26.9.08

Bienvenidos otra vez.

En verdad llega un punto que escribir estas cosas molesta. Hay mucho de qué hablar. El mundo está lleno de cosas interesantes ¿Por qué entonces ocuparse de temas antipáticos? Uno queda como un aficionado al conflicto o a la polémica.

Uno es el que suscribe, claro.

Sin embargo es precisamente porque el mundo está lleno de cosas interesantes y bellas que a uno le molesta el hecho de que haya tanta gente que no pueda disfrutarlas.

Uno puede hablar de muchas cosas: se puede hablar de música, se puede sentir un momento de tranquila complacencia sólo con un café y un cigarro. Tenemos libros, tenemos palabras, tenemos imágenes, tenemos sonidos y sabores y con ellos podemos evocar. Podemos disfrutar de una cultura general muy amplia pero creo que si ignoramos el dolor lo que nos ocurre es un embrutecimiento mucho peor que el de aquellos a los que consideramos incultos. Nada hay tan ignorante como un ignorante letrado.

Toneladas de cinismo vienen vomitándose desde hace décadas. Cinismos idiotas, cinismos culturales, cinismos filosóficos. No faltó ni falta el habitual ratón que se refugia en el epigrama. Desde la derrota de los '70 todas las ideas han sido puestas en etérea duda o escarnecidas ferozmente, a veces desagotando quizás una secreta rabia sin salida.

Pero todas las piruetas intelectuales no han podido con esta verdad simple de constatar: ignorar el sufrimiento de los demás embrutece. Y ese embrutecimiento se paga.

Cuando digo que se paga quiero decir concretamente que se paga. Con dinero, y no sólo con dinero. Para muestra de lo primero ya sabemos a dónde nos lleva lo que alegremente hemos aceptado: el sistemita se derrumba irremediablemente. Todos estamos en nuestras casitas, esperando a que "pase la crisis" como si se tratara de una tormenta o un monstruo. Esperamos que no nos vea, que pase de largo, nos hacemos chiquitos, chiquitos.

Hemos olvidado que nada es gratis. Que todos los derechos que bien o mal habíamos conseguido no eran otra cosa que fruto de la lucha de otros; y que ante nuestra complacencia, nuestra comodidad y nuestra decisión de "vivir lo mejor posible y chau" los dueños de la manija han decidido pasar a la ofensiva, a ver cuánto más pueden quitarnos, disciplinarnos, sumergirnos. Queríamos paz y ofrecimos mucho por esa paz. Ofrecimos quedarnos en casa quietitos, hacer nuestro laburo, no hacer olas. Quisimos paz a cualquier precio, que es la mejor manera de invitar a que nos hagan la guerra.

Durante mucho tiempo quienes nos declaramos marxistas tuvimos que ver azorados a cientos de iluminados que tenían la precisa y nos daban palmaditas en la cabeza como si fuéramos románticos pelotudos. Las veces que me han preguntado por qué soy marxista he respondido que lo soy simplemente porque soy realista. La famosa "utopía" me da alergia, y nada tan idiotamente utópico como creer que nuestro destino no está ligado al de otros seres humanos. Nos han vendido que podemos salvarnos solos y que los mercados se autorregulan, y hemos comprado eso creyendo que se trataba de realismo.

¡Qué pragmáticos!

Pero ahora esos mismos a quienes hemos dado todo nuestro crédito (y me refiero incluso a dinero contante y sonante) nos dicen que "nada volverá a ser igual" y que ahora "habrá que ajustarse el cinturón". Así, sin más. Como si todo esto hubiera sido un recreo y una merced que recibimos de manos munificentes. Basta chicos, suficiente, ahora viene la cosa en serio ¿eh? Pónganse los grilletes y a picar piedras.

Ayer leí la expresión "contratos blindados", referida claro está a los contratos que tienen los directivos de todas estas brillantes entidades que se fueron al carajo y serán reescatadas con nuestro dinero. "Contrato blindado" quiere decir que no importa lo que pase el tipo tiene asegurados más de 40 millones de verdes en indemnización. Llueva o truene, crisis o no crisis. Curiosa expresión esa de "contrato blindado"; hasta donde yo sabía un contrato es un contrato, un compromiso que obliga a ambos firmantes y punto ¿Qué es eso de "blindado"?

Claro my friend, una cosa es el contrato que puede firmar Ud., el contrato con el banco que tiene su dinero, por ejemplo. Ese contrato no está "blindado" ¿ve? Y... ¿Cuál es la fortaleza de ese contrato entonces? ¿Quién lo garantiza? ¿Resistirá la tormenta? Bueno... ya lo veremos, hay que tener confianza ¿no?

Cada día es más transparente: todos los mecanismos de control saltan por el aire y los más fuertes imponen su ley. A más fuerza, más blindaje, y si no tenés bunker a joderse. Todos los derechos, las garantías, las respetables firmas, los solemnes compromisos se disuelven ante nuestra crédula incredulidad. Cuando se gastan toneladas de verba solemne es porque no se tiene palabra. ¿Quién fue el que dijo "Sea tu palabra si, si; no, no"? No le faltaba razón, esa sola frase basta para desconfiar de cualquier solemne promesa y de todo papel sellado.

Ahora llega el momento de pagar. Y vamos a pagar. El nivel de vida caerá... ¿cuánto? No se sabe, pero caerá. Y uno querrá tomarse un café, escuchar a Satie, jugar al ajedrez, cocinar con estragón, darse un gusto. Y no está mal. Pero podrá menos que antes. Y esto si tiene suerte, porque no hay que ser ningún genio para darse cuenta de que así como esto le pasará a muchos, a muchos más les pasarán cosas peores. Nuestro cinismo podrá dar un salto de calidad: habrá muchos más hambrientos que ignorar.

Y esto traerá violencia social, tampoco hay que ser ninguna lumbrera para entenderlo. Robos, desesperación y gente que hará cualquier cosa para mantenerse viva. Gente que irá a buscarnos a nosotros para vaciarnos los bolsillos, esta vez no con un contrato sino con una navaja o un revólver, porque los que están blindados no están al alcance de un cuchillo. Gritaremos entonces que queremos seguridad, que somos la clase media, que queremos disfrutar de nuestro cafecito y nuestro cigarrito en paz y que esos negros no nos dejan. Policía, por favor. Y votaremos al candidato que está aún más a la derecha, el que promete militarizar la vida, vivir con miedo y con odio y con desprecio. Pagaremos aún más por el derecho de arrastrarnos.

Supongo - si puedo ejercer de modesto pronosticador - que ahora habrá cabezas que lentamente empiecen a volverse hacia el marxismo; a ver... ¿qué es lo que decía este tipo? El que piense que lo digo con regocijo se equivoca no sabe cuánto. En primer lugar porque luego de décadas durante las cuales se han afirmado innúmeras estupideces a uno francamente le dan ganas de pedirle a los charlatanes que sigan con lo suyo, que armen otro Club del Trueque; pero ellos serán los primeros en oler el cambio de dirección y vendrán a "sumarse". En segundo lugar porque las condiciones son mucho más jodidas que antes (y antes ya eran jodidas), la degradación social es mayor, el proletariado tiene roto el espinazo y los aparatos de represión están intactos. Y en tercer lugar porque algo me dice que si la especie humana tiene aún una chance, si esta no es la última pega en el palo.

Igualmente habrá gente que seguirá intoxicándose con lo que encuentre: pegamento, religión, TV. El carcajeante desprecio por los que decidan enfrentar a los que mandan será sustituído por ese odio repulsivo fogoneado por los mercaderes de miedo. Ninguna elección es fácil.

Igual quiero pensar que la especie humana es tozuda. Que desde abajo puja una fuerza que no se resigna, que oscuramente intuye la verdad mejor que los que dicen verla clara, mucho mejor que yo. Esas personas que simplemente no se resignan a la miseria y quieren lo que es suyo, lo que por derecho (no por caridad, no por compasión, no por misericordia: por derecho) les corresponde.

