21.12.07

Constitución... Retiro.

Leo en el diario que querían establecer un impuesto a los patrimonios que superan los $ 500.000, o algo así, en la provincia de Buenos Aires. Y parece que un particular protestó, presentó un recurso frente a la justicia - perdón: la Justicia - porque dicho impuesto sería inconstitucional. Raudamente las autoridades lo han retirado y estudiarán algún otro instrumento impositivo. Seguramente aumentar el IVA, o cobrar un impuesto a las fortunas superiores a $ 2.000, que esto seguramente no es inconstitucional habida cuenta de las veces que se ha articulado con todo éxito.

No seré yo quien niegue el sacrosanto derecho a la propiedad privada libre de molestas cargas impositivas que asiste a los sufridos habitantes de los countries. Simplemente me pregunto: un indigente, un tipo sin laburo, un obrero que cobra una luca y chirolas, esa gente ¿no podría plantear la inconstitucionalidad (perdón por el vocablo horrísono) de su situación?

Digo nomás. Porque si la constitución patria ampara y cubre a un propietario de medio millón de pesos en patrimonio de una carga impositiva que a todas luces no va a modificar grandemente su tren de vida ¿no ampara a tantos miles de tipos que no tienen un mango? ¿No puede un indigente apelar a la justicia y decir "mire, nadie me da un laburo, o si me dan no llego a cubrir mis necesidades mínimas"? ¿La constitución no tiene ningún artículo, inciso, frase suelta que diga algo acerca de esta gente? ¿Tan fácil es encontrar en la Carta Magna (Magna, che, no me digan que no impresiona) protección para unos y tan difícil para otros?

Me dirán: "Ud. quiere fomentar la vagancia, el estado benefactor, mantener a inútiles que no quieren laburar". Curiosamente esto se dice cuando uno pide un estado que atienda a la gente que a todas luces lo necesita, pero nunca se dice cuando el estado amenaza con rascar unas moneditas de los bolsillos pudientes.

¿Por qué no se dejan de joder con la constitución? ¿A quién quieren engañar, muchachos? Suban el IVA, aumenten el impuesto a la sopa, que suba el precio de los alimentos y la canasta básica, metan a chorros indigentes en celdas pavorosas y a torturadores en coquetas dependencias VIP, sigan con este circo.

Pero no vendan más "constitución", que todos sabemos lo que es eso: la terminal del subte.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jack, es cierto lo que comentás, la Constitución se puede interpretar de diversas maneras. Pero han habido casos en que el poder judicial ha ordenado al estado brindar asistencia alimenticia a personas que no tenían trabajo. Pero claro, son casos aislados. El poder judicial resuelve para el caso concreto, no emiten normas de alcance general (salvo cuando sacan acordadas estableciendo que están exentos del impuesto a las ganancias). También han habido fallos en los que se obligaba al estado y/o a las empresas de medicina prepaga a brindar tratamiento contra el HIV. Lo cierto es que la tierra en el ámbito rural paga muy poco impuesto inmobiliario en comparación con el precio de la hectárea y en comparación con lo que pagan las parcelas urbanas. En su momento Martínez de Hoz suprimió un impuesto por demás justo a las sucesiones, casualmente, en la época en que había abierta una sucesión en su familia.

El Derecho a una alimentacion adecuada, a la salud, al trabajo, a la educación, a la no discriminación, etc, etc, etc están todos consagrados en la Constitución en forma directa o indirecta (vía constitucionalización de tratados internacionales de derechos humanos). Como también está consagrado el derecho de los trabajadores a controlar la producción, colaborar en la dirección (lo que implica control sobre los libros de las empresas) y a participar en las ganancias. Pero bueno, como discutimos una vez en otro lado y vos acertadamente dijiste, no le vamos a pedir a la burguesía que cumpla con su propio programa.

