19.4.07

Antonio Negri, John Holloway o Teoría y Praxis de la Impotencia

Bueno acá va una notita que leí por ahí. La escribió un amigo mío así que no creo que se enoje por el plagio (además ya se la copiaron en un par de sitios...), je.

I – Breve panorama de la resistencia al capitalismo

La influencia de propuestas nefastas en los movimientos de resistencia al capitalismo es hoy uno de los problemas principales con los que se enfrentan. Los rasgos más característicos que se pueden enumerar son:

1) Cuestionamiento y dudas respecto del papel de la lucha de clases.

2) Desconfianza hacia el surgimiento de cualquier dirección.

3) Elogio y exploración del espontaneísmo, la fragmentación y la falta de centralización tanto organizativa como estratégica y aún táctica.

4) Como extensión de lo anterior: desconfianza hacia la idea misma de una ideología, una agenda o un plan de acción determinado.

5) Tendencia a evitar todo enfrentamiento directo con el poder, intentos de "separarse" del modo de producción capitalista mediante "alternativas paralelas", y como consecuencia: cuestionamiento del concepto mismo de "poder", que desemboca en la aceptación más o menos consciente de convivencia con el poder establecido.

6) Aún más allá, y afectando ya áreas que se alejan del pensamiento marxista propiamente dicho: cuestionamiento de la razón humana en sí misma, dudas acerca de su capacidad para hacer concebible la realidad y actuar sobre ella, rechazo de toda certeza como imposible y/o peligrosa, etc.


Es muy útil observar la curiosa coincidencia en la dirección involutiva que forman todos estos puntos. Todos ellos están en mayor o menor medida presentes en el pensamiento que podríamos llamar "altermundialista" y es difícil que se formule uno de ellos sin caer en el resto. La razón es que todos tienen un origen común, que podemos cifrar en dos hechos:

a) La caída del socialismo real en los países del este como consecuencia de la nefasta política de la burocracia stalinista.

b) La derrota de los movimientos revolucionarios en el Tercer Mundo durante los ’70.

En alguna medida esta confusión e inseguridad es entendible en las masas, en los trabajadores no conscientes, en la pequeño burguesía y en el pueblo en general, ya que toda derrota trae su reflujo y su lógica necesidad de recomposición.

Mucho menos entendible es en personas que se autodenominan intelectuales marxistas. El intelectual revolucionario debería justamente señalar la confusión y el retroceso como lo que son: problemas. Sólo así se los puede tomar como punto de partida para una reformulación o desarrollo crítico.

Pero el sistema alienta a "intelectuales" que se limitan a reformular en términos teóricos la impotencia y la confusión para legitimarlas. Estas personas – no importa cómo se autodenominen – trabajan así objetivamente de forma consciente o inconsciente para el poder.

Es también muy interesante constatar que toda esta producción teórica es presentada como "alternativa", "heterodoxa" y supuestamente superadora del marxismo "oficial", "ortodoxo", "dominante" y por supuesto "obsoleto". Pero mientras este "nuevo marxismo" o nuevo pensamiento de izquierda se presenta como "lo alternativo" la realidad es que de alternativo tiene muy poco: sus libros, artículos y opiniones tienen una difusión ensordecedora, es imposible no topárselos en cualquier revista, programa o librería. Los medios masivos los publicitan desaforadamente y cualquier crítica a sus postulados es tachada inmediatamente de sectaria o pasada de moda. El marxismo ortodoxo en cambio no tiene el menor espacio.

Así que analicemos a dos destacados exponentes de esta brillante superación del pensamiento marxista y veamos qué nos pueden aportar:

II - Antonio Negri

Es uno de los más conocidos teóricos europeos. Dice ser marxista, lo cual – visto cuánto se ha manoseado a Marx a lo largo de la historia – no debería alentar la inmediata aprobación de nadie.

Es difícil desentrañar teóricamente a Negri, no porque sus planteos sean complejos sino sencillamente porque son vagos, imprecisos y tienen tantas lagunas que uno se pregunta si ha leído bien. De esa vaguedad e imprecisión es difícil separar conclusiones teóricas de meras afirmaciones banales, tópicos y clichés repetidos que pueden clasificarse fácilmente entre los seis puntos anteriormente mencionados.

Veamos una de sus tesis: la decadencia del estado-nación, que es la que daría origen a su "nuevo sujeto histórico", la "Multitud", que vendría a reemplazar al proletariado.

"Estados Unidos no constituye - y en realidad ningún Estado-nación puede hoy constituir - el centro de un proyecto imperialista. El imperialismo ha terminado. Ninguna nación será líder mundial como lo fueron las naciones europeas modernas" (1)

Nótese en principio la alegre autonomía de este postulado respecto de la realidad: en estos momentos EEUU lleva a cabo un feroz unilateralismo belicista mundial que ha abolido lo poco que quedaba incluso de las apariencias de un derecho internacional, sostiene dos guerras imperialistas al mismo tiempo (Irak y Afganistán), amenaza con nuevas y alberga – junto con Europa – al 75% de las grandes corporaciones multinacionales que tienen allí sus centros de operaciones. Es imposible no ver la vinculación de los estados imperialistas con la OMC, las Rondas Comerciales Doha, el Banco Mundial y el FMI, organismos a través de los cuales ejercen su política.

Un marxista diría que el estado es un instrumento de la gran burguesía, adaptado a los intereses de esta y sujeto a sus contradicciones. Pero Negri – frente a quien todo parece difuminarse – ha descubierto que las clases también están desvaneciéndose misteriosamente:

"El potencial comunista de la multitud es infinitamente superior a la del proletariado" (2).

Cabe preguntarse qué cosa es el "potencial comunista" y por qué es mayor en la "multitud" que en el proletariado. Obsérvese – recordando los puntos citados arriba – la tendencia a la vaguedad, la imprecisión y la impunidad para dejar de lado cualquier pregunta lógica: ¿Cómo se resuelven los intereses de clase dentro de la propia "multitud"? ¿En virtud de qué interés material actúa la multitud si no es un interés de clase? El concepto mismo de "multitud" por oposición a "proletariado" no puede tener otro objeto que negar la importancia de éste como clase y negar el interés de clase como fuerza motora de la acción política. ¿Qué queda de Marx luego de esto?

Por otra parte esto no tiene nada de nuevo más que en su terminología: la célebre "multitud" negriana cumple la misma función que el "pueblo" en las distintas ideologías populistas tomado como sujeto histórico exclusivo para subsumir al proletariado en las masas, negándole su papel dirigente. Incluso el concepto "multitud" representa un retroceso en este sentido. Negri, como tantos intelectualoides posmodernos, presenta una visión vulgar, desecha el análisis y borra diferencias. Esto se conoce hoy día como análisis "superador", quizás porque entiende superada la necesidad de analizar nada.

En cuanto a la organización política de la "multitud" Negri aboga por la horizontalidad reticular, la microrred, el rizoma y otras seductoras definiciones copiadas del posmodernismo europeo:

"Este modelo democrático es lo que Deleuze y Guattari llamaron un rizoma, una estructura en red no jerárquica y sin un centro". (3)

Podemos proponer subir la apuesta: ya que se trata de horizontalidad y de acabar con todo centro jerárquico formemos grupos lo más reducidos que sea posible: una persona. Actuar cada uno por su cuenta, ejemplo perfecto del respeto por la "singularidad" y la organización horizontal / reticular / microrrizomática, sin odiosas imposiciones ideológicas ni centralismos autoritarios. Cada uno en su casa haciendo lo que quiere y le gusta ¿qué puede ser más democrático que esto?

Pero Negri ni siquiera pretende que esta multitud luche contra la gran burguesía. Fiel a la praxis que ya había propuesto al proletariado italiano en los ’60, Negri – junto a todo el posmodernismo teórico – quiere que la oposición al capitalismo se centre en una multitud de pequeñas resistencias, microrredes, horizontalidades reticulares y demás nombres que hoy recibe la impotencia. Disfrútese de esta joya:

"En la posmodernidad, (...) La resistencia se da como difusión de comportamientos resistentes singulares. Si se acumula, lo hace extensivamente, en la circulación, en la movilidad, en la fuga, en el éxodo, en la deserción multitudes que resisten difusamente, escapan de los grilletes cada vez más estrechos de la miseria y del comando. No hay necesidad de toma de conciencia colectiva: el sentido de la rebelión es endémico, atraviesa toda conciencia y la hace rebelde. (...) Así la rebelión no se puntualiza ni se uniforma, pero corre en el espacio del común y se difunde como omnilateralidad incontenible de los comportamientos de las singularidades. Así se define la resistencia de la multitud." (4)

Asombroso: la resistencia al poder se da a través de... ¡la fuga, el éxodo y la deserción! Este es el efecto más perverso de la prédica en la izquierda posmoderna: hacer de la necesidad virtud. Estas "multitudes que resisten difusamente" son evidentemente las víctimas del capitalismo incapaces de organizarse y unirse, aisladas, sin programa, sin herramientas, huyendo como pueden del desastre. Esto es lo que Negri presenta como una cosa excelente ya que la "multitud" es así una suma de "singularidades", en criollo: gente aislada o como mucho en grupitos chiquitos. Para más hundimiento: "no hay necesidad de toma de conciencia colectiva".

Uno no puede menos que coincidir: es verdad, para la fuga y el éxodo no hace falta ninguna toma de conciencia. Basta con vestir la catástrofe de términos seductoramente pedantes como "omnilateralidad" cuyo significado – nuevamente en criollo – es claro: corremos todos para cualquier lado.

¿El gran capital? Preocupadísimo.

III - John Holloway

Es aún menos serio, si cabe. Tiene la innegable virtud de ir aún más lejos que Negri y tomar valientemente el toro por las astas. Desde el título de su libro Holloway nos espeta: Cambiar el Mundo sin Tomar el Poder. Nada de medias tintas, declaración de principios desde el vamos.

Pero antes de que nadie invierta su tiempo leyéndose las más de 300 páginas de su libro en busca del "cómo", Holloway y la crítica laudatoria nos advierten que el suyo no es un libro de recetas – ¿qué es eso de andar buscando respuestas? – así que en la anteúltima página del libro el autor se pregunta "¿cómo cambiamos el mundo sin tomar el poder?" para responderse: "no lo sabemos". Y más adelante: "ya no sabemos que significa revolución (...) hemos perdido toda certeza" (5).

Poco queda sino agradecer al maestro.

Nuevamente aquí podemos ver en toda su claridad esta perversa forma de "fomentar el debate": se comienza postulando una tesis, pero en cuanto alguien pregunta por qué y cómo (que se supone eso es debatir) la respuesta es un despreocupado: "no lo sabemos", "las certezas son peligrosas", "buscamos incitar a la reflexión más que dar recetas". Bien, Holloway y cía, si las certezas son peligrosas entonces ¿por qué mejor no se abstiene Ud. de afirmar las suyas?

En el fondo este libérrimo libertarismo esconde un autoritarismo profundo, ya que postula alegremente cualquier tesis sin necesidad de fundamentarla y al mismo tiempo refuta severamente cualquier punto de vista opuesto acusándolo de no querer el debate. Precisamente queremos debatir, así que si se nos va a sugerir un curso de acción nos encantaría entender el por qué. Si la respuesta es un simple encogimiento de hombros entonces por favor, deje paso a quienes sí tienen una idea.

Holloway niega al estado: "Un mundo digno no se puede crear por medio del estado" (6). Demás está decir que esta negación radical – que parece muy revolucionaria – es otro grosero emborronamiento histórico. Sin duda para Holloway el estado feudal, el estado democrático burgués y el estado obrero son más o menos lo mismo. Un poder revolucionario y un poder reaccionario no se diferencian en nada, por lo que Idi Amin, Kirchner, Fidel Castro o Luis XVI no merecen que se los diferencie. Aquí los modos de producción no cuentan, y por lo tanto tampoco las clases. Pero eso sí: Holloway se declara un "marxista autónomo", lo que sea que eso quiera decir.