Bienvenidos otra vez a la lucha de clases, ese invento marxista.

No tomen asiento.

55 comentarios:

Martin dijo...

La gran mentira de la autorregulación de los mercados se derrumba desde sus cimientos. La payasada de los “tigres asiáticos” no había sido prueba suficiente. Stiglitz, que no es marxista, dice que esta crisis financiera internacional es al neoliberalismo lo que la caída del muro de Berlín fue para el comunismo. En los medios de divulgación masiva lo que parece predominar es esa sensación de “tormenta” que decís, pero como si más bien se tratara de un huracán. Un fenómeno aislado, una catástrofe natural e inevitable. El problema no es el capitalismo, sino el fundamentalismo del libre mercado. ¿Se repite la historia, primero como tragedia y luego como farsa? ¿Habrá nuevos ajustes al engranaje del capitalismo? ¿Habrá un nuevo welfare state? ¿Surgirá un nuevo hitler, habra una nueva guerra mundial, y una nueva guerra fría? ¿Habrá, de última, una seguidilla de focos revolucionarios insurreccionales en América Latina? ¿Serán nuevamente sofocados por una seguidilla de dictaduras militares organizadas por EEUU? ¿Todo esto ya pasó, ya volvió a pasar, va a seguir pasando? ¿Qué burbujas son más pelilgrosas? ¿Las financieras? ¿O las burbujitas en las que todos vivimos pensando que no hay un “afuera”?

¿O cuál será la estrategia socialista? Por lo menos en América Latina, ¿habrá que apoyar a Evo y a Chávez? ¿Habrá que pasar de las armas de la crítica a la crítica de las armas?

Marx no es el problema, si hasta en Wallstreet hay marxistas.

El tema es Lenin.

Un abrazo.

Nacho dijo...

Gracias por existir y escribir estas cosas, Jack. Muy bueno. Leer este blog es respirar aire fresco.

Lenin si no me equivoco decía que en tiempo de auge de masas había que mantener el partido controlado, no dejar entrar a cualquiera. Ahí es justamente cuando todos se prenden. Lo mismo puede pasar (aunque no tanto, depende de para dónde sople el viento de la lucha de clases) en tiempos como los que describís, supongo. En tiempos de reflujo brutal, de represión, de reacción y de discursos dominantes incuestionables, en cambio, todos huyen espantados del marxismo o lo llaman pasado quedado en el pasado, inaplicable, bla bla bla. Los que en ese tiempo permanecen fieles a sus ideas, no se dejan nublar por lo que está de moda/no se callan pese a brutales retrocesos, aislamiento o represión, son los que más valen. Y no me incluyo en ese grupo.

Saludos.

LR dijo...

... y después vemos al indigenismo dialogar con el fascismo, en vez de combatirlo dándole armas a los campesinos y obreros, apoyándose en la movilización popular, y no puedo más que preguntarme ¿cómo pueden tener tanta prensa los posmos?

Es cierto Jack, bienvenidos a la lucha de clases ... vamos a ver cómo deconstruyen una insurrección de masas...

Saludos

Luk@s

CANCEROLAZO 2021 dijo...

querido entusiasta marxista...¿sabía usted que la profesora de primer grado de Marx decía que el tipo era flojo en todo salvo en la expresividad pregnante de sus afirmaciones?
lo remito a mi estudio:
http://cancerdeque.blogspot.com/2008/07/segn-el-indec-todos-los-acontecimientos.html
y usted también es hipnótico y encantador (de serpientes) con su retórica.
Íntimamente no creo que esta crisis produzca horrores: la miseria es fue y será el mejor regulador de precios, todo va a estar más barato.
Me indigna como a usted toda persona que no sepa que no se puede se feliz entre infelices, pero supongo que vendería la primogenmitura de mis ideales por dos o tres directores ejecutivos que se ponen su propio sueldo presos.

Usted no tiene nada de la deuda tóxica de Marx: su ethos discursivo es afable y no incendiario...me está contagiando, me parece, mi estilo muta y se desvanece en el aire si lee mi reciente opus.

Usted no incurre en chicanas ni en cachiporras de datos de la historia o de la ciencia, no tergiversa el pacto de lectura de la índole de "negamos todo lo afirmado excepto que 2 más dos sean cuatro" [Miseria de la filosofía].

Una voz tan grata como la suya hubiera convencido a muchos más de que era forzoso hacer algo a al fuerza-pero no porque amemos la violencia.

Yo le adjudico a usted más bien parecidos con Wimpi, con Piolín de Macramé, con Scalabrini Ortiz, con Santiago Varela, con Denevi o con la prosa de Martinez Estrada para nombrar porteños (Chesterton sería el primero si valen extranjeros...y Pierre Daninos y Richard Armour y Paul Tabori y George Mikes y Dan Greenburg).

tengo miedo de que usted sea un genio y por eso me apresuré a descubrirle un busto virtual, lo he linkeado, "links" es izquierda en alemán...

Me sorprendería grandemente que Marx salga ganando de esto, sería-como dice Sheherezad, algo digno de escribir con un alfiler en una rodaja de pepino y untársela en el ojo a todos los hijos del Profeta...

rescatemos a Marlene Dietrich como cantante, a Brecht como poeta, al Bambino Veira como aforista y a Marx como físico cuántico-el primero en describir la relaciones de clases entre protones de spin inequitativo...
Buenas tardes
(¿quién decía así? ¡se convirtió en mi tema de Rita Pavone para decirlo con Nueve Reinas!)

El Verdugo en el Umbral dijo...

Y Bienvenido el Jack Celliers clasita.
desde abajo puja una fuerza que no se resigna, que oscuramente intuye la verdad
Siiiiií. Existe en Argentina un proletariado joven, rebelde, compadrito. Poco organizado, pero con un espíritu democrático, expresado en la autoconvocatoria, que va a derrumbar a todo lo viejo (incluida la izquierda reformista. El acceso al marxismo es cuestión de minutos. Cuando el fuego crezca, el Manifiesto, el Estado y la Revolución, La Revolución permanente (cómo olvidarlo) correrán por los vestuarios de las plantas industriales. La disputa por el poder llegará.

Estamos, créame, dos curvas antes de la recta final.

Saludos.

PD: lo invito a que pase por mi blog cuando guste.

Severian dijo...

Muy buen post. Aunque diría que en algún punto demasiado optimista: no creo que nadie se vaya a acercarse al marxismo ni a ninguna a versión remixada como consecuencia de la crisis.

Ese cambio de filosofía es imposible para el hombre de la calle de clase media, cuyas neuronas fueron fritas con rayos catódicos desde la más tierna infancia. Imaginate un argentino cualquiera diciendo "la única salida de esto es el socialismo" como algunos pensaban en los 70's. Es una situación imposible, desde que los medios forjan el sentido común. Durante la crisis del campo, era increíble la cantidad de gente que hacía comentarios irónicos sobre Cristina o iracundos sobre la apropiación de lo que supuestamente pertenecía a los chacareros. Esa gente, en realidad, jamás había pensado en el problema, como se hacía evidente después de tirarles uno o dos argumentos. Simplemente repetían lo que la televisión o la radio les habían inculcado como el "sentido común" al respecto. Y no es cierto que esa gente lo hiciera desde la comodidad inafectada, porque en los mismos comentarios se filtraban amargas quejas sobre los precios de la carne o del pan. Lo que faltaba era el nexo entre las dos cosas ¡porque los medios lo habían cortado cuidadosamente! En algún caso es cinismo, pero no en todos y no creo que ni siquiera en la mayoría.

