19.7.10

A un año de la rebelión de los tintoreros - Nipomarxismo criollo



Fuente: http://www.ciudad.com.ar


Un reclamo de la pequeña burguesía en contra de la "clase política" puede ser justo, progresista y estratégico para la clase trabajadora.

Un buen ejemplo son los tintoreros tradicionales, casi todos de origen japonés, que hicieron una original protesta en Buenos Aires, arreglándoselas para hacer mucho ruido, brindar una demostración estética y juntar gente.



Esto fue hace casi exactamente un año.

El caso es que los tintoreros tradicionales fueron siempre referencia del barrio. La llegada de las "tintorerías ecológicas" es un efecto perverso del poder del gran capital.

Porque las famosas "ecológicas" utilizan percloroetileno, que según la IARC (International Agency for Research on Cancer, parte de la OMS), está clasificada como un carcinógeno de grupo 2A, o sea probablemente cancerígeno para los humanos. Concretamente:

Hay evidencia para asociaciones consistentemente positivas entre exposición a percloroetileno y riesgo de cancer oesofágico, cervical y linfoma no-Hodgkin. Estas asociaciones se muestran como difícilmente debidas a la casualidad, aunque no pueden excluirse errores y el grupo de estudios combinados es relativamente pequeño

Fuera del reparo final (y cabe preguntarse por qué no se hacen más estudios, ya que los peligros son grandes), está claro que no se trata de un producto confiable y mucho menos ecológico. El informe completo habla también de incidencias en la fertilidad masculina y abortos espontáneos.

Pero resulta que una hermana de Gabriela Michetti luce gracias a su brillante carrera profesional un interesante CV. Según informa el blog de los tintoreros autoconvocados:

Silvina Michetti, vicepresidente Ejecutiva de 5 à Sec Argentina

Licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires, y con un posgrado en Desarrollo Directivo en el IAE. Trabajó en el laboratorio de productos medicinales Vannier, durante dos años. Luego colaboró en la elaboración del business plan de 5 a Sec Argentina. Encabezó el start-up de la marca, y diseñó la estrategia de organización interna, negociación con hipermercados, creación de créditos para franquiciados y coordinación de las gerencias de franquicia y la gerencia de locales, teniendo a su cargo unas 150 personas. Desde principios de 2001 está abocada al desarrollo de 5 à Sec en América Latina, logrando comercializar en seis meses licencias en Chile, Méjico y Puerto Rico.


El dato es significativo si reparamos en el hecho de que en 2005 el gobierno porteño impuso la ley 1727 recategorizando como "industrial" lo que es en realidad un comercio familiar. El objetivo fue imponerles un montón de regulaciones sorpresivas, cobrar multas abusivas de hasta 50.000 pesos, y cerrar por la fuerza muchos establecimientos. Y lo peor es que el objetivo es generalizar el uso de percloroetileno en la actividad.

Se arruina el pequeño comercio, se destruyen fuentes de trabajo, se generaliza la contaminación. Es difícil ser más perverso.

Unas cien tintorerías de barrio cerraron hasta que los tintoreros tradicionales salieron a la calle.

No tengo que decir que esto es una muestra más del efecto letal del capitalismo sobre el tejido productivo y de la influencia de la gran burguesía en las decisiones políticas.

Tampoco tengo que decir que gobiernan políticos dependientes de los intereses del gran capital; en una palabra: miserables.

La japonesa es una cultura -adivinen qué- milenaria. No es casual que los tintoreros japoneses resistieran tanto tiempo: para muchos de ellos -según sus propias afirmaciones- su modo relativamente artesanal de producción es una forma de vida. La gran mayoría se interesó más por vivir tranquilamente de su comercio que por fundar un imperio a base de frenéticos codazos y pisotones. Y no por incapacidad competitiva (justo ellos...), sino seguramente porque su inteligencia les permitió ver que a veces y dado el contexto más dinero no es más felicidad.

Pero claro, esta pequeña burguesía también está bajo ataque. Los sectores más cultos de la pequeña burguesía pueden desarrollar reflejos combativos y progresistas. En este caso se trata de un vulgar acto de corrupción, pero es la corrupción inherente al gran capital que quiere hacer más dinero como sea.

Lógicamente pidieron que no hubiera banderías políticas, no llega a tanto su nivel de conciencia. Pero al marxista que quiera descartarlos diciendo que "son pequebús" (con esa suficiencia insoportable de ciertos militantes que no razonan sin un pendrive enchufado) no le vendría mal saber que eso es también culpa de una izquierda que no sabe articular tácticamente los intereses de la clase trabajadora con los de la pequeña burguesía cuando se enfrenta al gran capital. Y sin eso ni la clase trabajadora ni la pequeña burguesía lograrán avanzar a mediano plazo.

El problema de los tintoreros tradicionales es una ley, pero el fondo de esa ley son los intereses del gran capital. Si el gran capital triunfa sobre ellos, la concentración de capital se hará más fuerte y la posición de los trabajadores más débil. La alianza táctica entre los trabajadores y la pequeña burguesía está ahí.

Y además, que esta mafia se meta con los japos me revienta. Gente que trabaja para hacer un mango con dignidad y respeto sin joderle la vida al prójimo y con una discreta pasión por la belleza (se pudo ver en la manifestación) perseguida por estos piojos, da asco.

Así que aguanten Los Tintoreros:



Links:

Tintoreros Tradicionales Autoconvocados
Una reseña a un año de la manifestación.

23 comentarios:

Luz dijo...

Bueno, Jack... pero Bergoglio debe haber bendecido las instalaciones de esos lavaderos de la hermanita de Gaby. Son una familia muy creyente...

Rapote dijo...

Ahahá... No tenía este dato de la hermanita Michetti...

Excelente entrada, redonda y al pie.

Nada que agragar.

¡Salud!
Rapote

Nacho dijo...

Después de casi 5 años, Jugo de Ladrillo sigue sorprendiendo. Buena señal.

LR dijo...

Antes que nada gracias por el aporte de Koleshi Doll – Tantalus Rhythm, me gustó bastante. A primera escucha me hicieron acordar a una banda yanqui, Anlechautistas, muy deforme.