Holloway, como Negri, intenta también obviar la importancia de la clase obrera en el desarrollo histórico, al menos el actual, recurriendo al caballito de batalla de su "declive numérico", su menor peso social o la aparición de nuevas formas de "producción inmaterial". Este repetido argumento es un viejo conocido pero perfectamente refutable. Baste decir que ni el trabajo inmaterial es nuevo en el capitalismo, ni puede obviarse que el declive del proletariado en ciertas industrias de producción directa está compensado con el crecimiento en los sectores relacionados con la circulación de mercancías, la proletarización de numerosos trabajadores en sectores de servicios o la aparición de proletariados en otras áreas del mundo, como el sudeste asiático. Cualquiera que mire a su alrededor y se pregunte cuáles de los bienes que lo rodean no han sido hecho por la intervención directa de un trabajador puede contestarse fácilmente la pregunta sobre el famoso "peso social".

En cuanto a las estrategias de lucha, no deja de ser más de lo mismo, a tal punto que es tentador preguntarse qué tan necesarios son Holloway, Negri, Zizek, Hardt, si basta que uno hable para escucharlos a todos. Como muestra gratis Holloway nos recomienda una experiencia que todos conocemos en Argentina: el Club del Trueque:

"¿Cómo conectar estos proyectos alternativos, entre sí y con la sociedad en general? Si se hace a través del mercado, terminan dominados por el mercado. No se puede hacer a través de la introducción de una planificación central porque esto supone estructuras que no existen y que no pueden existir en este momento. La articulación se tiene que hacer desde abajo, de forma experimental. En Argentina actualmente, el movimiento de trueque en sus mejores manifestaciones es un intento de desarrollar otras formas de articulación entre productores y consumidores (prosumidores), pero todavía está en sus inicios." (7).

Atención: ni el mercado ni la planificación centralizada; obsérvese en cambio lo preciso y científico de la definición "desde abajo", la referencia al chanta reaccionario Alvin Toffler (inventor de los "prosumidores"), y la cauta aclaración de que la experiencia "aún está en sus inicios".

No está demás una breve reseña de esta brillante experiencia. Empecemos por describir lo que es: el Club del Trueque no es más que un mercado capitalista precario dentro de un mercado capitalista subdesarrollado, imagine el lector las perspectivas. No hacen falta muchas luces para entender que este sub-mercado heredará todas las miserias del principal, y hasta es posible que ninguna de sus ventajas.

Y así ha sido efectivamente: los créditos o moneda circulante del trueque no tardaron en generar inflación, falsificación, estafas y avivadas varias. El Club del Trueque murió aproximadamente al año mismo de nacer, pero Holloway no pudo enterarse claro, porque para ese entonces estaba dando entrevistas en Italia. Hizo bien sin embargo en aclarar que la cosa "está en sus inicios" como para cubrirse de las posibles críticas de los marxistas obsoletos que no nos dejan soñar tranquilos.

Es desolador ver como el inicio se parece tanto al fin.

IV - Conclusiones

El movimiento "altermundista" no llegará absolutamente a ningún sitio mientras no se plantee las desagradables verdades que la presión de los sectores pequeñoburgueses le impone ignorar: no hay espacio para fantasías, ni para imprecisiones pedantes disfrazadas de teorías para fomentar la autocomplacencia. La fuerza del legado de Marx ha impulsado siempre a multitud de chantas ansiosos por "superarlo", por "ir más allá" y por ejercer interminablemente una erudita ignorancia en su nombre.

Desenmascararlos es urgente, necesario y algunas veces hasta podría llegar a ser divertido, si no hubiera problemas tan graves de por medio.

David León

Bibliografía:

1) Imperio, Antonio Negri, Michael Hardt, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2002 pág. 15.

2) Entrevista L’Humanité, A. Negri, M. Hardt, 23/01/2005.

3) Imperio, Antonio Negri, Michael Hardt, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2002 pág. 278.

4) Kairos, Alma Venus, Multitudo: nove lezioni impartite a me stesso, Antonio Negri, Manifesto Libri, Roma, 2000. pág. 91-92.

5) Cambiar el Mundo sin Tomar el Poder, John Holloway, Revista Herramienta, Buenos Aires, y Universidad Autónoma de Puebla, México, Octubre de 2002 2da. Edición, pág 308.

6) Contrapoder. Una Introducción - Doce tesis sobre el anti-poder, John Holloway, Editorial De mano en mano, Bs. As. 2001, pág. 73 además de numerosas entrevistas.

7) Entrevista de Vittorio Sergi - Semanario Carta, John Holloway, 04/03/2002.

46 comentarios:

Anónimo dijo...

aunque destruyan al capitalismo, este resurgira de entre sus ruinas, porque está en la naturaleza intrínseca del hombre.

Anónimo dijo...

"aunque destruyan al capitalismo, este resurgira de entre sus ruinas, porque está en la naturaleza intrínseca del hombre."

Está tan en la naturaleza que existe hace sólo 300 años mientras que el hombre hace más de 100.000 que pisa la tierra. Che, que tardía es la naturaleza del hombre!!!

Niño Barroco dijo...

lo de la búsqueda de nuevos sujetos revolucionarios es interesante.
JG Ballard en Millenium People (una novela que me costó un huevo leer de lo mala que es) plantea a la clase media alta como sujeto revolucionario. Los british parece que ese tema se lo toman medio en serio porque hace poco un think tank milico soltó un informe en el que dibujaba el futuro. En medio de los delirios cyberpunks, aparecía la posibilidad de sectores de clase media emergentes que comiencen a identificarse con doctrinas revolucionarias como el marxismo.
Imagino la proclama...
CLASEMEDIOS DEL MUNDO... UNIOS!

Anónimo dijo...

lo de la búsqueda de nuevos sujetos revolucionarios es interesante.
JG Ballard en Millenium People (una novela que me costó un huevo leer de lo mala que es) plantea a la clase media alta como sujeto revolucionario. Los british parece que ese tema se lo toman medio en serio porque hace poco un think tank milico soltó un informe en el que dibujaba el futuro. En medio de los delirios cyberpunks, aparecía la posibilidad de sectores de clase media emergentes que comiencen a identificarse con doctrinas revolucionarias como el marxismo.
Imagino la proclama...
CLASEMEDIOS DEL MUNDO... UNIOS!

La clase media es lo más parecido a la pequeña burguesía así que sí, de acuerdo, la pequeña burguesía no sólo comenzará a identificarse con el marxismo (por ej.) sino que de allí saldran importantísimos cuadros políticos. Ahora, ¿ese que nombrás habla de nuevo sujetos y termina mencionando a la clase media? Ya Aristóteles mencionaba a la clase media.

Lo curioso de los autonomistas es que repiten a los anarquistas (en realidad son peores).

Jack Celliers dijo...

Che, está bueno eso de afirmar lo que hay en la naturaleza intrínseca del hombre. En los tiempos de los faraones de Egipto supongo que no faltaría el que dijera lo mismo: es nuestra naturaleza, man.

Anónimo dijo...

TEORIA Y PRAXIS DE LA IMPOTENCIA ¡Seria un buen titulo para un articulo referido a la historia del PRT- ERP !! En teoria no se les cae una sola idea. En la practica fueron un fracaso, cuando quisieron "liberar Tucuman" (¡idea genial!) fracasaron doblemente: en el intento y en que no recibieron el apoyo de nadie. Y menos de los "proletarios". Fueron una banda de criminales. Ahora cuando quieren mostrarse prepotentes, son pateticos.

Pepe

Jack Celliers dijo...

Pepe... por el nivel de profundidad en la argumentación no sé a quién me hace acordar este muchacho... mmmmmhhhhh....

Tomás dijo...

Podemos concordar en que el hombre, o dicho de otro modo, los hombres son seres políticos y sociales (concepción arendtiana). Sin embargo, de sociedad no hablamos sino hasta la aparición de Locke en 1690. Es decir, la sociedad no es una creación sino un descubrimiento, puesto que la vida social, la vida entre los hombres está latente en la condición humana. La esfera pública y la esfera privada, con mayor o menor medida siempre existieron. Los griegos, con la ciudad-estado, preconizaron la espera pública antes que la privada. En una versión extrema, hablaríamos del ciudadano total de Dahrendorf. El ciudadano plenamente político. Sin embargo, en una versión real, los griegos nunca llegaron a ese punto de esfera pública totalizada. En la Edad Media (este texto avanza rápido), la concepción cristiana fue por completo distinta. Lo privado se impuso sobre lo público. Convirtiéndonos a todos en hermanos, una gran familia. Este concepto iba contrapuesto al aristotélico, que separaba sin frenos a la familia (gobierno de desiguales) de la polis (gobierno de iguales). Llegando a Locke, en el siglo XVII, quien habla del origen de la propiedad privada. El hombre al “gastar su energía interna en ellos [los objetos] los convierte en parte de si mismo” (Sabine, 1998). Es decir, un origen pre-estatal.
A todo esto, ¿Engels, qué dice? Según este, el Estado nace con la propiedad privada (Sociedad Civil), en detrimento de la propiedad colectiva (Comunidad primitiva). Bobbio, al explicar la teoría del Estado de Engels, escribe en palabras tan simples como irremplazables: “con el nacimiento de la propiedad privada nace la división del trabajo, con la división del trabajo la sociedad se divide en clases, en la clase de propietarios y en la clase de desposeídos, con la división de clases nace el poder político, el Estado cuya función esencialmente es la de mantener el dominio de una clase sobre otra, incluso recurriendo a la fuerza y por lo tanto impedir que la sociedad dividida en clases se transforme en un estado de anarquía”. En el siglo XVIII, el fisiócrata francés Gournay, decía: Laissez faire, laissez passer. Smith, completa en su Riqueza de las naciones, una interpretación muy clara del capitalismo, pero sin dar una clara justificación de sus métodos. Agrega a lo dicho por Locke, el interés egoísta de poseer un objeto. También habla sobre Competencia y la Ley de oferta y de demanda. Si hablamos de capitalismo como defensor de la esfera privada, entonces debemos decir que defiende una parte intrínseca de la naturaleza del hombre.

Según Arendt, la comunidad natural de la familia nació de la necesidad, en otras palabras, un fenómeno pre-político. En cambio, la esfera pública nació de la libertad. Concluye diciendo “la violencia es un acto pre-político de liberarse de la necesidad para la libertad del mundo” (Arendt, 2004). El rasgo privativo de lo privado, en una expresión máxima, es la ausencia de los demás. Contrapuesto a la esfera publica, que publicita sin frenos. Muchos autores coinciden en que la coexistencia de ambas esferas en un término medio sería lo resultante de una buena sociedad. Sin embargo, Marx esbozó un esquema que ubica al comunismo como objetivo inevitable.

Este breve texto no pretende convencer a nadie de nada, es más no tiene argumentos fuertes, ni tiene una línea determinada. Y lo borraría, pero no. ¿A qué venía todo esto? ¿Por qué terminé acá? ¿Dónde estoy?

Adiós.

Anónimo dijo...

"Este breve texto no pretende convencer a nadie de nada, es más no tiene argumentos fuertes, ni tiene una línea determinada. Y lo borraría, pero no. ¿A qué venía todo esto? ¿Por qué terminé acá? ¿Dónde estoy?"
Para que escribimos entonces???
No lo conozco al flaco asi que no soy quien para juzgarlo...pero colgarse tan mal es simplemente, a mi entender, hacer alarde de que uno sabe...aporta algo al debate viejo...Saludos..

Jack Celliers dijo...

Tomas: Todo bien. Se ve que tenías ganas de escribir. También podías cantarte un tango, qué se yo...

Anónimo dijo...

La culpa de todo la tiene Stalin, me rindo ante la profundidad de ese argumento.
Stalin, en su momento, hace mucho, mucho tiempo, libero al mundo del fascismo muchachos, y por eso va a quedar en la historia. Ustedes se encerraron en Tucuman y los hicieron mierda, y lo unico que consiguieron fue traerles mas penurias al pueblo que decian defender ¿Por que no se desprenden de las taras trotskistas?

A ver que dice de profundo el integrante de la secta PRT-ERP:

"por favor, deje paso a quienes sí tienen una idea"

Perdon, pero ¿no se les ocurre pensar que sus ideas no interesan en el ambiente intelectual ni en el campo popular simplemente porque no son validas? ¿que es eso de pedir por favor? ¿despues que viene, el revolver en la cabeza a los "intelectuales"?