Imaginate un español medio diciendo "España no debería reconocer jamás un gobierno surgido del derrocamiento de Evo Morales en Bolivia" (o lo mismo con Chávez en Venezuela). No lo hay. Porque el bombardeo mediático crea la verdad, lava completamente el cerebro. Nadie está inmune, ni siquiera quienes intentamos hacer del excepticismo un traje antibalas. Porque el modo de funcionar es muy perverso: supongamos que uno no tiene una opinión formada sobre un cierto tema (una invasión marciana en Senegal, ponele) porque el tema es muy reciente y no tuvimos tiempo de prestarle la atención necesaria, o porque la información que tenemos al respecto es muy acotada. Los medios siempre reaccionan rápido: en general malinforman o dan solo información superficial hasta que el poder analiza las implicaciones (¿los maricanos tienen banderas rojas? ¿o barras y estrellas? ¿que nos conviene?). Una vez que saben lo que quieren, empiezan a mentir o dar información sesgada para el lado que tiran los intereses de los poderosos (si los marcianos traen banderas rojas, te dirán que la nave aterrizó sobre un plantío de una familia pobre y les quemo la cosecha del año con la que pensaban alimentar a sus hijitos, si en cambio la bandera es barrada, te dirán que se presentaron primero ante esos niñitos de familia pobre en señal de humildad). De quienes oyen esa información, la mayoría la traga sin masticarla, absorbiendo la versión que le vendieron. Por otro lado, la minoría crítica por lo general accede a la información en un ambiente en el que el sentido comun ya dice otra cosa.

Para muchas personas es preferible equivocarse que pensar algo distinto de lo que piensa la mayoría ¡y la única manera de saber qué piensa la mayoría es por lo que los medios dicen! La trampa es perfecta.

Las mentes lo suficientemente críticas para mantenerse independientes (y nadie lo es del todo) quedan fuera de cualquier flujo de ideas... "mirá lo que dice este loco, habla de marxismo despues de caída la URSS ¡que antiguo!". Solo algunas personalidades especiales pueden resistir la presión ¿Cuantos intelectuales marxistas quedan? (Feinmanmn no, me refiero gente seria). Pocos ¿y por qué? porque aquéllos quienes dependían de que sus libros fueran primero editados y después leídos en un mundo donde el hombre de la calle fue convencido de que esas ideas están demodeé, tuvieron que ceder a la presión y ahora son de la izquierda rosa, de esa que habla de legalizar el matrimonio zoofílico y de liberar a las mujeres vodoo de la opresión de su culto machista (dicho sea de paso, sin antes molestarse en averiguar si dichas mujeres desean ser liberadas).

Asi que concuerdo con que vienen unos tiempos de mierda para mucha gente. Pero lamentablemente dudo que algo ni remotamente bueno pueda surgir de esto.

Jack Celliers dijo...

Dolmancé: Estoy bastante seguro de que no habrá ningún nuevo welfare state. El welfare state no tuvo como motivo el crack del '30 sino... el crack del '30 con la URSS enfrente. Desaparecido el bloque comunista la burguesía no tiene ningún motivo para ceder nada, todo se limitará a la capacidad que se tenga de engañar a la población asustándola para que acepte "lo inevitable".

Nacho: Yo tampoco me incluyo, ni qué decirlo.

LR: Lo intentarán con los métodos de siempre...

Cancerolazo: Mi estimado hebreo demente, agradezco mucho el pormenorizado análisis que se manda. Alguna vez me gustaría que un judío me explique cómo es que se logra utilizar la neurosis como combustible intelectual de manera tan eficiente, ya que me compara con tantos tipos interesantes yo no puedo dejar de recordar a Philip Roth cada vez que lo leo, el mejor Philip Roth, el de El Lamento de Portnoy, o Mi Vida Como Hombre.

Los spins son simplemente diferentes, no inequitativos, deje de meter dulce de leche en el puchero, por favor.

Así saludaba Dolina. Sí, Dolina. Dígame que lo detesta por peroncho y cobarde intelectual, pero que igual no puede dejar de leerlo, como yo.

Verdugo: No, no empecemos con eso de "dos curvas antes de la recta final", "ya los tenemos", "a la vuelta de la esquina", etc. Ese optimismo rampante es el que luego lleva a la depresión más profunda cuando la taba sale culo. No estamos ni dos ni tres curvas antes sino con un arduo laburo por delante que va a costar mucho, mucho.

Seve: No es nada optimista, si lo leés bien vas a ver que - como le digo a Verdugo - realmente yo no tengo muchas perspectivas. Creo que será inevitable que haya algunas cabezas que se giren hacia Marx, pero dije "algunas", no todas. Tampoco dije que "algo bueno" tenga que salir de esto. Quise decir simplemente que si no es ahora, no creo que sea nunca.

Me parece que de todas formas el cuadro que pintás es errado y - te pido que no te enojes - tiene un componente de clase en su concepción (componente que me afecta a mí también, por supuesto). Solo algunas personalidades especiales pueden resistir la presión ¿Cuantos intelectuales marxistas quedan? .

Te señalo nuevamente los peligros del pensamiento formal: la realidad viva no es una fotografía sino que cambia permanentemente, en ese sentido la dialéctica recoge algo del viejo penamiento oriental, que no era tan loco después de todo: "Lo único inmutable es la mutación". Por más que un marxista - y cualquier persona con un poco de buen sentido - tienda a ver un panorama deprimente incluso en la forma de pensar de muchos explotados, hay que ver un poco más profundo. Es verdad: los medios deforman todo y la confusión es enorme, pero la dinámica del engaño no es perfecta.

Sin acordar con el optimismo un poco precipitado de Verdugo, hay que considerar que nosotros juzgamos desde nuestra experiencia, pero hay otras generaciones que están viviendo y apreciando la realidad de otra manera. Ese "proletariado joven, rebelde, compadrito y poco organizado" que menciona Verdugo existe, aún no se ha hecho oír pero lo hará y tampoco va a ser tan fácil domesticarlo.

En última instancia, es como el poker: cuando la mano viene mal hay que seguir aguantando con temple y jugando disciplinadamente con lógica estadística, hay que atacar el talón de aquiles del enemigo. Si afirmás que la realidad es inmodificable estás perdiendo antes de empezar a jugar.

Y la mucha gente para la que se vienen tiempos de mierda es realmente mucha gente. Estamos incluídos.

Severian dijo...

Jack:

1- La interpretación de la realidad política no puede sino hacerse desde donde a cada uno nos tocó mirarla. Desde donde me toca a mi, una universidad de provincia que absorbe sus alumnos en partes iguales de la clase media baja del conurbano y de los pampogringos súbitamente enriquecidos, te juro que no se ve nada parecido a otras generaciones que están viviendo y apreciando la realidad de otra manera. Ese "proletariado joven, rebelde, compadrito y poco organizado" que menciona Verdugo existe, aún no se ha hecho oír pero lo hará y tampoco va a ser tan fácil domesticarlo. La imagen, mas bien, es la de pibes de 19 años con la edad mental y los berrinches de preadolescentes de 12. Esa es la generación ilustrada de nuestro (cercano) futuro.

(hago un paréntesis aca: lo que digo arriba puede interpretarse como una queja de viejo amargado "esta generación perdid..." pero no es eso. No depende de ellos sino de lo que se les hizo. La reforma educativa menemista y la corrupción de los sindicatos docentes realmente destruyeron el nivel de la educación en un grado difícil de imaginar para quienes no lo ven de cerca. Es muy impresionante leer exámenes de primer año donde los flacos no atinaron ni a poner su apellido en la hoja, y firmaron con el sobrenombre -"tuti" me firmó uno-, no entendieron las consignas -y hablo de problemas de física- y ni siquiera se dieron cuenta que no tienen los mínimos conocimientos para rendir -piensan que con dar el presente alcanza-. Y no hablo de casos aislados sino de la inmensa mayoría. No es ni parecido a lo que pasaba hace diez o quince años, y puede ser que en la UBA todavía no sea tan visible como en la UNLP, pero es trágico)

Honestamente, pongo en esa generación muy pocas esperanzas. Antes de ser capaces de imaginar algo deberían completar su formación al menos en lectura y comprensión de textos al nivel que nosotros llamábamos de escuela primaria. Por supuesto que hay excepciones, pero precisamente por tal carácter tiendo a no tomarlas en cuenta.

