28.8.07

Money., money, money...

Las vacaciones me han permitido recobrar fuerzas, fuerzas que me encantaría invertir en algo productivo: me iría ya mismo a las Bahamas.

En fin, seguimos con estos debates que hacen de Jugo de Ladrillo el blog más popular entre los amantes del manga.

I - Sobre la peligrosidad de las citas

El que haya seguido algunos debates por acá sabrá que no soy muy amigo de las citas. Hay varias razones.

Una es que me parece que se abusa de la cita. Los psicólogos, los científicos, los cientistas sociales... los marxistas, agh! La cita es ley.

No es que me oponga a las citas, sólo me parece que cuando se las formula se olvida que leer algo es sólo una parte del asunto, queda mucho por delante: aplicar la cita al punto del que se trata, demostrar su relevancia para sostenerlo o refutarlo y por último asegurarse de que el autor no ha corregido su encuadre posteriormente, o bien que otros autores – contando con más datos – no lo han hecho.

Y esto vale mucho más cuando se habla de autores de obras profusas y complejas (que casualmente son los que más se citan). Es fácil constatar que a lo largo de la obra de un científico – y Karlitos lo era – se encontrarán muchas afirmaciones que luego serán matizadas, completadas, enmarcadas, corregidas o contradichas.

Por ejemplo, si yo dijera que el imperialismo cumple un papel progresivo en el desarrollo capitalista de una nación atrasada podría perfectamente apoyarme en los escritos del joven Marx acerca de la India. Podría convertir a Marx en un apologista del imperialismo como lo han hecho una multitud de populistas gansos y liberales que se arrastran dejando un rastro de baba en las revistitas de moda. Si yo hiciera tal cosa ¿Estaría repitiendo fielmente a Marx? Si ¿Sería marxista? No.

Qué cosa ¿no? Es lo que tienen los pensadores que realmente valen la pena, nos piden bastante más que repetir sus páginas.

En una polémica con Trotsky, Bujarin empleaba una serie de citas de Lenin, el camarada León David – que tenia un oído fino y una memoria agudísima – lo increpó:

- Pero Lenin ha escrito otras cosas en las que contradice totalmente lo que Ud. está afirmando.

Bujarin le contestó con cara de pedernal:

- Claro, pero yo tomo sólo lo que conviene a mi tesis.

Claro macho, así cualquiera.

II – ¿El dinero es un medio de producción?

En un debate (aquí abajito, el antepenúltimo post, fijesé) me atreví a sostener que sí, y puse un ejemplo sencillo a decir basta: un hombre tiene dinero en el bolsillo, compra una máquina y con ella produce X mercadería. En este caso el dinero ¿no ha actuado como medio de producción?

Se me ha dicho que no con profusión de citas y numerosas alusiones a la ortodoxia. Se transcribieron párrafos de El Capital y se habló de las “categorías marxistas”. Lo que no se ha sido capaz es de explicar – y esto es lo preocupante habida cuenta de que quien invoca la ortodoxia se supone sabe aplicarla a la realidad – es definir en qué se diferencia tener dinero en el bolsillo de tener una máquina desde el punto de vista de la capacidad productiva. Cuando digo “preocupante” no aludo a Dolmancé sino a quien se reivindica “ortodoxo" y “conocedor de las categorías”.

A mi me parece que tener dinero es como tener una máquina, un medio de producción. Qué digo: tener dinero es tener en las manos el medio de producción más versátil. Con él puedo comprar no sólo la máquina sino también la fuerza de trabajo y la materia prima. El dinero no sólo es un medio de producción, es EL medio de producción por excelencia, aunque por supuesto no es sólo esto, es más.

III – Ahora cito yo

¿Me permiten? Gracias.

Marx dice:

"El dinero, en cuanto tiene la propiedad de comprarlo todo, de apropiarse de todos los objetos es pues el objeto por excelencia. La universalidad de su cualidad es la omnipotencia de su esencia; vale, pues, como ser omnipotente..., el dinero es el alcahuete entre la necesidad y el objeto, entre la vida y los medios de vida del hombre".

Y también explica que el dinero transforma las creaciones humanas en una representación abstracta.

Esto está, para el que quiera leerlo, en Manuscritos Económico Filosóficos, El Poder del Dinero. Es interesante cómo Marx caracteriza al dinero en su formidable y monstruosa capacidad proteica, citando por ejemplo a Fausto:

¡Qué diablo! ¡Claro que manos y pies,
Y cabeza y trasero son tuyos!
Pero todo esto que yo tranquilamente gozo,
¿es por eso memos mío?
Si puedo pagar seis potros,
¿No son sus fuerzas mías?
Los conduzco y soy todo un señor
Como si tuviese veinticuatro patas.


Siendo en sí mismo nada, el dinero lo es todo, porque como representación puede transformarse en lo que sea. Al facilitar todas las transacciones comerciales por medio de una representación abstracta y contable el dinero permite transformar en mercancía cualquier cosa: la fuerza de trabajo, los medios de producción, incluso el dinero puede convertir en mercancía al dinero mismo con el préstamo a interés.

Siguiendo con Marx:

Lo que mediante el dinero es para mi, lo que puedo pagar, es decir, lo que el dinero puede comprar, eso soy yo, el poseedor del dinero mismo. Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero. Las cualidades del dinero son mis —de su poseedor— cualidades y fuerzas esenciales. Lo que soy y lo que puedo no están determinados en modo alguno por mi individualidad.

Esto es el dinero para Marx, y es la definición más exacta y lúcida que pueda concebirse. El dinero no es nada en sí mismo, pero ese no ser nada le permite ser todo. Cuando tengo dinero puedo optar incluso por la forma en como lo haré producir: puedo comprar la máquina X que fabrica zapatos o la Z que fabrica helados, o puedo simplemente prestárselo a otro para que lo haga en mi lugar.

IV – Ejemplitos

Por supuesto, se me dirá que el dinero no ha “producido” realmente nada, que aquello por lo que el dinero se intercambia ya existía. Es verdad, pero recuérdese que el medio de producción tampoco produce realmente nada, es simplemente aquello que permite extender la capacidad de trabajo humana, siendo el trabajo el único generador de riqueza.

En ese sentido, el dinero también aumenta mi capacidad de trabajo: le pago a veinte ñatos para que hagan tal o cual cosa. Ellos me venden su fuerza de trabajo (no el trabajo en sí, distinción sutil pero que aquí se vuelve totalmente relevante) con lo cual yo me apropio de la fuerza de trabajo de ellos como me apropiaría de la fuerza de trabajo de una máquina. Mi fuerza de trabajo se multiplica entonces por veinte como las patas de los caballos de Fausto ¿Y qué hago con esa fuerza de trabajo que ahora es mía? Pues trabajar, produzco bienes.

