16.12.09

¿Qué hacer?



La crisis mundial del capitalismo lleva a la burguesía a convertirse en una lumpen-burguesía, cada vez menos capaz de respetar los límites del sistema que ella misma ha impuesto. Consecuentemente, los representantes políticos de esta lumpen-burguesía no pueden comportarse como otra cosa que lúmpenes. Es así como la corrupción y aún el delito devienen moneda corriente y todos gritamos “¡Qué barbaridad!”.

Así como el capitalismo destruye el medio ambiente, su dinámica lo lleva también a destruir su propio medio ambiente económico que es el mercado. Cuando las fuerzas incontroladas del capital destrozan el mercado, las contradicciones en su propio seno se vuelven amenazantes y se manifiestan políticamente. Es entonces cuando la burguesía recurre a un político salvador, cuyo perfil ideológico dependerá básicamente de la capacidad que demuestre la clase trabajadora para amenazar la estabilidad del sistema.

Si esta capacidad es alta y peligrosa, la burguesía entrega el poder político a un dictador de las variantes bonapartista o fascista. Si en cambio la clase obrera ha perdido la iniciativa –que es lo que hoy ocurre– entonces basta con un político eficiente, culto, pletórico de gestos “de izquierda”. En todos los casos se produce ese fenómeno que denominamos “populismo”, que consiste en despilfarrar gestos simbólicos para preservar lo importante, que es el poder burgués.

Pero la burguesía en realidad odia ceder nada, y si esto es cierto incluso para un dictador fascista, lo es mucho más para un Obamalabarista progre. No pasan unas horas desde que asume el poder que los sectores más aventureros del capital conspiran y comienzan a preguntar cuándo se va el marxista ese.

El caso argentino es paradigmático. No es casual el odio que concita Cristina Fernández de Kirchner, una de las pocas dirigentes burguesas lúcidas y capacitadas que intenta convencer a la clase que representa de la necesidad de un proyecto nacional. No lo logrará, como no lo lograron en condiciones infinitamente mejores Miranda en el ’45 y Gelbard en el ’73, (no) curiosamente también bajo gobiernos peronistas.

El peronismo es uno de los movimientos políticos más versátiles. Demasiado para una burguesía obtusa que no está interesada en otra cosa que no sea la acumulación de la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo posible. Las consecuencias no le interesan en lo más mínimo, ni siquiera si involucran crisis severas: para eso están el aparato represivo, el submundo policial y los llamados “servicios de inteligencia”, que no son otra cosa que delincuentes al servicio del estado burgués.

Planteadas así las cosas, los operadores políticos pagos que pululan en los partidos y los medios de comunicación se han dedicado a crear el clima conveniente para abortar este gobierno como sea y volver a la fiesta.

El plan económico y social comenzado durante la dictadura militar con Martínez de Hoz no fue episódico sino una manifestación de la firme voluntad de nuestra burguesía de destruir el país tal como lo conocemos y convertirlo en un territorio de nadie, similar a cualquier republiqueta africana, en la cual la riqueza nacional sea objeto del despilfarro animalesco de una minúscula oligarquía rentista e inútil, una caterva de funcionarios venales y el circo de la farándula; mientras el grueso de la población sobrevive en condiciones de precariedad, sin trabajo, sin infraestructuras, sin educación, sin salud y sin futuro.

La actual administración es un obstáculo para lograr este objetivo. El gobierno de CFK insiste en la ilusión de un país integrado bajo el capitalismo, para lo cual necesita a una “burguesía nacional”, que no es otra cosa que una contradictio in adjectio. Construir un país es una tarea muy superior a las fuerzas de nuestra burguesía, que no está dispuesta al menor sacrificio ni siquiera en vista de sus propios intereses en el largo plazo. La razón es sencilla: el “largo plazo” y las “futuras generaciones” son un mantra repetido desde hace décadas para consumo de la clientela electoral (en porteño: verso para la gilada), pero nadie mejor que la clase opresora conoce las ventajas inapreciables del aquí y ahora. Mientras la enorme mayoría de la población argentina vive de promesas desde hace décadas, los privilegiados no toleran la más mínima demora a la hora de comprar un yate.

Las recientes amenazas de muerte proferidas contra la presidenta, el clima de constante agitación e insulto, los pronósticos de destacados golpistas que incluso ocupan posiciones de poder son el aviso de que no habrá negociación capaz de detener a esta horda, que es la de siempre. El odio zoológico, el insulto soez, la histeria y la grosería de una farándula política ignorante y canallesca intentan arrastrar el descontento de lo que queda de las clases medias hacia una acción que será suicida incluso para muchos de los que hoy comparten el odio por la actual administración.

Porque no hay que dudarlo: esta ofensiva que escala el conflicto de manera criminal e irresponsable intenta arrastrar a los sectores más atrasados e ignorantes de la llamada clase media (que son muchos) para imponer un modelo de país que –al igual que lo que ocurrió con el proceso de desnacionalización que desembocó en el corralito– hundirá a esos mismos sectores en una miseria aún más pronunciada. Trotsky recordaba que la política no es agradecida.

La amenaza de muerte a CFK, la reciente designación de un apologista de la dictadura por el macrismo, la frase de un candidatejo:

Es como estar en la guerra, hay que ir matando a los de la primera fila y seguir

no son hechos aislados. Se trata de fomentar una nueva interrupción violenta en el proceso democrático, interrupción cuya justificación ya no proviene de ninguna guerrilla, ni siquiera de la menor resistencia. Porque nunca fueron esas las razones necesarias para que la burguesía argentina imponga su agenda. Los sucesivos golpes de estado, el golpe de mercado que derribó al primer gobierno democrático desde el año '83 y esta ofensiva brutal repiten el ciclo histórico de nuestro país.

