamos la catedral de Amberes:

Aquí concurrían los señores feudales a hacer sociales, para luego volver a bulines de este tipo:


Y hay gente que hace esto. Observen con atención estas dos fotos y descubran la diferencia (premio, un viaje con todo pago a Las Toninas):


Os habéis avivado hijos míos? Sí, la estatua que está a la derecha, arriba, sentada sobre la escalerita tiene la mala costumbre de moverse (tiene los brazos bajos en la primera foto, y los subió en la segunda). Es un tipo que se mueve cada vez que le tirás una moneda. Gana fortunas porque está tan bien caracterizado que nadie se aviva y cuando pasás se pone a "trabajar" con un martillo. Te asombrás tanto que le tirás algo. Siempre. No sé para qué carajo me rompí el tujes estudiando toda una vida.

Para terminar, algo que indica que los pibes quieren hacer las cosas bien. Vean estas puertas:

Por ahí adivinaron por los azulejos: sí, son puertas de retrete de un boliche. Un boliche a la calle, entrada libre ¿eh? Con pistita, pero también mesitas afuera para tomar algo como cualquier cafecito y sin goruta en la puerta ni esas mersadas. Claro, así no te dan ganas de hacer ningún grafitti, para después decir: "no loco, pero lo mío es arte".

En estos coquetos viorsis, también es posible toparse con deliciosos afiches vintage como este:

Lo que muestra que en Bélgica existe cierta carga erótica interesante desde hace ya un tiempito.

Espero que les haya gustado el paseíto.

Salud.

7 comentarios:

Caudor dijo...

¡Tengo tanta nostalgia de Europa! Pero no importa; ya la voy a conocer...

Anónimo dijo...

Uy!!! - La verdad es que sus observaciones son preciosas y super detalladas... Hasta parece que uno estuviera sintiendo todas las fotos! - Por supuesto que sin un panfleto no es usted. Sugiero una descripción de Brujas que también es muy bonita. Ah, una observación: eso de poner una foto de su mano derecha y el comienzo de la presentación de su blog dice "zurdo" está buenísimo!!!

Anónimo dijo...

Muy bonito todo.

Jack Celliers dijo...

Caudor: esas son las peores nostalgias. Igual si vive acá, extraña el cafecito en Corrientes.

Saitzsha: Es mi mano derecha porque la otra está levantada y con el puño cerrado.

Ugh: Déjese de hacer comentarios polémicos y comprometidos o lo censuro.

Almirante Margarito dijo...

Recuerdo haber almorzado en un restaurant que está detrás de esa catedral, y que está decorado con imágenes de santos y santas. Rico, aunque algo inquietante. Sentís que te miran mientras comés, reprobando cada bocado, acusándote de gula. Bah, no fue para tanto, el vol au vent me lo manduqué igual...

Anónimo dijo...

Hola, entendía lo del puño cerrado pero quería su explicación expresamente. Es cierto lo del restaurante con santos... lo he visto y la verdad que no llega a quitar el hambre pero da cosa... Realmente es una ciudad que amerita el tiempo de visitarla

Jack Celliers dijo...

Qué ricos los volovencitos, che!