Claro, podríamos pensar que esos son los hijos de la pequeña burguesía, y que en el fondo nunca hicieron la diferencia, pero yo creo que es precisamente de alli de donde deberían salir los cambios. Buena parte de los vientos que soplaron en los 70's salieron de esa clase social. Un cartonero padre de hijos hambrientos tiene muchas mas cosas de que preocuparse, y para poner las esperanzas en los obreros industriales tendría que creer que alguna vez va a haber algo parecido a una industria en países como el nuestro.

2- No digo que nada sea imposible (yo guardo los absolutos para algunas situaciones de las ciencias naturales) sino que digo que en estas condiciones es muy improbable. Podría creer que los banqueros que han sido totalmente poderosos durante décadas lo serán un poco menos, pero en ausencia de opciones ese poco de poder pasará a otras manos igualmente inescrupulosas.

Es cierto que se va acabar el verso ese de "el fin de las ideologías" basado en que el "marxismo es una teoría que demostró ser falsa" en especial para evitar el ahora muy obvio retrueque "y por casa como andamos". Pero se lo va a reemplazar por otro verso equivalente encorcetado en el cerebro preadolescente a fuerza de rayos catódicos, historietas y ondas de radio. Pongámoslo claro, hace treinta años era plausible imaginar una nueva revolución en algún país del tercer mundo, que obligara al capitalismo a recatarse un poco. Hoy no lo veo ni de lejos, lo más cercano que puedo imaginar es la Argentina del 2001, que de revolución tuvo lo que yo de Tarzán gaucho.

3- No creo que, como vos pareces creer, esta sea "la última oportunidad". Y no es optimismo, sino convencimiento de que siempre se puede estar un poco peor. "Pesimismo lúcido", lo llamaba una rata que conocí. En mi opinión el final del juego no lo decidimos nosotros, sino la Tierra, que en algún momento se va a hartar y nos va a echar fly, como ha hecho antes con otras especies molestas. Mientras juguemos hay que pelearla, que duda cabe, por lo menos para mi eso está claro. Pero si vamos a basar la lucha en la garantía del éxito, en la presente circunstancia diría que vamos muertos...

y perdón por el pesimismo, debería apagar la televisión para dejar de envenenarme...

El Verdugo en el Umbral dijo...

De acuredo, dos curvas que costarán muchísimo esfurzo a nuestro pueblo en un tiempo imposible de determinar, pero dos curvas al fin.

LR dijo...

Paso una nota muy interesante a Sartelli, sobre la crisis. Nobleza obliga, el tipo hace tiempo que la viene anunciando y aclara que no es el único. Uno de los que primero la ha anunciado ha sido Anwar Shaik, pero esta nota me parece muy pedagógica. Como para que esa clase media se vaya sacando las anteojeras.

Saludos

http://www.elargentino.com/nota-7798-Despues-del-abismo.html

Jack Celliers dijo...

Excelente el artículo de Sartelli. Como para reproducirlo.

Martin dijo...

Sobre el artículo de Sartelli, lo mismo digo.

Es la explicación más simple que vi sobre la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

Anónimo dijo...

Este artículo parece totalmente dedicado a vos, especialmente en este fragmento:

"El temperamento reaccionario de esas cartas abiertas aparece también en otro rasgo llamativo: la atribución de una postura progresista a las gestiones de gobierno de la familia Kirchner. Ese diagnóstico constituye una de las claudicaciones más notorias de una franja de la intelectualidad que se define como de izquierda. Para proceder como lo hacen, esos intelectuales deben desconocer, subestimar o negar las reiteradas conductas antidemocráticas, por no decir antiéticas, en que han incurrido sus principales voceros. Corrupciones notorias, violentas descalificaciones de toda disidencia con el punto de vista oficial, tergiversaciones de datos económicos, alianzas con demagogos, subestimación del diálogo, rígido hegemonismo caudillesco, desdén de la prensa, prebendarismo abierto, negociados generalizados, ¿pueden ser obviados por la sensibilidad de estos intelectuales a la hora de ponderar las conductas políticas del partido gobernante? ¿Cómo es ello posible? El hecho sólo se explica donde el cansancio de la responsabilidad crítica cede a la tentación de buscar refugio en la certeza ciega. "

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1056327

Senza una donna dijo...

Tanto su post,los comentarios dejados y el artículo de Eduardo Sartelli son más que claros y concretos. Un resúmen muy válido y didáctico que sin embargo se enfrenta con gente que cree realmente que esto no le afectará y que "...nada se puede hacer al respecto..." (cito textualmente).
Concuerdo con Severian "...Para muchas personas es preferible equivocarse que pensar algo distinto de lo que piensa la mayoría ¡y la única manera de saber qué piensa la mayoría es por lo que los medios dicen! La trampa es perfecta..."
Quizás en Argentina exista la posibilidad de estar dos curvas antes de la recta final. Pero en Europa la gente está como embobada viendo pasar los días sin nisiquiera opinión alguna.

Jack Celliers dijo...

Anónimo: Sí, soy kirchenirista, pero sólo lo hago por dinero.

Cancerolazo: Me encantaría que me explicara cómo hizo ese truquito. Me asusta.

Severian dijo...

Ano: te dedico sólo dos comentarios que, si sos capaz de creer que Jack es kirchnerista, es más de lo que tu cerebro puede procesar.

1- ...negar las reiteradas conductas antidemocráticas, por no decir antiéticas...

La aclaración implica que para La Nación se podría, en principio, ser antidemocrático sin ser antiético. Toda una definición.

2- ...alianzas con demagogos....

El calificativo "demagogo" dice más de aquél que lo emite que de aquél al quien va dirigido.

LR dijo...

Ya que estan pegando notas de prensa partidaria les pego una:

Carta Abierta ni se merece un laberinto

Laberinto Argentino es el cuarto de los documentos de los intelectuales kirchneristas de Carta Abierta, y el más repetitivo.

El ‘laberinto' se refiere a la dificultad de "comunicación" del gobierno, a "la ausencia - dice- de recursos de movilización cultural efectivos". Parece un reclamo de empleo. Enumera, por ejemplo, los casos de la estatización de Aerolíneas, el pago al Club de París y el proyecto de movilidad jubilatoria. Pero cuando se escarba un poco se ve que el problema no es de comunicación, porque el gobierno no tiene condiciones, en el caso de AA, de "crear certezas mayores sobre su destino de empresa pública", ni mostrar que "el pago de la deuda al Club de París" pueda servir a cancelar "las deudas sociales internas", ni menos que se pueda lograr que, en las jubilaciones, se "eviten alquimias matemáticas", cuando esas alquimias son necesarias para impedir que las jubilaciones acompañen a los salarios. La que tiene un problema ‘comunicacional' es la Carta Abierta, que simplemente no sabe lo que quiere.

El problema cultural, comunicacional y simbólico que los intelectuales K le adjudican al gobierno, hizo crisis, según los autores, con "los incidentes ferroviarios", donde "lo previo hubiera sido reconocer de inmediato las condiciones inaceptables en que viajan millones de personas, víctimas de una grave injusticia social", "antes de incurrir en un lenguaje de imputaciones que recuerdan tramos oscuros de la historia inmediata". Pero el macartismo oficial no es de hoy, ya se manifestó contra el movimiento piquetero, el Cuerpo de Delegados del Subte o los trabajadores del Hospital Francés. Los ‘cartistas' evitan, sin embargo, pronunciar la palabra que empieza con C y la que empieza con O: Cirigliano y Othacehé. Es decir que por omisión de palabra, los comunicadores resultan cómplices de un saqueador capitalista y de un intendente ligado a ‘tramos oscuros'. ¿Cómo se resuelve el problema comunicacional de los comunicadores de Carta Abierta? Los mencionados no se privan tampoco de "repudiar la destrucción de bienes públicos" sin identificar a quiénes se refieren -en la misma línea macartista del inhábil comunicador Aníbal Fernández.