Frente a esto la militancia que apoya al gobierno de CFK tiene que entender que en lo que respecta a esta ofensiva no importa lo muy civilizado que sea este gobierno, no interesa en lo más mínimo si se plantea alguna clase de resistencia organizada o no: la ofensiva proseguirá hasta obtener lo que desea, que es imponer una nueva vuelta de tuerca a un proceso de degradación social e institucional que si parece no tener fin, es sencillamente porque no lo tiene.

Como siempre ha ocurrido el conflicto, lejos de ser promovido por los oprimidos, es furiosamente impuesto por los privilegiados. La tarea de la hora es decidir qué hacer frente a esta enésima ofensiva.

35 comentarios:

Chancho burgues dijo...

"Se trata de fomentar una nueva interrupción violenta en el proceso democrático, interrupción cuya justificación ya no proviene de ninguna guerrilla, ni siquiera de la menor resistencia."

Y si de interrupciones violentas a procesos democraticos hablamos, creo que deberias mencionar al terrorismo de los '70. El hecho que hayan fracasado no les quita responsibilidad en el desastre que se inicio a partir de entonces.

Pero ya se: la violencia, si viene de la izquierda, es justificada.

Jack Celliers dijo...

Chancho, el "terrorismo de los '70" también existía en el año '30? Y en el 43? y en el 55? y en el 66?

Y el "terrorismo de los '70" también es responsable de la política de Martínez de Hoz? Y de la híper? Y del Plan Austral? y del corralito?

Che, y eso que estás escribiendo, que cuando uno escribe tiene tiempo para pensar, corregir, reflexionar. No me quiero imaginar entonces cómo sos conversando, ya escribiendo sos una ametralladora de pelotudeces.

C.A.T. dijo...

Gran post, Jack.

Un abrazo

Chancho burgues dijo...

Te di dos meses para ver si madurabas pero veo que no. En este tiempo varias generaciones de zanganos han pasado, y vos seguis siendo el mismo pelotudo.

Que lastima que llegue tarde para destrozar las forradas que escribiste con el tema de la utopia. El otro dia estuve dos horas tratando de conciliar el sueno: en cuanto me empezaba a dormir, un ataque de risa me despertaba. Es la ultima vez que leo tu blog despues de las 9 de la noche.

Severian dijo...

¡¡¡Chancho!!! ¡Que bueno leerte loco! ¿estas vivo? Menos mal, pense que te había llevado la gripe A ¿te acordas? esa, la del fin del mundo, la pandemia que nos mataba a todos ¿como que no te acordas? naaa ¿en serio no te acordás? Porque mirña que yo me acuerdo muy bien, me acuerdo de como mintieron los medios para crear pánico y desinformación, y de como algunos pelotudos repetían como loro ese bolazo insostenible.

¡Qué bueno que estes bien loco, listo para comerte la proxima corvina podrida que te vendan!

Abrazos (no te preocupes, me baño con alcohol en gel)

Severian dijo...

Interesante Jack.

¿Qué hacer? ni idea. Es más fácil, si bien admito que no muy útil, determinar qué no hacer. Por ejemplo, no ser útil desde la izquierda a esta ofensiva. Porque si algo se puede considerar demostrado por la historia es que cuando la democracia burguesa se desmorona, lo que sigue no es la revolución socialista ni mucho menos, sino algo mucho peor.

Por eso me pongo loco con la izquierda blanca cuando suman sus voces a la derecha con la idea de que así se acercan un poquito más a "la gente". Me refiero a tipos como Pino, que si algo tiene bien puesto es el nombre, ya que como político es de madera: vota con la derecha esgrimiendo argumentos diferentes, en la ilusión de que sus diferencias con de Narváez se verán reflejadas en algún medio. O Lozano, que en su blog tuvo que cerrar los comentarios podrido de que "el pueblo" lo insultara por su voto sobre la 125. ¡O Bonasso! dios mío como puede ser tan nabo ¿creyo que el peronismo le iba a dar un ministerio?... Y Vilma Ripoll, bueh, que más se puede decir, pobrecita... El único exponente de esa "izquierda sin negritos" que hasta ahora no metió la pata es Sabatella, que la viene surfeando con bastante cancha, ojalá le dure.

El otro riesgo, claro, es pasarse de rosca y apoyar hasta las últimas consecuencias un gobierno que, de todos modos, no cambiará demasiado. Pero si la alternativa es que vuelva Martínez de Hoz, puedo asumir ese riesgo. Claro que entiendo que ese apoyo no evitará que al final el poder real se salga con la suya, siempre lo hizo. Pero en ausencia de una izquierda seria con propuestas serias ¿que hacer?

repito, ni idea...

CHESTERTON dijo...

y si Jack, entre tu discurso, el del ministro Fernandez, Moyano, y D'Elía, no hay mucha diferencia.

El problema es cada vez hay más pobres, y esto es funcional al gobierno, por ello no quiere abordar el problema. De hecho, ni siquiera lo reconoce, con las cifras del Indec.

En algo tenés razón, la idiota presidencial y el ojituerto inmundo, se van a ir, pero lo que viene va a ser más de la misma mierda.

Solución?: Refundar la Argentina, la república, el sistema de representación; y limpiar a estos delicuentes que cada vez son peores y peores: Alfonsín-Menem-De la Rua -Ojituerto- Idiota presidencial- ¿como carajo va a salir algo bueno de tanta porquería?

¡Los zurdos como vos defienden el sistema! Lo tuyo es lo menos revolucionario, y más conservador que he visto.

Saludos al rebaño

tanguito dijo...

Algún día me tendras que explicar,que carajo es el peronismo.De afuera se ve como un amasijo donde caben todos.Desde sus sectores más a la izquierda si lo mirás superficialmente te encontras con un discurso que parece podria apuntar a algo interesante.Pero despues se ven pequeños cambios,apenas gestos,que no cambian ni un poquito el fondo de la cuestion.Es como la historia del poli bueno y el poli malo(uno te caga a palos y el otro te invita a un pucho,parece que se pone de tu lado,te aconseja)..........estos hacen de poli bueno.