Con respecto a los tintoreros no veo por qué habría que defender la pequeña producción artesanal. Es una reivindicación del socialismo utópico que veía con terror cómo avanzaba el capitalismo. Lo de artesanal es una forma de decir porque los tintoreros utilizan maquinarias producidas por la gran industria, algo que no era propio de los artesanos en su época.

Dudo que a los tintoreros japoneses les preocupe los materiales que usa 5 a Sec como no sea más que como una forma de darle mayor legitimidad a su reclamo.

En todo caso, ese sí es un punto a reivindicar por la izquierda, no como un modo de defender el reclamo tintorero sino de defensa de la salud de los trabajadores de 5 a Sec.

Otro aspecto a trabajar por la izquierda es la denuncia del estado capitalista como una herramienta, no sólo de opresión de los trabajadores, sino de acumulación de capital por parte de los burgueses que acceden a su control político. Que la chupacirios moralista de Michetti utilice su posición en el estado para hacer capitalismo de amigos (como suelen decirle a los Kirchner) no es moco de pavo a la hora de graficar esa relación estado-burguesía que puede estar claro para la izquierda, lo que no quiere decir que lo esté para los trabajadores.

Luego, la reivindicación de la cultura milenaria japonesa no puede ser justificativo de nada me parece.
Entre el 2000 y 2001 hice la práctica profesional en el CELS, en la sección Derechos económicos, sociales y culturales. Unas de las tareas era recabar información sobre el grado de incumplimiento de esos derechos para presentar contrainformes en el Comité que aplica el pacto de derechos económicos, sociales y culturales. En una charla informal justamente yo decía, ingenuamente, que para mí ese tipo de trabajo sería casi innecesario en países como Japón porque asumía que allí se respetarían todos los derechos. Uno de los coordinadores me dijo que me sorprendería porque justamente Japón era uno de los países que más contrainformes recibía básicamente por la discriminación existente en ese país.

Japón, además, es un país imperialista, opresor (recordar las invasiones a China, a Indochina) tanto de las masas japonesas como de las extranjeras. El toyotismo en tanto sistema de producción extremadamente opresivo no dice nada bueno sobre la cultura japonesa que, en lo principal, no puede ser más que la cultura de la clase dominante. De todos modos es un parecer por la defensa que hiciste de la cultura japonesa que no hace a lo esencial. Es como si para vos hubiera algo especial en la cultura japonesa que habría que defender específicamente y que se manifiesta en los tintoreros.

Ahora yo pienso, si la defensa de la producción de la pequeña burguesía hay que defenderla en contra del avance del gran capital, ¿no tendría que salir a defender a los pequeños productores rurales en tanto los aumentos de las retenciones eliminan al capital agrario que se encuentra en el margen de la rentabilidad? ¿No es esa, acaso, la posición del MST y del PCR? ¿Por qué a los tintoreros sí y a los chacareros no?

LR dijo...

Hace un tiempo, en una reunión de zona, se planteaba el problema que vecinos de una localidad planteaban el cierre o traslado de una curtiembre que empleaba a 300 trabajadores del cuero y que funcionaba por permiso especial del gobierno provincial. Se trata de una industria muy contaminante que principalmente afecta a los trabajadores que se desempeñan en ella al punto que muy pocos alcanzan a jubilarse en esa actividad. El planteo de mis compañeros era que había participar del movimiento ambiental de ese lugar (los vecinos planteaban que no querían que los trabajadores perdieran su trabajo pero que no querían más la curtiembre). El problema era la consigna. Quedó una consigna que la mayoría consideró de transición que era plantear que la fábrica pasara al control de los trabajadores. Yo no estuve de acuerdo; sostuve que aun cuando pasara a control de los trabajadores no se solucionaba el problema de la contaminación. Que si no es posible que una curtiembre no contamine lo que había que pedir era que el gobierno exigiera la reconversión de la fábrica para de esa manera terminar con la contaminación y para que se mantuvieran los puestos de trabajo. Y si el dueño no quería hacerlo que se lo expropiara y se pasara a la reconversión en el ámbito de la provincia (de todos modos, una orden de reconversión implica una expropiación). Me dijeron que la conciencia no daba para eso. Para mí era la única forma de conciliar el objetivo de los vecinos con el interés de los trabajadores. No me dieron pelota. Bueno, eso nada más. Saludos después de tanto tiempo.

Jack Celliers dijo...

Camarada LR, tanto tiempo.

Vamos por partes:

El post no defiende "la pequeña producción artesanal" por principio. Se trata de que el proletariado aproveche la contradicción existente entre el gran capital y la pequeña burguesía.

La pequeña burguesía es una pseudoclase, como decía Trotsky: no puede tener una política propia, no existe un "estado pequeñoburgués". En los hechos, y especialmente en los momentos decisivos, la pequeña burguesía sigue a la gran burguesía o al proletariado.

La pequeña burguesía no puede tener una política propia, pero constituye una fuerza social nada desdeñable. Una de las marcas de fábrica del fascismo es la explotación de los peores prejuicios de la pequeña burguesía para volverla en contra del proletariado.

Pero la pequeña burguesía no es sólo reaccionaria, al estar parcialmente enfrentada con el gran capital es capaz de reflejos revolucionarios. El campesinado es en su mayor parte pequeño burgués, y el campesinado es una fuerza importante. La pequeña burguesía urbana no es distinta.

Fuera de esto, no veo dónde el post reivindica per se a la cultura milenaria japonesa. La etiqueta "nipomarxismo" espero que se entienda como lo que es: una broma. El fondo de lo que intento expresar en el post va un poco más allá: se trata de una pequeña burguesía culta (no importan las razones, si es por su cultura milenaria o por lo que sea), y precisamente por eso su enfrentamiento con el gran capital es más probable.

Una de las cosas que más dejan en evidencia a la izquierda es su falta de flexibilidad y audacia a la hora de articular alianzas tácticas entre la clase obrera y sectores de la pequeña burguesía descontenta. Los obstáculos más comunes son peticiones de principio como la que vos presentás:

"...a los tintoreros japoneses no les importa..."

YA SÉ que no los importa. Ya sé que son pequeño burgueses y que obviamente tienen intereses de clase, entre otros convertirse en grandes capitalistas, lo que los identifica con el gran capital, como a todo pequeño burgués.