Los intelectuales de las "cartas abiertas" se repiten una y otra vez en la defensa del gobierno frente "a los golpes del complejo agromediático" (siguen sin comprender que el gobierno es parte de la patria sojera). Para demostrar que "los activistas agrarios se dejaron barnizar por lenguajes de izquierda", mencionan al intrascendente Castells, pero ni mencionan el hecho de que tanto los sojeros como el gobierno y la propia Carta Abierta han conspirado para que no emerja como fuerza el proletariado rural y los trabajadores de los pueblos rurales.

Los intelectuales se refieren a un "gobierno en disputa", pero no dice entre quiénes, porque los que se disputan el gobierno son los distintos grupos capitalistas; otros, como los piquetruchos o la propia Carta están pintados.

El párrafo más audaz de esta Carta desesperada está dedicado a "la movilización de todos los recursos políticos, culturales y reflexivos para acompañar al gobierno de Evo Morales", lo cual es mentira: los centroizquierdistas regionales toleraron los atropellos de la derecha y solamente se reunieron a deliberar para frenar la movilización indígena al Oriente boliviano.
La quinta carta que ya imaginamos buscará explicar el déficit comunicacional del arreglo con los fondos de inversión y los ladrones del Citi y el Deutsche Bank, que en su momento violaron los contratos de seguro de los depósitos bancarios en Argentina, y provocaron el defol de 2001.

No se puede decir siquiera que los intelectuales de Carta Abierta se encuentren en un laberinto, y no el gobierno, porque el laberinto o la encrucijada solamente se aplica al que busca dificultosamente una salida. Los ‘cartistas' sólo buscan lamer el oído del poder. La impotencia del nacionalismo burgués arrastra sin concesiones a sus exégetas intelectuales.

Néstor Pitrola

CANCEROLAZO 2021 dijo...

Esta vez se me escapa su fina ironía, maestro...¿qué truquito?

Jack Celliers dijo...

Cancerolazo: No, no, perdone. Es que acabo de descubrir una característica de blogger, que me pone un link aquí cada vez que alguien pone un vínculo a la entrada.

Soy así: tecnológicamente inútil, el famoso analfabeto del futuro, pero en el presente.

LR dijo...

Sigo vago, no escribo, pero los invito a escucharse un fado y a leer a Pessoa en mi blog.
Saludos

Peste dijo...

Cada cual en lo suyo, Jack: usted acaba de descubrir los trackbacks, yo estoy avivadisimo con los feeds de comentarios.

(Y se supone que tipos como nosotros son los que se ensucian las manos..?)

Jack Celliers dijo...

Peste, no sé qué haría sin Ud. en estas procelosas aguas. Cómo se ve que no tengo ni idea che...

Pero esos trackbacks (oiga Peste, qué observador eh?) yo antes no los he visto, en años de blog!

¿Ensuciarme las manos sho? Pero de ninguna manera.

Anónimo dijo...

lr, ¿Pitrola es el que escribe los editoriales de La Nación?
Igual es un soberbio, ¿quién es para llamarle intrascendente a Castells?

Anónimo dijo...

Le aporto un artículo más, proveniente de un extraño blog periodístico:

http://www.bonk.com.ar/tp/

Buenas noches, y buena suerte.

Nacho dijo...

Mi problema con el artículo de Sartelli, que me gustó en general, es que no termino de entender el tema de la bendita tasa de ganancias decreciente, posiblemente porque soy medio boludo. El resto está genial. Bah, eso posiblemente también pero como no lo entiendo...

¿Qué diferencia le hace a un capitalista que su producción sea hecha por máquinas o por obreros? Él preferirá lo que le sea más barato, y si la máquina puede hacerlo, entonces comprará una y dejará desempleado a un obrero, pero acá es cuando Sartelli dice que está creándose otro problema, porque todos lo imitarán.

No entiendo por qué. Supongamos que yo ganaba 10, y paso a ganar 20 gracias a la maquinita. Luego todos me imitan para no quedar relegados en la competencia, y volvemos a ganar todos 10. No pierdo nada, vuelvo a donde estaba al principio.

¿O es que, cuando todos me imitan, las máquinas terminan saliendo más que lo que salían los hombres, una vez que perdí la porción de mercado extra que la máquina -cuando la tenía yo solo- me garantizaba? Si es así creo que estoy cerca de entender, pero no entiendo por qué necesariamente la máquina me tiene que terminar saliendo más de lo que me salía el hombre.

Con respecto al de Hernanii en Bonk:

"la única justicia social realmente existente debería ser tasas de interés de un dígito. Y después que cada uno se las arregle."

Creo que queda mal vomitar en público así que me retiro al baño, permiso.

Severian dijo...

Suscribo la pregunta de Nacho, a mi también me hace ruido ese claim...

Martin dijo...

Nacho,

La tesis marxista tiene un buen approach a esta cuestión.

El tema es la relación entre trabajo muerto y trabajo vivo.

A ver si me sale una explicación bien condensada:

El trabajo muerto es trabajo pasado. Es valor que ha sido transferido y materializado en insumo y maquinarias. El trabajo vivo es el trabajo humano.

Si un capitalista invierte en tecnología, la tasa entre trabajo muerto y trabajo vivo varía. Baja la explotación. Se pone más guita en fierros que en sueldos, por así decirlo.

Ponele que vos tenés una empresa y decidís comprar una máquina y echar a 10 empleados.

Para tomar esta decisión tenés que tener background. Lo que pasa es que invirtiendo en tecnología vas a poder producir más. Cuando materialices las ventas vas a salir beneficiado. Hay lo que se dice una transferencia de plusvalía relativa. El resto de los capitalistas, al competir con vos, va a tener que explotar más a sus obreros para tratar de alcanzarte. O invertir en tecnología, una de dos. A la larga no le queda otra que imitarte. Los que no pueden, los que se quedan atrás, aprietan mas el cinturón de sus trabajadores. Extienden la jornada laboral, sobreexplotan, pagan menos, etc. O directamente desaparecen frente a la competencia. Cuando en el mercado se alcanza un punto de igualación todos tienen máquinas y hay desempleo. Es decir, hay sobreproducción, porque todos producen más que antes, sube la oferta y la demanda se estanca o directamente cae por el desempleo. Sobreviene la crisis.

Llevalo al mercado de valores. ¿qué es la crisis del mercado inmobiliario sino una crisis de sobreproducción? Todo el mundo compra casas porque la tasa de crétido es baja. Luego el valor de las propiedades sube un poco y todos se sienten millonarios. Se consume más, se produce más. Se construyen casas a lo pavote. Luego la burbuja se pincha. El pato lo pagan por supuesto los trabajadores.

Es una situación paradojal intrínsica al capitalismo. Se envían más y más mercancías al mercado. Y al mismo tiempo, el beneficio que se obtiene por esas mercancías va cayendo.

El capital va buscando la forma de seguir explotando más, explotar afuera, explotar en otros países, inflar otras burbujas, concentrarse aún más. Pero la producción está dada por una competencia ciega en pos de la ganancia, y no en pos de las necesidades sociales. Las reales, no las del mercado de consumo, por supuesto.

Hay una serie de factores contrarrestantes de esta teoría. Pero están debidamente identificados.

Decime si aclaro u oscurezco.

Martin dijo...

No entiendo por qué. Supongamos que yo ganaba 10, y paso a ganar 20 gracias a la maquinita. Luego todos me imitan para no quedar relegados en la competencia, y volvemos a ganar todos 10. No pierdo nada, vuelvo a donde estaba al principio.