Jack Celliers dijo...

Chancho: ¿"Me diste" dos meses? Guau, gracias. Destrozá lo que gustes, ya destrozaste el sentido común, la sintaxis y hasta los rudimentos de la lógica formal.

Chesty: Refundá la república nomás.

Tanguito: No creas que tu explicación del poli bueno y el poli malo es tan desacertada. Se ha escrito mucho sobre el peronismo, pero sin duda Pochito era el político burgués más astuto y audaz.

LR dijo...

Tanguito, en internet hay un artículo del PRT, de principio de los 70, donde caracterizan al peronismo como bonapartismo. También es un movimiento nacional burgués policlasista que se asienta en la regimentación de los sindicatos. El planteo teórico viene del Silvio Frondizi y del Grupo Praxis. En el artículo del PRT (firmado por un tal PARRA) están citados dos discursos de Perón en la Bolsa de Comercio y ante sus compañeros de armas donde claramente sostiene que su función es evitar el comunismo que era un hecho, en esos momentos (1945) en el mundo, controlando los sindicatos y quitándole un poco a los empresarios "enemigos de su propia felicidad, que por no perder un 30% terminarán perdiendo hasta las orejas" (aprox).

Respecto a ¿Qué hacer? El Partido, es la tarea de siempre, la que siempre es urgente y necesaria. La que se tiene que hacer con el material actualmente existente con sus defectos y virtudes.

Otra cuestión respecto de lo que dice Severian. No siempre a la caída de un gobierno democrático sobreviene una etapa peor. De hecho, la etapa posterior a las luchas populares de 2001-2003 que voltearon a De La Rúa y luego aceleraron el retiro de Duhalde, no desembocó en ello. Los más sangrientos regímenes vinieron a conjurar el peligro de un proceso revolucionario abierto (como en los 30 o en los 70). Es decir, no fueron regímenes contra las democracias liberales, sino contra el movimiento revolucionario que amenazaba la dominación de clase de la burguesia. En este sentido, la dictadura del 76 no vino a destituir a Isabel y a las libertades democráticas sino a aniquilar a aquellos que se encontraban desarrollando un programa de intervención revolucionario. El avasallamiento de la democracia fue el medio más eficaz que encontraron ante la incapacidad de esa democracia de dar cuenta con la tarea de la etapa (para la burguesía). Lo mismo pasó con Allende en Chile.

Hace poco, con el conflicto de Kraft, un burócrata del sindicato de la alimentación dio a entender que los trabajadores le hacían el juego a la derecha llevando adelante esa huelga. Pero no hacerle el juego a la derecha implicaba cesar una lucha contra uno de los principales monopolios mundiales de la alimentación. Los trabajadores cuando luchan por sus intereses son funcionales a ellos mismos. Además, en el sindicato de la alimentación está el ¿ex? menemista Daer. Aquél que se enfrentaba al MTA de Moyano cuando estaba Patilla pero que recibió el apoyo de éste último en el conflicto de Kraft.

Pero es cierto, ante la posibilidad de la reacción fascistoide de la derecha una opción es no hacer nada esperando que estos que están ahora no sean tan jodidos o, incluso, apoyarlos abiertamente como hacen los intelectuales de la Carta Abierta por poner un caso. Es la posición del mal menor. Remember la alianza. Así estamos luego de años de mal menor.

La burguesía ha tenido cuadros audaces e inteligentes que han hecho lo necesario para mantener el statuo quo. Si la clase obrera no logró vencerlos fue porque careció de direcciones con la misma audacia e inteligencia. Los intelectuales que caen en la lógica del mal menor, de la defensa de la democracia "en general", sin tener en cuenta la cuestión de la clase, ayudan, aunque no lo quieran, a que las cosas sigan como están.

.....

Chancho burgues dijo...

Jack,

Podras decir muchas cosas de mi, pero al menos soy fiel a mis principios. Soy capitalista y vivo en un pais capitalista.

Vos sos un hipocrita que pregona el comunismo, pero vive en un pais del primer mundo. En el barrio te diriamos: "cerra el culo zurdelli". El dia que te mudes a Cuba vas a tener la autoridad moral para hablar. Hasta tanto, me seguire riendo de tu pelotudez.

Severian,

No, nada, te iba a decir algo pero mejor me lo guardo. La vida ha sido muy injusta con vos.

LR dijo...

Si alguien fue ultra fue Lenin en el 17.

Recordemos, Rusia era un país con un estado y gobierno despósticos. A último momento de su existencia ingresó en una guerra brutal como la primera guerra mundial.

Las masas, hartas de la situación de miseria y muerte obligaron a abdicar al zar en febrero. Toma el poder la burguesía que mantiene la guerra porque, al fin y al cabo, es un negocio. Como no puede mantener la dominación comparte el poder con la centro izquierda (Socialrevolucionarios, mencheviques). Obviamente era algo mucho mejor a un gobierno despótico hereditario. En unos meses iba a haber una asamblea constituyente. Se trataba del nacimiento de una democracia, de una república, de las libertades democráticas.

En ese contexto, vino un loco como Lenin, que hacía años que estaba en el exilio, a decir que no había que tener confianza en el gobierno, que había que explicar pacientemente hasta tener la mayoría en los soviets, etc. Uno podría pensar que fue funcional a la derecha. De hecho, en base a una provocación contra los bolcheviques en julio se armó el golpe de Kornilov (lo que sería la extrema derecha). Sin embargo, los únicos que realmente combatieron el golpe fueron los bolcheviques.

Una locura. Lenin era un loco, solo que todos los demás estaban más locos aún. Acá la intelectualidad centro izquierdista de 6,7,8, carta abierta, etc, habrían despotricado como locos contra un partido que hiciera eso.

