17.3.08

El Estado alienígena

En Francia se está dando otro caso: Chantal Sebire, una mujer de 52 años padece un cáncer terminal cuya evolución además de ser muy dolorosa provoca una progresiva deformación de la cara. La mujer pide al estado el derecho al suicidio asistido.

La mujer tiene opciones, varios países de Europa permiten legalmente el suicidio asistido, pero ella quiso crear un precedente. El hecho en sí es irrelevante por cuanto estas opciones podrían no estar - y de hecho muchas veces no están - al alcance de cualquiera. La respuesta del estado es plenamente esquizofrénica:

"La petición de la señora Sebire, que es comprensible en términos humanos, no puede tener éxito en la ley", dijo el tribunal en su sentencia.

Mientras el deterioro físico de la señora Sebire merece compasión, bajo la ley francesa el juez debe rechazar la petición".


Esto es interesantísimo: la petición se considera razonable "en términos humanos", me pregunto entonces quién ha denegado la petición, supongo que una computadora, o un alienígena que "comprende" a las inferiores criaturas humanas y su sentimentalismo.

La segunda frase nos lo explica con claridad: la mención de la compasión lejos de mostrar algún lado humano del emisor refuerza la situación de miseria de aquella frente a "la ley francesa". Estoy interesadísimo en cómo se considerarán legalmente las implicancias del también muy francés caso de Jerôme Kerviel y el Banco Societé Generale. No estoy muy seguro si la ley será también en este caso una fría y desapasionada computadora ya que varios millones de euros suelen tener un costado humano mucho más fuerte que un cáncer terminal.

La iglesia... ¿es necesario decir nada? Digamos que sí: la iglesia dijo claramente que "la santidad de la vida está por encima de ningún otro factor". Y esto es curiosísimo, porque la iglesia habla de la santidad de algo, pero no de la propiedad de ese algo. O mejor dicho: sí habla muy claramente de la propiedad... vamos, no habla de otra cosa. La vida pertenece al Dios Nuestro Señor que la iglesia proclama, dios que seguramente no es el que proclama la Sra. Sebire. Es evidente que el dios en el que crea la Sra. Sebire es un dios inferior, secundario, impotente. Los dioses más fuertes siempre someten a los dioses más débiles.

Porque ya sabemos: ¿cuánto puede valer el dios de la Sra. Sebire, sus creencias, sus valores, su opinión? ¿Cómo osa esta simple mortal disponer de esa vida, que como todos sabemos no le pertenece sino a la Santa Madre Iglesia Católica?

Nuevamente se plantea el mismo problema: ¿por qué intentan influir en los poderes públicos cuando no existe duda de que no hay derechos de terceros implicados? Se trata de la decisión - seguramente una de las pocas - que sin duda atañe no principalmente, sino únicamente al interesado. No se entiende de ninguna manera la necesidad de violentar la voluntad de otro sino por un afán retorcido de someter la conciencia y el ser de los demás a su propio capricho. La Sra. Sebire no puede disponer de su vida, debe sufrir; y no por su decisión sino porque alguien, vaya uno a saberse con qué autoridad, ha dispuesto en su lugar de su vida.

Ante esto nadie contesta seriamente nada. Hay que contentarse con débiles ridiculeces:

a) Alusiones al nazismo, cuando es la iglesia la que hace lo mismo que los nazis: quitar al individuo la decisión sobre su propia vida. Pronto nos convencerán de que seis millones de judíos se han suicidado con permiso del III Reich.

b) Slogans baratisimos acerca de la "cultura de la muerte".

c) Ejemplos de gente que pasaron situaciones "peores" (al indudable juicio del ejemplificador) sin suicidarse. Como si esas personas estuvieran amenazadas por los nazis inventados en el punto a).

Preguntas simples que no se pueden responder: ¿Qué autoridad cree sinceramente tener Ud. sobre mi vida? ¿Ud. puede prohibirme mediante la ley suicidarme? ¿Y Ud. dice tener buenas razones? ¿O al menos honestas, fundadas, serias razones? Si las tiene ¿por qué no intenta exponerlas para disuadirme de mi propósito y quedar en paz con su conciencia? ¿Al menos sabe Ud. que lo que hago no le concierne más que si yo le doy permiso ya que se trata de mi existencia, nada menos? ¿Ud. prentende saber más que yo sobre mi vida? ¿Ud. ignora que necesita mi permiso para meterse con mi vida? ¿Y Ud. pretende la virtud de la humildad? ¿No se le pasa por la cabeza la efímera posibilidad de que Ud. tenga mi vida en sus manos sin ningún derecho? ¿No sabe que Ud. puede estar equivocado porque es humano? ¿No sabe que si a alguien compete el fin de mi vida es a mí mismo y a nadie más antes que yo?

Porque ignorar esto para mí es casi un rasgo de locura.

Buenas noches.

37 comentarios:

Anónimo dijo...

BIENVENIDO AL CLUB. Me alegro que no seas más un zurdito sorete.

Jack Celliers dijo...

Ayn Rand, ¡qué maravilla tenerla por aquí! El cuadro de retrasados mentales filosóficos estaría incompleto sin Ud ¡Pase por favor!

Yo pertenezco hace mucho al club de los imbéciles, pero sinceramente: no con fervor y casi diría que con resignación. En cambio Ud. es magnífica en su ardor y su convencimiento. Ud. es una imbécil de altos vuelos.

Y para ser una figura de la literatura sólo le falta aprender el uso del subjuntivo.

Anónimo dijo...

Salvando el comentario boludo de ahí arriba, ¿Por qué pensás que la verdadera Ayn Rand era una retrasada filosófica? ¿No leíste ninguna de sus obras?

Jack Celliers dijo...

Caramba, yo pensaba que íbamos a hablar de la eutanasia y terminaremos hablando del objetivismo...