Pero la pequeña burguesía es más compleja que eso: a la vez que emula al gran capital y lo admira, también lo detesta sobre todo cuando aparece claramente ante sus ojos que el gran capital la usa y oprime. Es este reflejo el que el proletariado debería aprovechar.

Preguntás "por qué a los tintoreros sí y a los chacareros no", la respuesta está precisamente en el carácter ambiguo de la pequeña burguesía que la lleva a tomar caminos opuestos dependiendo del caso: si los chacareros se unen a CARBAP y a la SRA para imponer el aumento de los alimentos, entonces se trata de la pequeña burguesía ALIADA y no enfrentada al gran capital en contra del proletariado. En ese caso se impone un oposición frontal.

Aún así se trata de una "oposición frontal" que deje claro a los pequeños productores que el enemigo principal es el gran capital, y hacerles ver a esos pequeños productores que el gran capital los arruina. En otras palabras: se trata de dividir el frente enemigo.

Pero si esos mismos chacareros se unieran en reclamo de medidas que los favorecieran en desmedro del gran capital entonces el proletariado tendría que apoyar tácticamente el reclamo. Es exactamente el caso de los tintoreros japoneses.

Además tampoco estoy hablando de Toyota, ni del Japón imperialista ¿qué tienen que ver los tintoreros nipo-porteños con eso? Estoy diciendo que se trata de una pequeña burguesía en la que -por efecto de una cultura artesanal transplantada a un país como la Argentina- las influencias del capitalismo moderno son menores, mucho menores que en el Japón industrial.

Jack Celliers dijo...

Cualquier protesta de pequeños comerciantes que se dirija contra el gran capital tiene que ser aprovechada, y repito el término: tácticamente. Los reparos del tipo: "pero ellos son pequeños burgueses y tienen sus intereses" me parecen de una ingenuidad desoladora. CLARO que tienen sus intereses, pero sus intereses no son exclusivamente convertirse en grandes capitalistas: muchos no pueden, o no les interesa más que vivir tranquilamente de su pequeño comercio, muchos de ellos han visto arruinada su vida por la competencia del gran capital e intentan agruparse para hacerle frente.

El proletariado tiene que operar sobre los conflictos sociales tal como son, nadie está diciendo que la pequeña burguesía sea revolucionaria, pero es un grave error suponer que es invariablemente reaccionaria y no apoyarla cuando su reclamo forma objetivamente parte de una lucha contra el gran capital.

Por último: la culturas nacionales no son reaccionarias ni revolucionarias, Japón existió muchísimo antes que Toyota, y el toyotismo no es un resultado de la "cultura japonesa" sino de la cultura japonesa de posguerra, esto es: influida por el capitalismo. Reivindico culturalmente a Japón por otras cuestiones que no tienen que ver con el post.

Jack Celliers dijo...

En definitiva lo que postulo es una política pragmática del partido de la clase. El problema de la izquierda es precisamente ese: ¿el gobierno vs. la gran burguesía agraria? Ah no, nosotros no estamos allí así que no nos interesa ¿Los tintoreros japoneses (o cualquier grupo pequeñoburgués arruinado por el gran capital)? Ah, no: son pequeñoburgueses, a nosotros nos deja indiferentes.

Esta actitud nefasta deja al gran capital las manos libres. Parece que la lucha contra el gran capital se reduce exclusivamente a las fábricas, yo sostengo que no es así: la lucha contra el gran capital tiene que darse en todos los frentes.

LR dijo...

Entonces te leí mal. Entendí que reivindicabas la producción artesanal. Para mí era importante ese tema porque no se puede ceder a los prejuicios pequeño burgueses. Ahora bien, ¿cómo se manifiesta el apoyo? Porque ese apoyo se tiene que concretar en acciones prácticas. Supongamos que un partido de izquierda quiere apoyar el reclamo de los tintoreros. A mi criterio debería tratar de hacer de puente entre los trabajadores de 5 a sec y los tintoreros contra el uso sustancias tóxicas exigiendo a 5 a sec que la deje de usar, e incluso desarrollar otros reclamos que puedan afectar a los trabajadores de esa empresa(jornada, salario, tercerización, etc). El impulso de una movilización en ese sentido, de triunfar, significaría un costo para 5 a sec (además de una derrota) pero eso no impediría que el gran capital destruya sin pausa a los pequeños propietarios porque por su escala puede afrontarlos.

Ahora bien, si la pequeña burguesía apoya en determinando a una fracción del gran capital (Carbap, SRA, Coninagro) no quiere decir en todo caso que haya que abandonarla. Quizás habría que dar una lucha para que esa pequeña burguesía virara en sus posiciones y abandonara la alianza con el gran capital. Entonces sí, sería correcta la táctica del PCR y del MST (al menos esta ha sido la justificación de esas corrientes).

De todos modos, en términos cuantitativos, la pequeña burguesía argentina es insignificante me parece. En comparación con la mayoría de la población asalariada (aprox. un 80%) no creo que pudiera ser carne de una política de masas fascista. De hecho, la útima dictadura no movilizó masas pequeño burguesas en contra del proletariado.

Jack Celliers dijo...

Las ideas que tirás responden tu pregunta. Y es verdad que nada impide -dentro del sistema capitalista de un país periférico- que los pequeños comerciantes sean aplastados por el gran capital.

Precisamente no se trata de creer en un capitalismo piadoso y contemplativo con el pequeño propietario, ni en utopías como el distributismo; sino en intentar desgajar de la pequeña burguesía a sus sectores más lúcidos, que vean que dentro del capitalismo sólo unos pocos de entre ellos podrán llegar lejos.

Ni siquiera se supone que esto tenga un éxito total, las políticas tienen un balance de costo-beneficio y obviamente hay que cuidar en todo momento la independencia de la clase; se trata de alianzas puntuales y tácticas, no programáticas. Trotsky contemplaba en China la unión con los nacionalistas del Kuo-Mingtang en acciones puntuales contra el imperialismo, siempre preservando el carácter puntual y transitorio de la acción, porque suponía una unión parcial de intereses contra un enemigo común más peligroso e inmediato.