Despues, el tonito ironico, y el intento de enmierdar a todo el mundo, tipico de los que ya estan en la mierda. Muchachos, se los digo asi claramente, sacrificando profundidad, como hay que hablar con los fanaticos: la sociedad ya los excreto al lugar donde tienen que estar, el de los vulgares matones y revolucionarios de opereta.

Jack Celliers dijo...

Elogiar a Stalin y luego hablar del "revolver en la cabeza de los intelectuales"... No ¡si en internet hay de todo!

La próxima vez antes de "sacrificar profundidad" procurá primero conseguir alguna.

Anónimo dijo...

como le va viejo amigo, siempre es un placer leerlo

Marina dijo...

Buenasss...pregunta pedestre: el marxismo plantea la importancia decisiva del proletariado para la lucha contra el poder burgués/contra el capitalismo/¿alguna formulación mejor, seguramente? Y cuando Marx escribe piensa en los proletarios de su época, los de la sociedad industrial en sus comienzos (toda corrección a estos balbuceos , bienvenida): o sea, los obreros. 150 años más tarde, tanto en número como en peso social, los obreros no tienen la importancia que tenían en 1870, digamos; en los países del Primer Mundo, entiendo que la disminución de su número y de su peso se relaciona con los avances tecnológicos y con las conquistas que consiguieron a través de los distintos regímenes "social-algo", que pueden haber desarticulado la apuesta por cambios más radicales. Y de paso, desarticulado la solidaridad de clases internacionalmente, porque si soy un obrero francés y con mis compañeros ya conquistamos mejoras en la vivienda, en las condiciones de trabajo, en la seguridad social, etc., probablemente dejen de interesarme las condiciones de vida de los proletarios peruanos, malayos, congoleños, etc.
Y en los países del Tercer Mundo o como los llamemos, el aparato industrial o no existió nunca o lo que existía fue desmantelado con las políticas neoliberales desde hace 30 años.
Si la clase proletariado no se llena o se llena muchísimo menos de "obreros", ¿quiénes conformarían el proletariado hoy?, ¿serían las mismas categorías, sea que se trate de Bélgica o de ARgentina?, ¿se considera a la clase obrera de todos modos la predominantemente proletaria, no importa su disminución en las últimas décadas?, ¿sería cualquier asalariado, considerando algún criterio para distinguir al asalariado padre de diez hijos que gana 800 pesos del soltero que cobra 5 lucas? ¿Los oprimidos/perjudicados por el sistema que podrían constituir el proletariado, no son -pienso en ARgentina y países similares- demasiado heterogéneos?, ¿no están demasiado fragmentados en sus formas de vida-supervivencia, hábitats (en cambio, la fábrica nuclea físicamente cantidades significativas de obreros y genera sentido de pertenencia), como para constituir una clase?; ¿qué los une? En fin, yo vine para preguntar...Un abrazo.

Anónimo dijo...

Marina, bienvenidas tus preguntas.

Hay algo indudable. Hace tiempo que se viene diciendo que el proletariado no existe más o que no hay tantos obreros.

Todavía no encuentro el link y estoy en deuda pero hay un trabajo de Diego Guerrero (tiene su propia página) que demuestra que en España el proletariado rondaría el 80% de la población mientras que en la década del 50 representaba un 50 y pico %.

Los docentes argentinos son un claro ejemplo de proletarización por la decadencia de sus condiciones materiales de existencia. Antes (decada del 70) pertenecìan a la pequeña burguesía. Hoy no.

Lo que define a un proletario es su desposesión de medios de producción y medios de vida. Sólo cuentan con su fuerza de trabajo. ¿Hace falta investigar mucho para darse cuenta de que hoy la mayoría de la población mundial está en esa situación?

Incluso en Rusia, en el 17, el proletariado no era la clase mayoritaria. La mayoría era campesina. Con lo cual, no es un problema de cantidad.

En China más aún, Mao decía que el campesinado eran cuatro dedos de la mano.

Sin embargo, en Argentina el campesinado es casi inexistente. La mayoría de la gente que trabaja en el campo o es un trabajador rural o es lo que comúnmente se denomina chacarero, pero no campesino. El campesinado es más propio de la formación social feudal. El campesino tiene una porción de tierra que trabaja para su propia subsistencia. Esa es la característica del campesinado que nada tiene que ver con el proletariado rural (que carece de tierra como medio de vida).

El proletariado está fragmentado. Eso es un hecho. Pero no está fragmentado porque haya menos proletarios sino por varias causas. La principal causa es la derrota de la clase obrera desde la década del 70 hasta la actualidad. La segunda causa está en la desocupación que divide a la clase obrera y que impide muchas veces que el proletariado ocupado exija más por miedo, precisamente, a la desocupación. Se trata de atomizar al trabajador de desvincularlo de sus organizaciones. Y ahí también tiene especial importancia las traiciones de los dirigentes sindicales.

Pero también preguntás ¿Qué los une?.

Los une precisamente las condiciones de vida, la falta de medios de producción y de vida.

Saludos

Anónimo dijo...

¡Si, en internet hay de todo! hasta estan los que elogian a Santucho.
Otra cosita, en la pagina de tus amigos de la secta criminal PRT no hablan de la cagada que se mandaron en Tucuman, durante un gobierno constitucional, matando colimbas de 18 años, provocando a los milicos y de las consecuencias nefastas que tuvieron que sufrir despues todos los luchadores populares, por culpa de estos delirantes.
¿Por que no hablan de eso? Tienen demasiadas cosas que ocultar ustedes.

Martin dijo...

Buenas.
Una de las refutaciones del autor de la nota me parece flojita: La que versa sobre el trabajo inmaterial. Desconozco si Negri, Hardt, Zizek & cía la consideran anterior al capitalismo, y, estoy de acuerdo: no es así. Pero pienso que hoy la producción inmaterial, simbólica (donde el sustrato material es irrelevante) cobra una importancia que antes no tenía. Los servicios, la salud, la educación, las “tecnologías de la información”, las comunicaciones, la industria del entretenimiento, etc. son actividades que no pueden considerarse por fuera del campo de la producción. El trabajo humano es el medio de creación de riqueza, es el único patrón de intercambio. Ajá, pero: ¿Qué entendemos por trabajo humano? Más aún: ¿Qué es hoy el trabajo humano?
Bien mirado, la venta de humo es también una fuente de riqueza. Tecnológicamente es posible fabricar celulares que reproduzcan música, sintonicen radio y almacenen información. Pero el mercado agota todas las posibilidades de consumo por separado creando valores ficticios… y a la vez reales en términos de intercambio. ¿Qué es un iPod? Una cajita pedorra que almacena y reproduce música. Los gurúes del marketing la presentan como una revolución tecnológica, por su tamaño, portabilidad, ductilidad, y demases. ¿Podcasting? Al lado de la vieja radio FM es un retroceso tecnológico (y no solo tecnológico). Pero las iPod se vendieron por millones como si fueran la panacea, y cuando las ventas alcanzaron su meseta, aparecieron los celulares con mp3. Sabemos que la producción no es planificada socialmente, sino que es motivada por productores independientes que compiten entre sí en busca de ganancias. Eso no quita que la producción hoy tenga una relevancia relativamente menor que el consumo. Hay un valor simbólico que se traduce en el precio, más allá del trabajo socialmente necesario.
Por otro lado, hoy vivimos en el apogeo del capital especulativo. En el mercado de valores se generan descomunales riquezas al margen del valor real, (objetivo) de los activos respaldados por las empresas mediante instrumentos financieros (plazos fijos, fideicomisos, opciones, acciones, letras, bonos del estado…). El capital no es dinero en los bancos, o títulos en las cuentas custodia, o maquinaria en las fábricas. Es una relación social, y como tal, no necesariamente se hace cuerpo en un objeto físico. Hay una significación social (subjetiva) del valor. Desde que murió el welfare state, una buena parte de la acumulación del capital se desprendió del trabajo. Hay una hipertrofia financiera.
Los vínculos entre capital y trabajo se debilitaron unilateralmente. Si no tenemos esto en cuenta a la hora de imaginar utopías emancipatorias… se nos pasó el bondi.

Anónimo dijo...

Jack, el viernes??
Donadio se prende...

Tino Hargén dijo...

Estoy de acuerdo con lo expresado dolmancé

Jack Celliers dijo...

Dolmancé:

Lo que decís es cierto y no es nuevo, pero tu error es vincularlo con el fin del welfare state.

El welfare state fue simplemente una resultante de las relaciones de clase en términos de puja: la existencia del bloque comunista, el crack del '30, etc. crearon en la burguesía el temor a la radicalización de la clase obrera y la necesidad de instrumentar alguna suerte de buffer. Su ideólogo más notable, pero no el único, (Keynes) lo dijo claramente: estoy del lado de la burguesía ilustrada, con lo que dejó en claro que entendía la lucha de clases perfectamente.

Ahora bien, durante el keynesianismo también el capitalismo generó avances tecnológicos impresionantes, sólo que - oh! qué extraño! - esos avances redundaron (parcialmente y sólo en una parte del planeta, claro) en una redistribución del ingreso ¿Por qué?

La respuesta hay que buscarla en nuestra vieja amiga la lucha de clases. La venta de humo, el consumo suntuario y el consumismo inútil - por un lado - y la especulación financiera, las burbujas especulativas, los mercados a futuro - por el otro - ya existían en ese tiempo (el crack del '30 tuvo mucho que ver con eso), no son nuevos. No había iPods, pero el paso de la válvula al transistor permitió el nacimiento de la Spika portátil, lo que representa un salto cuantitativo mayor que el actual. So?

Claro que hubo cambios, la versatilidad tecnológica del capitalismo le permite sobrevivirse a sí mismo, aunque con cada vez menos margen. Sin embargo no ha habido un cambio sustancial en ese sentido.

El gran cambio que sí se ha dado es justamente en la relación de fuerzas entre las clases. Ahí está el criminal que tanto buscamos.

Confundir los avances tecnológicos con el motor de la historia es ingenuo; la misma ingenuidad que en los '60 llevaba a muchos teóricos a suponer que la tecnología iba a llevarnos a superar los conflictos de clase por la vía del progreso indefinido es la que hoy lleva (¡en algunos casos a esos mismos teóricos desencantados!) a pintarnos el futuro de negro porque la tecnología nos lleva inevitablemente al "fin del trabajo" (gracioso fenómeno que nos anuncian mientras las jornadas laborales se extienden a 16 horas y más).

Lo cierto es que la tecnología no es ni la benéfica entelequia que nos sacará del pozo ni el monstruó que nos hundirá en él. Se trata simplemente de las relaciones de clase, de la inmensa derrota sufrida por el proletariado mundial luego de haber emparejado las cosas un poco durante la posguerra. Cuando el ingreso se redistribuía la tecnología era el hada madrina, hoy que el capital triunfa es el cuco, pero no es ni una cosa ni la otra.

"El capital no es dinero en los bancos, o títulos en las cuentas custodia, o maquinaria en las fábricas. Es una relación social..."

Esto está muy bien, es verdad: es una relación social, pero nunca fue otra cosa no es que ahora es una relación social y antes no. La "debilitación de los vínculos entre capital y trabajo" es sólo una manera imprecisa de decir que el capital ha logrado imponer a los trabajadores sus condiciones, que donde antes trabajaban tres hoy trabaja uno haciendo el laburo de tres por la misma guita mientras el capital le dice: "tu trabajo no es necesario muchacho, quédate en el molde si sabes lo que te conviene", lo cual es una ilusión: el trabajo sí es necesario, no lo es el trabajador (porque hay otros para reemplazarlo).

La reproducción del capital como especulación a futuro - que repito: no es nueva, no nació en los '90 ni en los '70 y es casi tan vieja como el capitalismo - descansa en última instancia sobre el trabajo de alguien, sólo que ese alguien hoy es mucho más débil que ayer en términos de relación de fuerzas. Progreso tecnológico, trabajo inmaterial, bla bla bla, todo eso ya existía antes, los saltos tecnológicos que ha dado el capitalismo no son nuevos, y no tienen nada que ver con la redistribución del ingreso, que es resultado de una relación de fuerzas.