Desde el punto de vista filosófico el "objetivismo" no es más que un pomposo nombre para una glorificación no demasiado original del sistema capitalista basada en el libre comercio como panacea universal. Tosco, básico, limitado. Una solución para que comerciantes iletrados crean que leen filosofía.

Por otra parte el personaje de John Galt y los empresarios que se refugian en la montaña tiene un valor literario similar al de una historieta de Skorpio o El Tony, sin conservar ninguno de sus encantos. Una propaganda tan básica y unos personajes tan servilmente sometidos al "mensaje" no puede ser otra cosa que literatura recomendada por el Reader Digest.

Digamos que no es lo mío.

Almirante Margarito dijo...

Es un poco como dijo Ciorán: Sólo es verdaderamente subversivo aquel que pone en tela de juicio la necesidad de existir.

Parece que es imperdonable.

Anónimo dijo...

Jack, como va la vida, cada tanto me agarra nostalgia y vuelvo a leerte

Anónimo dijo...

Che jack seguis igual de facho, seguis prohibiendo la libre expresión!! no importa te banco igual

LR dijo...

"La petición de la señora Sebire, que es comprensible en términos humanos, no puede tener éxito en la ley", dijo el tribunal en su sentencia."

Eso quiere decir que la ley no comprende esos términos humanos ni se compadece con el sufrimiento. Bienvenido el sinceramiento. Ay, la ley...

Jack Celliers dijo...

Almirante: Yo creo que lo que no se tolera es la falta de revenue. Morir muérase todo lo que quiera, posibilidades le ofrecemos, pero eso sí: tiene que servirle a alguien.

Patriota! Mire Ud. tanto tiempo... las próxima semana andaré vagando inútilmente por Baires, si quiere lo convido con algo.

JP: Mire, me arrepentí de lo que dije antes: si el objetivismo le gusta lléveselo nomás, total...

CHESTERTON dijo...

Son tiempos en que en los que hago descansar mis armas, suelto el scutum, la gladius, y le doy gracias a Dios por estar vivo. Si fuera sordo como Bethoveen, me sentiría feliz por haber visto un “claro de luna”. Y si fuera ciego, me sentiría feliz de haber escuchado el “claro de luna”.

Digo, a lo mismo arribaron (desde ámbitos distintos) Leibniz, Heidegeer…..esa pregunta metafísica..: “¿Por qué hay ente y no más bien la nada?”

Digamos, marxianito de mi corazón, ud., como yo y el resto del mundo (y el mundo) es contingente. Podríamos estar aquí, y si no estuviéramos, el universo seguiría “andando”. No somos necesarios.

Decía Platón aquello de que el bien es el Ser. Es infinitamente mejor ser que no ser. Puedo tener mil sufrimientos, pero si no existiera, ni “eso” tendría.

Y por más sufrimiento que tenga una persona, el “mal” no puede aniquilar el alma humana, siempre va a haber algo de bueno en nosotros, puesto que “somos”. ¡hasta Satanás tiene algo de bueno, puesto que “es”!.


“La iglesia... ¿es necesario decir nada? Digamos que sí: la iglesia dijo claramente que "la santidad de la vida está por encima de ningún otro factor". Y esto es curiosísimo, porque la iglesia habla de la santidad de algo, pero no de la propiedad de ese algo. O mejor dicho: sí habla muy claramente de la propiedad... vamos, no habla de otra cosa. La vida pertenece al Dios Nuestro Señor que la iglesia proclama”.

Mi estimado Sellers, como diría Tolkien: “¿acaso ud., puede devolver la vida? Entonces, no se apresure en quitarla.”

No es mi intención polemizar sobre estas cuestiones con ud., puesto que llevan a la cuestión antropológica de si se admiten realidades superiores a la razón humana. Como se que en su caso, no es así, no entiendo de que se indigna. Si ud., no admite una Ley superior a lo que puedan decidir los hombres, y entonces luego, no se me queje de que mañana Macri, Zapatero, Lula o Chavéz legalicen la eutanasia, y al día siguiente declaren lo contrario.


Si quitamos lo “objetivo” de nuestra cosmovisión, el resultado es el “cambalache”, “el todo vale”. Tocqueville lo analizo en “Democracia en América”.

Saludos, y espero que la Semana Santa, pueda darle paz a sus almas en la “llanura de la verdad” .

G. K.

PD. “Llegará el día en el que solo la Iglesia Católica defenderá al ser humano” (Chesterton)

Anónimo dijo...

tanto lio por una vieja deforme?
Dejate de joder jack

Anónimo dijo...

Yo al objetivismo ya lo tomé hace rato. De todas formas, no entiendo cómo me dice que hablar de la eutanasia no tiene que ver con el objetivismo.

El caso de la Sra. Chantal es el punto máximo en el que el estado interviene en las decisiones de la gente: termina interponiéndose literalmente sobre la vida misma.

Pero hay otras matices de este mismo tema y se dan sin que nos demos cuenta. No quisiera entrar en confrontaciones ni mucho menos, pero cuando un Estado confisca la propiedad o las ganancias de quien las produjo, sea a través de sí mismo, de su capital o de quienes voluntariamente aceptaron trabajar para él, incurre en lo mismo que el gobierno francés.

Créase o no, cuando se da la intervención estatal en la economía, se hace también desde un punto "no humano". Se menosprecian las decisiones y atribuciones que hace todo el mundo a diario y se imponen dictámenes, en este caso no por jueces sino por ministros, presidentes, dictadores bananeros, etc., claramente "más iluminados" que el resto de los mortales.

Y si Rand no le gusta, léase a Nietzsche. Tarde o temprano llegará a las mismas conclusiones.

Felices Pascuas,
JP.

Jack Celliers dijo...

Chesty:

Me parece muy curioso creer que la existencia tiene algo de intrínsecamente bueno. Razonás como Cioran pero a la inversa: para él la existencia tiene algo de intrínsecamente perverso.