En algunas islas de Polinesia existen artesanos que realizan tallas en madera. Uno puede ver hileras interminables de morochos haciendo dragones, serpientes y toda clase de objetos de adorno. Sus herramientas les pertenecen pero la materia prima es provista por una empresa que además les paga por su trabajo y se lleva sus tallas, que luego vende en el mercado europeo. No necesito decir que la diferencia que saca la empresa por talla es muy reconfortante.

Ahora bien, ¿dónde está aquí el medio de producción poseído por el capitalista? Fuera de la cadena de distribución – que encima normalmente está tercerizada – prácticamente no hay otros capitales invertidos en este negocio. Te doy la madera, vos me hacés la figurita, y listo.

Esto para no hablar del espinoso mundo de las empresas de servicios. O de quienes viven de rentas financieras.

Para esquematizar el ejemplo: supongamos que no poseo máquinas sino que sólo tengo dinero. Con dinero compro la materia prima y la fuerza de trabajo de los veinte ñatos mencionados que hacen alguna clase de trabajo manual produciendo alguna artesanía que luego vendo ¿No me convertí en capitalista sin poseer ningún medio de producción, a no ser dinero?

Ahora supongamos el ejemplo contrario: tengo una máquina. Varias máquinas. Una fábrica entera. Tengo también materia prima. Pero no tengo un mango en mi cuenta corriente ¿Puedo producir algo? A menos que encuentre a alguien que labure gratis un tiempo, no. Tendré que vender parte de mis materias primas o mis máquinas para conseguir (adivinen qué cosa) dinero con el que pagar a los laburantes ¿no?

O sea que sin “medios de producción” puedo aún producir algo si tengo dinero. Pero sin dinero no puedo producir nada, incluso poseyendo “medios de producción”.

¿El dinero no es entonces un medio de producción?

Si alguien quiere decir que no, está muy bien; pero por favor expliquemos por qué. Y si no somos capaces, entonces no nos aferremos a “las categorías” y tratemos de entender qué ocurre. Repetir como un loro que “no, no, no”, no sirve.

Hay que recordar de dónde provenía el debate original: si cabía la posibilidad de considerar pequeño burgués a una persona con un determinado saldo en su cuenta corriente (una suma lo suficientemente importante como para poder ser intercambiada por medios de producción en una cierta escala). Yo creo que decir que el dinero es un medio de producción indirecto es entonces perfectamente válido y ajustado tanto a Marx como a la praxis: intente cualquiera producir lo que sea sin dinero compitiendo contra quien produzca lo mismo con dinero, y luego me cuenta.

Y esto es lo que nos lleva al segundo puntito, la pregunta acerca de si una determinada capacidad de acumulación cambia o no la pertenencia a una clase. Pero para eso me voy a gastar otro post.

Buenas noches.

24 comentarios:

werte dijo...

En principio, no hay ningún problema en decir "el dinero es un medio de producción", si se trata de una afirmación de sentido común, totalmente operativa en su propio plano. El problema, con referencia al marxismo, es que "medio de producción" tiene un sentido preciso, y también lo tiene "dinero". Los ejemplos que das, para Marx, se relacionan con el dinero funcionando como "medio de compra" (o como "mdio de pago") de mercancías, estas pueden ser medios de producción, fuerza de trabajo, o bienes alimentarios, según de qué se trate y la relación en que se inserte. Si son mercancías utilizadas para producir mercancías se trata de "medios de producción". Meter una afirmación que como sentido común funciona -y por tanto no es reprochable en ese plano- ("el D es un MP") en el orden conceptual -todo lo discutible que se quiera y pueda- implica introducir la sombra de una identidad que no existe, en este caso, al dinero con un tractor.
Que el dinero sea el mediador universal queda dicho por su definición como equivalente general. ¿No sé si me explico? ¿Llamaríamos fuerza de trabajo al dinero -y por contra, dinero a la fuerza de trabajo- por el hecho de que sirva para adquirirlo? No. Tampoco entonces MP.
A lo que voy, un orden conceptual, aunque sea tentativo, supone una economía lingüística. Usar un mismo término para definir dos cosas o fenómenos introduce la ilusión de una identidad, y, lo que es verdaderamente grave, invisibiliza las diferencias, y decir diferencia es decir concepto.
Definirr al dinero como equivalente general es decir que no es nada en sí mismo, y la nada excluye también a MP y, en el límite, al dinero mismo, que es pura virtualidad. Saludos. Perdón por la longaniza. Tengo otras cosas que comentar, sobre las citas y el ejemplo de la Polinesia, pero lo dejo. Hablando de fuerza de trabajo, tengo que ir a sudar :)

Jack Celliers dijo...

Werte: Lo que decís es totalmente cierto, los términos tienen una identidad precisa que puede diferir del sentido lato, y es necesario no confundirlos. En eso estamos de acuerdo.

Ahora bien, el problema es que la discusión viene desde más atrás, y gira alrededor de las definiciones de clase (en el post antepenúltimo).

Según la definición marxiana "burgués" es quien posee "medios de producción", la pregunta es si el nivel de ingresos - dado un determinado nivel de acumulación - no puede convertir a un asalariado en pequeño burgués en el momento (difícilmente determinable, ya lo sé) en el que su capacidad de acumulación, la guita que tiene en el circuito bancario, etc. le permiten o bien adquirir un medio de producción o bien poner a trabajar el monto acumulado en el circuito financiero.

El problema viene de una constatación muy simple en la praxis: los mandos medios de una empresa no están siquiera sindicalizados, en una huelga es muy difícil que participen gerentes ¿por qué, si son todos proletarios?

Yo creo que la posesión de un determinado monto de capital en forma de dinero convierte a un tipo en capitalista por más que siga trabajando (un gerente que gane quince o veinte lucas por ejemplo), por la menor dependencia que le permite tener frente al capital ajeno.

Por otra parte hay especuladores que viven simplemente de invertir y mover sumas de dinero ¿Son proletarios porque no poseen medios de producción, y "sólo" tienen dinero? No lo creo.

Martin dijo...

“El dinero no es nada, entonces es todo.”

No quiero guapear, pero la excesiva plasticidad de los conceptos me parece un tanto más "peligrosa" y "preocupante" que el uso indiscriminado de citas. Lo digo porque realmente me interesa mucho que nos pongamos de acuerdo. Sé que tengo un estilo medio cínico, pero no quiero “tener razón”, no busco ganarme un porotito. Quiero entender, quiero ver qué ocurre.

Muchas veces lo que uno dice tiene que ser dicho así: con palabras propias y ajenas. Si las propias son poco claras o insuficientes, se puede preguntar. Por razones obvias, es más fácil interpelar al citador que al citado. Y es cierto: los citados que valen la pena son los que demandan una lectura más activa. Se trata de honestidad nada más. Uno puede hacer decirle a Marx cualquier cosa, pero para repetir fielmente las fuentes hay que tratar de respetar el contexto. Ahora, cuando una teoría no se ajusta a la realidad, la honestidad intelectual obliga a cambiar la teoría, y no amoldarla a cualquier costo. Está claro: puede estar fallando nuestra interpretación de la realidad, pero no hay que olvidar que también -y muy probablemente- puede estar fallando la teoría.