Saludos

Luk@s

Jack Celliers dijo...

Chancho, voy a dejar de publicar comentarios-catarsis. Son de gente poco educada.

Luk@s: Los únicos que enfrentaron a Kornilov y lo clavaron de guampa fueron los bolcheviques, precisamente. En este contexto enfrentar el golpe fue una forma de defender el gobierno democrático de Kerensky, que era una merd claro, pero habia que defenderlo.

La defensa puede ser un ataque, es lo único que frena las intentonas golpistas: el miedo de la burguesía a generalizar el conflicto. La histeria de la gentuza que hoy grita por la vuelta a la fiesta es el resultado de ese debate interno en la burguesía.

Por eso me parece que la izquierda debió alinearse no "con el gobierno", pero sí claramente contra "el campo", como ahora hay que enfrentar a "la oposición", que no es más que un rejunte de paniaguados.

LR dijo...

Jack, la izquierda, por ejemplo, se ha movilizado contra El Fino Palacios, contra el espionaje. Y lo ha hecho, claro está, también contra Macri. Es correcto. Pero no dijeron nada del gobierno K. Y es un error, porque implica lavarles la cara. A menos que pensemos que el gobierno no espía ...

Después hay otro tema, los que detentan el poder político son los K y su camarilla, estos son los principales responsables. No una oposición que está fragmentada. Sin embargo, es cierto, la oposición es reaccionaria y también hay que atacarla. Pero para mi el ataque principal es contra el gobierno. Porque en Argentina sólo puede gobernar quien maneja a la burocracia sindical. Hoy en gran medida son los K. El más viable para la burguesía, para reemplazarlo, es Duhalde o algún pollo de este (como en algún momento fue Kirchner). Los dos son de la pata peronista, los dos se apoyan, se apoyaron y se apoyarán en la burocracia sindical para gobernar. Alguien que no sea de ese palo, a mi criterio, no puede gobernar. O sea, si bien el apoyo del sindicalismo no es suficiente sin ese apoyo es imposible. Pensemos a Carrió, Cobos, Morales, etc, tratando de gobernar con la CGT en contra. Imposible. Además, los K no son De La Rúa, los tipos no van a caer, van a dar su pelea hasta el final. Pero la agitación de un fantasma reaccionario les sirve claramente para mantener dentro de sus bases de apoyo a cierta centro izquierda (parte de la CTA, Sabatella, los transversales en general) que en su momento estuvo con la Alianza, no lo olvidemos. Y reitero, quienes están al mando del poder estatal son los K. Quienes mandan la represión a las luchas obreras son los K, estas cosas no se pueden soslayar.

Y eso es parte de la delimitación ideológica porque, en un punto, es fácil militar contra un Otacehé, contra un Curto o contra un Macri. Lo difícil es delimitar contra un Sabatella. La centro izquierda es engañosa. La prefiero en el gobierno porque en general ciertas libertades están protegidas. Eso sí, requiere afinar más la mira para combatirlos. Pero bueno, no voy a alegar mi propia torpeza y decir que prefiero a la derecha porque es más fácil pegarle. Estaría justificando una aberración por mis propias limitaciones.

Saludos

Luk@s

Anónimo dijo...

"La democracia burguesa que se desmorona" Severian

"La crisis del capitalismo" Jack Celliers (faltó agregar "terminal").

Muchachos, ¿se dan cuenta lo pelotudos que son?

Jack Celliers dijo...

No, no nos damos cuenta. Menos mal que hay gente como vos para iluminarnos. El capitalismo no pasa por ninguna crisis, el encarecimiento de los alimentos y los rescates multimillonarios no son crisis sino minucias que sólo un pelotudo podría considerar relevantes.

Comentarios como este me causan una irresistible curiosidad ¿De qué vivirán los que escriben comentarios como este? La sola posibilidad de que vivan de un laburo me hace reir y llorar al mismo tiempo.

Anónimo dijo...

La supuesta refutación confirma que sos un pelotudo. Faltó hablar del calentamiento global, hecho climático en que es directamente "el modo de producción capitalista el que arrastra al mundo, no digamos sólo al sistema, al desastre".

Débil forma de fundar el lugar común (propio de imbéciles nutridos de basura intelectual) de la crisis del capitalismo: descalificar al otro. ¿Se podría saber qué profesión tiene la luminaria autora de este blog, que se hace llamar marxista, y sus éxitos transnacionales que lo habilitan a decir sus pelotudeces?

Nacho dijo...

El capital es muy poderoso. Y el resto de los miles de millones de personas en este mundo están divididos en algo llamado estados, que los desune frente a él. El capital los pone a competir entre sí (así como pasa a nivel individual) para servirlo.

Dice: "invertiré allí donde los estados me brinden ciertas condiciones": desregulación, privatización, bajos o nulos impuestos, poco gasto público, secreto bancario, sindicatos inexistentes, escasas limitaciones ambientales, etc. Cuanto mejor cumplan con esas condiciones, dicen, más chances tendrán de "atraer" inversiones que generen empleo, salarios, etc.

Si bien esto es una trampa, la izquierda a veces ignora algo: que temporalmente parte de esas promesas a veces se cumplen (muchas otras veces no, claro), ciertas condiciones de vida pueden mejorar en un país que "atrae" inversiones con estas medidas. Yo, partido gobernante del Estado X, decido decretar exenciones impositivas, poca regulación ambiental, nada de control sobre el origen de los fondos, 0% de regalías, etc. y "logro" que un gran gigante petrolero venga al país a llevarse lo que hay. Esto "creará" empleos seguramente, montará infraestructura, capacitará un par de profesionales locales bien pagos, quizás reviva un par de pueblos del interior cercanos a los lugares donde se extrae, etc. Es posible que la gente que vio sus condiciones de vida mejorar tras esto termine queriendo a mi partido y prometiendo su apoyo a él en el futuro.