Bueno: la existencia no tiene "intrínsecamente" nada. Como vos decís: podríamos estar aquí o no, pero sin nosotros el universo sería distinto ¿qué tan distinto? Bueno, eso depende de nosotros, de qué contenidos pongamos en nuestra existencia. Para eso somos dueños y responsables de ella. Y por supuesto: para acabarla cuando esa existencia no da más de sí misma. Todos los pueblos con una cultura medianamante decente y desarrollada reconocen ese derecho al individuo: la antigua Grecia, la antigua Roma, incluso para un guerrero samurai (a vos que te gustan tanto los muñequitos de guerreros) el suicidio ritual era no sólo un derecho sino un privilegio.

¿A quién le decís que "no se apresure a quitar la vida"? ¿A mí? Porque yo no he movido un dedo para quitársela a nadie. Sólo reconozco el derecho que tienen otros de disponer de ella, siempre que se trate de la propia.

Aunque fijate que en algunos casos coincido con vos: hay personas que son incapaces de entender lo que es bueno para ellas. Vos por ejemplo. Yo te encerraría en un campo de reeducación vietnamita por tu propio bien. Pero no pretendo discutir esto con vos, se trata de verdades de orden superior que obviamente no entenderías.

JP: Gracias por recomendarme a Nietzsche, lo abordaré ni bien aprenda a leer.

Que se compare a Rand con Nietszche me hace pensar si el pobre Tio Fritz merecía semejante castigo. Creer que Nietszche podía sentir una mínima simpatía por los grotescos personajitos de la Rand es bizarro. Si algo detestaba el pensamiento filoaristocrático de Nietszche era el utilitarismo burgués y la pasión por hacer dinero.

Creo que podrías aplicar la recomendación de leer a Nietszche a vos mismo.

Respecto de la intervención del estado, que en ciertas ocasiones el estado no deba intervenir no significa que no deba intervenir nunca.

El estado no puede intervenir en un caso de suicidio por la sencilla razón de que el suicidio sólo atañe al interesado y no afecta derechos de terceros. Pero la economía es otra cosa, porque toda actividad económica afecta derechos de terceros.

Por su fuera poco, el famoso principio de "no intervención del estado en la economía" es una mentira tan pelotuda que nadie que lea los diarios se la puede creer. Ese principio es válido sólo si se arruina un kioskero, o si los bancos le roban sus fondos a los ahorristas, o si el poder adquisitivo de los salarios se desploma al quinto subsuelo. Ahí el estado tiene prohibidíssssimo meterse.

Pero echá una miradita a lo que está haciendo la Reserva Federal yanqui (¡dirigida por el "libertarian" Alan Greenspan!), mirá cómo acude presurosamente a salvar bancos de la quiebra. inyectar dinero fresco en el circuito financiero y salvar a un montón de irresponsables, timberos y chorros del desastre haciéndole pagar los platos rotos al consumidor ¡Qué democrático!

Jack Celliers dijo...

Buttman... el Hombre Culo ¿cómo le va?

Anónimo dijo...

Aca surfeando entre nalgas duritas y cachondas de las chicas.
Por que no te venis y te relajas un poco.

Jack Celliers dijo...

Gracias, estoy relajado. El Mediterráneo empieza ahora mismo a ofrecer una vista inmejorable.

Jack Celliers dijo...

Che, espero que lo de "surfear" sea en el mar (aunque no me explico qué hacés con un laptop en la tabla).

Nacho dijo...

Ayn Rand, qué mina pelotuda. O hija de puta, no estoy decidido. Pero qué mal me cae, igual que los hipócritas de los libertarians que también ya han mencionado. Parece que, luego de un tiempo con católicos, progres, posmos y marxistas, ha llegado la hora de los comentaristas "liberales" a jugo de ladrillo.

Jack Celliers dijo...

Nacho: ¿Vio? ¡Todo llega!

CHESTERTON dijo...

Estimado Sellers:

Hace muy bien en citar a Cioran, ese teólogo del odio. Digamos, el Cristianismo predica el amor al prójimo, y el “humanismo marxista” predica el amor al hombre y “ordena” el odio al enemigo en nombre del amor al prójimo. Tal cual lo manifiesta un simio adherente zurdo que transita este blog, y que postula “eso” del “tren rojo” arrasando a los disidentes de la ideología zurda.

Recuerdo que le hice una pregunta a una profe de Teoría del conocimiento sobre el rumano. :si “este” ve a un pozo delante suyo ¿Qué hace? Un escéptico dudaría que estuviera allí. Así, Aristóteles se burlaba de los escépticos, puesto que de acuerdo a ellos, seguirían adelante y se irían al pozo.

Me contesto: “Cioran haría lo que hace la mayoría, si todos esquivan al pozo, ¿Por qué yo no habría de esquivarlo? (y si todos se tiran al pozo, yo también me tiro)

Insisti: “¿Por qué publica sus obras Cioran? ¿Acaso no quiere comunicar algo? Y puesto que lo quiere comunicar, no implica que “esa” postura suya tiene más relevancia que otras?
Me contesto: “Publica libros porque todos lo hacen, ¿Por qué no habría de hacerlo? Si nadie publicaría, Cioran tampoco. Y no hablaríamos de él, como asi tampoco de Homero o de William.

Mire a su alrededor Sellers, todo, esta hecho por gente que alguna vez creyo en algo, incluso Marx que dijo: “muchachos, es esto, déjense de joder”.

Sellers, ud puede adherir al pensamiento que quiere (pense que era zurdo ortodoxo), pero esto del nihilismo, del escepticismo radical, me hacen pensar que ud., tiene una gran confusión en ese hemisferio izquierdo de la pelota de ping pong que tiene de cerebro; o quizás, este tratando de reformular el marxismo.

Para concluir, Cioran puede pensar lo que quiera, pero “eso” le importa a los boludos que se lo toman en serio (hay gente que se doctora con esas cuestiones: ¡simios!), pero y ud….¿que piensa? El ser humano es intrinsecamente perverso? ¿Por qué?