El caso del MAS-PCR no tiene nada que ver con esta política en lo más mínimo: el reclamo que apoyaron fue liderado y conducido por el sector más reaccionario de la oligarquía agroganadera y la burguesía agragria, quienes precisamente lograron hacer lo que yo sugiero debería hacer el proletariado: arrastrar a elementos de la pequeña burguesía para su causa.

Apoyar esta medida en nombre de la clase obrera no tiene nada que ver con ganar a la pequeña burguesía para su causa, por el contrario: es poner a la clase como furgón de cola de un reclamo que va en contra de sus intereses, es un crimen contra los intereses de la clase y esos partidos no merecen siquiera llamarse "marxistas".

La pequeña burguesía es importante, el reclamo del "campo" te lo demuestra. Fijate las dificultades que hubo para mantener unido el frente del "campo".

En Argentina la cantidad de gente que tiene un pequeño comercio es importante, no estoy seguro de porcentajes pero el nivel de cuentapropismo aumentó mucho, se trata de una pequeña burguesía miserable, en algunos casos más pobre que un obrero calificado. Los tintoreros no entran en esta categoría... por el momento.

LR dijo...

Creo que hay que tener en cuenta que también hace un año se realizaban movilizaciones por el golpe de Honduras, la FUBA mandaba dirigentes a Honduras con una propuesta de coordinar una lucha en común con las federaciones universitarias latinoamericanas, la izquierda de conjunto peleaba por voltear el fraude de Baradel en el Suteba La Plata, se venía un paro de la UOM, la paritaria del subte, los trabajadores de Paraná Metal estaban cortando rutas, se había tomado Mahle, había paros de petroquímos y petroleros en Bahía Blanca y Neuquén, en Córdoba los trabajadores de CIVE había logrado imponer el respeto de los puestos de trabajo, estaba la lucha de FP impresora, se estaba desarrollando la lucha de Kraft (por ejemplo, en mi zona, los trabajadores de una empresa de transporte se movilizaron, cortaron una calle en solidaridad con Kraft y comenzaron ahi mismo una colecta para el fondo de huelga, sin ser de ninguno de los partidos que dirigía ese conflicto), había un estado de movilización de los activistas de los hospitales públicos por la gripe A, se llevaba a su vez adelante la campaña para echar a “Fino” Palacios...

En fin, había una gran cantidad de conflictos y luchas en todo el país. Es probable que ante tantos conflictos el de los tintoreros haya pasado desapercibido. Pero aun cuando no hubiera pasado desapercibido es probable que los partidos de izquierda hayan priorizado poner la carne en otros asadores que consideraban más importantes. No se, estoy especulando. La militancia de esos partidos no es numerosa y los cuadros con capacidad para la tarea son menos todavía. No intento hacer virtud de una deficiencia pero es la realidad.

Por ejemplo, una noticia que me ha puesto más que contento. Los ceramistas de Stefani (60 trabajadores) hace tiempo que están luchando contra el cierre de la fábrica, en Cutral Co, un pueblo pequeño. Los consejales, todos patronales, llamaron a un plebiscito donde no era obligatorio el voto. Les exigían, sobre un padrón de 26.000, que votaran 13.000 y de esos 13.000 la mitad más uno que votara por el sí. O sea, los trabajadores necesitaban 6.501 votos. Lograron casi 5.000 votos positivos y sólo 47 negativos. No llegaron a cumplir los requisitos del personal político pero sí, por ejemplo, sacaron más votos que la cantidad que obtuvo el intendente en su última elección.

La lucha de los trabajadores de Stefani, que continúa, fue dirigida por el PTS y revela un acierto de ese partido en vincularse con todo el pueblo de Cutral Co y a la vez muestra un estado de conciencia avanzado respecto de la media general.

Y eso me parece mucho más importante que militar una lucha por los tintoreros. Porque implica que hay mucha gente, en ese pequeño pueblito, que está de acuerdo con que se expropie a un capitalista que quiere dejar a los obreros sin trabajo. Y está de acuerdo además porque esa posición fue militada por un partido de izquierda que se reivindica revolucionario.

Severian dijo...

Entre las preocupaciones del espíritu progre que se suelen identificar como "de izquierda" tal vez el ambientalismo es la que lo pone más cerca de los planteos de la izquierda clásica. El hippie porteño que compra La Nación porque "tiene un buen suplemento cultural", puede dar su apoyo a causas como las del aborto legal o el matrimonio igualitario sintiendo que de ese modo se opone al poder monárquico de la religión, conservador y fosilizado. Pero el punto es que el destino visible de ese poder es caer por su propio peso, antes o después, independientemente de cuanta fuerza política se use en su contra. En cambio, ese estudiante universitario aspirante a cuentapropista, que usa su pullover de vicuña hasta que el día que se recibe lo cambia por un traje fino, no necesita repudiar al orden capitalista para defender esas causas.

Sólo cuando su posición progre lo enfrenta a Botnia, o a 5a sec, o a la Barrik Gold, o al Golfo de México, la cosa se le complica: si querés salvar a las ballenas no te queda otra que atacar a los dueños de los barcos. Me parece a mí que en el daño al medio ambiente es donde no queda duda alguna del poder destructivo del capitalismo, y me parece que es muy difícil imaginar salidas posibles de la actual situación de desgaste progresivo del entorno, que no incluyan un cambio estructural del orden económico (al menos una vez descartadas falacias evidentes, del tipo de la del "crecimiento sustentable").

Por eso, si bien a los tintoreros puede importarles un pepino las actividades intoxicantes de 5a sec, me parece a mí que no es un error que la izquierda ponga el foco en ellas.

Jack Celliers dijo...

Ruego disculpas por el retraso con los comments, además de que paso por una etapa de bastante ajetreo el hecho es que los comentarios llegan raros, repetidos, cortados, etc. Gracias Blogger!

LR, no niego ni discuto que existen otros conflictos, y probablemente de más importancia. Señalo simplemente el recelo y la falta de muñeca de la izquierda respecto de un reclamo que me parece obtuvo una repercusión importante, pero más allá de eso: la falta de una política hacia la pequeña burguesía e incluso hacia capas de trabajadores privilegiados.

Qué cosa es más o menos importante respecto de los recursos y militancia con las que se cuenta, yo no lo puedo decir porque no tengo la información, y los ejemplos que presentás son válidos.