Ésta es en general la estrategia política de la "derecha" y la "izquierda placebo" (o "izquierda seria", "responsable", "moderna", "nueva", etc. como le dicen los diarios) en el mundo. Partidos Socialistas varios, laboristas británicos, demócratas yanquis, frente amplio uruguayo, concertación chilena, etc. etc. Competir por el favor del amo con los demás países, y ver si sacamos ventaja.

El problema es que a mediano plazo esto es una receta para el suicidio y perjudica a todos los que hoy compiten (porque cada vez bajamos más el piso de lo que se le "puede" exigir al capital si siempre hay otro que exije menos) y a los que quizás hasta "ganan" temporal y localmente en esa competencia, y al resto también.

Ya lo estamos empezando a ver con la crisis económica mundial, muchos países a los que The Economist o Ámbito Financiero mencionaban como "milagros del libre mercado" colapsaron o la están pasando mal.

Como les dimos tanto poder a los capitalistas compitiendo por su favor, revertir esto es más difícil que antes. Lo que en 1970 les podría haber costado más conseguir, en 2009 lo consiguen con suma facilidad, sin necesidad de negociar o hacer concesiones, simplemente diciendo que no hay otra alternativa sin que casi ninguna voz organizada se le oponga, y así nos aproximamos más al desastre.

En realidad ya el mundo es un desastre hoy: 1000 millones de personas no tienen comida suficiente, hay guerras injustificables para expandir los mercados o conseguir recursos naturales, desempleo creciente, educación y salud públicas a la baja, democracias cada vez más simbólicas y menos efectivas en muchos estados, etc. Pero si seguimos por el camino que vamos hoy nos espera algo peor: desastre ecológico total, agotamiento de los recursos no renovables, desertificación de áreas que hoy son cultivables, colapso económico, social y sanitario, masas de desesperados sin rumbo peleándose por un plato de comida (y esto va a amenazar a los que sí lo tengan, así que casi nadie podrá estar tranquilo), etc.

(sigue)

Nacho dijo...

Ahora bien, ante esto, ¿qué clase de alternativa son los partidos políticos no tan bien vistos por el capital? El PSUV en Venezuela gobierna y dice querer ir hacia el socialismo, nacionaliza algunas industrias (no expropiando sino pagando) y al menos distribuye algo de las regalías del petróleo a su propia población. A cambio de esto tiene de enemigo jurado al capital mundial, lo que ya le trajo un fallido golpe de estado, lock outs patronales, un incesante boicot económico de parte de los dueños del mundo (que aducen que no hay "clima de negocios" u alguna de esas frasecitas con las que justifican matar un pueblo de hambre si es necesario por haber cometido el grave pecado de no garantizarles multiplicar su fortuna), una prensa mundial que repite como loro propaganda en su contra las 24 horas, etc.

No deja de ser una especie de peronismo con un discurso, unas promesas y algún matiz más de izquierda, que veremos hasta dónde puede llegar.

En Bolivia el grado de movilización popular es muy grande y creo que sin precedentes en el país. Sus recursos económicos, luego de siglos de saqueo, no son tantos, pero están intentando explotarlos con un grado mayor de autonomía con respecto a las multinacionales del primer mundo para ver algo más del dinero que generan. Esto alcanza también para ganarse el odio de las elites locales y las potencias mundiales.

Es decir: los habitantes de los países donde se produce algún tipo de confrontación con el sistema quedan expuestos a un riesgo muy grande por hacerlo. La estructura geopolítica mundial, tal como está hoy, desincentiva muchísimo confrontar con el sistema, e incentiva todo lo que puede el hacerse amigo de él.

Pero aunque todos nos hagamos amigos de él el desastre parece venirse encima de todas formas.

Si hacerse "amigos" (es decir, aceptar ser dominados), además de mantener la injusticia de la dominación, nos lleva al desastre, pareciera hay que buscar otra alternativa porque ésta es una vía muerta.

Ahora, la de confrontar con el poder: ¿tiene sentido si no es en conjunto?

Jack y Luk@s tienen simpatías por la propuesta de la "revolución permanente", que es algo así como lograr un efecto dominó partiendo del país que se pueda, a partir del cual ir "contagiando" al resto para vencer al capital (valen correcciones aquí si alguien cree que caricaturicé la postura demasiado). Se desprende de esto que el plan de acción es fomentar la revolución más o menos donde sea, Rusia, Vietnam, Cuba, Venezuela, Alemania o X, y ver cómo expandirla al resto después. El problema es que cualquier país que vaya por este rumbo automáticamente se ganaría la absoluta enemistad de de las potencias mundiales, y tendría que defenderse de ataques muy jodidos de parte de enemigos muy superiores. Ergo, impulsar algo así es pedirle a la población de un país que arriesgue su futuro inmediato para intentar salvar el futuro más lejano del conjunto. No es de extrañar que esto no le parezca muy apetecible a demasiada gente, me parece, más conociendo muchos antecedentes que terminaron en violentas represiones, invasiones, etc. que destruyeron países enteros.

(sigue, pero ya termino, che)

Nacho dijo...

¿Cuál es la alternativa? Una clave -creo- es que cualquier lugar del mundo donde haya una rebelión que vaya en un sentido útil tenga aliados aunque sea temporales donde apoyarse, porque en soledad todo me parece muy difícil. Muchas cosas pueden ayudar en este sentido: divisiones entre los países imperiales, triunfos de gobiernos progresistas que moderen sus políticas o jueguen a dos frentes entre demandas corporativas y reclamos populares, suba en la conciencia política y la solidaridad de sectores de la población primermundista que le ponga algún tipo de límite a sus líderes políticos, alianzas regionales inclusive aunque no nazcan con ninguna intención de cambiar el mundo, etc. Mi miedo es que sin tener una gran organización que supere lo meramente local en forma previa a la inevitable ofensiva del poder contra quienes amenacen sus privilegios, o un gran punto de apoyo coyuntural al menos, cualquier intento local sea simplemente un suicidio.