Acaso cuando vemos a alguien que se le quedo el auto……¿no sentimos ese algo que nos impulsa a querer ayudarlo a empujar?

Luego, se interponen nuestros razonamientos: “me voy a ensuciar el traje”, “no tengo tiempo”, etc.

Saludos!

Anónimo dijo...

ja.. el comentario de Nacho, una prueba más de la intolerancia zurda, no quieren la disidencia política. Ah sí, lógico, ellos quieren la "igualdad". Son tres gatos locos y se odian entre ellos.

Anónimo dijo...

Jack: si me permitís una pequeña disgresión, o un intento de aporte acerca de este post: deduzco de lo que escribiste que te solidarizás plenamente con el pedido de la Sra Sèbire de que se acabe con su vida, sin embargo, me surgen algunas cuestiones luego de haber leído lo que publicó hoy Clarín, luego de su muerte. La verdad es que no leí la noticia de otras fuentes. Dice Clarín que la Sra Sèbire: "Rechazó enfáticamente el suicidio: para "esta luchadora que quiere terminar con la cabeza en alto, sería una capitulación", explicó el médico. También se negó a ser sedada: no quería que "se adormeciera su dolor, y con él su conciencia", señaló Debost, quien confesó haber cambiado de opinión respecto de la eutanasia." Me parece entender que lo que ella quería era que alguien acabe con su vida estando ella despierta. ¿no es también una "capitulación" pretender anticipar el desenlade de su enfermedad? ¿si no quería que se adormeciera su dolor, y parece ser que quería "vivir lo que le había tocado en estado de conciencia", porqué anticipar el desenlace? y por último, y lo más importante: parece ser que la Sra Sébire era autoválida, no estaba postrada pese a lo terrible de su enfermedad, entonces: ¿porqué no asumir plenamente la responsabilidad de su decisión, y cometer ella misma el acto final, en vez de pedir autorización a la justicia para que otro lo cometa por ella?
Vos decís que la justicia prohibe el suicidio, la verdad que no conozco nada de leyes, pero una ley que dijera: "está prohibido suicidarse" me suena por lo menos ridículo. El suicidio es por definición algo que uno mismo comete, el hecho de "pedir autorización a la justicia" me suena a no querer asumir plenamente la responsabilidad de lo que se ha decidido. Entiendo hasta donde puedo la dsesesperante situación de alguien con una enfermedad grave, terminal, y encima dolorosa, y que debe ser muy difícil suicidarse, pero.....
¿qué pasa si uno se arrepiente en el último momento, cuando ya es difícil revertir el método de muerte elegido? ¿qué pasa si ante la inminencia de la muerte artificialmente programada surge la necesidad de decir una última palabra a un ser querido, y la persona a cargo del procedimiento percibe o escucha o siente que es necesario interrumpirlo?
Haciendo una burda simplificación, tu post me huele a:
La Iglesia se opone a la eutanasia
Jack detesta la Iglesia.
La sra Sèbire pide la eutanasia.
ERGO:
Jack se solidariza con la sra Sèbire.
No sé, de onda te lo digo.
Cordiales saludos desde Almagro.

Cacho

Nacho dijo...

No, yo no tengo problema, eh. Rand que hable tranquila, se hunde sola. Salvo en USA, donde como hay tantos que ya se convencieron de que cuanto más egoistas somos mejor nos va a ir de tantas veces que lo escucharon, algunos parece que encontraron en Rand a una inspirada escritora. Ahí y en ciertas elites, claro, donde la doctrina de Rand cumple el rol de ideología funcional a sus intereses.

Jack Celliers dijo...

Cacho, un par de precisiones:

No estoy estableciendo una valoración acerca del suicidio, el post no trata de eso; el suicidio puede ser una decisión correcta, incorrecta, cobarde o valiente. Sólo me parece que esa valoración corresponde únicamente a la persona que lo ejecuta por una sencilla razón ¿quién va a saber mejor que esa persona lo que quiere hacer con su vida?

Ahora bien, el suicidio no puede prohibirse por razones prácticas, como vos señalás. A quien la ley castiga es a aquellas personas que asisten a otra en su suicidio.

La Sra Sébire realmente no necesitaba asistencia para suicidarse, sólo quería sentar un precedente por una buena razón: no todo el mundo que quiere suicidarse está en condiciones de hacerlo, el caso de Ramón Sanpedro, paralítico del cuello hacia abajo, es un buen ejemplo (recomiendo la película). El tipo clamaba por ayuda para terminar con su vida, sin que nadie pudiera ayudarlo por miedo a ser encarcelado.

Hay personas que quieren acabar con su vida y no pueden hacerlo por falta de movilidad. Y hay personas dispuestas a cumplir con la voluntad de esa persona, que normalmente son médicos ya que el suicidio asistido requiere de un médico para hacerse en condiciones seguras (sin dolor, complicaciones, etc.).

Vos preguntás qué ocurre si se arrepiente a último momento, la respuesta es que es exclusiva responsabilidad de la persona. Siguiendo tu criterio entonces hay miles de acciones que deberían prohibirse porque son irreversibles y puede sobrevenir el arrepentimiento: vender un auto, comprarlo, invertir en un fondo, etc. etc.

Me dirás que en este caso se trata de la vida humana, pero resulta que se trata de una vida que no es tuya ni mía, y la persona que toma esa decisión puede arrepentirse... o no ¿Y quién sos vos, o yo, para prohibir dicha asistencia con el argumento de que "por ahí se arrepiente".

Obviamente que los paises cuyas leyes admiten el suicidio asistido no obligan a ningún profesional a prestar esa asistencia. Simplemente no penalizan a quien la brinda a petición del suicida.