Anónimo dijo...

"la Embajada Norteamericana, nido de agentes de la CIA, que seguramente estan y estuvieron involucrados en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA"
Que bueno el link
¡¡¡ y de la sota la mato a Nora Dalmasso!!!
¿ Carlos Ponce de Leon esta suelto o escribe desde algun psiquiatrico?

Severian dijo...

Confundir los avances tecnológicos con el motor de la historia es ingenuo;

Pse, depende de la ventana temporal con la que mires. Si observas el mundo cada diez años, ves a la tecnología como una herramienta más, impulsada por las demandas materiales inmediatas ("la nafta se acaba pero yo tengo que seguir vendiendo algo -> desarrollo biocombustibles", "esos putos griegos con sus espadas de bronce me revientan en cada batalla -> ¿a ver con el hierro que pasa?"). Pero si aumentas la ventana temporal y observás el mundo cada cien años, ves que a la larga, un desarrollo tecnológico surgido por una necesidad inmediata produjo consecuencias imprevistas, y en muchos casos enormes.

Lo que seguramente es ingenuo es suponer que haya un motor de la historia...


-----


Che, anonimo (entre amigos, ¿te puedo decir ano?) hay un botoncito arriba que dice "siguiente blog". Es para vos.

Martin dijo...

UF! Abriste tantas puertas, Jack, que prefiero tener un tiempito para abordar una respuesta. Adelanto un abstract: El análisis de clase me parece vigente, pero es necesario adaptarlo un poquito. Los cambios sociales, políticos y económicos post estado benefactor para mí representan un salto cualitativo (de peor a más peor, pero cualitativo). Hay algunos mojones a considerar: Desmantelamiento del welfare state > Fukuyama > Orgía neoliberal > Caída de los "tigres" asiáticos > Hipertrofia financiera > Hoy. No se resume todo a una derrota política "del proletariado". Hoy todos sabemos íntimamente que el capitalismo es malo (hasta sus más acérrimos policías), y nadie lo duda: va a terminar algún día, y muy mal. Pero pasaron algunas cositas que, al parecer, no estás teniendo en cuenta.

Anónimo dijo...

Desmantelamiento del welfare state > Fukuyama > Orgía neoliberal > Caída de los "tigres" asiáticos > Hipertrofia financiera >

Dolmancé: El desmantelamiento del estado de bienestar comienza en la década del 70 como consecuencia de una caída en la tasa de ganancia. Mientras había suculentas ganacias era posible repartir la torta y vía estado mantener tranquila a la clase obrera (aunque no fuera suficiente). Charlatanes como Friedman, Hayek, Von Mises no eran escuchados. Sin embargo, a partir de la caída mencionada, sus postulados aparecen muy atractivos para la burguesía. El estado de bienestar ya no funcionaba como antes y la clase obrera en todo el mundo no aceptaba así como así mayores extracciones de plusvalía (extensión de las jornadas, disminusión de salarios). A la burguesía y al estado burgués no le quedó otra que avanzar contra las conquistas de la clase obrera para así recuperar su tasa de ganancia (es lo que puede observarse desde principios de los 70 y principalmente durante los 80). Se renegó de Keynes y se abrazó con entusiasmo las doctrinas económicas de la escuela de chicago (obviamente no porque sean ideas mejores o más acertadas sino precisamente por concretos intereses materiales). La orgía neoliberal responde a eso, a una derrota de la clase obrera que le infligió la burguesía en el camino de tratar de recuperar la tasa de ganancia. Fukuyama es un emergente pero de ninguna manera es una causa. No entiendo a qué te referís con hipertrofia financiera pero la estrecha vinculación entre el capital financiero y el capital industrial ya se ve claramente a comienzos del siglo XX. Lo que siguió fue la profundización de ese proceso.

Jack Celliers dijo...

Seve: Escribiendo, escribiendo uno cae en generalizaciones e imprecisiones como "motor de la historia". Defino mejor: "motor de la historia" significa aquello que lleva a cambios en los regímenes políticos, esos cambios dependen de los modos de producción.

Lo que ha provocado el salto desde el feudalismo hasta el capitalimo moderno no han sido los avances tecnológicos sino el cambio en los modos de producción dado por el asalto al poder de una clase diferente. Durante el predominio árabe, por ejemplo, se generaron numerosos avances tecnológicos. Sin ir más lejos: la adopción del cero como concepto numérico significó un salto tecnológico de la gran puta.

La tecnología da más poder al hombre sobre la naturaleza, y sobre otros hombres claro. Pero el grado de poder que ejerzan unos hombres sobre otros se traduce en la relación de fuerzas de aquellos grupos de personas que tienen intereses comunes versus otros grupos de personas. El interés que hace mover la historia, el que produce luchas constantes que eventualmente logran cambiar los modos de producción al cambiar el tipo de propiedad de los mismos es el interés de clase.

A esto me refiero con "motor de la historia", la tecnología puede ser vista como motor de la historia... de los cambios tecnológicos, pero la esencia de un régimen político no cambia por el grado de avance en este sentido. El fascismo pudo ser medieval en muchas de sus manifestaciones sin dejar de ser completamente moderno como régimen burgués que era, por ejemplo.

Igual me gusta la confrontación que hacés del marxismo desde un punto de vista estrictamente lógico (y honesto). Es importanteprobar que como dijo un teórico cuyo nombre no recuerdo ahora: "el marxismo es una forma de sentido común".

Dolmancé: Voy a meter otro post que habla del postfordismo, así que pienso abrir más frentes, jeje.

Jack Celliers dijo...

Che Anónimo (pero... ¿a quién me hace acordar este muchacho... mmmhhhhh!!!!), en serio, ¿los rajados de la SIDE no te encargan que les vayas a comprar fasos y te mandan a boludear por los blogs?

Esto de venir a pasear tu cobardía (ooootra vez) por acá es patético eh?

Anónimo dijo...

Yo te digo que es cobarde: poner bombas y matar a nenas de tres años. El que lo hizo en un momento en que era necesario un trabajo de esclarecimiento politico y cuando se daban las circunstancias para poder hacer ese trabajo, porque era un momento de efervescencia, ademas de cobarde es un imbecil. Y si las provocaciones entrañaban un peligro de golpe de estado, ademas de imbecil es suicida. Pero algunos no lo pueden evitar, siempre vociferantes, siempre funcionales a los sectores mas reaccionarios de la derecha.
¿Que les paso a las viudas de Santucho que se separaron ? Ahora hay dos, el PRT y el PRT-Santucho. No hay caso, todo trosko es divisible por dos.
Me gustaria saber que les atrae de Santucho, intelectual no era precisamente, era de un pensamiento tirando a pobre, y todo lo que hizo fueron todas cagadas, ni a proposito se puede hacer las cosas tan mal, Trelew, Tucuman, Monte Chingolo..., que raro que el se salvo siempre. A lo mejor como contador era bueno. O les gusta que da la cara de gangster para la foto. Cambien el final de la biografia muchachos, no murio en combate: lo fueron a buscar a la casa cuando ya no le era util a nadie y estaba por escaparse al exterior.
No te hagas el ironico pibe. No te esfuerces en parecer comico: ya sos una caricatura. Aparte tu humor se nota demasiado tenso. Decile a tu amigo de la monografia que hoy una MULTITUD de obreros de la uocra fue a pza de Mayo a agradecerle a K el aumento de sueldos que les dio. Estan cobrando bien los muchachos. No le va a caer bien a tu amigo porque a el le sirve que los obreros se caguen de hambre para su reivindicacion delirante de la lucha armada. Pero claro, hay mesianicos que creen que son los unicos elegidos para hacer la revolucion, y no les gusta el trabajo politico. Decile que a los obreros del subte tambien les va muy bien, y a los camioneros ni hablar, algunos cobran mas que un ministro, claro que las reivindicaciones no las consiguen gracias a los que hacen la revolucion desde los blogs. Avisale a Carlos Ponce de Leon tambien, que los obreros no estan muertos de hambre, que no va a poder contar con ellos para ir a atacar la comisaria de Acheral de momento, el tipo debe estar ansioso por empezar alguna accion armada. Me divirtio mucho Carlos Ponce de Leon, hace un analisis verdaderamente delirante, y hasta dice: el camino del infierno esta empedrado de buenas intenciones... Recordale que lo tiene que reivindicar a Santucho.

Severian que inteligente que es... ¿que hace escribiendo aca?

Niño Barroco dijo...

Che, Jack, el cero (o zero) viene de la tradición hindú-árabe. Para ser más rigurosos, el cero, el no ser, el nirvana, es un concepto mucho más hindú que árabe. Lo pudieron haber incorporado los árabes cuando se metieron en India y llegar a difundirlo a lo largo del imperio árabe hasta el sur y este de Europa. Pero me parece que viene de India
wiki confirma parte de esto en http://en.wikipedia.org/wiki/0_(number) en Rules of Brahmagupta
Pero wiki igual puede decir que mi abuela tenía bigotes, lo cual no es estrictamente cierto.

En relación al giro que tomó el debate...
Un sistema sin clases (si es que algo así es posible) podría generar el salto tecnológico necesario para que todos morfen, se vistan y duerman bajo techo, laburando pocas horas?
Con qué incentivos movilizarías a una masa uniforme de gente (a la que no distinguís demasiado de otras masas uniformes, porque la profesión o los talentos, en principio, no alcanzarían para diferenciar a los sujetos en nuevas clases) para que genere esas innovaciones? Tal vez no haya motor de la historia, pero cuál sería el motor de la innovación tecnológica si no es la presión desde el comité de planificación central sobre los que tengan ganas de ser ingenieros y científicos al servicio de la humanidad? El altruísmo afectado por una red social de cotnención es más fuerte que el egoísmo del que puede internalizar los beneficios de una patente como para lograr saltos tecnológicos superiores?

Jack, llamá si leés esto, a ver si sale este sábado el ajedrez...

Anónimo dijo...

"pero cuál sería el motor de la innovación tecnológica si no es la presión desde el comité de planificación central"

Hola, aprovecho este post del usuario niño barroco, para preguntar justo eso.
Jamas entendi por que se considera que perseguir un premio economico seria la unica motivacion para la investigacion y avance tecnologico.
No conozco mucho, pero por ejemplo acaso las sociedades tribales no generaron miles de avances?
Este asunto del Linux tambien no es prueba que perseguir 'directamente' una motivacion economica no es el unico impulso?

gracias por aclarar estos temas

Jack Celliers dijo...

La respuesta de pussy (che... qué nick se fue a buscar, hermano...)es significativa: el Che hablaba del estímulo moral, lo cual lejos de ser idealista es a mi juicio en realidad práctico.

En el capitalismo el hombre actúa bajo el doble palo de la ambición y su correlato el miedo a la miseria. La idea es que eso deje de ser el estímulo.

Claro, estamos tan acostumbrados a ese estímulo que creemos que no hay otro, que si nos quitan eso seremos un montón de boludos haciendo fiaca. Y es lógico porque el descanso en la sociedad capitalista es una especie de premio o lujo durante el cual sentimos que no estamos generando ingresos. Tiempo versus ingresos es la ecuación permanente en nuestro modo de vida.

La idea es que - como decía Trotsky - el dinero deje de elevar al cielo o hundir en el infierno, lograr un consenso social bajo el cual todo el mundo tenga lo que necesita y pueda invertir sus energías creadoras en trabajo social útil. Más bien que es necesaria una cierta planificación y coerción, pero ya no con el fantasma de la miseria o la ambición de acumular millones. Un sistema así chocaría durante mucho tiempo con la inercia cultural, claro. Mucha gente seguiría durante mucho tiempo aferrada a la acumulación "por si se pudre todo". Es necesaria una convivencia prolongada en un sistema en el que haya garantías mínimas de sustentación que hagan superflua la acumulación.

De nuevo: nadie dice que sea fácil.

Respecto del cero: es verdad, el invento es hindú pero fue introducido en Occidente por los árabes jusnto con todo su sistema numérico. La palabra misma "cero" es de origen árabe.