El conflicto de los tintoreros no me parece importante en sí mismo sino como síntoma, el gran capital se enfrenta con segmentos de la pequeña burguesía, y sospecho (aunque no tengo elementos para confirmarlo, es verdad) que la izquierda no presta atención a estos conflictos más por prejuicio (son pequebús, etc.) que por una adecuada ponderación de fuerzas, recursos y consecuencias.

La desaparición del pequeño comercio barrial no es algo que haya que defender "por principio", sólo creo que al estar amenazada por el gran capital esta actividad generará reflejos de enfrentamiento con el gran capital que la clase trabajadora tiene que considerar.

Por otra parte la desaparición del comercio barrial y su reemplazo por las cadenas del capital transnacional son una mala noticia para mucha gente, en su gran mayoría trabajadores. Quizás su repercusión política es menor, y su visibilidad es menos clara, pero el efecto es devastador: se cierran pequeños comercios, aumenta la concentración de capital, aumentan los precios y el control político que el gran capital ejerce sobre la sociedad, etc.

LR dijo...

Es relativo lo del prejuicio, no puedo asegurar que no exista. Pero sí te puedo contar otra anécdota. A principios de 2009 se anunció un aumento de tarifas como el actual y de hecho existió aunque se volvió para atrás porque se generó una movilización. De hecho, hubo asambleas (acto reflejo made in 2001) de vecinos en varias localidades de la provincia de buenos aires y un par de marchas a los entes reguladores. El gobierno dio marcha atrás y la movilización no prosperó. Desde el partido empezamos una campaña que consistía en ir comercio por comercio escuchando la situacion de los comerciantes y ver si podíamos organizar algo, tipo asamblea de la zona y reclamar por ejemplo al intendente (progre kirchnerista no peronista) que tome posición en contra del tarifazo. Como decía, el gobierno, rápido de reflejos, dio marcha atrás con el aumento y eso hizo que la gente se retrayera. Así que no sé cómo hubiera seguido eso, pero al menos esa fue una experiencia en que no prejuzgamos a los pequebús comerciantes.

saludos

Luk@s

Severian dijo...

Cuando yo era chico la almacenera del barrio tenia el Whisky en el estante más alto, porque de tan caro que lo vendía nadie se lo compraba. Mi mamá me tenía que mandar con las monedas justas, porque si sobraban la muy hija de puta me cagaba con el cambio (vamos, que yo tenía 5 años). Después llegó Carrefour, y obviamente ese tipo de almacenes, que convertían en artículos de lujo lo que en el supermercado salía centavos, quebraron todos. Que querés que te diga, ni me inspiró ni me inspira otra reflexión que la obvia: que se jodan por atorrantes.

Poco después recuerdo a los almaceneros reclamando porque no recibían insumos, al estar sus proveedores embelezados por el gran supermercado que les compraba toda la producción con un sólo click. En ese momento los provedores arguían que vendían su mercadería al que les ofrecía el mejor negocio, y que los almaceneros debían "adaptarse al nuevo sistema". Por supuesto al quebrar los almacenes, los proveedores quedaron a la voluntad de Carrefour, que se transformó en su casi único comprador, y que de inmediato decidió cambiar las condiciones en las que compraba. Ahora lloran porque Carrefour les impone condiciones leoninas. De nuevo, no me inspiran otra reflexión que: que se jodan por atorrantes.

Capitalismo o no, hay algo que se llama "mal comerciante" que consiste en un pobre gil que cree que tiene la vaca atada solo porque los últimos seis meses le fue mas o menos bien, cagando a alguno por acá y a otro por alla por unos pocos pesos, y que hace previsiones a futuro creyendo que esa situación va a durar para siempre (cualquier similitud con los chacareros anti-125 no es ninguna coincidencia). Cuando a ese pobre gil le va mal, yo lo llamo de una sola manera: darwinismo.

Como contraejemplo, uno de mis mejores amigos es de profesión comerciante. Vende y compra lo que puede o lo que se le ocurre. Le va bastante bien. Durante la crisis de 2001 tenía un almacén en un barrio humilde, recuerdo su creatividad para lograr mantener los precios accesibles para sus clientes. Por ejemplo, el pan se fue a la mierda, empezó a vender harina. Juan José Blancaflor decidió que ese era el momento para salvarse para toda la vida y subió los precios a las nubes, mi amigo lo mandó al joraca y empezó a vender harina suelta, comprando paquetes de 200 kilos directametne al molino (yo ni sabía que existía tal cosa). Lo mismo con la leche, al camión de Gándara lo mandó de vuelta a la primera subida de precios, y empezó a vender directamente de un proveedor chico. Y así. A él no lo cagó Carrefour. Hoy está en España, y mientras todos lloran por la crisis europea, él dice que exageran. No sé que vende ahora, pero lo que sea, seguro es a buen precio....

Nacho dijo...

Coincido con el comment de Seve acerca de la articulación entre el reclamo ecologista y la izquierda. Se va a volver cada vez más urgente este tema con el correr de las décadas y hay que pensar qué hacer.

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Una consulta para LR: a mí me da la sensación de que entre todas las luchas que mencionás en las que la izquierda se mete, se olvidan en general de un tema que me parece importante: estudiar, discutir y tratar de imponer en la agenda (y luego en los hechos) políticas de estado.

Fíjate en el ejemplo de la CTA y la asignación por hijo. Ante el contexto de elevado número de trabajadores en negro, no sindicalizados, desocupados, etc, notaron que tenían que hacer algo por esa gente para que se dejara de ampliar la brecha entre ellos y los trabajadores que los sindicatos suelen representar, pues era un enorme sector social que tenían abandonado. Estudiaron el problema y elaboraron (entre otras) esta idea.

Desde los 90 la pidieron, la discutieron, la defendieron como posible y necesaria, la difundieron en todo lugar del que dispusieron, la apoyaron con movilizaciones masivas, y hoy es parcialmente realidad, con consecuencias quizás mucho más significativas que otras peleas que la izquierda haya podido ganar. ¿Por qué la izquierda no tiene esa clase de iniciativas inteligentes (ambiciosas pero realizables) con respecto a políticas de estado que, en cambio, acá se pudieron ver en la centroizquierda?