En todo esto lo que prima es la voluntad del suicida. Obviamente que no se trata de una pavada, es necesaria una ley que establezca muy claramente pasos a aseguir que certifiquen de manera inconfundible que la persona realmente quiere suicidarse, tiene que tener un tiempo de reflexión, dejar una voluntad por escrito, demostrar que está en posesión de sus facultades, etc. etc. Es de esperarse que alguien que toma esta decisión es porque se lo pensó bien, no creo que la gente diga "Ay, hoy me levanté con ganas de suicidarme, dame el chumbo... ay! no! me arrepentí!"

Así que como ves, tu párrafo final es lo que vos mismo admitís: una burda simplificación. Las burdas simplificaciones no son muy útiles para plantear o entender una idea.

Salud.

Jack Celliers dijo...

Chesty: Vos suponés que por citar a Cioran uno ya está dispuesto a suscribir cualquier cosa que diga. Es un error: pensá que vos reivindicás la Grecia antigua, y como ya te dije en la Grecia antigua suicidarse a determinada edad era casi un deber.

¿Debería yo decirte que tenés una confusión mental en tu hemisferio católico por reivindicar una sociedad pagana como la griega?

Cioran es pasible de muchas objeciones, una de ellas la que señalás vos (y que fue señalada muchas veces, incluso por él mismo): ¿qué necesidad tenía de escribir? Su escepticismo y su desapego radical ya son sospechosos nada más por este hecho.

Te acabo de contestar más arriba: el ser humano no es ni intrínsecamente perverso, ni intrínsecamente santo. Cioran ejerce una crítica de la existencia interesante que tiene un aspecto a tener en cuenta, aunque su visión es parcial.

De la misma forma que vos me querés considerar un "escéptico radical" por coincidir con algunos planteos ed Cioran, muchos progres me consideran un creyente porque coincido con muchos católicos en rechazar el relativismo.

Desde el marxismo (o mejor, desde el materialismo) no se condena el suicidio, y tampoco se lo alienta. La existencia no es perversa, ni santa. El destino del ser humano no está predeterminado, no nos espera ni el paraíso ni el abismo. Lo que nos espera es nuestra responsabilidad, la vida puede ser santa o puede ser una bosta, la aventura humana puede terminar en nada o en todo. Nadie puede decidirlo por nosotros.

Si te ponés a pensar, Cioran es en realidad un creyente, un creyente negativo. Su escepticismo es el resultado de sus crisis místicas (que las tuvo, te recomiendo su libro "De lágrimas y de Santos"), y como todo místico frustrado tuvo que buscar un absoluto inverso.

Los marxistas no somos creyentes, y por eso tampoco somos descreídos. No creemos en dios, y tampoco en satanás, ni uno nos va a salvar ni el otro nos va a hundir. Rechazamos todo fatalismo, sea positivo o negativo.

Anónimo dijo...

Jack:
mi comentario apuntaba a lo siguiente, y es un tema recurrente en tu blog: el tema del suicidio asistido puede tratarse prescindiendo de mencionar a la Iglesia, máxime si el que lo trae a colación (vos, en este caso), le tiene franca antipatía. Por lo que veo en tu respuesta, hay mucho, pero MUCHO para hablar de este tema, ANTES de mencionar la posición de la Iglesia. Es lo mismo que el tema del aborto, otro caso en el cual mencionar la posición de la Iglesia, máxime sin conocerla en profundidad, no aporta demasiado. Quiero decir: hay argumentos para estar "en contra" del suicidio asistido sin apelar a la posición de la Iglesia. Por supuesto que la Iglesia tiene su posición, y quiero suponer que le reconocés el derecho a expresarla, y el gobierno de Francia y de cualquier país hará lo suyo, y la Iglesia presionará de todas las formas posibles si considera que el asunto de que se trata es serio, y los gobiernos harán lo que consideren. Fijate lo que pasó con el divorcio sino, hoy en día de cada 10 matrimonios, a los 5 años ya 6 están divorciados en Buenos Aires. Dentro de no muchos años vamos a estar discutiendo las consecuencias desastrosas de la inestabilidad de los vínculos familiares, sobre todo en la infancia. ¿y la Iglesia? Tuvo su posición, la sostuvo, y "perdió", y la historia dirá si tenía o no razón. Te anticipo que tal como viene la mano, La Iglesia (lamentablemente para mí) va camino a "perder" en todas estas cuestiones (para tu regocijo, supongo). La última palabra la dirá la historia.
Traer a debate cualquiera de estos temas (eutanasia, aborto, divorcio, anticoncepción...) y mencionar la posición de la Iglesia, inmediatamente desvía el foco del tema en cuestión y se pasa a discutir acaloradamente (ya no racionalmente) acerca de "la intromisión de la Iglesia en la vida de las personas".
Saludos desde Almagro.
Cacho

El Verdugo en el Umbral dijo...

Jack Seliers... se le ha llenado la casa de fascistas de medio pelo...
De todas maneras lo que más me preocupa el el recurrente término "zurdo" con el agrabante "mierda" o "sorete". Veamos: si se refieren al pie o la mano con la que Ud es hábil la generalización dejaría mal parado a Maradona, Vilas,Kempes, Ginóbilli, Mc Allister y al Quiqe Hrabina que son zurdos y hábiles. ¿le cabe también lo de mierda y sorete?
Otra opción es que le estén diciendo "izquierdista"(de ideas, miembro de algún partiducho trosco o estalino que milita en filo o en marcelo t.
Pero, y esto es lo interesante, tal vez le estén diciendo militante Revolucionario, que es otro cantar. Porque todo fascista, sea un idiota, un formado, un cobarde o un poronga, le teme a la revolución. Le teme porque sabe que sus privilegios terminarán, le aterra el escarmiento (Ver toma de Berlín por el ER) y sobretodo les espanta lo inevitable y justo de la revolución.
Siga UD. probocándoles con la buena pluma a la que nos tiene acostumbrado... la historia lo protegerá.
PD: ¿es UD zurdo de pies o manos?
PD Juan Martín Hernández, niño bien y estrella Puma, convirtió tres pntos durante el mundial con el pie iizquierdo, cosa que buscó hacer insistentemente. Digo ¿se habrá hecho zurdo?