Ano, querido: cambiate el nick de nuevo y ponete La Tota Santillán para multiplicar tus opiniones. Pero ese estilo covacha-de-service te delata.

Anónimo dijo...

Volvamos, estoy seguro (me consta solo en algunos casos) que, por ejemplo, los científicos laburan de científicos porque les gusta la investigación y no para obtener algún beneficio. Claro está que si no perciben ninguna suma de dinero a cambio se morirían de hambre (en el sistema capitalista). Pero en un sistema donde la ganancia no fuera el motor de la producción ese riesgo no lo correrían y podrían investigar en el área que más les guste de lo que sea socialmente necesario. Y no como ocurre ahora que la mayoría de los científicos tienen que dedicarse a investigaciones lucrativas para las empresas (laboratorios por ejemplo) y no a lo que es socialmente necesario. De otra parte, algunos tipos de investigaciones que no tienen financiación privada (como encontrar una vacuna para el mal de chagas) seguramente encontrarían investigadores dispuestos.

De hecho, esa es una gran mentira de la burguesía. Que los avances tecnológicos se debe a un supuesto espíritu arriesgado de los capitalistas que son los que mueven todo. Los avances tecnológicos ocurren cuando se dan determinadas necesidades sociales. Los inventos en general los han realizado gentes con poco espíritu capitalista con la salvedad de que siempre encontraron alguien dispuesto a poner la tarasca (y a quedarse con la patente por supuesto).

Martin dijo...

Niño:

Con qué incentivos movilizarías a una masa uniforme de gente [...]

¿Por qué la segunda persona del singular?

No solo es dífícil superar las condiciones de opresión, explotación, exclusión... sino que incluso es muy difícil apenas pensar en una utopía emancipatoria. Si no hay libertades para vivir (apenas una libertad condicional), aprovechemos la relativa libertad para imaginar.

"incentivos", "innovaciones", "beneficios" parecen palabras salidas de un libro de management. Niño: ¿Vos sos el mismo que escribía en TP? Estás perdiendo el touch, viejo. Yo te leía!

En mi opinión: La tecnología nunca es la causa de un cambio histórico. La tecnología no cobra por sí misma una relidad sui generis. Hay un uso político (o económico o cultural) de la tecnología. Y por ahí anda el motorcito que tanto buscan. Yo creo que sí existe un motorcito, pero no creo que funcione tan determinísticamente (¿existe semejante adverbio?)

Con respecto al nuevo sujeto histórico, la hipertrofia financiera, welfare state y el trabajo "inmaterial" prefiero tomarme un tiempito más tranquilo para expresar lo que pienso. Y Jack sigue abriendo frentes...

MM dijo...

Buen blog, excelente debate.

No me atrevo a opinar.

Martin dijo...

Jack & Luk@s,

Lo nuevo, lo inexplicable, es el abismo entre la economía real y la hipertrofia financiera especulativa: monstruosos volúmenes de transacciones cambiarias sin sustento real, a un ritmo jamás registrado antes en la economía mundial. Se calcula que el mercado financiero globalizado maneja unas 70 veces más dinero que la economía real. En 1995 la suma de los instrumentos financieros emitidos en los EEUU representaba el 250% de su PBI. Aparecieron los FCI (Fondos Comunes de Inversión), que son como piletas donde se centraliza dinero de diversas fuentes para invertir especulativamente en títulos de otros países, muchas veces “mercados emergentes”. En otras palabras: papeles que compran papeles. Durante los 90 los FCI se expandieron tanto que en menos de 10 años llegaron a duplicarse en términos nominales. Muchas de las cosas que en los países centrales pasaron en los 80, en nuestro país pasaron en los 90. El credo neoliberal dice: “Reduzcan al mínimo el gasto público y abran sus economías al mundo que todo va a andar de maravillas”, pero las principales economías del mundo hacen exactamente lo contrario: Los países centrales mantienen un endeudamiento estatal creciente, y adoptan medidas proteccionistas. Las consecuencias están a la vista. En los países subdesarrollados las legislaciones laborales se desmantelan en nombre de la seguridad jurídica para los inversores. La economía mundial depende como nunca de la de los Estados Unidos, mientras que ese país cada vez produce menos. La brecha entre centro y perifefia se profundizó: En los 90, las 500 empresas más importantes en términos de ganancia y rentabilidad (las famosas Fortune 500) representaban el 45% del PBI mundial.

El trabajo asalariado disminuyó, las condiciones históricas cambiaron. Hubo una reestructuración productiva internacional de la mano del crecimiento tecnológico. El trabajo sufrió la flexibilización neoliberal, la precarización, y el debilitamiento sindical . Asistimos a una involución distributiva sin antecedentes históricos. Aún con la creciente composición orgánica del capital y la automatización de los mecanismos productivos, el trabajo está lejos de ser prescindible. Pero tampoco hay más tiempo libre. Mas bien el trabajo se ha desvalorizado. Y los pocos que tienen trabajo, trabajan mucho. Los que no tienen trabajo quedaron afuera. Los adelantos tecnológicos son para unos pocos.
Lo global viaja libremente, mientras que lo local está encadenado. Lobo suelto, cordero atado.
Esto va más allá de la estrecha vinculación entre el capital financiero y el capital industrial que ya se ve claramente a comienzos del siglo XX

Lo que pasó después de la caída del welfare state no se enmarca tan fácilmente dentro del esquema de crisis periódicas. Lo que pasó trasciende lo que en la tesis marxista se conoce como tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Desapareció la fábrica, las grandes inversiones en activos fijos, los grandes compromisos mutuos entre capital y trabajo. No digo que Fukuyama sea la consecuencia de nada. Simplemente que para los neoliberales fue considerado un profeta, entre otros gurúes oportunistas que supieron captar el espíritu de esos tiempos.
El capital se hizo invisible, etéreo.

Me refiero a que hoy todo está privatizado. En la mayor parte del siglo XX imperaba el temor de que lo público invadadiera lo privado, como en las novelas de Aldous Huxley y George Orwell. Pero hoy sucede lo contrario. Todo se privatizó: hasta los fondos de jubilación. Las compañías de seguros lideran en posicionamiento económico y son lo más lejano posible a lo que tradicionalmente conocemos como producción. Hasta el concepto mismo de comunidad se privatizó: Countries, barrios privados, ciudades – fortaleza, parques cercados, plazas enrejadas, torres de departamentos rodeadas por murallas militarizadas a la vuelta de la manzana. Lo privado le quita la belleza a las cosas. No hay espacios (literalmente) para acercarse. Nadie aspira a una noche estrellada en común. Nos olvidamos de que el mundo puede ser un lugar hermoso.

El análisis de clase tiene que ser adaptado.

El sujeto histórico tiene que ampliarse para que sea viable cualquier utopia emancipadora. Esto no es una simple ampliación del ejército de reserva. Ya no estamos en la etapa del capitalismo industrial. El trabajo asalariado ha disminuido. El capital es una abstracción, pero el trabajo se encarna en personas reales y concretas.
Yo creo que hay algo no privatizado aún: la cultura, que en parte está fosilizada. El arte, y hasta la religión tiene un potencial liberador. Cualquier forma de cooperación, confianza y compromiso es subversiva. Hoy cambió la forma de concebir la identidad. Todo recae sobre los hombros individuales. Y, sabemos, no hay soluciones individuales a problemas generados socialmente.

Antes había continuidad, estabilidad laboral. Un obrero metalúrgico era siempre un obrero metalúrgico, y tal vez hasta lo fueran sus hijos y sus nietos. Hoy un trabajador formal, especializado y con antigüedad es una raza en extinción.
Los capitalistas tenían enormes fábricas y las heredaban por generaciones. La producción en sí era duradera. Así estaba concebida. Comparen la heladera SIAM de la abuela con la que tienen en casa.

Hoy los dueños del capital viajan muy livianitos con su laptop y su celular en el mismo avión que Bono.

En la era del capitalismo industrial, explotadores y explotados estaban comprometidos mutuamente y por igual. Pero ya no. Algo se desprendió. El trabajo se flexibilizó, se desreguló, dando lugar a nuevas formas de explotación. El trabajo hoy es muy precario y transitorio. Los trabajadores fácilmente descartables, reemplazables, intercambiables. El poder de los estados nacionales es casi nulo frente al de los monopolios internacionales que, es cierto, de internacionales tienen poco.
La teoría del valor nos alcanza a todos, pero al marxismo le falta un poquito de sana heterodoxia (como a todo ismo que antes de estar precedido por una idea está precedido por una persona)

Las condiciones del capital son las nuevas reglas de juego: Bajos impuestos, toda la desregulación posible, semáforo verde legal y flexibilización laboral.. ¿Es posible una revolución obrera en este escenario? El capital se deshace de los trabajadores como arrojando un lastre pesado que dificulta el vuelo.
No hay tiempo para hacer la revolución desde las fábricas, el escenario laboral es su conjunto es un pantano de arenas movedizas.

Hay otra cosa importante: La dificultad, en el panorama actual, de los trabajadores para identificarse con el trabajo: con ese trabajo formativo del que hablaba Hegel; a través del cual el siervo alcanza su libertad (hacer, hacerse).

En fin, son muchas las puntas de este ovillo.

Niño Barroco dijo...

Te contestaría extensamente, Dolmancé, pero la derrota de 6 matchs de ajedrez (sino más, considerando el rewind de uno o dos) a manos del caballero que se encarga de convocarnos en este espacio, me dejó con la cabeza echando humo (pero el orgullo intacto, el ajedrez era una excusa para que dos sujetos charlen de bueyes perdidos y alguno encontrado).

Pero bueno, sí, escribía en TP. La diferencia de calidad que atribuis puede estar originada en 2 puntos.
1) Esto no es TP. Los comments los tiro desde el laburo, sin revisión (casi en autómata, releo para ver si no hay demasiadas bestialidades o provocaciones) ni corrección de estilo por parte de mi dama, y con un tiempo de elaboración que no supera los 10 minutos. Te diría incluso que me alegro que existan matices entre lo que escribí en TP y lo que escribo en comments o para posts en mi propio blog.

2) Formado como economista en UBA y deformado profesionalmente por 9 años trabajando para multinacionales (7 en un monstruo de la publicidad) contribuyen a manejarme con vocabulario "del palo" management/econ-heterodoxo.
Eso no invalida el planteo de fondo, creo.

Vuelvo:
Cómo garantizás la reproducción material y la ampliación de capital social en un esquema si no es en base a innovaciones e investigaciones programadas (un puente, una vacuna, un salto en productividad) si no es en base a un esquema coercitivo? Entiendo que si no tenés la presión del sueldo a fin de mes no deberías tener que hacerlo por mercenario (como el ejemplo de los laboratorios que se citó más arriba). Ahora. Es eso suficiente? El amor a lo que uno hace a cambio del plato de comida, la salud, la educación y el techo garantizado?
Con eso reproducís y potenciás las fuerzas productivas de los ciudadanos socialistas/comunistas? No hacen falta otros incentivos individuales? Y si hacen falta... cómo repercuten en una sociedad sin clases? Siguen siendo todos de la misma clase pero unos tienen derecho a otros bienes y servicios (para no usar beneficios, si querés) por participar distinto a la reproducción del sistema?

Siempre desde la ignorancia, saludos.

Martin dijo...

Niño: conozco al dedillo las retóricas vacías de las multi por haber trabajado en ellas desde hace 9 años. De esos 9, 7 en el BBVA (pongámosles nombre che) Yo también escribo desde mi laburo la más de las veces porque a) hay tiempo al pedo, y mucho b) escribir es mostrarse ocupado c) caretearla suma más que trabajar d) adoptar una actitud parasitaria es la opción más inteligente. Me interesaba tu punto de vista en relación al ambiente de laburo, y creo que viene a cuento en este debate. Escuché tu último vánitas y al respecto no tengo más que encogerme de hombros y recomendarte el librito de Corinne Maier "Buenos días, pereza". Es difícil de conseguir, pero si estás en "el palo" como decís, es de lectura obligatoria. Fijate, tal vez lo encuentres en francés, o en inglés. Si se te complica avisá que veo la forma de hacértelo llegar. Si sos de económicas estarás en condiciones de revisar y corregir un poco el derrotero que acabo de acabo de postiar en el comment anterior.