No volvés al principio; al principio producías, digamos 1,000, y ahora con la máquina producís 2,000.

Cuando compraste la máquina y empezaste a vender 2,000, estabas como loco. Supongamos que la mercancía que fabricás valía 10. Pasaste de ganar 10,000 a ganar 20,000. Duplicaste tus ganancias, sos gardel.

Luego tus competidores empezaron a hacer lo mismo. Entonces empezaste a vender menos y posiblemente más barato. (igual dejemos de lado el tema del precio porque la papa está en el proceso productivo y no en el intercambio)

Finalmente llegás a la absurda situación en la que fabricás el doble, y ganás menos de lo que ganabas en primer lugar.

Y no solo eso: fabricás el doble, tenés menos empleados, más deudas, y ganás menos. Sos un loser total.

Eso, o hay algo en el "sistemita" que no funciona bien.

LR dijo...

http://homepage.newschool.edu/~AShaikh/Anwar%20Shaikh%20-%20Valor%20Acumulacion%20Y%20Crisis%20(Book).pdf

LR dijo...

Ahí en el link que pasé, en el capítulo sexto, está bien explicada el tema de la tasa de ganancia.

Jack Celliers dijo...

La tendencia decreciente de la tasa de ganancia significa no que decrece la ganancia sino que decrece el aumento de la misma.

Supongamos que un tipo trabaja 10 horas de las cuales 5 son plusvalía. O sea que el tipo trabaja el 50% de su tiempo para el capitalista.

Ahora supongamos que el capitalista invierte en maquinas que duplican la productividad. O sea que el trabajo del tipo ahora produce el doble. Pero obviamente la proporción de plusvalia se altera: ahora el trabajo que alcanza para producir lo suficiente para que el trabajador vida es la mitad, pero al tipono le aumentan el salario por eso. De manera que de lo que produce el tipo se lleva 1/4, la mitad que antes; porque trabaja lo mismo, le pagan lo mismo, pero produce el doble. Antes trabajaba 10, producía 10 y recibía 5. Ahora sigue trabajando 10, pero produce 20 y sigue recibiendo 5.

¿Vamos bien?

Esto también significa que el capitalista se apropia de 1/4 más que antes (de 20 se queda con 15), o sea con 3/4. La productividad aumenta el 100% pero el incremento en la tasa de ganancia es sólo del 50% respecto de antes.

Supongamos que se vuelve a duplicar la productividad: el tipo produce ahora 40 y le siguen pagando 5. O sea que al trabajador le pagan 1/8; ergo el capitalista se apropia de 7/8. Si?

O sea que el capitalista se apropia de:

- 1/2 de la jornada en el primer caso.

- 3/4 de la jornada en el segundo caso (aumento del 100% de la productividad)

- 7/8 de la jornada en el tercer caso (aumento del 400% respecto del inicio)

El incremento es constante, pero decrece a cada paso: 1/4 en el primer caso (de 1/2 = 2/4 a 3/4), y en el segundo sólo 1/8 (de 3/4 = 6/8 a 7/8).

Y todo esto duplicando la producción de manera constante. Mas aumenta la producción, el incremento en la tasa de ganancia es incremento, pero menor.

Hay análisis mucho más jugosos, pero yo de eso no entiendo nada.

Martin dijo...

luk@s sos un hdp. Adjuntaste un pdf pesadísimo y encima hay que imprimir 200 hojas o dar vuelta el monitor o torcer el cogote para leerlo.

Permitime dejar como alternativa el trabajo de Claudio Katz, un economista marxista que tuve de profe:

Una interpretación contemporánea de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

Saludos

Martin dijo...

JC, estoy de acuerdo con tu análisis. Pero estás analizando un caso en particular, y para darse esa situación todas las variables deberían permanecer congeladas en el tiempo, excepto la inversión en maquinarias. Además no se trata de ver el progreso de un solo capitalista, sino de la acumulación y la competencia entre todos los productores. Ahí es donde se verifica, no una desaceleración, sino una caida real de la ganancia. Que se da dentro del proceso de acumulación, y no fuera.

Y eso es lo que explica las crisis periódicas.

El aumento de la composición orgánica (es decir, de la inversión en maquinarias por sobre mano de obra) tiene un límite teórico. Pero el aumento de la explotación tiene un límite biológico.

En realidad el resto de las variables se altera, y todo en un contexto de competencia capitalista. Lo que se verifica como una constante en el capitalismo es esta tendencia al aumento de la composición orgánica. Los salarios, la duración jornada laboral, los precios, la relación entre capital fijo y variable, el nivel de producción, la oferta y la demanda no son constantes.

LR dijo...

La cuestión es la de la relación entre el capital constante (maquinas) y el capital variable (fuerza de trabajo). Si el valor de cambio de una mercancía está dado por el trabajo humano contenido en ella forzoso es concluir que a menor cantidad de trabajo humano interviniendo en la producción, menor valor de cambio tendrá la mercancía. Por tanto, la rentabilidad, por unidad producida, es menor a mayor inversión en tecnología. El capital inversor hará la diferencia cuando lleve sus mercancías al mercado porque, al ser más eficiente que otros capitales, podrá transformar en ganancias toda la plusvalía de la que se ha apropiado durante el proceso de trabajo. Pero a la vez se apropiará de la plusvalía (o de parte de ella) que extrajo el capital menos eficiente que al perder competitividad no puede realizar en forma de ganancia toda ese plusvalor extraído. Eso le permite una mayor acumulación. Sin embargo, como esa innovación es replicable su ventaja nunca será definitiva sino transitoria. En cuanto otro u otros capitales logren aumentar la productividad la tasa de ganancia de esa rama habrá descendido. Llega un punto que la tasa media social (todas las ramas de la producción) desciende tanto que una masa importante de capitales se liquidan por no ser eficientes, es decir, por no poder transformar en ganancia la plusvalía extraída. Ya estamos en problemas cuando la tasa media de la producción desciende por debajo de la tasa de interés que cobran los bancos por los créditos que otorgan (por tanto, es más rentable prestar dinero que producir). Ni hablar si desciende por debajo de la tasa que pagan los bancos por los depósitos que perciben. Ahí ya estaríamos ante una catástrofe.

Martin dijo...

además no te olvides que al comprar máquinas se está comprando trabajo pasado, plusvalía "en estado sólido". El capitalista que da ese paso tiene que afrontar los costos, probablemente recurriendo al crédito. Lo que se da en el conjunto de capitalistas es una "transferencia de plusvalía relativa".

ganancias = plusvalia / (salarios + maquinarias + materias primas)

lo que invierte ese capitalista en maquinarias lo gana en plusvalía que es "transferida" por los demás capitalistas que se quedaron atrás.

es decir, este capitalista logra mayor productividad gracias a la maquinaria. La duración de la jornada laboral se mantinene constante, al igual que los salarios. Las 10 horas que el obrero trabaja por día van a rendir más.

El resto van a tener que explotar más para alcanzar ese nivel de productividad, o imitar a su competidor.

Cuando el sistema en conjunto alcanza cierto equilibrio, se produce la crisis. Porque todos invirtieron en maquinarias y ya no hay cómo materializar los beneficios.

además de la desaceleración que puede darse en cada caso en particular, hay una caida real de la tasa de ganancia en el conjunto de capitalistas.

Marx enumera ciertos factores que contrarrestan esta tendencia. Pero la tendencia existe y es intrínseca al proceso de acumulación.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Vamos bien. Interesante. Se podría abrir un blog de estos temas. no?

Saludos

Anónimo dijo...