La pelea por las retenciones son otro caso. La izquierda salió a proponer, en forma confusa y ecléctica, cosas irrealizables (o a pedir lo que pedían las patronales...), demostrando que no tenían muy claras las políticas de estado posibles en relación al tema y cuáles se podían poner sobre la mesa (o apoyar si otros partidos u organizaciones más grandes las proponían primero). Daba la sensación de que se estaba improvisando una postura sobre la marcha por la visibilidad política que tomó el tema, para poder decir algo al respecto y tratar de no quedar afuera, pero nada más.

Así podría seguir con varios temas en los que se juega muchísima guita y poder, pese a no desarrollarse dentro del ámbito donde la izquierda -creo- está más acostumbrada a intervenir (el lugar de trabajo, la fábrica). ¿Estoy equivocado cuando tengo esa sensación de que los dejan un poco de lado? Y si creés que efectivamente los tienen relegados a un segundo o tercer plano, pregunto: ¿por qué?

LR dijo...

Bueno Nacho, ahora tenés un ejemplo con el 82% móvil. El PO hace campaña y junta firmas para que se apruebe el proyecto de ley del Congreso y, en el caso de que se vete, salir a la calle también a pelear por ello, denunciando que de todos modos el proyecto es insuficiente (ya que se calcularía sobre el salario mínimo vital y móvil y no sobre los salarios de los trabajadores en actividad).

El PTS en cambio reivindica un proyecto más ambicioso que la oposición no tiene en la agenda. Que el 82% se calcule sobre un salario equivalente a la canasta familiar (Aprox. $ 5000).

Que no se vea no quiere decir que no exista esa participación. Sí que los medios de que disponen esos partidos no son los mismos que disponen los partidos burgueses. Tampoco la posibilidad de acceder a los medios de comunicación.

Pero ¿qué es luchar por lo realizable? Luchar por lo realizable es partir de la derrota. De no confiar en la posibilidad de desarrollar un movimiento de lucha que imponga lo que hoy no parece realizable.

¿Es realizable expropiar a los capitalistas que quieran cerrar sus fábricas y dejar sin trabajo a sus obreros? Para un CTA eso sería impensable. El PTS logró agitar esa propuesta entre los habitantes de Cutral-Co, para salvar a la fábrica de cerámicos Stefani, y se hizo un plebiscito donde el “SI a la expropiación” obtuvo el 99% de los votos emitidos y más votos que los que obtuvo el intendente de ese pueblo para llegar a la intendencia. Las condiciones que les impusieron desde el poder hicieron que el resultado no sea válido, pero ha debido ser todo un cimbronazo para la conciencia de las personas de ese pueblo.

Carlitos que era un jacobino, recomenadaba, allá por 1850, en una circular al Comité Central de la Liga Comunista, subir la apuesta. Decía: "Hemos visto que los demócratas vendrán al Poder en la primera fase del movimiento, y que serán obligados a proponer medidas de mayor o menor naturaleza socialista. Se preguntarán qué medidas contrarias deberán ser propuestas por los trabajadores. Naturalmente, en el comienzo no podrán proponer las actuales medidas comunistas; pero se puede compeler a los demócratas a atacar el viejo orden social por tantos puntos como sea posible, perturbar sus procedimientos regulares, comprometerlos a ellos mismos y concentrar en las manos del Estado, en la proporción que se pueda, las fuerzas productivas, los medios de transporte, fábricas, ferrocarriles, etc. etc. Las determinaciones de los demócratas, los cuales en ningún caso son revolucionarios, sino simplemente reformistas, deben ser estimuladas hasta el punto de que se conviertan en ataques directos a la propiedad privada; así, por ejemplo, si la pequeña burguesía propone la incautación de los ferrocarriles y las fábricas, los trabajadores deben decir que, siendo estos ferrocarriles y estas fábricas propiedad de los reaccionarios, tienen que ser confiscados simplemente por el Estado y sin compensación. Si los demócratas proponen impuestos proporcionales, los trabajadores deben pedir impuestos progresivos; si los demócratas se declaran en favor de un impuesto progresivo moderado, los trabajadores deben insistir en un impuesto que paso a paso, gradualmente, signifique el hundimiento del gran capital; si los demócratas proponen la regulación de la Dieta Nacional, los trabajadores deben pedir la bancarrota del Estado.”

Esa misma función cumple el Programa de Transición de Trotsky.

LR dijo...

Paradójicamente, quienes durante años reclamaron el pedorro subsidio de $ 180 (que en el caso de que se otorgue significa la pérdida del otro pedorro subsidio Jefes y Jefas de Hogar, de $ 200, de acuerdo con el decreto que lo establece), es decir, la CTA, hoy sostiene que no es posible pagar el 82% móvil que plantea la oposición (Yasky, su principal dirigente, cada vez se parece más al Triple A Moyano).

¿Quién dice que no hay plata para pagarlo? Entiendo que lo diga un carnicero, pero en la boca de un ministro de economía ex – UCEDE, educado en el CEMA, esa afirmación huele a decisión política: “Decidimos pagar esto y recaudar de estos lugares y así las cosas no da para pagar el 82%”

Porque se podrían aumentar las cargas patronales, como pide Lozano. El gobierno Nac & Pop retruca con que si se hace eso se perderán puestos de trabajo, replicando por la negativa el viejo argumento cavallista de que si se disminuyen los costos laborales se crean fuentes de trabajo (máxima desmentida por el 20% a que llegó la desocupación durante la última década infame).

Pero Lozano se queda en eso, no ve que el menemato sigue vigente de la mano de los K con la tercerización laboral, y que tiene como consecuencia que se paguen salarios inferiores a los que corresponden por el convenio respectivo y reduciendo, por tanto, los aportes a las cajas jubilatorias. Es lógico por tanto, desde ese punto de vista, que los estatutos de la CTA permitan la participación de las PYMES y que participe dentro de ella la Federación Agraria, cuya pata dentro de la central es De Gennaro. Esas no son casualidades.

Hay que ver también, cuando te dicen que la caja no da, de dónde se recauda. A las mineras les mantienen el régimen entreguista y saqueador de Menem. Cristina fue a Canadá, con los gobernadores cordilleranos, a garantizarle al CEO de la Barrick Gold que no le tocarán sus intereses.