En fin, "¿qué hacer?" sigue siendo una gran pregunta. Y cómo lograrlo, ni hablar.

¿Cómo se hace para organizar al conjunto -hoy descreido, desorganizado y separado en estados nación puestos a competir entre sí- en una estrategia con chances de ser ganadora en esta carrera contrarreloj?

Lo que hoy muchos hacen es simplemente creer que nada pasará en el futuro si nada se hace para cambiar el status quo, que las cosas se arreglarán de alguna manera. Es pensamiento mágico, negacionismo, pero muchos -conscientemente o no- caen en él. Otros directamente creen que el mundo está bastante bien así como está. Hay mucha desinformación y propaganda dando vueltas, y la carrera por la supervivencia deja poco tiempo libre para ver las cosas críticamente. Así que por lo menos pensar, debatir y difundir es algo, aunque muy poco.

Severian dijo...

Lukas:

El punto es que no se puede no usar la cabeza. En el actual proceso, lleve hacia donde lleve, las respuestas fáciles me parecen casi seguramente equivocadas. Hay que exprimir el seso para saber para donde ir, y la mayor parte de las veces el panorama es nebuloso.

Una de esas respuestas fáciles en la que cae la izquierda recurrentemente (y aca entraría mi diatriba usual contra la falta de inteligencia de la izquierda argentina, en la que no voy a redundar) es identificar al poder con el estado, y al gobierno en funciones -cualquiera sea y haga lo que haga- como el enemigo. Eso lleva a oponerse a cualquier medida gubernamental, ahorrandose el trabajo intelectual que conllevaría cualquier análisis.

Me parece que la realidad es, como siempre, bastante más compleja. La cuota de poder de los Kirchner (y de cualquier gobierno, si vamos al caso) es bastante limitada. El poder real está en otro lado (en el palco al lado de la pobre Vilma, si vamos al caso) y se disimula victimizandose y disfrazandose de pueblo. Cada vez que los Kirchner se enfrentaron a ese poder real (y aclaro aca que su honestidad y motivaciones son absoutamernte irrelevantes, como así también la verdadera extensión de ese enfrentamiento) alguna fracción de la izquierda estuvo en contra. Con la 125, por ejemplo, superaron mi capacidad de asombro, tratando al esperpento de DeDiaboli como a un exponente del sufriente proletariado.

Sólo en aquéllas situaciones en las que defienden su pequeña parcela de poder, son los Kirchner el verdadero enemigo. Con lo de Kraft, por ejemplo. En ese caso, la oposición de la izquierda me parece natural y esperable. Sólo que a esa altura ya no tiene ninguna autoridad moral, después de votar a favor de la Sociedad Rural en el congreso.

El punto, me parece, es identificar claramente, en cada caso, a favor de quien juega una dada medida gubernamental, y actuar en consecuencia. Y hacerlo teniendo en cuenta que las explicaciones universales son en general falsas. No digo que sea fácil, para la izquierda blanca se trata de jugar en contra de sus propios intereses, para la izquierda combativa se trata de reconocer que el pueblo cuya voz dice atesorar desconfía profundamente de ella. Para todos incluye analizar cada medida de gobierno, cada novedad política, antes de posicionarse.

Fácil no es, seguro.

Severian dijo...

Muchachos, ¿se dan cuenta lo pelotudos que son?

Puede ser... aunque me queda la satisfacción de no haberme comido el verso del fin del mundo modelo gripe A. ¿Vos sos el pelotudo ese que se tragó el verso completo, que publicó su adhesión en varios blogs incluyendo este y el mío, y que ahora escribe como anónimo de pura vergüenza?

¿Como hacés para haber comprado tamaño verso y ahora sostenerte la mirada en el espejo? ¿O te dejaste la barba?

Jack Celliers dijo...

Luk@s:

Pero para mi el ataque principal es contra el gobierno. Porque en Argentina sólo puede gobernar quien maneja a la burocracia sindical. Hoy en gran medida son los K

Me parece que la premisa es cierta, pero la conclusión errónea, y parte de un error histórico de la izquierda frente al peronismo.

El peronismo sigue manejando a la burocracia sindical... Cabe preguntarse ¿por qué? ¿Cómo es que todavía más de veinte años después de la vuelta a la democracia el peronismo sigue manteniendo a la burocracia sindical tal como antes?

Patotas, matoneadas y clientelismo aparte, es evidente que a la izquierda le cuesta hacer pie en los sindicatos lo suficiente como para derribar el poder de la burocracia. Y me parece que una de las razones es precisamente esa manera tosca de oponerse al peronismo. Las bases peronistas siguen siendo obreras entre otras cosas porque con Kornilov a las puertas de la ciudad se empeñan en derribar a Kerenski como si con su sola caida todo fuera a solucionarse, Y esto es lo que le dicen a los trabajadores. Pero no se puede derribar a un poder si no se está seguro de que es la clase oprimida la que tomará el poder, de otro modo se hace jugar a la clase, o a la base militante, a favor de intrigas políticas que no representan sus intereses.

Los bolcheviques identificaron al enemigo principal: Kornilov. Sus críticas y presiones a Kerenski se basaban en la defensa del gobierno democrático, exigiendo armas para parar el golpe.

Durante la crisis del campo por la 125, la izquierda perdió una oportunidad de oro para escalar el conflicto. Presionados por las bases la burocracia sindical y el gobierno tuvieron que dar una respuesta, pero la izquierda vaciló estúpidamente, o bien se puso directamente del lado del campo (la retrasada de Ripoll y otros), o bien insistió con la ambigua y ramplona consigna de la "salida obrera y socialista", lo que demuestra una falta de imaginación y de audacia muy mala en un partido revolucionario.