Jack, de tu cita a Marx:

Lo que mediante el dinero es para mi, lo que puedo pagar, es decir, lo que el dinero puede comprar, eso soy yo, el poseedor del dinero mismo. Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero. Las cualidades del dinero son mis —de su poseedor— cualidades y fuerzas esenciales. Lo que soy y lo que puedo no están determinados en modo alguno por mi individualidad.

A mi entender habla del carácter indiferenciador del dinero, y no de su condición de medio de producción. Alude a una cuestión más “humanista”; a ver si me explico: el hecho de que no importa quién seas: si tenés dinero, podés comprar, poseer, ejercer tu voluntad sobre otros. El capitalismo es el control de las personas, no de las cosas. Me parece que va por ese carril. (esta cita, digo).

Si nos ajustamos a la teoría marxista no podemos considerar al dinero como un medio de producción porque no permite modificar la naturaleza y -mediante la extensión de la fuerza de trabajo humana- generar riquezas.

¿En qué se diferencia tener una máquina de tener dinero? Pues es muy simple: la máquina es un medio de producción... la máquina tiene capacidad productiva.

Con la máquina producís.

Con el dinero comprás para producir. No te queda otra.

Comprar no es producir. Comprar es parte del intercambio, no de la producción. La riqueza se genera en la producción, no en el intercambio. Es en la producción donde interviene la fuerza de trabajo, único generador de riqueza. Se puede producir perfectamente sin dinero. Tranquilamente te podés juntar con tus vecinos y armar una cooperativa; cada uno pone algo, uno pone una máquina, el otro pone un local, el otro pone un montón de tela vieja que tenía guardada, otro se ofrece para laburar, y otro se ofrece con su camionetita para salir a vender. ¡Se está produciendo a espaldas del dinero! ¡Herejía! Con dinero solamente no podés producir, a menos que descubras propiedades insospechadas del papel moneda, o que armes artesanías con billetes de 10 pesos y las cobres 50. ¿Se entiende?

Me parece que no vale la pena insistir demasiado con esto. Si te hace feliz considerar al dinero como medio de producción, metele nomás. Solo te digo que, de acuerdo a mi modesto background teórico, ésa no es una postura marxista ni por asomo. Como dice Werte, es una conceptualización que invisibiliza las diferencias.

Ahora bien, la acumulación de enormes sumas de dinero otorga poder, nadie lo niega.

Entonces lo que todavía sigue blandito todavía es la definición misma de clase social.

Es interesante porque una de las cosas que a mi entender cambiaron mucho en esta (ojalá última) etapa del capitalismo es que, justamente: los que tienen la batuta no necesariamente poseen los medios de producción. Más bien se desprenden de los medios de producción, como si ensuciaran. Mejor tercerizar. Mejor tener acciones, especular, jugar en el mercado, viajar livianito y sin restricciones locales.

Hoy por hoy es muy difícil calcular la fortuna que detentan los empresarios supermillonarios (ésos que ni siquiera conocemos). Porque no acumulan fábricas y medios de producción, como antes. Tampoco acumulan demasiado dinero efectivo contante y sonante. Acumulan títulos, acciones, bonos, fideicomisos, derechos, fondos comunes, garantías, prerrogativas... Acumulan conocimientos, información, capital, poder.

¿Me dirás que no? ¿Me dirás que el conocimiento y las prerrogativas políticas no son nada en sí mismos?

Si un linyera de plaza Constitución se encuentra una valija con diez millones de dólares lo más probable es que se emborrache, vaya de putas, invite una ronda a los amigos, y si la salud se lo permite, y tenga la precaución de guardar el dinero en algún sitio (sin que nadie lo pase por arriba) tal vez se compre alguna quinta con pileta en City Bell. El resto se lo van a ir paulatinamente robando los avivados que lo rodeen.

Ahora, unos sujetos muy atorrantitos en una mesa de inversiones, manejan sumas como esa todos los días, invirtiendo en el mercado de valores el dinero que (no, no encontraron en una valija pero...) pertenece al fondo de jubilaciones de una AFJP. Y te puedo asegurar que lo más probable es que hagan de esa nimia valijita un terrible costal de billetes (que nunca se transforman realmente en billetes, sino más bien en papelitos guardados celosamente por entidades custodia).

Retomando…

El trabajador queda vinculado a la fábrica, al espacio de trabajo. Queda irremediablemente comprometido con lo local, lo periférico. El capital, en cambio, se desprende paulatinamente de muchos compromisos que antes lo ataban, restringiendo su movilidad. Ojo, digo que se desprende, no que está desprendido. Los logros en la lucha de los trabajadores siguen siendo significativos. Pero el capital busca el contexto más favorable para la explotación. Las trabas son cada vez menores. Y cada vez más lejos del alcance de los trabajadores, cuyo número, a su vez, disminuye. Y si la explotación no rinde, y no hay generación de riqueza material posible, la estrategia es la de acaparar más, alentar el consumo: que lo principal sea consumir. El hombre se va transformando en un Homo consumens, decía Erich Fromm.

La tendencia se da a nivel intensivo y extensivo. A mayor y menor escala. Tomemos tu ejemplo de los artesanos de la Polinesia. Resulta que una empresa los provee de materia prima. Ellos ponen el cuerpo, el saber, y las herramientas. ¡Y ni siquiera es así! Hasta la distribución de materia prima se terceriza. ¿Qué pone la empresa entonces? Vos decís: pone dinero, y como dinero es medio de producción, la empresa tiene los medios de producción (sin tenerlos: el dinero es todo y es nada) y problema resuelto, tengo los trabajadores por un lado y los burgueses por otro. Fin del asunto.

En mi opinión los hechos son los mismos, pero el dinero es tan solo un medio. Eso y nada más que eso: Medio de intercambio, medio de acumulación. Lo que pone las cosas de un lado y del otro en el análisis de clase no es sólo la posesión directa o indirecta de los medios de producción. Es algo más que eso. La posesión de los medios de producción es sólo una parte del cuadro completo. No sólo se trata de producir artesanías; eso es lo de menos, para eso se contrata intermediarios, distribuidores, proveedores de materia prima, coordinadores. Se trata también de fetichizarlas, hacerlas objetos de consumo masivo (sin que se note, porque dejarían de ser artesanías). Se trata de vender viajes a la Polinesia, con artesanías incluidas como un must (artesanías que antes se producían espontáneamente, con otros fines. Artesanías que antes, tal vez, ni siquiera existían). Se trata de establecer una psicosis social que haga que todo valor posible, real o ficticio, pueda volverse mercancía. El único límite es el cielo, o más bien la tumba.

Como te decía en un debate anterior: la generación de riquezas (y su acumulación) está cada vez más desvinculada de la mano de obra, es decir, del trabajo material vivo. La reproducción y el reparto de la riqueza se independizan gradualmente de la estabilidad de los compromisos laborales.