Ahí anda Bonasso agitando su ley de protección de los glaciares. El proyecto de Filmus tenía como consecuencia que ningún área era periglaciar. Filmus aceptó modificar su criterio para que la ley incluya como área periglaciar a aguas que durante determinada época están congeladas y durante otra época no. Es el área que alimenta a los ríos de las cuáles se alimenta la minería a cielo abierto. Uno diría, hay una contradicción entre Filmus y la Presidenta. Sin embargo, el manejo de los recursos naturales corresponde, desde la reforma constitucional de 1994, a las Provincias. La ley nacional sólo tendría vigencia en territorios nacionales (o sea, la Antártida y no mucho más). Por ejemplo, en Salta la linda, gobernada por el K Urtubey, se aprobó una ley de protección de glaciares con la definición Filmus de área periglaciar. Y la ley nacional ningún efecto tendrá porque la Nación carece de competencia para legislar sobre ese tema respecto de los recursos naturales de las provincias. En la página del PO está la intervención que hizo el único diputado que tiene ese partido en la legislatura salteña.

Denunciar esto y luchar por algo distinto ¿Sería no entender la posibilidad de luchar por algo realizable, sería despreciarlo? A mi entender no.

LR dijo...

Por ejemplo, para recaudar más se podría modificar un artículo sobre precios de transferencia de la ley de impuesto a las ganancias que viene desde la dictadura (y que nadie toca ni menciona).

El precio de transferencia es aquel que paga una subsidiaria a su casa matriz en otro país por bienes materiales o inmateriales (procedimientos, know how, marcas, patentes). Una trasferencia por precio, intra grupo económico, puede ser una tramposa transferencia de utilidades, sin dejar el correspondiente 35% de impuestos a las ganancias en el país. Desde la dictadura se considera que el precio pagado es posta si corresponde a los valores de mercado. Es decir, si la casa matriz le cobra a su subsidiaria lo mismo que le cobraría a una empresa extra grupo económico (precio de mercado), se considera que efectivamente hay un pago y no una transferencia encubierta de utilidades. ¿Queda claro? Esta política la estableció la dictadura. Antes, durante el gobierno peronista, sólo se aceptaba como precio de transferencia si la matriz vendía a su subsidiaria a precio de costo más flete (y la carga de la prueba le correspondía a la subsidiaria que tenía que mostrar sus libros). Según un profesor de derecho financiero que tuve, se perdían, en el año 2000, unos 24 mil millones de dólares/pesos por esta transferencia encubierta de ganancias.

Modificarlo es tocarle el culo a las multinacionales. ¿Quién se lo tocará? ¿Los Nac & Pop?

A la vista está que no.

Volviendo al tema de la asignación universal por hijo (de misérrimos $ 180). Está financiado con fondos de la ANSES (y dicen que no alcanza la guita para el 82% móvil). Es decir que los jubilados financian a los chicos. La burguesía contenta. En el programa de Tenembaum y Sloto, el diputado K Rossi decía que habían pensado en un impuesto a la renta financiera pero que estimaron que si lo hacían generarían una masiva fuga de capitales (no fuera a ser que tuvieran que implementar el control de la banca y del comercio exterior para evitarlo). O sea, sacarle a los jubilados es más realizable que hacerlo con algunas pocas y gigantescas empresas extranjeras. De todos modos, desde 2007 la fuga de capitales asciende a 50 mil millones de dólares, el equivalente de las reservas del Banco Central.

Pero detrás de todas estas cuestiones, de lo realizable, está la imposibilidad de salirse de una matriz de pensamiento capitalista.

Se ve por ejemplo también en el tema de los subsidios a las empresas de servicios públicos. Los Nac & Pop dicen que el subsidio sirve para mantener las tarifas bajas, lo que es una mentira, o una media verdad, o una verdad mediada por ideología capitalista. Porque lo que está subsidiada es la ganancia de la empresa que presta el servicio. Sabemos que el capital se mueve hacia donde hay rentabilidad, quitar los subsidios sin aumentar las tarifas significa que las empresas renuncien a las concesiones y abandonen la explotación. Esto sería positivo porque el subsidio dejaría de ir a financiar una rentabilidad y podría ir a inversión mientras que con el precio del servicio se financiarían los costos. Pero plantear algo así es tan revolucionario que sería plantear algo irrealizable para quien no puede abandonar la matriz de pensamiento capitalista, esto es, la ganancia primero. Entonces, sigamos sangrando a la ANSES para subsidiar a los capitalistas (como hizo Cristina, que le dio un prestamo de 300 millones a GM Argentina, quebrada a nivel mundial, luego que despidiera a 400 trabajadores, “para que no se pierda la fuente de trabajo”).

¿Qué es lo realizable?

Jack Celliers dijo...

Interesante el debate, meto un poco la cuchara: creo que Nacho señala un hecho interesante, pero comete un lapsus que es una bonita muestra de cómo el poder corrompe el lenguaje y así -sutilmente- mina nuestra psicología de resistencia. Y la repregunta de LR pone al desnudo este error ¿qué es "realizable"?

Yo creo que lo que Nacho quiere decir con "lo realizable" puede definirse como "mejoras de la situación de los trabajadores dentro del sistema capitalista". Cuidado con llamar a esto "lo realizable" porque entonces sí que estamos al horno. En todo caso "objetivos tácticos", "de corto plazo" diferenciados de los objetivos estratégicos.

Pero el punto de Nacho sí me parece interesante en este sentido: imponer algunas políticas de estado tiene que ser visto como parte de la lucha de clases. Exigir al estado políticas que refuercen la posición de los trabajadores en esta lucha.

Por ejemplo Trotsky decía que la clase obrera no puede permitir el crecimiento indefinido de una masa de desocupados, porque se convierte en su talón de Aquiles. Luchar para que el estado burgués implemente políticas de empleo que disminuyan el ejército de desocupados es una tarea que no puede menospreciarse. No se trata de creer que eso es el objetivo final, sino de verlo como un paso importante en la lucha, una movida destinada a mantener la capacidad de resistencia de los trabajadores.