Y sobre la cuestión utópica: creo que si no hubiera que organizarse y resistir (al punto de como están hoy las cosas, el solo hecho de amar a una mujer es organizarse y resistir), si las condiciones que diariamente generan deshechos humanos fueran superadas, creo que las motivaciones vendrían por otro lado. Es difícil pensarlo, pero tal vez el todo tendría más importancia que las partes. Lo que vemos día a día lleva a pensar que sin mecanismos coercitivos nos comeríamos los ojos y viviríamos en un estado de naturaleza hobbesiano.

No soy quien para darte consejos, pero este medio otorga impunidad absoluta: Seguí llegando tarde y seguí escribiendo sobre tu realidad laboral que es interesante. El absurdo es un hecho cotidiano y buscar sus raíces es un ejercicio fascinante.

Saludos.

Niño Barroco dijo...

Ok, poniendo nombres, total, no queda mucho más Hasta Que Llegue el Telegrama. Havas Media, hasta hace muy poquito MPG o Media Planning Group, dueña de Arena mi actual empleadora. Si laburaste en BBVA te debe sonar porque por ahí pasan los 30 millones de pesos que el banco gasta en medios.

En un par de semanas me catapulto a Paris, así que voy a buscar el libro. Ya lo tenía identificado, si lo encuentro en saldos en algún bouquiniste (t´as vu Jack, je peux aussi écrire).

En relación a revisar o corregir el derrotero que te despachaste... me da una fiaca terrible. Demasiada data para contrastar y un despelote de fenómenos encadenados con el único fin de revisar la vigencia del marxismo me pueden.
Sí puedo confirmarte desde una óptica más especulativa que hipotética, que la guita que hoy está dando vueltas por todo el mundo merced a FCIs, fondos de pensión, fortunas personales, etc., una parte se realiza en el clásico consumo suntuario, otra parte se reinvierte en el sistema para reproducción, otra se licúa en M&A y otra no menor se "lockea" en bolsones de reserva de valor a lo largo del planeta. Estos bolsones son extensiones de metro cuadrado a lo largo y a lo alto. Su ejemplo más a mano es el delirio Faena: complejos, torres, palacios. A 15 kms de Puerto Madero el valor del m2 se divide por 40 más o menos, no porque Pompeya valga poco, sino porque naturalmente el valor de la tierra en Puerto Madero se tuvo que inflar necesariamente hasta el carajo para anotarse un turno en la dinámica del "boom inmobiliario internacional". Esos espacios de departamentos increibles en edificios más increibles importados del Miami LifeStyle, están también en Santiago de Chile y en el DF mexicano, en Marrakesh y sospecho que en varios puntos del tercer mundo, actuando como reserva de valor, sentando las bases para una crisis tipo la del 29, pero a escala global en serio (nada de efectos, puras causas en simultáneo). Cuando esas fortunas quieran desarmar posiciones (hacerse líquidas frente a un escenario de corridas), la caída abrupta del valor de esas propiedades (por efecto estampida) generará un descalce financiero de tal magnitud que habrá que volver a pensar el sistema financiero internacional (o la revolú, qué se yo, depende del ánimo del público).

Personalmente no sé si esto será causa o consecuencia del Banco Central Chino (y otros bancos como el de India, Brasil tal vez, depende de alianzas que nunca nos enteraremos) al momento de redistribuir la denominación de sus reservas: venta masiva de dólares, compra masiva de euros, o cómo nos gusta a los amantes de la ciencia ficción, el dólar haciéndose concha y USA perdiendo poder adquisitivo como Gran Bretaña en la entreguerra. Ahora... eso nos deja a merced de China como imperio ascendente... con lo cual las estrategias de resistencia/adaptación de cada burguesía supongo que serán otras... Martín Caparrós expuso obviamente mejor que yo lo de china rising. Si te interesa, te mando un scan de su columna.

En concreto, toda esa guita de la que hablás va a hacerse concha.

Anónimo dijo...

Gente, voy a hacer algo que no me gusta demasiado (cpoy & paste) pero lo considero necesario para responder los últimos tres posts (en particular en antepenúltimo de Dolmancé).

Se trata de una entrevista que le hacen a Anwar Shaik reproducida en Iniciativa Socialista.

Saludos

pd: En la presentación se hace mención al libro Valor, acumulación y crisis pero de la editorial tercer mundo de colombia. Hace unos meses ese mismo libro fue editado por la editorial razón y revolución (ryr), por lo que es más fácil conseguirlo. Y está muy barato (20 mangos). Se los recomiendo.

"EN EL CAPITALISMO SOBRA GENTE
ANWAR SHAIKH
-----------------------------------
Iniciativa Socialista, nº42, diciembre 1996, con permiso de la revista argentina Herramienta. Anwar Shaikh, de origen paquistaní y reconocido internacionalmente como uno de los más importantes economistas marxistas de actualidad, es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales del New School of Reasearch de Nueva York y miembro del consejo editor del Cambridge Journal of Economics. Entre sus principales publicaciones se encuentran: "Valor, Acumulación y Crisis. Ensayos de Economía Política" (Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1990) y "The Political Economy of National Account: An Alternate Approach to the Measurement of the Wealth of Nations" (Cambridge University Press).