Amplío un poco más. En 1992 la Corte dictó un fallo (Ekmekdjián c Sofovich) donde se establecía, entre otras cosas, que los tratados tenían jerarquía superior a la ley. Luego, en el 94 se incorporaron a la Constitución nacional (Art. 75, inciso 22) diversos tratados internacionales de derechos humanos que tienen vigencia en la medida que no se contradigan con la constitución. Posteriormente, la Corte Suprema, en el fallo Chocobar dijo que el Constituyente había hecho un juicio de comprobación y que los tratados de derechos humanos no se contradicen con la constitución por lo que los poderes constituidos no pueden decir lo contrario. También por esos días se dicta el fallo Giroldi en el que la Corte decía que había que seguir la jurisprudencia dictada por los organismos de aplicación de esos tratados (por ej. Corte Interamericana de Derechos Humanos para el Pacto de San José de Costa Rica).

Volviendo al tema, el derecho a una adecuada alimentación, por ejemplo, está expresamente establecido en el Pacto Internacional de derechos económicos sociales y culturales. El Comité que aplica ese pacto ha establecido que los Estados están obligados a garantizar esos derechos en la medida de sus recursos pero que siempre los estados tendrán que demostrar que han hecho todo lo posible por garantizarlo y toda medida regresiva se presume contraria al pacto (en consecuencia, en nuestro país también contraria a la constitución).

Como verás, derecho no es lo que les falta a las masas. Pero bueno, mientras sigamos depositando esperanzas en un posible buen funcionamiento de este sistema esos derechos solo existirán en el papel y en algun caso particular que servirá, además, para legitimar el statu quo.

Saludos

Milkus Maximus dijo...

Ud. no entiende nada Jack. ¿No ve que se trata de una medida para fomentar el consumo de quienes consumen? ¿No ve que se trata de incentivar la inversión para activar la economía? ¿Cómo cree que van a poder crear fuentes de trabajo, aquellos que pueden, si les sacan el dinero por medio de impuestos?
¿No ve acaso como crece la industria bonarense con estos "creadores de trabajo"? ¿O es que no ve la provincia, llena de molinos, de gente de trabajo, amasando fortuna, mientras usan de harina al prójimo?

brasil dijo...

A efectos meramente anecdóticos, el sustento del planteo es doble imposicion. Ya existe un impuesto nacional a la riqueza, y se supone que no deberían cobrarte dos veces por lo mismo

Anónimo dijo...

Sencillo y consiso...dos atributos que pocos bloggers pueden portar.
Un gusto pasar por aquí...y ver que no esta una tan sola en esas elucubraciones en las que me meto cada vez que encuentro un libro que me enfrenta contra mi pequeño mundo de ideas un poco colgadas aún.
Salute!

morgana dijo...

Yo, la cocinera que no cocina nada, yo, la de la cocina inconclusa, me pongo de pie y le aplaudo rabiosamente.
Estoy levemente anárquica y espero que no se me pase.
Saludos culinarios.

Ernesto Guajardo dijo...

Los símbolos son necesarios, tanto como las palabras que adquieren dimensiones míticas, como la Constitución.

Eso requiere un proceso de instalación, aun cuando no siempre se logre que todos comprendan su verdadero sentido. Carlos Pezoa Véliz, un escritor de estos lares anotó:

“Por aquellos días de 1891, los periódicos clandestinos que hacían la propaganda revolucionaria con artículos dogmáticos y maldiciones en verso, pusieron de rabiosa actualidad la palabra Constitución.

El vocablo de labio en labio, como si se hubiera intentado reunir en el modo de pronunciarla todo el respeto que guardaron por ella los estadistas de los primeros tiempos, desde Portales hasta Aníbal Pinto.

El Presidente Balmaceda había violado la Constitución. Las huestes libertadoras del general Canto defendían los derechos constitucionales... (¡Oh, la Constitución!).

Hubo campesinos de las provincias australes que se la imaginaron un templo donde se guardaban los estandartes tomados en la guerra contra el Perú y Bolivia, o las cenizas de Arturo Prat. Y los niños, que allá en su inocencia hacen más bellas las cosas, figurábansela una inmensa mujer de cabellos rubios... ¡Hermosísima!

Aun escuché esta frase: ‘El Presidente Balmaceda se ha ido con todo el dinero que había en la Constitución’.”

No en vano el artículo se llama "El candor de los pobres", y se publicó... en las primeras décadas del siglo XX.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Aha.... La constitución es na trampa. Es una de las formas del Estado de los privilegiados. LA otra es la dictadura militar. Se turnan conforme la resistencia que ponga el Pueblo. No hay salida para los postergados dentro de las leyes de la propiedad privada.