Jack Celliers dijo...

Cacho: No sé qué tan acaloradamente se discute, no me tomé la temperatura corporal al hacerlo. Me interesan los argumentos, no la temperatura.

No le niego a nadie el derecho a sostener una posición, la que guste. Si la iglesia desea prohibirle a sus fieles divorciarse, adelante. Si quiere prohibirles suicidarse, regio. Si quiere prohibirles tener relaciones antes del matrimonio, genial.

Lo único que pido es que sus recomendaciones / requisitos / exigencias les quepan a sus fieles, pero no a quienes no lo somos. Haga Ud. lo que quiera con su vida, Cacho, sométala a los dictámenes de su iglesia que a mi no se me moverá un pelo.

Ahora cuando Ud. y su iglesia quieren legislar, ahí les digo: armen un partido político muchachos. No vengan a querer legislar, porque las leyes son cosa de todos, no sólo de los fieles. No entiendo a qué viene esa necesidad de someternos a todos a su modus vivendi. Si Ud. fuera musulmán ¿me obligaría a mí a la poligamia?

"Dentro de poco estaremos discutiendo las consecuencias desastrosas de la inestabilidad de los vínculos familiares", diculpe pero ese argumento es paupérrimo. Sociedades en las que se vive muy bien tienen divorcio hace muchísimo tiempo. Y aún en ese caso la "inestabilidad" a la que Ud. hace referencia no tiene nada que ver con la ley de divorcio, porque la ley de divorcio no hace más que permitir rehacer un vínculo que ya estaba roto. La inestabilidad de los vínculos tiene poco y nada que ver con la ley, porque la gente no se ama o deja de amar por causa de algo tan prosaico como la ley.

Si hay más parejas que se divorcian, entonces eso significa que esas parejas lograrán - gracias a la ley - formar una nueva vida. En el pasado no era menor el número de parejas que se separaban, sólo que no podían casarse con otra persona legalmente.

Puede que Ud. deplore las costumbres modernas, y está en su derecho. Lo que me parece un poco infantil es suponer que las costumbres se pueden legislar, que las leyes moldean las costumbres de la gente. No es así sino más bien al revés: son las costumbres las que moldean - tardíamente si se quiere - las leyes. La ley de divorcio no es más que un síntoma de un fenómeno: la gente quiere separarse y formar nuevas parejas ¿A Ud. le parece mal? Sugeriría que busque la causa no en la ley de divorcio - que es apenas un emergente de una situación dada - sino en tendencias sociológicas un poquito más profundas.

Anónimo dijo...

Jack: evidentemente para vos el caso de la Sra Sébire solamente te interesa para enfrentarte a los que pertenecemos a la Iglesia y escandalizarte por la "terrible intromisión de la Iglesia en la vida de la gente". Ya te dije en mi comentario que no te escandalices tanto, porque está en retirada, los hechos son elocuentes. Estamos viviendo una transición, vos que sos un tipo inteligente te das cuenta de eso.
Yo lo que te cuestioné es "etiquetar" el post bajo "religión". Eso es arrojarnos (a los católicos) el ladrillo antes de sacarle el jugo.
El súbito giro del "vos" con que te dirigías hacia mí, al solemne "Ud" con mayúscula lo confirma.
No vale la pena seguir Jack, ya que "Ud" me ha puesto en la vereda de enfrente y me empezó a tirar ladrillos, en vez de sacarles jugo, que era lo que yo le proponía. Su post es sólo para eso. Por otra parte el tema de la relación entre la Iglesia y el poder político ya lo ha discutido "Ud" largamente con el amigo Milkus y otros.
"Le" envío cordiales saludos desde Almagro.
Cacho

PD: soy un analfabeto en HTML, por eso uso las comillas en vez de la negrita o la itálica, que son mucho más prácticas para estos casos.

Anónimo dijo...

Interesante conversación. Hoy tengo ganas de escribir y creo que encontré el lugar apropiado, ya que todos lo hacen. Dejaré de lado el tema de la mujer que fue encontrada muerta, para enfocarme en el último comentario hecho por un tal "Nacho", el cual podría ser enmarcado y expuesto como el punto más alto de la irracionalidad y la hipocresía.

Me centraré en la frase cínica que reza "...donde hay tantos que ya se convencieron de que cuanto más egoístas somos, mejor nos va a ir". Ese despliegue de demagogia podría ser pronunciado por un amplio catálogo de personajes. Un cura predicando la caridad, Bush invitándonos a luchar en Irak, un comunista proponiendo la Revolución o bien Adolf Hitler fomentando el sacrificio por la patria.

El problema es que tales formas de altruismo y sacrificio han llevado a la perdición y al retraso de la humanidad. Ser egoísta no significa cerrarse al mundo y pisotear cadáveres para llegar a la cima del éxito. Egoísmo significa, ante todo, buscar el propio bienestar. Éste, dicho sea de paso, puede incluso ser alcanzado mediante la ayuda a los demás. Si mañana decidimos gastar nuestros ahorros en curar de una enfermedad a un ser querido, estamos actuando de manera egoísta: probablemente la falta de esa persona nos haría peor que la falta del dinero, por lo que, basados en el egóismo racional propio de la condición humana, optamos por el mal menor. Sin embargo, si alguien entregase tal dinero en pos del bienestar de una persona cuya existencia no le concierne en absoluto, estaría incurriendo en un acto irracional y autodestructivo. ¿Debemos prohibirle semejante conducta? No, así como tampoco podemos quitarle el derecho a suicidarse cuando se venga en gana.