Más allá de que es cierto lo que afirma LR sobre los pocos medios con que cuentan los partidos de izquierda para difundir sus propuestas, también es cierto -lo debatimos varias veces- que frente al conflicto con el campo la izquierda cometió un error fatal, PO incluido. No se entendió precisamente que la imposición de retenciones a los productos de la renta agraria es una medida en línea con los intereses de la clase obrera, precisamente un paso en la lucha.

La izquierda quedó identificando confusamente al gobierno y a la burguesía agraria. En otro post ya señalé este párrafo desopilante en un periódico del PO, refiriéndose nada menos que al rumor de actuar activamente contra los cortes de ruta del "campo" (contra lock-outs), no tiene desperdicio:

El gobierno (y sus secuaces del piqueterismo trucho y la burocracia sindical de la CGT y la CTA) ha montado una seguidilla de provocaciones, que van desde sus tropas de choque, la movilización de la gendarmería y hasta el aliento de ‘contra lock outs' de transportistas, para favorecer una mayor concentración de poder y una suerte de dictadura civil...

¡Un gobierno busca romper un lock-out patronal y un partido que se dice marxista condena la acción! "Una seguidilla de provocaciones" "Tropas de choque" "Concentración de poder y dictadura civil" El libreto de la Carrió en todo su esplendor copiado por un partido evidentemente desorientado.

Esto pasa facturas políticas luego. Los trabajadores no van a olvidar fácilmente esto. Sobre todo cuando algunos partidos "de izquierda" fueron a festejar con la SRA era urgente desmarcarse y exigir al gobierno que el "contra lock-out" fuera llevado a cabo de manera inmediata y fulminante, y poner la militancia a disposición para enfrentar a la patronal agraria.

Nuevamente se trata de imponer una política de estado favorable a los intereses de la clase, y nuevamente la izquierda no entendió nada, quedando casi enterita a la derecha del peronismo.

Jack Celliers dijo...

Justamente se trata de hacer lo que Marx indica en las citas de LR: sobrepasar a los demócratas. El que tenemos es un gobierno burgués democrático que enfrentó una intentona reaccionaria. El PO, en lugar de exigir que las contramedidas se cumpliesen y profundizaran ¿qué hizo? ¡Se opuso a las medidas!

A eso me refería.

Nacho dijo...

Sí, quería decir realizable en cierto contexto. Cuando los contextos cambian, si la situación mejora, se puede ir por más. Está bien la corrección.

El PTS en cambio reivindica un proyecto más ambicioso que la oposición no tiene en la agenda. Que el 82% se calcule sobre un salario equivalente a la canasta familiar (Aprox. $ 5000).

Excelente ejemplo de ultraizquierdismo irrealizable en este contexto, je. También el jueves en la marcha por el crimen de Mariano Ferreyra otro partido -menos conocido que el PTS, no recuerdo el nombre, deben ser 6 tipos- me dio un folleto exigiendo YA un salario mínimo de 6 lucas para todos. Argentina tiene un PBI per cápita de 8 y 15 mil dólares anuales según la fuente que consultes. Es decir que para lograr la consigna que pedían estos muchachos (¿Corriente Obrera Revolucionaria, puede ser? Ahí me vino el nombre a la cabeza), de U$S1500 por mes por persona, no alcanzaba ni siquiera socializando el PBI de todo el país de acuerdo a la estimación más alta del mismo que existe. (OK, si descontamos a los niños que no trabajan quizás alcanzaba con lo justo) Cuando pedía "realismo" me refería a evitar proponer estas pavadas.

Nacho dijo...

La asignación por hijo tiene aspectos criticables: su financiación vía ANSES (si no me equivoco es a través de préstamos al Estado a tasas bajas), el hecho de que aún no llegue a todos, el monto insuficiente.

Pero, primero, $180 por hijo (que ahora son $220, aunque resultan menos que los $180 iniciales debido a la inflación), en una familia de 4, significa 700 pesos por mes (o $900 hoy) que, sumados a alguna changa, pueden ser la diferencia entre la desnutrición del pibe de 4 o no, entre que el pibe de 14 largue la escuela para laburar por dos mangos extra o se quede a hacer la secundaria. Ningún paraíso, obvio, y hay que ir inmediatamente por más, pero es un avance interesante tras décadas de nula política social, y una mejora concreta para mucha gente desesperada.

Y segundo, la CTA siempre pidió más que esto que se consiguió: en 2008 se proponía llegar a $300 y con eso acabar casi totalmente con la indigencia (hoy serían $400 y pico por pibe si actualizamos por inflación, más o menos el doble de lo que se paga). Y actualmente las dos principales listas de la central coinciden en profundizarla.

Tan conformistas como los pintás creo que no han sido. Y es un tema en el que nunca vi presente a la izquierda (corregime si me equivoco, sé que tienen poca difusión y puedo no estar informado). Te aclaro que aunque tengo cierta simpatía por la central porque creo que ha hecho algunas cosas bien, también creo que ambas listas merecen críticas importantes. Pero de casos como éste creo que la izquierda podría aprender algunas cosas, porque al menos trajo un triunfo parcial para sectores sociales por los que la izquierda ha conseguido muy poco -y que deberían ser prioridad-.

A mí me parece que está bien en general lo que dice Carlitos: hay que hacer visibles todas las posibilidades que la burguesía invisibiliza (el tipo descubrió la Overton window mucho antes de que se llamara así, je). Pero para ir corriendo el espectro de lo políticamente imaginable hacia la izquierda hay que ir proponiendo pasos concretos que parezcan "realizables" a buena parte de la sociedad -y no sólo a un puñado de militantes de convicciones socialistas-; si no quedás como un extraterrestre que pide cualquier cosa. Así, al menos, hizo la burguesía para correr el espectro de lo pensable hacia la derecha en los 70s y 80s (y lo sigue haciendo hoy). No propuso abolir los impuestos y privatizar hasta los hospitales, sino que creó propuestas graduales, las presentó con sus detalles técnicos, las vendió en sus medios de comunicación y luego las impuso (a palazos ante quien se resistiera, pero con el apoyo de varios a los que ya habían convencido; a la coerción le agregó una estrategia inteligente, ampliammente pensada y elaborada, para generar consenso). Hay que aprender de la burguesía, que por algo va ganando.