Herramienta: La primera pregunta está referida a las dos últimas grandes crisis del capitalismo, la crisis de 1930 y la de los 70. ¿Cuáles son las similitudes y cuáles las diferencias existentes en la dinámica de una y otra y cuáles las respuestas del capitalismo para salir de la crisis?
Anwar Shaikh: Permítaseme empezar por las similitudes; creo que la similitud fundamental es que ambas son el resultado de las mismas fuerzas, fuerzas que están profundamente enraizadas en el sistema capitalista, que se imponen a pesar de las enormes diferencias entre los marcos institucionales. Yo sostengo que estas fuerzas tienen que ver con los efectos en la acumulación de la rentabilidad, concretamente con el hecho de que la acumulación está guiada por las perspectivas de la rentabilidad, que se lleva adelante en el contexto del cambio tecnológico. Esto está socavando la rentabilidad, bajando la tasa de ganancia y en última instancia lleva al sistema a un período de crisis. En tal período de crisis, una de las reacciones primeras de las empresas e incluso de los gobiernos es tratar de gastar generando déficit a fin de atravesar la crisis con éxito. Esto puede tener el efecto de encubrir la profundidad de la crisis e incluso revertirla temporalmente por medio de los efectos del crédito bancario, y así crear un boom ficticio. Esto fue lo que pasó en el capitalismo desarrollado a fines de los años 20, especialmente en la Bolsa de Valores donde la gente podía especular tomando prestado con el respaldo de acciones que podían comprar gracias a los rnárgenes de ganancia que daba la operación. Esto se puede hacer con tremendo éxito cuando el mercado se va para arriba, pero es fatal cuando el mercado se cae.
Hechos similares se produjeron en Estados Unidos y en todos los países capitalistas avanzados en los años 70 y 80. Nosotros sabemos que hubo un enorme aumento de la deuda, en particular un enorme aumento del gasto financiero deficitario que llevó a un enorme aumento de la deuda. Sabemos que esta enorme acumulación de la deuda le brindó al sistema un estado de salud ficticia, que fue prácticamente destruido por el crac de la Bolsa de 1987. Yo quiero volver a este punto cuando hablemos acerca de las diferencias, porque como sabemos el crac de la Bolsa de 1929 precipitó también un colapso de la economía productiva y del sistema bancario, mientras que en 1987 todos los gobiernos más importantes del mundo intervinieron inmediatamente para evitar que el crac de la Bolsa provocara un colapso del sistema bancario, porque éste hubiera llevado a un colapso en el sistema de la producción.
Para continuar con las similitudes, el problema de si la crisis está marcada por un shock, por un colapso, como ocurrió en 1929, o si se extiende a lo largo de todo un período prolongado sin que hubiera un colapso puntual, corno pasó en los años 70 y 80, y también como sucedió en 1870 Y 1880; ese período fue conocido en su tiempo como 'la gran depresión". Es importante conocer los períodos históricos porque de esta manera no asociamos las grandes depresiones sólo con los colapsos tipo shock. De todas maneras, independientemente de que se desarrolle de manera abrupta o lenta, la situación se caracteriza por un fuerte aumento del desempleo, por un tremendo aumento de las desigualdades del ingreso, una caída muy grande del nivel de vida de los trabajadores y en general de la gente, una declinación de los precios de las tierras y de las acciones cuando se los ajusta por inflación, un enorme aumento en las quiebras de empresas y un aumento en la quiebra de bancos. Vemos estas características en las tres grandes depresiones. La gran depresión de 1873 a 1893, hace casi exactamente 100 años de la gran depresión actual; la gran depresión de los 20, 30 y 40 y, por supuesto, yo voy a sostener que también es una gran depresión la de los años 70, 80 y 90 de este siglo.
H.: ¿Estamos, entonces, en medio de una gran depresión?
A.S.: Nosotros hemos estado en una gran depresión, yo diría desde los 70. Hay algún inidicio de que hay un boom en las economías capitalistas hoy; entonces yo quiero volver al problema después, para ver si nos estamos recuperando de esto. Pero, en cualquier caso, nosotros hemos estado en una gran depresión durante veinte años. Ustedes deben entender que en cada caso yo estoy hablando de los países capitalistas avanzados, porque es ahí donde está el corazón de la causa del problema. Es más fácil hablar de gran depresión en el Tercer Mundo, pero yo quiero centrarme en la parte más difícil, en el centro de las crisis .
Veamos ahora el problema de las diferencias. Una clara diferencia en el período de la segunda posguerra es la extensión que ha tomado la intervención del Estado. Hay, por ejemplo, una enorme regulación e intervención del Estado en todo el sistema financiero y bancario en todos los países capitalistas avanzados. Esta intervención fue, precisamente, consecuencia de la experiencia extraída de la gran depresión de los años 20 y 30. Esto quiere decir que el Estado ha tratado de establecer reglas que limitan la sensibilidad del sistema bancario, para prevenir un colapso tipo shock. Esto no impidió que el sistema bancario tuviera caídas. Sabemos que en países como Estados Unidos, Japón y otros las bancarrotas y los colapsos de los bancos están en el punto más alto desde la última gran depresión. Por ejemplo, la Bolsa japonesa cayó en los comienzos de los años 90, en términos reales ajustados por inflación, más de lo que cayó la Bolsa de Estados Unidos en 1929. La diferencia está en que la caída de la Bolsa del 29 fue muy abrupta, mientras que las caídas de las Bolsas en los 70 y 80 se extendieron a lo largo un período de doce años, aproximadamente.
Una razón por la que sucedió esto es que hubo mucho más crédito, lo cual bombeó al sistema hacia arriba, con el costo, por supuesto, de que aumentaba muchísimo la deuda. Esto, en sí mismo, llevaría a una situación muy peligrosa, pero en todos los países capitalistas avanzados el Estado ha apoyado al sistema bancario creando reservas, ya sea directamente o incurriendo en enormes déficits.
La segunda diferencia es la intervención del Estado respecto de los negocios. Sabemos que a lo largo de la historia enormes empresas han entrado en colapso y también grandes bancos, que efectivamente han ido a la bancarrota en los años 70 y 80 en todos los países capitalistas avanzados. Hemos visto que el Estado ha intervenido para impedir estas caídas, especialmente por el peligro que se extendiera a otras empresas. Todos los diarios especializados en negocios están llenos de estas historias en las últimas dos décadas.
La tercera diferencia es el grado de extensión del Estado frente al movimiento obrero. Sabemos que debido a la experiencia previa a la gran depresión, muchas políticas que ahora se conocen como las bases del Estado de Bienestar fueron puestas en acción, en parte, por el riesgo político que significaba el desempleo masivo. Por lo tanto ahora, cuando sube el desempleo, nosotros tenemos cosas como el seguro al desempleado y programas de ayuda a la gente que están sin trabajo. Y estos factores han sido importantes para permitir que la crisis se extendiera en el tiempo y sin llegar ni a un colapso abrupto ni a un levantamiento popular. Yo pienso que ésta es una de las mayores diferencias entre el presente período y el previo. Pero el costo de estas diferencias ha sido un enorme aumento de la deuda, en la medida en que la deuda se usa para prevenir y encubrir las consecuencias de la crisis, y esto lleva muy naturalmente al presente momento de la crisis.
H.: ¿Podríamos enfocarlo también desde el punto de vista de la perspectiva de la crisis, ya que mucho se está hablando de que el próximo siglo sería un siglo de expansión del capitalismo?
A.S.: Yo tengo algunas estadísticas y datos de largo plazo muy interesantes que les podría mostrar. Y algunas que siguen muy de cerca las ondas largas de Kondratiev en diferentes países capitalistas avanzados. Estas estadísticas y especialmente la más importante para la economía capitalista, que es la que indica el aumento de las ganancias, muestran un giro ascendente en el crecimiento de las ganancias. No hemos visto que este giro ascendente beneficie a los trabajadores, porque sabemos que este crecimiento de las ganancias ha ido de la mano de la reducción de la fuerza de trabajo, hacerla más magra a la empresa, que es precisamente lo que Marx llamaba la concentración y centralización del capital. El capitalismo no se regula por los intereses de los trabajadores sino por los intereses del capital, entonces solamente podemos juzgar si ha habido una recuperación desde el punto de vista del capital; y aquí claramente, en los últimos años, en los países capitalistas avanzados ha habido una recuperación de la rentabilidad.
Aquí se plantea la pregunta: ¿es una auténtica recuperación o es una salida en falso? Porque sabemos que hay una enorme cantidad de deuda en el sistema. No me refiero solamente a la deuda del Estado y la del capital privado, sino también al enorme monto de deudas de los particulares. Nunca antes en la historia de la humanidad tanta gente ha podido gastar tanto sobre la base de tan poco. Yo creo que no hay nadie aquí presente que no deba alguna cantidad de dinero por haber hecho alguna compra a crédito. Casi no pasa semana en New York, donde vivo, que yo no abra mi correo y me encuentre con una oferta para una nueva tarjeta de crédito, y las empresas o bancos que la ofrecen no me preguntan nada, solamente debo decir que sí. Sabemos que mucha gente, en la lucha por la supervivencia, ha sido llevada a contraer deudas, y por supuesto esta deuda es una fuente de demanda efectiva, pero en realidad es una burbuja de demanda efectiva. No está claro cómo esta burbuja se puede sostener, porque por un lado está creando la demanda que inflan las ganancias, pero, por otro, no está incrementando el empleo a una tasa rápida, y por lo tanto la base de la burbuja, que son los ingresos de los trabajadores, no está subiendo lo suficiente para cerrar la brecha. Un resultado posible de todo esto es que estalle la burbuja, si la gente de pronto ve que su futuro es muy negro en términos de empleo, puede entonces simplemente frenar la toma de préstamos o pueden ir a la quiebra, y de esta manera los bancos cortarían rápidamente la extensión de tarjetas de crédito y aún de los préstamos. Entonces la base ficticia de todo este boom de ganancias saldría a la luz.
Yo pienso que no es fácil predecir esto, porque mucho depende de cómo intervenga el Estado para manejar esta situación, pero sí quisiera señalarles que aproximadamente cada dos meses en el Wall Street Journal y en general en la prensa especializada de economía hay algún artículo o análisis advirtiendo sobre el posible colapso del sistema financiero, no tanto por la situación de Estados Unidos, sino por la terrible situación financiera del Japón. Japón tuvo la mayor burbuja en la Bolsa y en el sector inmobiliario de cualquier país capitalista, y esta burbuja ha empezado a deflacionarse a partir de los 90. Eso ha puesto a muchos bancos, fondos de pensiones y de inversión japoneses en grave riesgo.
Volviendo a las estadísticas de largo plazo, vamos a encontrar que hay períodos similares de ascenso en las ondas largas que resultaron ser falsos. Un ejemplo clásico fue en 1937 en Estados Unidos, cuando hubo un crecimiento muy rápido de las ganancias y la producción, y después vino el colapso de 1939, del cual el capitalismo logró salir con la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, no puedo decir que soy optimista, pero ciertamente es una situación que merece un estudio más a fondo.
H.: ¿Qué papel juegan las posibilidades que se les abren a los países capitalistas avanzados a partir de las inversiones en China o en los países de la ex "órbita socialista"?
AS: Primero quisiera tomar el problema del impacto de la apertura del mercado. Visto superficialmente, parecería que para cada capitalista individual la posibilidad del mercado chino o del Este de Europa es una expansión de sus posibilidades de mercado. Pero, desde el punto de vista del sistema en su conjunto, es en gran medida una ilusión, porque sabemos que los países capitalistas avanzados están pagando por estos mercados a través de la ayuda exterior y del apoyo a la inversión o, por lo menos en el caso de la Europa del Este, se está pagando por éstos con enormes déficits fiscales porque sus propias economías están colapsando. Esto nos recuerda un principio elemental del comercio internacional: ningún país puede comprar más de lo que vende, salvo que se endeude. Uno se endeuda con aquel al que le está comprando, en cuyo caso ellos están pagando por ello, o uno aumenta la deuda interna para hacerlo.
H.: ¿El crédito no puede dar un espaldarazo a la producción en una escala superior a lo que lo fue antes?
AS: Sí, ésta es la cuestión. El crédito respalda la acumulación capitalista, pero la acumulación capitalista nunca sería sustentable por sí misma a no ser que la tasa de ganancia fuera saludable. Pero este tipo de apoyo crediticio está limitado por el enorme aumento de la deuda y nunca puede ser la causa fundamental de la recuperación, aunque puede ser una ayuda importante para la recuperación. Por eso pienso que no se puede considerar la cuestión de los mercados exteriores como una solución a la crisis en la medida en que se trata de la demanda efectiva, pero sí puede ser un instrumento que ayude a la recuperación. Esto solo sucederá si China y los ex países soviéticos compran más de Occidente de lo que Occidente compra de ellos. ¿Por cuánto tiempo podrán hacerlo? De hecho los chinos están diciendo que no quieren hacerlo. Ellos ven a Europa del Este y dicen claramente que ellos no quieren estar en esa situación.
Hay otro aspecto que ustedes mencionaron, que es muy importante y tiene una implicación muy diferente: las enormes reservas de mano de obra barata en China y en Europa del Este contienen un gran potencial para la recuperación de la ganancia. Para un capitalista individual esto es claro, pero la cuestión es cuál es el efecto de esto en los países de origen de los capitales, en la medida que un aumento del desempleo en los países más avanzados o por lo menos una caída en el crecimiento del empleo no es compensada por la inversión porque ésta se va afuera. Esto vuelve más lento el crecimiento del mercado y es precisamente lo que están buscando los capitales que se van afuera. No me refiero necesariamente a China, puede ser América Latina, por ejemplo en el marco del NAFTA. Gran cantidad de puestos de trabajo se pierden en Estados Unidos por trasladarse a México, donde se produce más barato, pero al mismo tiempo se reduce el mercado norteamericano.
Por supuesto que para un capitalista individual no hay elección, ya que si no se van ellos se irán otros y los liquidará a ellos, pero para el sistema de conjunto esto puede crear otros problemas. Algunos estudios sobre regiones que están incluidas en el acuerdo del NAFTA concluyen que se puede llegar a una reducción del empleo en los tres países: Estados Unidos, Canadá y México, porque la movilidad del capital avanza y avanza a medida que se acentúa la centralización y la concentración.
H.: Usted decía que los resultados del capitalismo hay que verlos desde el punto de vista del capitalista para poder evaluarlos, pero parecería ser que en estos últimos años el crecimiento del desempleo no implica que no haya un crecimiento de los beneficios y del producto. ¿Podría estar creciendo el capitalismo mientras crece el desempleo?
AS : Yo pienso que esta es una pregunta muy importante, es una cuestión muy importante porque hace al futuro del mundo capitalista. Es claro que para cada capitalista individual lo que cuenta es su propio beneficio; si ellos tienen que despedir el 30% de su fuerza laboral, bueno, lo hacen. Pero, claramente, desde el punto de vista social, esto suscita una cuestión: ¿adónde va toda esa gente desplazada? Yo creo que si miramos la historia del capitalismo, si dibujamos una línea en el mapa con los límites del capitalismo en un período de tiempo, veríamos que en un principio el área encerrada es estos límites sería pequeña, pero, a lo largo del tiempo, esa área iría creciendo y ahora posiblemente esto cubriría todo el globo, con excepción de muy pocos países como Cuba. Si yo preguntara cuántos son los desempleados dentro de estos límites, yo pienso que la figura que podríamos ver sería la siguiente: en los comienzos el capitalismo crea una gran cantidad de desempleo, porque desplaza a campesinos y artesanos que no pueden competir con él, son gente que pierde su acceso a la tierra y cosas por el estilo. Sin embargo, también en el comienzo, el capitalismo está creciendo muy rápidamente y por lo tanto en una o dos generaciones logra emplear a los hijos de estos desplazados, pero a medida que se va extendiendo se expande a otras áreas del mundo en forma de colonias y por lo tanto aquí también tenemos el mismo doble efecto. En países como la India crea desempleo por desplazamiento, pero también crea por sí mismo empleo. Básicamente en las colonias, los efectos fueron limitados por el propio límite del desarrollo del capital. Pero, a medida que el capitalismo se va expandiendo a estas áreas y las va transformando en países con economías capitalistas, encontramos ya este fenómeno característico del desempleo en la periferia. Yo pienso que a lo largo del tiempo este desempleo realmente ha crecido, porque las posibilidades de crecimiento del capitalismo han ido declinando a lo largo del tiempo, no tanto por el crecimiento de la producción, pero sí por el crecimiento del empleo. Porque, como sabemos, el grado del empleo depende del grado de mecanización del trabajo; hay gente que estima que hoy, en los países avanzados, de cada cuatro trabajos tres podrían ser eliminados por las computadoras y los robots, y no estamos hablando aquí solamente de trabajos simples sino de trabajos muy calificados. Hay computadoras que ya pueden diagnosticar enfermedades en pacientes, y ya hay robots que pueden practicar operaciones quirúrgicas a pacientes, hay algun s robots que ya han sido diagramados para hacer cirugías de precisión. Y como sabemos la enseñanza puede ser llevada a cabo mediante las computadoras y la red de Internet. Entonces tenemos la perspectiva posible de una recuperación de los sectores capitalistas que sobrevivan y al mismo tiempo una extensión del desempleo de la periferia al centro. Y muchos observadores agudos de la situación presente coinciden en que las perspectivas se ven muy malas.
H.: ¿Cómo influye lo que acaba de describir en la categoría de movimiento obrero en la visión de Marx, cómo se trastoca aquel movimiento obrero de principios de siglo con el de ahora?
AS: Yo pienso que en la mayoría de los países capitalistas avanzados la clase obrera no tiene éxito en su reacción frente a esto, no ha podido hasta ahora tener éxito. Yo pienso que claramente el colapso de los países del bloque soviético, indicó claramente que ese intento particular de salirse del capitalismo fracasó. Cualesquiera sean las razones, es claro que fracasó. Pero, de todas maneras, también es claro que las causas que estimularon ese intento permanecen y aún son peores que antes. La cuestión que se plantea es: ¿cuánto puede soportar la clase obrera estas condiciones? Y esto, en última instancia, depende de las fuerzas políticas que la clase obrera pueda reunir. En estos momentos las cosas no están bien, no suenan bien, no lucen bien, porque el poder de la ideología del mercado es muy fuerte, pero si lo que yo estoy diciendo acerca de las tendencias del sistema de mercado son correctas, entonces estas cuestiones no van a desaparecer y esto lo vemos muy claramente ya en los países del ex bloque del Este y en China donde es el gobierno el que está empujando al capitalismo desde el Estado y arrojándoselo al cuello de la gente de la misma manera que hace unos años estaban forzando a la gente arrojándole al cuello el socialismo. Hay una importante implicación de esto, es el hecho terrible del que estuvimos hablando y es que la gente comienza a ser redundante dentro del sistema capitalista.
Cada vez más mayor cantidad de gente comienza a ser redundante en el capitalismo y esto nos echa a luz la enorme necesidad de que haya un control de la población. Nos dicen, una y otra vez, que la razón para controlar el crecimiento de la población es reducir la presión sobre los recursos, pero, de hecho, el tremendo uso de los recursos se hace en los países centrales, desde que sabemos que cada norteamericano o europeo consume diez veces más recursos que cualquier otra persona. Si ustedes imaginan un mapa del mundo en el cual la densidad de la población fuera medida no por el número de la población sino por la intensidad del uso de los recursos por cada persona, o sea, en última instancia, la población ponderada por el uso de los recursos, entonces veríamos que el problema del exceso de la población está en el centro del capitalismo. Y esto, de nuevo, mucha gente lo reconoce, pero esto por supuesto no crea un movimiento político que tenga mucha fuerza en los países del centro y tampoco ocurre eso en cualquier otro lado, pero, al mismo tiempo, es una cuestión de la que no se puede escapar.
H.: Después de lo que usted ha planteado hasta ahora, ¿es válido plantearse una alternativa al sistema capitalista de tipo socialista, diferente a lo que sucedió en la URSS?
AS: Yo pienso que tiene mucho sentido y es muy importante señalar esta salida socialista, pero está claro también que cuando nosotros utilizamos la palabra socialismo no puede ser confundida con la manera como se la usó en el pasado. Nosotros no podemos pensar en un socialismo en el cual la gente esté prisionera dentro del socialismo, porque entonces vamos a perder la lucha ideológica con el capitalismo. En el capitalismo la prisión es más suave; para la mayoría de la gente, hay una red de conexiones que la mantiene en su lugar, y esto es particularmente cierto en el mundo capitalista avanzado, pero también es cierto para algunos países del Tercer Mundo. Si queremos proponer un socialismo creíble, éste debe basarse en el poder de la gente de decidir sus propias vidas y que la gente tenga la posibilidad de dejar el experimento del socialismo si no le gusta. En este momento no tenemos un modelo creíble de algo semejante, pero tenemos en muchas partes del mundo experimentos sociales en donde mucha gente está tratando de crear comunidades alternativas y yo creo que es muy importante que estudiemos esto para aprender las lecciones. Yo no quiero decir que todo pueda venir por medios parlamentarios, pero creo que debemos tener imaginación para ir a distintas concepciones y ciertamente para enfrentarnos sin subterfugios con los errores del pasado."