Si bien para estos empresarios es muy fácil obtener liquidez y transformar esos valores nominales en cosas muy concretas y objetivas, la acumulación tiende a surgir de ganancias cuyos valores son despojados de su objetivación, pero que igual pueden intercambiarse -a través del dinero- por valores objetivados.

Arrimo conclusiones:

Primero, que el proceso productivo tiende a automatizarse. Crece la composición orgánica del capital.

Segundo, y muy estrechamente vinculado a lo anterior: cambia la lógica de la acumulación. No hace falta ser el dueño de la fábrica. Para reproducir la riqueza, la lógica de la acumulación lleva al capitalista a desprenderse como sea posible de los compromisos a los que, de mala gana, estaba acostumbrado.

Tercero: cada vez más productos son cada vez menos el fruto del trabajo manual. Tienen un componente simbólico que -gracias a la sobredeterminación actual de eso que Marx llamó fetichismo- su valor de cambio depende más del aspecto simbólico que del sustrato material, objetivo. Es difícil establecer el valor real de esas cosas porque se produce un desfasaje no menor entre el valor simbólico y el valor real de esos activos.

Esto pone más en vigencia que nunca el análisis de clase. Y creo que hay que tener en cuenta estas cuestiones para encontrar una definición de clase social. Si a nivel mundial la riqueza se concentra, algo parecido puede estar pasando con la pertenencia de clase, ¿no?

Quiero decir… tal vez el número de aquellos que puedan considerarse como burgueses esté decreciendo sostenidamente.

La posesión de una determinada suma de dinero puede convertirte en burgués. Determinar la suma es muy difícil, concuerdo. Pero es fácil notar que la suma, sea cual sea, es necesariamente mayor que ayer. Y mucho más chica que mañana. Hasta diría, más chica que dentro de un rato.

Pero no sólo la posesión de esa suma (móvil, errática) de dinero te convierte en un burgués. La pertenencia a una clase u otra no está dada por sumas de dinero. No solamente. Tampoco está dada por la posesión de medios de producción, así, a secas.

La verdad, es bastante más difícil de lo que parece.

El credo neoliberal de moda insiste en que no hay clases, amparándose en estas cuestiones que estamos debatiendo, pero desde un punto de vista más simplón. Como no hay clases, no hay izquierda ni derecha, el mejor programa político es la gestión. Objetivos concretos, señores: superadas las ideologías es hora de ir a tapar baches por ahí hasta acabar con la miseria del mundo.

Lo curioso es que, sin ponernos de acuerdo en definición cerrada de clase social, podemos hacer un análisis de clase y también podemos, eventualmente, compartir objetivos políticos. Beneficios de la dialéctica.

Anónimo dijo...

Notable que el 80% de la asistencia financiera que solicitan las empresas a los bancos sean para el famoso "capital de trabajo"

El desfazaje entre ciclos de cobranzas y pagos lo exige.

Parece ser que en el Capitalismo el dinero es esencial para cerrar el ciclo productivo.

PS Extraño a Germán

Jack Celliers dijo...

Brasil: Perverso lo suyo ¿eh?

Dolmancé, algunas cosas de las que planteás ya las discutimos.

Acumulan títulos, acciones, bonos, fideicomisos, derechos, fondos comunes, garantías, prerrogativas... Acumulan conocimientos, información, capital, poder...

A mi eso me parece poco preciso. Yo sigo sin entender cómo es que tener "títulos" o "acciones" no es tener medios de producción. Para mi primitiva cabeza un título de propiedad no es más que la certificación legal que acredita la propiedad, y eso existe desde siempre.

Los bonos, fideicomisos y fondos comunes siguen representando en última instancia formas complejas de la propiedad de medios de producción... o de dinero, no son nuevos, existen casi desde el inicio del capitalismo.

En cuanto a la información, es verdad que la información es un capital, y que el acceso a ella es importante. Pero eso no define clase, más bien puede decirse que la pertenencia a clases privilegiadas obviamente redunda en la posesión de información importante que a su vez redunda en poder. La información es una mercadería cuyo valor es súmamente variable.

Tu ejemplo del linyera es un poco prejuicioso, me parece. Hay linyeras caídos desde la "clase media". Entiendo que tener educación es un activo, pero en tanto - y acá sí me voy a poner un poco en contra del concepto "potencialidad" - esa educación/información no den acceso a cosas más concretas no pueden definir clase de ninguna manera. El mundo está lleno de genios muertos de hambre.

En cuanto a la diferencia que hacés entre dinero y máquina es real. Yo entiendo - aunque no se note porque mi cráneo es poco maleable - que el dinero simplemente facilita el intercambio, y que durante el intercambio ninguna riqueza se genera (hay algunas interesantes sutilezas que discutir acá, pero lo dejo para otro post).

El dinero por sí mismo no produce nada, y llamarlo "medio de producción" stricto sensu es un error. Pero a lo que apunto yo es a la definición de clase social.

Brevemente: me parece una inconsistencia llamar "burgués" a quien posee una máquina y no llamar igual a quien tiene el equivalente en dinero (o mucho más) para comprarse una máquina.

Si mido la capacidad productiva de A que tiene un palo verde en billetitos y la de B que tiene un tallercito, me cuesta creer que B es burgués y A no lo es. OK: A deberá comprar un medio de producción concreto, y esa es una mera operación de intercambio, pero una vez completada esta transacción resulta que A ya está produciendo.

Más aún: A puede poner su palo verde a jugar en el circuito financiero sin ver una máquina en su vida. Pregunto ¿Qué es A? Burgués no, porque su dinero no es un "medio de producción", sin embargo el tipo lo hace circular, lo presta a interés, lo invierte y saca un rédito... Si ese rédito es - ajustándonos a la teoría - valor acumulado ¿de dónde pomo salió?

Respuesta: lo produjeron otros. Con el dinero que A les prestó a través del circuito bancario, unos capitalistas (de definición clásica) se compraron una máquina, pagaron salarios, vendieron mercaderías, obtuvieron su plusvalía y de ella una parte fue a parar a A.

O sea que A vende dinero, más ajustadamente: lo presta a interés. Es el dueño de la mercadería más versátil del mundo, pero como no es dueño de un "medio de producción" acá me dicen que no es un burgués... Caramba ¿qué cosa será?

Eso me pregunto.

Anónimo dijo...

Recuerden mi supina ignorancia... Pero...

"Parece ser que en el Capitalismo el dinero es esencial para cerrar el ciclo productivo."

Cuando puse esto estuve un poco escueto.