Ojalá que esta crisis no sea el fin del capitalismo, sino un punto fnal a la codicia judía reinante en Estados Unidos. Que la primera potencia mundial es instrumento de dominación mundial por parte del poderoso lobby judío, inmiscuido en todas las áreas de poder político y económico, no es novedad. Pero lo que ha advertido poca gente es que la crisis fue originada exclusivamente por los banqueros judíos que, astutos y codiciosos, se deshicieron rápidamente de las hipotecas subprime vendiendo los bonos para así recibir un “adelanto” de las deudas incobrables. La otra parte, la cobrarían una vez estallada la crisis y gracias a la influencia del lobby judío sobre la política yanqui -en especial sobre el Partido Republicano-, forzando la estatización y el salvataje y tomando de rehen a actores financieros y países que poco tenían que ver con las hipotecas. Es lamentable, pero cualquiera que vaya a USA y analice los cargos ejecutivos de diferentes empresas, verá mucha más sangre judía en cargos ejecutivos de bancos o entidades relacionadas a la usura que en, empresas como General Motors, más orientadas hacia la producción y el trabajo. Un capitalismo sin judíos seguiría sin ser perfecto, pero sería más solidario. Es lamentable que ese pueblo -que se considera elegido- haya corrompido todos los sistemas políticos existentes hasta hoy para acumular más y más poder.

CANCEROLAZO 2021 dijo...

le escribí en mi blog una defensa de Chesterton, pero con poco tiempo, prometo algo mejor...
tiene una noción de la ambigüedad y la ironía de todas las cosas comparado con el monstruo bicéfalo Marx-Shaw que lo asemejan a Erasmo refutando a Lutero...

Raul G dijo...

Hola Jack

Lo primero que he notado es que le gusta la cuestión del cafeteo y los cigarrillos. Yo también tengo esa costumbre nada saludable.

Lo segundo es que usted es de esos Marxistas que no son "gente de choke" como algunos Marxistas que conozco en estas latitudes que dicen ser “Marxistas” (por saber donde nació Marx) y no son otra cosa que borregos sociales que siguen a la gente que se atreve a profundizar en los aspectos socio-políticos del país, en este caso, México.

Volviendo al primer punto, yo lo prefiero cubano y fumo Marlboro.

Su post, señor Jack Celliers, me ha parecido informativo en su máximo grado y los comentarios aún más [autodidactas]. He aprendido más del Marxismo (en lo cual soy muy bruto)en su blog que en la Wikipedia y mire que la Wikipedia es la Wikipedia.

Agradezco también a Dolmancé por explicar la "Relación entre trabajo [muerto - vivo] Es claro, concreto y tiene un toque de misticismo que cínicamente se adelanto mi duda neuronal de: "Si esto es cierto. Si yo ganaba 10 y después 20 y mis competidores al imitarme me igualan entonces yo ganaría lo mismo que al principio"

Y concuerdo, también:

"El tema es Lenin"

Jack Celliers dijo...

Dolmancé, ya sé que estoy explicando un pedacito, pero se trata de uno de los fundamentos. Hay que entender eso primero. Se trata de una explicación para alguien que no entiende nada (de parte de alguien que tampoco entiende nada).

Me gustó la sugerencia de Verdugo: se podría abrir un blog con estos temas ¿no? Le faltó decir, "Estaría bueno que escribiera alguno que supiera, ¿no?". Bueno Verdugo, qué quiere, como dicen los españoles: "es lo que hay".

Me gusta lo que dice lucas acerca de la codicia judía. Parece que la codicia cristiana es mejor ¿no? ¿Habrá otras codicias más o menos deseables? ¿La codicia noruega por ejemplo? Da como para un libro, mirá.

Cancerolazo: Ud. tome nota de lo que dijo el amigo acá arriba por favor, y largue esas monedas de oro, vamos.

raul g: Mis comentarios son autodidactas, sí. Aprenden solos nomás.

Jack Celliers dijo...

LR: La verdad macho, el pdf está bien pero Nacho preguntó por una aproximación che...

Ya lo veo a Luk@s en el poder, ante la menor pregunta te manda a tragarte Das Kapital en alemán.

LR dijo...

Si, pasa que justo Shaik toca el tema de la relación entre la inversión nueva y la correspondiente rentabilidad y de paso analiza el teorema de Okishio (ese tipo dice que un capitalista no elegirá una tecnología que haga descender la tasa de ganancia).

Peste dijo...

ObEconomy: How the fate of the US economy rests on a Dell workstation (Quick, someone send Bernanke a supercomputer)

Luk@s, usted es de los mios. Que derecho lo asiste a Dolmance de criticarlo, cuando ni siquiera decodifica sus PDFs en un programa que los sepa rotar?

(Al que nunca haya llevado un conflicto a su propio terreno, le pongo el pecho a sus cascotazos.)

Jack, somos los cuatro lisiados de Iriarte. Lo instaria a que me ayudara con alguna mugre por la que me pagan poco y salteado, pero no querria insultarlo ni por via indirecta (habiendo otras, claro).

Y por cierto, ese adjetivo no es insufriblemente afectado en un solo contexto: parado sobre los basaltos lunares. A los tristes planilandeses no nos queda otra que disimular como mejor podamos.

LR dijo...

Vio Peste? A este señor le gustaría un mundo mejor pero le molesta rotar un documento .pdf

Saludos

Luk@s

Jack Celliers dijo...

Es que somos unos marxistas burgueses...

Jack Celliers dijo...

Lo que es yo, si hacemos la Revolución no me vengan con que a mi me toca la parte de rotar los pdf's, porque paso.

Peste dijo...

Es clarisimo. Donde la solicitud de ingreso a un partido nazi dice "esta usted dispuesto a ser tropa de choque?", cuando funde un partido me tocara preguntar "puede usted rotar un PDF? En PostScript? En Perl? En assembler? (indique arquitectura) Con un abaco? Con los dientes?"

A los perplejos se les dira "y, viejo, que clase de militancia puede usted llevar a cabo con torticolis?"

Nacho dijo...

Dolmancé: a grandes rasgos, así como la explicás vos es como me la explicaron en la facultad en su momento. Lo que me hacía ruido en ese entonces era la conclusión de "y entonces se produce una crisis por sobreproducción y falta de consumo debido al desempleo o la baja de salarios", porque la solución natural a eso parece ser ponerse keynesianos, fomentar el consumo, etc., y el profesor era medio keynesiano así que yo sospechaba un poco de que la estuviera distorsionando.

Otra cosa que hace que me cueste que me cierre del todo la hipótesis la mencionó Jack: ¿por qué si lo que desciende es el ritmo al que aumenta la ganancia -y no la ganancia en sí- esto es tan terminal? El burgués mientras tenga ganancia, y esa ganancia aumente (aunque aumente más lento), va a seguir produciendo...

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Yo lo entiendo más o menos así: las fuerzas productivas están siempre en relación con las relaciones de producción, y llega un momento en el que las fuerzas productivas no pueden crecer más con las relaciones de producción presentes, es decir, el sistema representa una traba para el desarrollo de las fuerzas de producción. En un momento la traba fue el feudalismo, y el capitalismo les permitió desarrollarse nuevamente, y ahora es el capitalismo, que a esta altura de su vida dejó de ser progresivo y productivo y se volvió regresivo y destructivo, está en fase de descomposición.

Y la razón por la que el capitalismo es lo que es no sería otra que la famosa tasa de ganancias decreciente, por eso el capitalismo no puede ser un sistema perpetuamente progresivo. El capitalista produce estimulado por la ganancia, por la reproducción del capital, no para satisfacer necesidades. Si producir para satisfacer necesidades en un momento le es menos beneficioso que hacer otras cosas con ese dinero, se producirán menos cosas para tal fin, y el resto que se cague.

Puede ser más rentable eliminar a la competencia por medio de sabotajes o guerras mundiales que destruyan capitales que producir más, por ejemplo; o puede ser más rentable especular en la bolsa, o pelearse por controlar países coloniales, etc.