Estar en contra del gobierno se puede estar de muchas formas, pero lo fundamental es no dejar dudas en la clase trabajadora de que se está con sus intereses antes que nada, si se critica a este gobierno identificándolo sin matices con la oposición, cuando el más elemental de los laburantes ve que hay una diferencia, es un error. Si hay que criticar al gobierno es más bien su pasividad frente a la ofensiva de la oligarquía campestre y elo sector más aventurero del capitalismo. El proyecto burgués de los K es distinto del proyocto sostenido por la oposición. Lo que hay en conflicto aquí son dos proyectos burgueses surgidos de la tensión que existe entre los diferentes sectores de la burguesía.

El proyecto K intenta ser un proyecto burgués "nacional" industrialista, una utopía que no puede tener larga vida según cualquier análisis serio. Sabiendo esto la política correcta es mostrar a la clase trabajadora quen el proyecto cae por su propio peso, porque el el gobierno no ataca la base de clase de la que surge el conflicto. Esto implica apoyar algunas medidas del gobierno sin oponerse en bloque (la asignación por hijo es un buen ejemplo), para mostrar que se está con la clase, y no contra ella.

Si se insiste en que "todos son lo mismo", lo que ocurrirá es lo de siempre: el gobierno caerá, será reeemplazado por más fiesta menemista y las diferencias serán muy claras para las masas, que recordarán otra vez a esa izquierda inepta que insiste en la "salida obrera y socialista" sin indicar dónde carajo queda esa puerta.

Jack Celliers dijo...

Coincido ademnás con Severian: ña cuota de poder que manejan los K es en realidad limitada (me refiero a poder político, ya que es bien conocida su fortuna personal). La burocracia sindical hará acuerdos con quien sea, ya se vio que el menemato recortó su poder sin que hubiera la menor rebelión de su parte. No creo que la burocracia sufra demasiado con otro gobierno así.

Jack Celliers dijo...

Ano:

La supuesta refutación confirma que sos un pelotudo.

Touché, no se puede argumentar de manera más clara.

Faltó hablar del calentamiento global, hecho climático en que es directamente "el modo de producción capitalista el que arrastra al mundo, no digamos sólo al sistema, al desastre".

Verdad, el calentamiento global es fruto de mi imaginación.

Débil forma de fundar el lugar común (propio de imbéciles nutridos de basura intelectual) de la crisis del capitalismo: descalificar al otro.

No sé de qué basura intelectual me habré nutrido, pero llamar "pelotudo" a otro desde la seguridad del anonimato creo que es hacer exactamente lo contrario de lo que se predica ¿no?

¿Se podría saber qué profesión tiene la luminaria autora de este blog, que se hace llamar marxista, y sus éxitos transnacionales que lo habilitan a decir sus pelotudeces?

No me dedico a nada, soy millonario, ¿y vos?

Anónimo dijo...

Interesante, el millonario se sorprende (llora o se ríe) de que algunos trabajemos.

Obvio, alguien que dice las bobadas que se repiten aquí nunca podría trabajar en ningún lado, por evidente falta de aptitudes (no sólo intelectuales).

"Los alimentos se encarecieron, ergo el capitalismo está en crisis"
Genios vos y Severian, genios.

Severian dijo...

Faltó hablar del calentamiento global, hecho climático en que es directamente "el modo de producción capitalista el que arrastra al mundo, no digamos sólo al sistema, al desastre".

Aunque apocalíptica, al estar basada en un par de datitos empíricos la predicción es bastante más seria que la de la gripe A, igual de apocalíptica pero bastante más inventada, y que fue comprada por tanto pelotudo que hoy esconde la cara detrás de un anónimo de pura vergüenza....

Jack Celliers dijo...

"Los alimentos se encarecieron, ergo el capitalismo está en crisis"
Genios vos y Severian, genios.


Lógicamente, hay que ser muy pelotudo para pensar que el encarecimiento de los alimentos implique crisis alguna. Crisis hay cuando se encarecen los yates.

Genio vos Ano, genio.

Severian dijo...

¿ves? a esto me refiero.... puedo compartir todo lo que Pino dice sobre la deuda externa... pero de ahi a defender una norma neoliberal...

Jack Celliers dijo...

Seve, el problema es más profundo que un Pino. El problema es la inexistencia de nada serio a la izquierda de este gobierno. La crisis de la humanidad es crisis de dirección revolucionaria. Y sí: hay que quedarse con lo que hay, pero lo que hay no durará indefinidamente.

El blog es interesante, dejé un comentario.

Nacho dijo...

Ese pibe Sin Dioses me resulta bastante insoportable, cada vez que aparece en un hilo de comentarios es para repetir algún cliché a los gritos sin la más mínima posibilidad de que formar parte de una charla productiva.

Seve, el tema de la 125 es más complicado que la posición que repite la peronósfera K de despotricar contra Lozano. Obviamente comparto la necesidad de condenar los cortes de ruta agrarios y apoyar las retenciones a la soja, pero la verdad es que la supuesta ratificación de la 125 que se debía votar en el congreso en su momento era una cagada a la que le dimos demasiada importancia, creo que equivocadamente. El análisis a posteriori me fue haciendo cambiar lo que pensaba del voto de Lozano, de hecho, con el que en su momento no coincidí.

Hoy me da la sensación, analizando lo que intentó hacer la centroizquierda parlamentaria en su momento, que tan loco no fue (esto a diferencia de los pelotudos del PCR y el MST que se alinearon con los piqueteros acaudalados, aclaro, lo de ellos sí fue impresentable). Parte de lo que pasó está explicado acá, en un comentario bastante iluminador dejado por un militante de su partido en el blog de Lozano (que por cierto, no sé de dónde sacaste que censura los comentarios, no lo hace, están moderados nomás, igual que acá).