El que tachó a la filosofía de Rand como tosca y simple ahí arriba, probablemente tenga razón. La filosofía "tradicional" es la máxima expresión de la mente humana y por lo tanto tiende a ofrecernos una visión de la realidad subjetiva y por ende distorsionada, compleja y rebuscada. Sin emargo, nuestra mente no es más que el reflejo de la realidad que nos rodea. Todo lo que tiene lugar en el cerebro es una proyección de lo material, o posee una raíz en ello. No hay nada puramente abstracto sino que todo lo material deviene en ello cuando pasa por nuestra mente. Para entender al objetivismo tenemos que dejar atrás cualquier dogma y entender que no estamos hechos "a imagen y semejanza de Dios", sino que Dios está hecho a imagen y semejanza de lo que pretendemos ser. Es un Dios individual, humano y por lo tanto, egoísta. Por eso es que han habido miles de religiones y miles de maneras de interpretar la Biblia. Y por ello también cuando la Iglesia nos "impone" a su Dios, lo que pretende es que actuemos y pensemos de la misma manera que ellos.

Un saludo.

Senza una donna dijo...

Buenas tardes Sr. Celliers. Me permito enviarle una pequeña nota después de debates tan extensos, para agradecer el haberse detenido en un tema importante y el cual tendría que estar en boca de todos. Lamento las opiniones exasperadas y del estilo histeria personal que rondan por ahí, porque su comentario es objetivo y respetuoso. Totalmente, en este caso, de acuerdo con usted. Celebro la integridad de esta mujer porque ella ya tenía una decisión tomada, pero se arriesgó a poner en evidencia la miseria de la ley y sus supuestos guardianes, y a exponerse a todo tipo de comentarios y rechazos como estamos escuchando y leyendo estos días. Durante casi 25 años dejé la decisión de mis actos en manos de Dios, como se me había enseñado, confiando en su sabiduría y motivos... Ahora que he recuperado mi responsabilidad y decisión, es cierto, sufro más y no estoy tan aliviada como cuando tenía la frasesita "y es la voluntad del señor". Pero le aseguro que vivo más intenso. Saludos

LR dijo...

En Argentina la cosa es bastante perversa. Alguien que asiste un suicidio o lo instiga es pasible de prisión. Aquél que pretende suicidarse, si falla, puede ser encerrado en una clínica psiquiátrica y ser sometido a un tratamiento farmacológico que lo reduce a ser un cuerpo babeante sin voluntad o, mejor dicho, con una voluntad no respetada. Y es peor en un punto que la prisión. Porque los presos están por un tiempo determinado en la cárcel mientras que el supuesto enfermo mental permanecerá en el psiquiátrico hasta que los técnicos que lo asisten digan que puede salir. Es complicado el asunto cuando se trata de instituciones privadas que facturan más cuanto más tiempo permanecen. Es más, un psiquiatra tiene un poder casi absoluto sobre esa persona ya que si él dice que no está apto para salir, la justicia hace lugar al diagnóstico y lo mantiene recluido. Con lo cual, si el paciente llega a ser medio protestón corre con el peligro (si tiene un psiquiatra mala entraña) de permanecer y permanecer y permanecer.

Paradójicamente, la decisión lúcida y libre de suicidarse tiene como consecuencia, en el caso de falla, la pérdida de la libertad, la anulación de las potencialidades mediante fármacos, mientras los profesionales de la salud siguen facturando.

Lafargue fue un marxista francés que terminó con su vida cuando se acercaba la época de su decrepitud física lo que hacía presumir que iba a ser más una carga para los demás y que no iba a poder aportar como antes a la causa del proletariado. Era médico, tenía los conocimientos y la posibilidad de hacerlo. Lo hizo y no merece condena alguna. Fue libre hasta para elegir el momento de su muerte. Mientras estuvo vivo trabajó por cambiar el mundo.

Lo que quiso hacer esta señora Sébire fue sentar un precedente jurisprudencial. Se pudo haber suicidado sin más pegándose un tiro en la cabeza pero pensó en los demás, en aquellos que no pueden apretar el gatillo. En los que necesitan ayuda. Una buena mujer.

Jack Celliers dijo...

Cacho: El uso del "Ud." es ligeramente más irónico de lo que parece. Internet da pocas chances al discurso porque nos constriñe a la palabra escrita. Pero no te ofendás, papá.

Decir que un caso "sólo me interesa para enfrentarme a la iglesia" es curioso. Deja de lado la validez o invalidez del argumento para declarar simplemente: "estás en contra de la iglesia". No se te ocurre que quizás mi posición en contra deriva de los hechos que expongo y no al revés.

El decir "igualmente está en retirada" nuevamente deja de lado la validez o invalidez del argumento. En fin, que en lugar de exponer razones lo que hacés es tildarme de arrojador de ladrillos cuando lo único que hice fue contestar tu punto explicando las razones de mi posición. "Refutarlas" con "argumentos" tales como: "vos odiás a la iglesia" o "igual ya está en retirada", o buscar cuestiones de forma en los pronombres es cualquier cosa menos sacarle jugo a nada, es irse meramente por la tangente.

Y dale con Almagro... yo estoy bastante cerca de Almagro casualmente, ya que ando de paseo por la patria.

Para escribir en negrita basta con la secuencia "< b >" al principio (pèro sin los espacios) y "< / b > al final de la frase a resaltar. Para la bastardilla se reemplaza "b" por "i". No es tan complicado.

"Te" mando saludos, desde bastante cerca de Almagro. Pero aguante Boca.

Martín: el egoísmo tiene un doble sentido. Puede ser mezquino, miope, estúpido; o puede ser expansivo y vital. Nietzsche - que lo mencionaron por ahí - destacaba la diferencia, cero que en El Anticristo. Creo que Nacho se refiere al primer tipo de egoísmo, que es un egoísmo destructivo.

Senza: Saludos a Zucchero, je.

Nacho dijo...