El dinero es un medio de intercambio. OK

En la medida que sea "flujo de dinero". Y si luego de producirse el flujo "normal" entre A que vende y B que compra, que a su vez le compra a C , a alguno le sobra dinero se transforma en acumulación OK

Hasta acá nada indicaría que el dinero pueda ser un medio de producción

Pero en la dinámica "real" la acumulacion se vuelca al mercado en forma de préstamo. Un préstamo es una forma de comprar o arrendar la producción de otro. Los instrumentos que cita Jack (bonos / acciones) son una suerte de título de propiedad de alguna actividad productiva.

El fulano que invierte dinero es dueño de una de las "maquinas" en la línea de producción. Por lo menos es dueño del "capital de trabajo" que la empresa necesitó para seguir funcionando.

Supongamos que el no es un burgués....¡pues es toda una paradoja, ya que los propietarios de la fábrica siguen existiendo (y siendo burgueses) por su inversión!

Martin dijo...

[...] O sea que A vende dinero, más ajustadamente: lo presta a interés. Es el dueño de la mercadería más versátil del mundo, pero como no es dueño de un "medio de producción" acá me dicen que no es un burgués... Caramba ¿qué cosa será?

Claro claro, yo también me lo pregunto. Es flagrante que A no pertenece a la clase trabajadora. Y por eso mismo, tal vez la definición de clase estrictamente vinculada a la tenencia o no de medios de producción sea insuficiente.

Insisto: si bien el aspecto económico / estructural es muy importante tal vez haya otros factores que influyan en la pertenencia a una clase u otra.

Satamarina dijo...

Y yo que al empezar a leer creí que iba a hablar de LA CITA, de esas en que se citan dos personas, y me imaginé a dos hablando de libros, y que ud decía que no todo era leer...

bueno.

saludos

Jack Celliers dijo...

Marina: demasiada imaginación mire. Hay citas más peligrosas que emboscadas, claro.

Martin dijo...

Brasil dice…

Pero en la dinámica "real" la acumulación se vuelca al mercado en forma de préstamo. Un préstamo es una forma de comprar o arrendar la producción de otro. Los instrumentos que cita Jack (bonos / acciones) son una suerte de título de propiedad de alguna actividad productiva.

Entiendo que se puede ver la posesión de acciones como una suerte de “propiedad” de un pedacito de empresa. Pero estamos hablando de una tenencia bastante abstracta. Para ganarse el derecho de decidir o de participar activamente en el mecanismo productivo hay que comprarse un buen porcentaje de papelitos, y no es lo más común: estamos hablando de cientos de miles de millones. Las empresas son cada vez menos y concentran cada vez más capital. Invertir en instrumentos financieros es más una apuesta a las fluctuaciones y caprichos del mercado que la posesión de medios de producción. Cualquier hijo de vecino puede ir al banco e invertir en un fondo común. Ahora… no cualquier cristiano puede ser dueño del 80% de las acciones de Telmex.

¿Uno es burgués y el otro laburante?

No sé.

¿Entonces tener una montaña de billetes te convierte en un burgués?

No sé.

Pienso en un funcionario… un funcionario con varios millones en alguna cuentita suiza. No invierte en el mercado de valores porque es un patriarca conservador tradicionalista al estilo latinoamericano. Solo sabe quedarse con vueltitos de aquí y de allá y amasar una poderosa fortuna. Un tipo así lo que menos hace es producir. No produce, no posee medios de producción, no invierte en la producción. Solo consume y acapara. ¿Típico exponente de la clase obrera? No, ¿no?

Anónimo dijo...

Perdón por mi comentario anterior "interruptus"

Recibí un llamado de la patrona informandome que pasaba de las filas proletarias a las de los desocupados, y de puro shockeado apreté cualquier cosa

Apuntaba mi comentario a que si existen en la discusion tantas dificultades para la "sistematizacion" de clases, debe ser porque la complejidad de las relaciones laborales requerirá que gente más sabia que yo rompa con algún paradigma. Obviamente que la mayoría de la tropa (en este y cualquier otro campo) está para apoyar consignas y dogmas. Los verdaderos discípulos existen para romper con los paradigmas del maestro

No es un a tema menor: si el encuadramiento de un individuo en una clase muta, muta tambien el conflicto y la resolución política

En todo caso la burguesía (cualquier cosa que ella signifique), ha tenido la inteligencia de ensuciar el campo de batalla. Marginales, desocupados y trabajadores que no se sabe bien que son y que funcionan como carnada e ilusion de acceso a un estrato mayor, parecen ser más una hábil maniobra que un residuo...

Pero supongo que eso es la próxima discusión

Anónimo dijo...

Dolmancé, estimado

Va un cometario peronista

Está equivocado con lo del funcionario (si es político). Acumula una pequeña parte de lo que roba.- La mayor parte la hace circular, punteros, matones, intendentes, etc, según el nivel del mismo

Es decir financia política. Tiene una empresa de "servicios" y sucursales. Es un burgués

Tino Hargén dijo...

Jack, acá tenés otro militante en contra de las citas, totalmente de acuerdo en lo que decís. Después amplío sobre esto y queda lo del tema del dinero, ay, ay, para poder leer y comentar todo lo que quisiera en los bogs necesitaría dedicarme las 24 horas del día y de noche también ( uh me salió una cita de Herminio )

Martin dijo...

Querido brasil, yo soy muy gorila (si acaso ese mote califica para un mozalbete como yo, cosecha 77), pero concuerdo totalmente con su definición sobre el trabajo de un funcionario: Es un burgués, aunque no por poseer medios de producción. Es un burgués, sea lo que sea que eso signifique.

Saludos.

Jack Celliers dijo...

Dolmancé:

Pero estamos hablando de una tenencia bastante abstracta.

No veo qué tiene de abstracta a no ser el medio de representación. Es como decir que el dinero es abstracto, lo cual es verdad, ¡pero no deja de tener un efecto muy concreto!

Para ganarse el derecho de decidir o de participar activamente en el mecanismo productivo hay que comprarse un buen porcentaje de papelitos, y no es lo más común: estamos hablando de cientos de miles de millones. (...) Cualquier hijo de vecino puede ir al banco e invertir en un fondo común. Ahora… no cualquier cristiano puede ser dueño del 80% de las acciones de Telmex.

Por supuesto, el límite es variable y nuevamente tiene que ver con la capacidad de acumulación.

Normalmente en las empresas hay reglas acerca de la posesión de acciones, y (mis conocimientos sobre mercados financieros son precarios, apenas sé cómo llenar un cheque) entiendo que a cierto nivel existen incluso diferentes tipos de acciones que facultan al tenedor para tomar decisiones o no, etc.

Fuera de estos mecanismos, la posesión de acciones es bien concreta, tiene un efecto bien real. Tratá de acumular acciones por más del 10% de una corporación en EEUU (esto es: intentar un unfriendly takeover) y vas a ver cómo se expande la histeria entre los accionistas.

En cuanto al puntero, creo que los políticos - como los policías - son trabajadores, sólo que una forma especial de trabajadores cuyo empleador es la clase dominante. Me dirán que todos estamos empleados por la clase dominante, es verdad, pero mientras nosotros nos encargamos de generar plusvalía los políticos burgueses y los punteros se encargan de sus objetivos políticos, los policías se encargan del logro de objetivos sociales, las ffaa de objetivos militares y así.