En su momento yo mismo le había planteado a Lozano en ese blog que votar negativamente para ver si después se podía negociar un proyecto similar al de la centroizquierda era arriesgarse a que en su lugar se tratara uno de los proyectos que proponían BAJAR o hasta suspender las retenciones, del PJ disidente o el Acuerdo Cívico. Pero estaba ignorando algunos datos.

La situación era la siguiente:

La ley que se votaba en el congreso 1) vencía en tres meses de todas formas, si se aprobaba, con lo que hoy de todas maneras ya no estaría vigente, algo que casi nadie menciona cuando se discute el tema 2) no le dejaba plata al estado sino a las empresas cerealeras, hecho que hasta los militantes del FPV reconocen.

Y ante esto, el proyecto de la "centroizquierda" (Proyecto Sur, SI, ARI fueguino) no sólo era superior a ese engendro sino que contaba con el apoyo de buena parte del mismísimo FPV, incluyendo a Rossi, el jefe de la bancada. Con estos apoyos el proyecto no sólo podía pasar por diputados, como pasó de todas formas el proyecto del gobierno, sino que también se obtenía la aprobación en el senado, porque un par de senadores más lo apoyaban. Hoy Cobos no sería nadie, las retenciones móviles estarían vigentes y aumentando la recaudación del tesoro nacional, y el conflicto con el campo un poco más desactivado. Pero el Poder Ejecutivo, se dice, bajó la orden de no ceder en ciertos aspectos que consideraban claves del proyecto, y mantener esos 3 meses y el negocio de las cerealeras, con lo cual no sólo se aseguró la derrota sino que me pregunto: ¿de qué hubiera servido la victoria, más allá de lo simbólico?

Otra cosa que creo que es relevante es que votar negativo en diputados como hizo Lozano tenía un efecto distinto al que tuvo el voto negativo de Cobos en el senado.

(sigue, me cago en blogger)

Nacho dijo...

Por lo que entiendo del reglamento, si el proyecto no pasaba diputados, se debía de sacar OTRO dictamen de comisiones, a continuación (y lo lógico hubiera sido que el ejecutivo, resignado a no haber podido hacer la suya, terminara haciendo lo que le había vetado hacer a sus legisladores unas unos días antes, es decir votar con la centroizquierda); no es lo mismo que lo que pasaba si se desaprobaba en el senado: en este caso, no se puede volver a tratar ningún proyecto del mismo tema por un año, es decir, hasta el año de elecciones donde terminaría cambiando la composición del congreso.

En esta situación estamos ahora y por eso las retenciones pueden correr peligro. Si se hubiera aprobado un proyecto más inteligente (y sin fecha de vencimiento) que el que intentó pasar el FPV, hoy el frente de conflicto con el campo se vería más favorable. Inclusive, al tener parte de la "centroizquierda" una mejor relación con los sectores menos acaudalados de la Federación Agraria (es decir, los que por su situación material son menos propensos a aliarse a la SRA, CARBAP, CRA y compañía) y otros directamente sin relación con la soja y que hasta condenaron a la mesa de enlace, esto podía servir para dividir al frente único del "campo", acabar con la excusa de los pequeños productores para oponerse a las retenciones y de paso hacerse de un aliado no despreciable en el tema de la producción sustentable de alimentos para el mercado interno.

En fin, es un tema donde creo que hizo y quizás todavía hace más falta justamente eso que decís, Seve: "analizar cada medida de gobierno, cada novedad política, antes de posicionarse" (aunque para posicionarse a esta altura puede ser medio tarde... pero se lo puede ver retrospectivamente para aprender de lo que pasó). Me parece que además de toda la desinformación que circuló por los medios, los simpatizantes del FPV o al menos de la 125 en particular no lo analizaron del todo bien y se quedaron enroscados en buscar algún chivo expiatorio en la centroizquierda.

Bob Row dijo...

Este post y los comentarios son para releer varias veces. Difícilmente pueda agegar algo.

Un detalle al último de Severian: según dicen, ni siquiera lo de la deuda externa es cierto (aparte del ridículo de plantear hoy lo que no se hizo en 1984). La mayor parte de los vencimientos de la deuda del Estado de este año no es externa, sino de los bonistas a la fuerza del tendal dejado por Duhalde.

Solanas vuelve a invocar una "causa noble" estratosférica para transvestir una postura a favor del más ramplón neoliberalismo, como es la "Autarquía del Banco Central". Empieza a dar para pensar teorías conspirativas que -hasta la formación del "Grupo A" en el Congreso- podrían haber sido calificadas de delirantes. Saludos.

Severian dijo...

Nacho: entiendo que el centro izquierda podría tener una "estrategia", y que desde su visión esa estrategia conducía a una situación mucho mejor. Lo que critico es precisamente lo delirante de esa visión. Nadie en su sano juicio puede creer viable un estrategia en la que la izquierda le gana al peronismo y a la derecha a la vez ¡cuando nunca ganaron ni a bolita!

A los hechos me remito: yo vi brindar al universo garca cuando cayo la 125, y en ese brindis la mano alzada de Lozano tuvo algo que ver, ayudando a que la avalancha agrogarca se disfrazara de resitencia popular contra un gobierno autoritario. Su discurso en el congreso, convenientemente podado, fue vendido por los medios como parte del "amplio acuerdo" en contra de las retenciones ¿como pudieron dejarse usar de esa manera? No digo que estubvieran vendidos al agroimperio, ni siquiera eso, digo que son políticamente muy muy estúpidos.


Jack:

Estoy de acuerdo, Pino es solamente mi puchingball de esta semana (la Ripoll en el palco con la SRA ya no da ni para reirse, los pibes de la marcha en apoyo a Redrado solo causan muecas...)

Severian dijo...

Jack: disculpame que use los comments para dejarle unos links al chancho, como para que se sienta todavía un poquito más avergonzado de su boludez:

uno

dos

tres

Saludos