Nietzsche nunca fue mi filósofo favorito pero reconozco que no lo he leído lo suficiente como para opinar con seriedad sobre él.

Es interesante, sin embargo, cómo por ejemplo hacia adentro del Marxismo las aguas están bastante divididas con respecto a él. Hay quienes entienden al superhombre como una vuelta a la irracionalidad, una valoración de la fuerza bruta de los fuertes sobre los débiles, a un paso de lo que Benjamin destacaba como el irracional apoyo a la guerra como un acto "bello", como una cumbre estética, de los "futuristas" en "La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica". Otros ven a su vitalismo como opuesto a la sumisión y lo destacan por eso, lo asocian con la posibilidad de levantarse contra un orden natural actual, de luchar por un mundo para los hombres. Calculo que las dos cosas estarán en tensión en la obra de Nietzsche, repito, sin conocerla demasiado. A Jack me da la sensación de que le cae bastante bien, así que quizás tire más para la segunda corriente que mencioné.

Con respecto a Rand... vamos, sabemos de qué egoísmo hablaba Rand. Rand odiaba a Kant por su ética universalista. Y se lo puede criticar a Kant por esto, por ingenuo, por muchas cosas, pero la crítica de Rand no apunta a eso. Para Rand lo mejor que puede hacer un ser humano es perseguir su propia felicidad y bienestar, olvidándose de cualquier tipo de altruismo y solidaridad. Lo que para cualquiera que tenga el privilegio de nacer hijo de Macri, digamos, significa: heredar la fortuna del viejo y multiplicarla a costa de quien sea, pues el fin último son mis intereses. De Macri o de cualquier gil: supongamos que soy líder de un movimiento sindical y me ofrecen venderme o aflojar en mis demandas a cambio de 30 monedas de plata. Pues bien, yo, profundo admirador de Ayn, diré: "estas 30 monedas de plata son mucho más de todo lo que podré ganar en mi vida como lider sindical, que me trae más peligros que beneficios, así que las aceptaré porque mi bienestar es el más elevado fin que puedo alcanzar". Eso hasta donde yo entiendo es ser un garca.

Después, que si se hunde un barco y yo tengo que elegir entre salvar a mi mujer y a un desconocido seguro agarro a mi mujer: y sí, es un acto egoista (que todos probablemente realizaríamos, bastante razonablemente), pero no tiene nada que ver con esto.

El altruismo a Rand le rompía las pelotas, de hecho. Eso de andar donando dinero para que se investiguen enfermedades que no me conciernen... buuu, caca, feo! Comunistas! La gloria individual debía ser el objetivo de cualquier persona racional. No me parece, qué sé yo.

No sé qué hay de cínico en reivindicar la solidaridad por encima del egoismo. Demagógico puede ser, sí, está clarito que cualquiera puede llenarse la boca con eso mientras te invita a sacrificartte por la nación, el tercer reich o el mundo libre occidental. Pero eso no convierte a cualquiera que ataque al egoismo en un cínico. Todos tenemos derecho sobre nuestras vidas y nadie condenó el preocuparse por uno mismo. Lo que se critica es ser un vividor o un cínico desinteresado por la existencia de injusticias o sufrimientos mientras que a mí no me toquen.

Como bien decís, Martín, las abstracciones y las ideologías no vienen de la nada. Decís que cada interpretación de Dios, de la Biblia, etc. etc. se da de acuerdo a los intereses de grupos en un determinado tiempo y demás. Estoy de acuerdo, por supuesto. Pero el objetivismo tampoco sale de la nada, y para entenderlo tenemos que buscar qué acciones justifica o a qué interés sirve esa ideología. Pista: a los de los pobres, marginales, hambreados y explotados no es.

Nacho dijo...

Una cosa más: si una acción buena para el conjunto, o para los desposeídos, etc. es también beneficiosa para mí, está bárbaro, posiblemente me motive más ejecutarla, y bueno, no le veo lo malo, al contrario. Mientras de aquí no saquemos la conclusión de que si algo no me beneficia personalmente entonces me tiene que importar un soto.

Me parece una obviedad pero por ahí hay que aclararlo.

Comandante Cansado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Severian dijo...

El tema de la eutanasia puede ser un tema difícil... porque se trata de la vida de alguien que no puede tomar la decisión por si mismo. En cambio el derecho al suicidio (como en este caso) de una persona que en pleno uso de sus facultades decide que no quiere vivir con lo que le ha tocado, bueno, es simplemente sencillisimo, no veo que hay que discutir, salvo la mejor manera de implementar legalmente ese derecho (cosa que suena extremadamente difícil).

Lo notable es que quienes se oponen tampoco ven exactamente cual es la parte discutible, por eso se limitan a acusarte de traer el tema a colación solo para atacar a la iglesia. Pero del tema, ni una palabra. Sería interesante preguntarle a alguno de estos opositores sin argumentos lo más simple: si se supone que el suicidio es un pecado, y si se supone que el pecado existe porque existe el libre albedrío ¿que sentido tiene prohibirle a alguien que lo cometa? Quien no peca porque no lo dejan no es una mejor persona a los ojos de dios (simplemente no creo que ningun dios sea tan estúpido como para no darse cuenta de que esa persona hubiera pecado si la hubieran dejado). Luego ¿que sentido tiene generalizar la moral a través de la imposición?

¿Ve? incluso desde el punto de viste de un creyente, si es honesto, el tema es simple. Independientemente de que algo sea pecado, prohibirlo por las leyes temporales es la peor estrategia, porque evita que las personas puedan elegir libremente no pecar.

En consecuencia, deduzco que la única razón por la que un creyente pueda preferir que las leyes temporales repitan los diez mandamientos es una razón puramente política: si no hubiera una presión legal en contra de ciertos pecados (aquéllos inofensivos para el prójimo como el que aca se cita) se producirían con una frecuencia tal que haría muy evidente la cantidad de gente que no cree en la dicotomía premio/castigo de la religión.