Severian dijo...

Ay luk@as, no me haga hablar, mire...

estoy seguro (me consta solo en algunos casos) que, por ejemplo, los científicos laburan de científicos porque les gusta la investigación y no para obtener algún beneficio.

Sip. Aunque es un poquito más perverso que eso: ya que se labura por placer, nadie piensa que haya que pagar...

Pero en un sistema donde la ganancia no fuera el motor de la producción ese riesgo no lo correrían y podrían investigar en el área que más les guste

Bueno, es posible. La URSS tuvo casi los mejores matemáticos del siglo. Pero los frenos burocráticos y de censura hacian que cualquier investigación novedosa llegara al resto del mundo cuando ya era tarde, cuando algún occidental ya habia dado en el clavo.

en el área que más les guste de lo que sea socialmente necesario.

Criterio que es terriblemente peligroso, porque lo "socialemtne necesesario" y lo "políticamente conveniente" se confunden en manos de quien tiene la manija. Y siempre hay una manija y alguien que la sostiene. El ejemplo es la biología soviética, que sufrio un enorme retraso en el intento de Lysenko purificarla de criterios burgueses. La psiquiatría es otro.

Y no como ocurre ahora que la mayoría de los científicos tienen que dedicarse a investigaciones lucrativas para las empresas (laboratorios por ejemplo) y no a lo que es socialmente necesario.

Sip. Aunque hay muchas áreas en las que pocos privados invierten y sin embargo los gobiernos pagan millones (el CERN por ejemplo). En general esto es así porque se asume que la tecnología desarrollada será de aplicación en pocos años.

De otra parte, algunos tipos de investigaciones que no tienen financiación privada (como encontrar una vacuna para el mal de chagas) seguramente encontrarían investigadores dispuestos.

Siempre hay investigadores dispuestos. De hecho para casi todo. El problema es que el capitalismo cierra algunas puertas (aquéllas que no generarán ganancias seguras en los próximos diez años), mientras que el comunismo cerró otras (aquéllas cuyo beneficio social no era evidente, o cuya conveniencia política era dudosa).

Los avances tecnológicos ocurren cuando se dan determinadas necesidades sociales.

Pero ese razonamiento se muerde la cola. Alguna necesidades sociales existieron durante siglos, hasta que algún avance tecnológico abrió la posibilidad de realizarlas (las infecciones existieron siempre, pero hasta Pasteur o hasta la penicilina había poco que hacer).

Jack Celliers dijo...

Es triste - pero un marxista tiene que asumirlo - que cada vez que se habla de socialismo haya que acordarse de Pepito Stalin, pero hay que hacer un esfuerzo por entender que el socialismo real tiene un tiempo histórico despreciable: menos de 100 años.

El stalinismo es la expresión de un estado obrero degenerado. No sólamente las bestialidades en ciencia y arte (el realismo socialista, madre mia!) sino las muy concretas bestialidades de la represión transformaron el socialismo en un régimen de mediocridad reglamentada.

El cerco que imponen las potencias capitalistas a un estado obrero atrasado y aislado no son la causa única, pero sí a tener en cuenta en la degeneración del socialismo. No es que no existan los riesgos de la burocratización en el socialismo mismo, sino que esos riesgos se transforman en amenazas muy concretas cuando el estado socialista debe enfrentarse a la salida desde la miseria frente a países imperialistas.

No se trata de excusar ni de decir que el socialismo es el mejor de los mundos posibles, simplemente analizar las condiciones de su desarrollo en el contexto real.

Dolmance: Eso de que amar a una mujer es organizarse y resistir... es muy poético, muy lindo, pero yo no me atrevería a llamarme a mí mismo "resistente organizado" en función del muy real amor que tengo por una mujer. Digo, bah.

Niño Barroco dijo...

Para eso se inventó la categoría Marxista de Peluche, Dolmancé.

Martin dijo...

Touché. Sobre todo con eso de "organizado". Y para ser sinceros la categoría acuñada por niño no me sienta tan mal después de todo. Mi acercamiento al marxismo es más bien académico (par de años en Sociología - UBA, lecturas eclécticas)

Sin embargo, amar, entregarse, confiar, tener "descomunales y constantemente renovadas" dosis de valentía y humildad, va muy en contra del sistema.

Así están las cosas.

¿No?

El artículo citado por Luk@s es interesante. Y me imagino que prentende que saque como conclusión que hay una solución de continuidad entre el capitalismo pre y post estado benefactor. Pues no. ¡No me convence!

Jack Celliers dijo...

Dolmancé: Estuve leyendo tus descripciones y conclusiones expuestas más arriba. Lo que no veo es la relación entre ambas. Como veo varias veces: hacés descripciones de situación acertadas y documentadas pero las conclusiones están más bien descolgadas.

No entiendo de dónde se desprende que "hay que ampliar el sujeto histórico" o que el capital se haya vuelto "etéreo" El capital se ha vuelto "etéreo" para quienes no consiguen ver sus sistema de relaciones ni alcanzan a explicarse qué es lo que ocurre, pero por muy hipertrofiadamente especulativo que sea sigue estando basado en la explotación. Justamente esa hipertrofia financiera está posibilitada por la locura de creer asegurado su mercado de esclavos.

En la era del capitalismo industrial, explotadores y explotados estaban comprometidos mutuamente y por igual.

Esto no tiene sentido: ¿¿"comprometidos mutuamente por igual"?? ¿Comprometidos en qué? ¿En matrimonio? ¿Por igual? No es verdad, simplemente el keynesianismo introdujo una serie de regulaciones para redistribuir el ingreso ¿La causa? El peligro que representaba la conversión de la URSS en un poderoso estado obrero industrial.

Pero ya no. Algo se desprendió. El trabajo se flexibilizó, se desreguló, dando lugar a nuevas formas de explotación. El trabajo hoy es muy precario y transitorio. Los trabajadores fácilmente descartables, reemplazables, intercambiables.

Buena descripción, pero seguís sin explicar la causa. Si no es la lucha de clases ¿Qué es? ¿Cuál es la razón de que los trabajadores sean descartables e intercambiables sino la debilidad relativa de una clase frente a otra?

El capital se deshace de los trabajadores como arrojando un lastre pesado que dificulta el vuelo

Esto es sólo parcialmente verdad. En ciertas regiones del globo como el sudeste asiático el proletariado creció. Y desprenderse de trabajadores es un simple efecto derivado de un simple hecho: el proletariado derrotado ha tenido que aceptar condiciones de trabajo mucho peores, y donde antes trabajaban tres hoy trabaja uno sólo. Si la burguesía no hizo esto antes fue simplemente porque no podía. Hoy sí. No se trata de transformaciones mágicas ni de fenómenos inexplicables.

El defecto de tu análisis es que (como en otros debates... ejem) describís un cuadro pero al no explicar(te) las causas ofrecés conclusiones sin relación con el mismo.

Acá va otro post específicamente sobre el asuntito del trabajo.

Salutes.

Severian dijo...

Es triste - pero un marxista tiene que asumirlo - que cada vez que se habla de socialismo haya que acordarse de Pepito Stalin

No siempre se trata de un golpe bajo. En mi caso por lo menos, toda la discusión ronda alrededor de si es posible el socialismo sin un Stalin. Me parece una pregunta importante y para nada trivial. Las interpretaciones que escuché por aquí tienen su mérito, pero sigo sin ver como evitar el problema.

Quiero decir: cualquier revolución socialista será necesariamente local y en países atrasados, porque al proletariado de las naciones avanzadas no le interesa ningún cambio, está muy cómodo como está. Por lo tanto siempre habría una falta de tradicón participativa y una fuerte presión imperialista (que no necesariamente proveniente de países capitalistas, el caso de Rusia sobre Yugoslavia o Chekoslovakia es un ejemplo).

Y entiendo perfectamente que no es un planteo fácil.

(me parece que dolmancé, llevado por sus aficiones musicales, combina hipótesis con conclusiones en base a la rima =)

Jack Celliers dijo...

Seve: No dije que siempre se tratara de un golpe bajo, al contrario: es algo que un marxista tiene que asumir y no puede ignorar. Obviamente, están los pelotudos que lo utilizan como garrote sin la menor reflexión, pero no siempre.

Puedo citar el caso cubano: con todas las desviaciones que tiene (y el mal pronóstico que me merece a pesar de todo) se trata de un ejemplo de socialismo que - burocrático y todo - presenta notorias diferencias con la URSS staliniana. Cuba comparada con EEUU es un estado mucho menos represivo y arbitrario, ni qué decir con la democrática Argentina.

No hace mucho leí un bonito informe de una inspección llevada a cabo por la UE en cárceles cubanas que mencionaban como dato sospechoso el "olor a pintura", lo que llevaría a la conclusión de que en realidad las paredes estaban gravemente despintadas en un pasado reciente. Imperdonable: una inspección a cualquier cárcel argentina mostraría paredes relucientes, barrotes brillantes y picanas en perfecto estado.

Anónimo dijo...

Les recomiendo un libro que me regalaron hace una semana y que me lo devoré:

Hans Magnus Enzensberger, El corto verano de la anarquía: vida y muerte de Durruti, trad., Julio Forcat y Ulrike Hartmann, Barcelona, Anagrama, 1998.

La edición original tiene como título: Der Kurze Sommer der Anarchie. Buenaventura Durrutis Leben und Tod. Roman Suhrkamp, Frankfurt, 1972 (esto para los que saben alemán).

Tiene que ver con el sujeto revolucionario, con el programa, con las tareas revolucionarias, con la cuestión del poder, con la revolución española y la guerra civil, con la vida de Buenaventura Durruti, anarquista español.

Saludos