Pero son empleados.

No es por nada pero como definición de clase me sigue gustando la mía. Si alguien conoce algún estudio teórico acerca del asunto (que no sea Weber-friendly please), chifle.

werte dijo...

Jack, mi impresión es que buscás un criterio "limpio" o deductivo para atribuir individuos concretos a clases, pero eso es imposible.
No se trata de que en el capitalismo hay clases, una verdad de perogrullo, sino de que el "capitalismo" ("sujeto" que incluye la "lucha obrera" entre sus elementos dinámicos) las reinventa todo el tiempo reinventando las formas de dominio y producción, incluyendo los instrumentos jurídicos etc. Sólo permanecen siendo "las mismas" a un nivel genérico. Lo que "permanece" del capital es la necesidad de reproducir las condiciones "de valorizar el valor", pero siempre actuando a un nivel específico. Dicho de otra forma, el capital sólo actúa como capital en general en circunstancias de crisis.
Lo general y lo particular no es un problema de clasificación y de abstracción epistemológica, sino práctico, es la práctica del capitalismo, su modo de operar y reducir para reproducir, cada vez, sus condiciones.
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Los criterios de atribución de individuos a clases tienen que tener en cuenta esa dimensión reflexiva y esa ambigüedad. Siendo fiel a la superficie, que es donde se construye y reconstruye el dominio. Para el caso, cuando Marx explora el acontecimiento "comuna de París" no busca imponerle nombres "desde afuera", los toma de la situación (orleanistas etcétera).

O sea, creo que el error nace de tu mirada "epistemologista". Esa es mi honesta impresión. Como si buscaras un "método". Es la única manera en que puedo explicarme que te llame la atención ese ejemplo de la Polinesia. Es casi igual al domestic system de producción textil que se desarrolló en toda europa en los siglos xvi y xvii, y que, a caballo entre el capitalismo comercial y el "plenamente" capitalista, constituye el corazón de la acumulación eriginaria previa a la "revolución industrial". En ese sistema propietarios explotan propietarios. En términos esquemáticos, un comerciante o firma comerciante "adelanta" a crédito a campesinos (o sea, éstos se endeudan con él para comprarlos, ergo, son sus titulares) medios de producción para producir telas, prendas, etcétera, que le venden a ese mismo comerciante que a su vez vende etcétera, la mediación estandar del capital comercial. Para los campesinos y pequeños propietarios es un ingreso extra, etcétera, el comerciante tiene una especie de "fábrica" dispersa etcétera que le asegura la provisión. No hay explotación "directa" de la fuerza de trabajo. Por otro lado, frente a la lucha de clases de los sesenta y setenta el capital ha vuelto a desarrollar ese tipo de formas dispersas de control de procesos. Ttercerizaciones masivas, publicidad, servicios legales, financieros, diseño, segmentos productivos enteros, hasta, en el límite, empresas como nike y benetton que lo único que tienen es eso, "nike" y "benetton", un nombre que vale miles de millones. A la primera la proveen los chinos con la supervición severa del partido de mao, a la segunda una red de microempresas del venetto regenteadas por ex asalariados de la gran industria.

Gerentes o dirigentes de corporaciones: un papel jurídico como un recibo de salarios puede ser muchas cosas ("funcionar de muchas maneras") según las relaciones en que se inserten y en el cual se significan. Aunque cobren "salario" "todos sabemos" (o sea, lo "sabe" la trama social y productiva en que se insertan) que sus salarios están enganchados a la producción de ganancias (la trama lo "sabe" tanto que no sólo siempre se pusieron sus "salarios" a sí mismos, sino que suele estar "institucionalmente" reconocida esa "especialidad" bajo la forma de "primas" etcétera, y el hecho de que estas se hayan generalizado nos dice bastante de las transformaciones del capitalismo actual). En suma, lo importante para "atribuir" no es comparar las dotaciones del individuo con predefiniciones genéricas (burgués es el que tiene capital, etcétera) sino ubicarse en la superficie donde operan las estrategias y donde, por supuesto, todo se vuelve discutible no sólo desde "afuera", sino, lo que importa, desde "adentro". Por ejemplo: el quilombo productivo de los setenta obedece a que la línea de comandos se rompió. Las ecuaciones "relaciones de producción / posiciones de clase / actitudes sociopolíticas" son históricas, porque son variables. entonces, ¿qué sentido puede tener buscar una forma "limpia" que pueda deducir las últimas (lo concreto) de las primeras (lo general)?

Personalmente, odio la sociología "marxista". Me parece, además de un invento burocrático, el colmo de lo inútil, por decir, debates como los de Milcíades Peña, que creen -creía en el caso de MP- que pueden deducir la "naturaleza del peronismo" desde un gabinete. Para mí, en cambio, buen pensamiento "marxista" es el de Horowitz, Los cuatro peronismos. Analiza el peronismo aceptando el plural inevitable de lo concreto. Y sobre todo tomando en cuenta lo primero: se trata del pasado, de una verdad retroactiva y, cuando mucho, de las "tendencias" a futuro que es dable esperar de un desenvolvimiento y en relación a las cuales posicionarse; pero nada de "la naturaleza del...", no en el sentido especulativo de peña.

En síntesis, me parece un "falso problema" el de la atribución. Hay que instalarse en la situación. ¿Una huelga? Es muy fácil saber quién es el patrón, quién el compañero, quién el cobarde, quién el alcahuete, el periodista antiobrero, y el ministro burgués... y todos los nombres-atributos que aparecen cada vez, y siempre tan apropiados. Saludos :)

Jack Celliers dijo...

Werte: Busco un criterio deductivo y no veo cuál es el error en intentarlo. Incluso si el capitalismo fuera tan vertiginosamente cambiante como vos decís (y yo creo que eso es una percepción muy en boga pero falsa) creo que es más necesario aún aplicar la razón para entender cuáles son esos mecanismos de cambio y reinvención, y de qué hablamos cuando mencionamos el término "clase", porque para hablar de términos que no se pueden definir ya lo tenemos a Lacan.

La impresión que no puedo sacarme de encima es que el zeitgeist es decir: "¡es todo cambiante, es todo vertiginoso, es todo inasible!" y que por eso es un "error" tratar de dar cualquier encuadre lógico a la realidad.

Hasta ahora no entiendo - puede ser una deficiencia mía - por qué si admitimos que hay clases, y que esas clases están compuestas por individuos, no podemos analizar a qué clase pertenece un individuo concreto. Ni siquiera digo que sea válido o aún posible en todos los casos, de lo que estoy seguro es que es una demasía decir - como decís vos - que no es posible en ninguno.

De última, si no es posible determinar las clases sociales para un individuo concreto, no entiendo para qué hablamos de "clases", ni qué clase de científico era Marx.