Y así llegamos a donde estamos: contaminación, depredación de recursos de generaciones posteriores, guerras, monopolios, corrupción, timba financiera, militarización del mundo, etc., todo en proporción cada vez más grande, porque las actividades que generan todo esto son más rentables que otras que harían crecer las fuerzas productivas (mejorar la calidad de vida es hacer crecer las fuerzas productivas, si no me equivoco, ya que las fuerzas productivas incluyen a la fuerza de trabajo, que somos nosotros), entonces el sistema se va volviendo cada vez más destructivo, hasta que se lo cambia, o hasta que lo destruye todo. Cuanto más se tarde en reemplazarlo, más destruirá.

¿Le estoy pifiando en algo? Corríjanme en ese caso, aunque teniendo en cuenta que esto fue escrito cerca de las 4 AM. :P

Severian dijo...

Bueno, parece que las unicas acciones que suben son estas.

Jack Celliers dijo...

Severian:

Supongo - si puedo ejercer de modesto pronosticador - que ahora habrá cabezas que lentamente empiecen a volverse hacia el marxismo; a ver... ¿qué es lo que decía este tipo?

...y Ud. me decía que no... ¡Me refería precisamente a esto!

Nacho dijo...

Ja, me ganaron de mano. Iba a postear exactamente el mismo link.

Para mí tiene razón Peste (enganchando esto con el debate del post abajo a éste), economía política for kids en los colegios sería un gran aporte para que cuando esos chicos crezcan tengan algunas herramientas más para no caer tan fácilmente en los versos mediáticos que luego escucharán una y otra y otra y otra vez (como éste de la prosperidad infinita que brindaría la timba en la bolsa, o el de las bondades de las AJFP sobre las jubilaciones estatales, y otros tantos), que recién se demuestran evidentemente falsos el curro ya está hecho (y recién ahí algunos se avivan y se acuerdan del barbudo, como en este caso), y no cuando lo proponen como la receta mágica que salvará al país.

No podemos desaprovechar las herramientas que ya tenemos y esperar a que todos tengan que darse cuenta solos de los engaños, en una época de engaños constantes. No estoy muy de acuerdo con eso de que "es responsabilidad de uno" que lo tomen por boludo. A mucha gente la han moldeado intencionalmente para no pensar y repetir clichés, porque así son mucho más fáciles de manejar. Hay que entender cómo lo hacen, y buscar cómo contrarrestarlo, antes de que se nos haga demasiado tarde esperando que cada uno (incluyéndonos) lo logre por su cuenta.

Severian dijo...

Bueno, postear el link era una admisión de mi error. Ud me quiere obligar a hacerla más explícita, pero ¿donde quedarían mi orgullo y mi derecho a hablar boludeces?...

El Verdugo en el Umbral dijo...

Jack: creo que puede darme una mano. Estoy leyendo "Carlos Marx (breve esbozo biográfico, con una exposición del marxismo) de Lenin y hay algo que no me queda claro.
Al comienzo habla del materialismo filosófico. Allí dice "En particular debemos destacar la concepción de Marx acerca de las relaciones entre la libertad y la necesidad: "La necesidad sólo es ciega en cuanto no se la comprende. La libertad no es otra cosa que el conocimiento de la necesidad" (Engels, Anti-Dühring ); reconocimiento de la sujeción objetiva de la naturaleza a leyes y de la trasformación dialéctica de la necesidad en libertad (a la par que de la trasformación de la "cosa en sí" no conocida aún, pero cognoscible, en "cosa para nosotros", de la "esencia de las cosas" en "fenómenos")”.
Intuyo, por lo que leí luego, que se trata de la discusión acerca de si la idea precede a la materia o viceversa.
Pero: ¿Por qué la necesidad es ciega hasta que se la comprende? ¿Por qué utiliza el término “libertad” para hablar de la conciencia de la sujeción de la naturaleza a las leyes de la naturaleza? ¿Está diciendo que solo se ve la necesidad si se tiene conciencia de la dialectica de la naturaleza?

Desde ya gracias. Saludos

Jack Celliers dijo...

Camarada, déjeme decirle que hay una pila de tipos que saben de esto más que yo, no es falsa modestia, mi formación teórica es lamentable.

Lo que entiendo yo es esto: lo que señala el párrafo es que lo que llamamos "libertad" no es otra cosa que conciencia de nuestra necesidad. La dialéctica es endiabladamente elegante: parece contradictoria pero sólo porque toda verdad profunda lo es.

Piense en un perro. Un perro no es "libre". Ud. me preguntará por qué, si puede hacer lo que quiera. Es verdad, pero "querer" no es lo mismo en el perro que en el ser humano, porque sólo el humano es consciente de que "quiere" algo. El perro está sujeto a su deseo puro: tiene hambre y come, tiene sed y bebe, obedece las órdenes de sus necesidades sin ser consciente de ellas.

El ser humano en cambio además de tener hambre, sabe que tiene hambre. Eso le da frente a su deseo una libertad que el perro no tiene. El ser humano puede por ejemplo hacer una huelga de hambre, porque es consciente de que tiene hambre, pero se impone una restricción consciente en búsqueda de otro objetivo.

Esto tampoco significa que eso que llamamos "libertad" sea mejor que la libertad de los animales. No es mejor ni peor, es distinta. Da un poder muy grande, pero a la vez plantea un montón de problemas. Con la libertad humana (la consciencia de la necesidad) se pueden hacer muchas cosas grandes como muchas cosas aberrantes (piense en místicos como Pedro de Alcántara, que se flagelaba de una manera espantosa).

Por eso el ser conscientes de nuestra necesidad nos plantea un problema, porque dejamos de vivir como animales pero también se nos presenta el abismo de nuestras limitaciones. Yo diría que la libertad humana no es solamente conciencia de nuestra necesidad sino también de nuestros límites. A un perro no le interesa volar, a nosotros sí, porque somos conscientes de que no podemos hacerlo. Al ver nuestras limitaciones podemos superarlas, al conocer nuestras necesidades podemos no sólo buscar más medios para satisfacerlas sino incuso convertirlas en fuente de reflexión, investigación o incluso placer: piense en la gastronomía, por ejemplo, que es inaccesible a un animal (al menos a nuestro nivel). Es lo que Nietzsche llamaba "divinizar un apetito", hacerlo bello.

¿Mexplico?

El Verdugo en el Umbral dijo...

Sí. Me queda más claro. Sobre todo luego de leer lo suyo puedo relacionarlo con la crítica que hacen MArx y Engel al materialismo de Feurbach que se limitaban a "explicar" el mundo, cuando en realidad se trata de "transformarlo" .
Es decir soy libre porque tengo conciencia de mis necesidades y realizo una actividad práctica para modificar la realidad.

Ahora bien, hay un término que no me cierra. en el párrafo que cité en mi comentario anterior Transcribí allí: reconocimiento de la sujeción objetiva de la naturaleza a leyes y de la trasformación dialéctica de la necesidad en libertad.
¿Esto quiere decir que las necesidades están sujetas a transformarse "objetivamente" en libertad? ¿Existe una ley "natural" que tiene sujeta y arrastra a las necesidades por el camino de la libertad (conciencia y transformación revolucionaria)?
Creo que me confunde es el concepto sujeción objetiva.

Intuyo que se trata de lo objetivo y lo subjetivo. Pero no lo tengo nada claro. Tal vez con lo que completa la oración me atreva a un mini hipótesis (a la par que de la trasformación de la "cosa en sí" no conocida aún, pero cognoscible, en "cosa para nosotros", de la "esencia de las cosas" en "fenómenos")”..
A ver: La conciencia de las necesidades nos de libertad porque nos permite transformar la necesidad (cosa en sí) en algo liberador de esa necesidad (cosa para nosotros). Esto puede realizarse porque la naturaleza está regida por las leyes de la dialéctica. El ejemplo de la gastronomía entraría aquí de maravillas.
Lo que no me termina de cerrar es esto de Objetivo. Si es objetivo no hace falte que nos esforcemos, ¿no?

Saludos