Esto:

En suma, lo importante para "atribuir" no es comparar las dotaciones del individuo con predefiniciones genéricas (burgués es el que tiene capital, etcétera) sino ubicarse en la superficie donde operan las estrategias y donde, por supuesto, todo se vuelve discutible no sólo desde "afuera", sino, lo que importa, desde "adentro". Por ejemplo: el quilombo productivo de los setenta obedece a que la línea de comandos se rompió. Las ecuaciones "relaciones de producción / posiciones de clase / actitudes sociopolíticas" son históricas, porque son variables. entonces, ¿qué sentido puede tener buscar una forma "limpia" que pueda deducir las últimas (lo concreto) de las primeras (lo general)?

Perdón, para mi es incomprensible. No sé qué son las "dotaciones del individuo" ni qué es "la superficie donde operan las estrategias y donde todo se vuelve discutible no sólo desde afuera sino desde adentro". Tampoco entiendo por qué "la línea de comandos se rompió" ni que "relaciones de producción / posiciones de clase / actitudes sociopolíticas" son históricas porque son variables".

Si entendí algo de todo esto, yo creo que confundís la pertenencia objetiva a una clase con la ideología. Un obrero puede ganar dos mangos, escuchar Radio 10 y votar al peronismo. Esto significa simplemente que su ideología esta contrapuesta a sus intereses objetivos de clase. Para esto justamente sirve determinar la pertenencia a una clase de un indivisuo: te permite determinar el nivel de alienación en el que se encuantra y dirigirte eventualmente a él hablándole en nombre de sus intereses contrapuestos a la merda que le han metido en la cabeza.

Y por eso luego caés en lo que para mí es una simplificación medio bestia: "Es muy fácil saber quién es el patrón, quién el compañero, quién el cobarde, quién el alcahuete, el periodista antiobrero, y el ministro burgués... "

No creo que sea tan fácil como parece. Un error que cometieron las orgas revolucionarias de los '70 fue confundir combatividad con conciencia de clase, por ejemplo. La conciencia de clase es mucho más complicada que la mera combatividad: una huelga es una cosa, la actividad política sostenida en el tiempo es otra. Una huelga puede sostenerse sobre la combatividad, la buena voluntad, la tenacidad y la ayuda de muchos, pero lo que sostiene la actividad política de un partido revolucionario es algo más difícil.

A menos que digamos que el capitalismo es tan complejo, tan inasible, tan virtual y tan aplastantemente triunfante que ni vale la pena ponerse a pensar ninguna de estas pavadas, claro.

Salutes.

werte dijo...

ajá, "adentro", "afuera" etc., no es jerga. MI rechazao a ver "de afuera", desde una falsa distancia, etc., es mi versión mental y resumida de la tesis 11 sobre feuerbach. "Comandos" tal vez debí poner cadena de autoridad, orden productivo, etc., algo así. "Superficie", lo mismo, quiero decir, el objeto es práctico. "Dotación", lo mismo. Mejor o peor dotado :), me refiero a tu ejemplo, asalariados con ingresos extras a través de activos de renta, alquileres, intereses, tu pregunta de cómo clasificar a alguien dada cierta dotación de estos derechos financieros o de renta, etc.
¿Qué significaría, para ser lo más concreto y corto posible, en tu post, pegarse a la "superficie", según mi ver? Pues aceptar el objeto contradictorio, algo que, a ese nivel, se presenta así. Frente a un individuo o grupo demasiado específico, salvo extremos o sociedades tan simples como una tribu, lo concreto se presenta así, con determinaciones plurales. Lo cual no significa aceptación moral o política. Significa aceptar el hecho de que en lo concreto, en las tramas concretas, el individuo es tironeado desde lugares diversos. Basta pensar en la propia vida. Tampoco implica minimalismo "científico", ni escepticismo canchero. A niveles más generales que el planteado por tu ejemplo, conceptos o determinaciones más generales, les guste o no a los individuos o a uno mismo. Aunque te miraran como a un subnormal resentido en los 90 cuando hacías pintadas contra el FMI, el circuito financiero de la deuda se iba a pinchar, de peor o mejor manera. Se iba a "pagar" con más plusvalía, alguien iba a tener que trabajar más por menos, hay que ver quién y cuánto cada quién. Les guste o no, aunque votaran a un pro-convertibilidad supuestamente "decente", "porque en este país dejamos de robar dos años y nos vamos para arriba".
A otro nivel eso quiero decir con el ejemplo de la "huelga", con lo que me refiero a otro "objeto práctico" o, como está de moda decir ahora "antagónico". Es un ejemplo concreto como el tuyo, pero buscando los criterios de clasificación en una situación, con un horizonte abierto, etcétera. Poner o pensar a ese individuo "con dotaciones diversas" frente a una situación concreta, de decisión, de "conciencia".
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Además la conciencia es un asunto complicado. Es difícil incluso hasta tener una opinión. Está el miedo, la furia, el tedio, las ganas de rascarse el higo, la familia, el bar, tantas cosas. Estoy de acuerdo con eso de que la izquierda ha sido un poco reduccionista en el pasado, entendiéndola sólo en relación a la idea de "interés objetivo". Lo más común es que los individuos acierten bastante en lo que les conviene, pero aún así... En fin. La dictadura no fue gratis. Y, como decía Carlos Correas, el fantasma de la represión es la eterna sombra del estado.

Jack Celliers dijo...

Si Werte, pero "pegarse a la superficie" es "aceptar el objeto contradictorio", muy bien, es lo que hace cualquier persona con un poco de amor a la dialéctica, nadie intenta negar la contradicción. Pero fijate que para llamar a algo "contradictorio" tenés que reconocer los términos de su contradicción.

Yo no intenté clasificar "Fulanito, que gana tanto, es burgués mientras que Menganete, que gana menos ya es un proletario", simplemente intenté establecer cuáles son las características que juegan - para mí - en la definición de "clase social" (unos posts más abajo, en Definición de Clase social); estas características pueden ser contradictorias y de hecho lo son, y si leés el post vas a ver que yo digo exactamente lo mismo que vos: las tendencias contradictorias "tironean" de la persona en una dirección u (o mejor dicho: y) otra. Ahora bien: no me parece nada malo reconocer estas tendencias, estudiarlas e intentar entenderlas, eso no es negarlas. Negarlas más bien me parece el decir: "esto es contradictorio, abandonemos todo intento de clasificarlo".

El post intenta establecer cuáles son las tendencias que empujan a una persona hacia una clase social u otra, la aplicación de esas tendencias a individuos concretos depende de grados (cuánta guita, qué tan estrecha es la relación del tipo con la producción, etc.) y es mucho más compleja porque depende del contexto. No intenté hacer eso porque requeriría más espacio, pero tampoco es imposible.

Que "lo concreto se presenta con determinaciones plurales", seguro. Pero para reconocer esa pluralidad tenés que hacer teoría. En ciencia pasa lo mismo: las clasificaciones taxonómicas, ponele, presentan individuos con grandes dificultades para su encuadre ¿esto significa que la taxonomía no sirve? No, significa que la realidad presenta siempre desafíos a toda definición, a cualquiera que se te ocurra, y no por eso renunciás a las definiciones.

Nadie niega que la realidad es compleja, y que todo encuadre teórico fallará en un punto, porque ninguna abstracción reemplaza a la realidad viva. Pero eso es razón de más - y no de menos - para hacer teoría y no renunciar a formularla, ya que para comprender el mundo no tenemos otra cosa.

Salut!

Martin dijo...

Che, todo muy lindo, pero, ¿en qué quedamos al final?

Después de todo este debate, ¿Qué definición de clase social podemos mínimamente acordar?

No por nada karlitos la dejó picando...

CHESTERTON dijo...

HOLA LINDUS!

ME EXTRAÑABAN? YO TAMBIEN, AL FINAL DE MI CUENTA QUE UDS., SON QUERIBLES.

DE TODAS MANERAS, QUIERO QUE SEPAN QUE DE VEZ EN CUANDO LOS OBSERVO A VER COMO NADAN EN SU PECERA.

¿ASÍ QUE ANDAN EN BUSCA DE DEFINICIONES? EL VERANEANTE BURGUÉS, ESA GUÍA SOCIALISTA (QUE NO PODRÍA VIVIR NI 24 HS. EN ACUERDO CON SU PENSAMIENTO) NO RENUNCIA A ELLAS.

CLARO, LO QUE SUCEDE ES QUE SELLERS NO COMPRENDIO A HEGEL (NO LO CULPO, …ES COSA “NO FÁCIL”), SI LO HUBIESE HECHO, SE DARÍA CUENTA QUE ES LA FILOSOFÍA MAS RACIONALISTA QUE JAMÁS HAYA EXISTIDO. LA MAS SISTEMATICA, LA MAS AMBICIOSA, LA MAS ORGULLOSA DE TODAS LAS FILOSOFÍAS.

ESTE MUCHACHO HABÍA CONSTRUIDO UN SISTEMA DONDE HABÍA ENTRADO TODO…….Y MARX SE LA CREYO.

Y AHÍ VEMOS LA INFLUENCIA DE HEGEL EN MARX: UN IMPULSO RACIONALISTA PARA TRATAR DE COMPRENDER TODO, DE DARLE DEFINICIONES A TODO…..COMO TRATA DE HACER SELLERS.

EN FIN….NUNCA SE DIRA LO SUFICIENTE SOBRE LA BARBARIE QUE DEJO HEGEL EN EL PENSAMIENTO FILOSOFICO…..Y EN LOS IDEOLOGOS.

PARA CONCLUIR, ESTAS CUESTIONES SON SOLO RESONANCIAS DE AQUEL ENFRENTAMIENTO ENTRE HEGEL Y SOREN, ESA LUCHA A MUERTE ENTRE EL PENSAMIENTO Y LA EXISTENCIA.

Y A MI HUMILDE (JUSTO Y BELLO) JUICIO………LA CRITICA DE SOREN A HEGEL ES DEFINITIVA…..LO ESTROPEO FIERO, EL DANÉS.

SALUDOS!

PD.: SELLERS, UD PROMETIO FOTOS….¿O TIENE PUDOR PORQUE LO VEAN EN UN BURGUER, BEBIENDO UNA BEBIDA COLA DE BAJAS CALORÍAS?

DECÍA SOREN:

“NO PUEDE HABER SISTEMA DE LA EXISTENCIA”.

Jack Celliers dijo...

Dolmancé: A mi me sigue gustando mi propia definición. Ya sé que no soy confiable como juez y parte, pero de todas maneras no veo que nadie haya dado una visión sistemática alternativa. Más aún: la voluntad de sistematizar y racionalizar es incluso puesta en cuestión.

El pensamiento débil se manifiesta de dos maneras: una es su vertiente posmoderna-escéptica, la cual reniega de toda racionalización por imposible, peligrosa, o bien porque la realidad es irrepresentable. Se trata de individuos que se fatigaron de pensar, que se desilusionaron de la razón luego de esperar mucho de ella. A mi me parece que lo que plantea werte está un poco (ojo, un poco nomás) influido por esta visión.

La otra es la vertiente romántico-medievalista que niega la razón y pone por encima un sentimentalismo fervoroso. Se trata de gente que jamás en su vida ha pensado en nada, sencillamente porque el cerebro no le da, y encuentra en el romanticismo de dos mangos una excelente justificación para sus incapacidades.

Ustedes creerán sin duda - lo sospecho - que a Yerman me lo inventé yo para representar, de una manera bien grotesca, a un individuo de esta última tipología. Pues no: el muchacho ha venido a mi blog y yo no lo contraté como atracción para los invitados, créanme.

Yerman, yo entiendo que a tu blog no va nadie, es que tu pensamiento es demasiado bello, justo, y sobre todo humilde ¡Ni siquiera poniendo minas en bolas transando lográs que se acerque un alma!

Esas muestras de delicado buen gusto que gastás son inalcanzables para un marxista, mejor se las dejamos a los católicos como vos, cruzados inigualables contra la pornografía. Entiendo que no creerás en la psiquiatría, pero leyéndote creeme que yo mismo pienso que el electroshock en algunos casos no puede dejar al individuo peor de lo que ya está.

Yo en cambio acepto debatir con vos por algo que por más que rebusque en mi mente no puedo definir de otra manera que como "caridad cristiana", mirá las ironías de la vida.

Ya voy a publicar algunas fotos, tranqui, sólo que voy a decepcionarte: no hay burgers en los lugares de la Toscana que visité, posiblemente yo no esté a la altura de esos lugares.

Saluditos Yerman, que la fuerza te acompañe.

Severian dijo...

Perdon si digo una obviedad, pero el dinero en si mismo significa algo solo si tiene un respaldo. Es decir si que un papel con la marca "un peso" no es sino la representación circulante de algo que vale un peso y que por su propia naturaleza no puede circular de mano en mano. Y para ese algo solo puedo imaginar algun medio de produccion (tierra, fabricas, conocimiento, aparatos). Luego no veo nada extremo en decir que el dinero ES un medio de producción.

Respecto de las citas: se cita por respeto al trabajo de otro, para no atribuirse meritos que no corresponden. Se cita para ahorrarse el trabajo de repetir lo que ya ha sido dicho, se entiende que en ese caso la cita debe ser atualizada, refiriendose a los ultimos desarrollos. Finalmente se cita a titulo personal aquello que nos ha producido una impresion particular, aquello que quedo en nuestra memoria y que viene a la mente ante una discusión.

Peste dijo...

Considerando la dispersion de las intervenciones, me extra#a que nadie haya sacado a colacion las palabras de don Lucchesi: "Finance is a gun. Politics is knowing when to pull the trigger".