25.1.08

Los católicos irlandeses

Toda religión sirve para sublimar, ése es un fuerte atractivo.

¿Cómo juzgamos una acción? En principio por su relación con la realidad. La realidad material si se me permite: lavarse los dientes con virulana es una acción mas bien tonta, pegarle un garrotazo al prójimo es una acción violenta, y así.

Sublimar es – sin ánimo de abusar del viejo Freud – valorar una acción no en el contexto de su realidad material sino en un contexto que se declara real pero no lo es. Un contexto superior, sublime.

Esto es sumamente útil, por ejemplo: imaginemos a un rey. Ahora pidámosle que nos explique por qué razón esta ahí en el trono. El hombre podría decir esto: "Mire jovencito, estoy sentado aquí porque he maniobrado hábilmente en el mundo de la política, fui más astuto, más hábil y ciertamente más hijo de puta que varios.". También podría decir: "Estoy sentado aquí porque soy el hijo del trompa anterior ¿vio?". Y si es aún menos sutil también podría decir: "Yo soy el reinaldo y vos sos el cuatro de copas, gil".

Cualquiera de estas explicaciones respondería a la realidad material, cualquiera de ellas es verosímil y probable... y todas ellas son políticamente muy poco útiles para mantener el poder.

¿Qué responderá el rey entonces? Obviamente: "Soy el rey por mandato divino, mi reinado es voluntad de Dios, ¿capito?". Esta es la respuesta correcta, precisamente porque sublima: saca los hechos de su contexto real y los pone en un plano trascendente; hay algo más importante que nuestras viles personas, hay un plan divino y oponerse al plan divino es desatar la ira de los cielos, es pecar contra una voluntad que nos trasciende.

Los faraones egipcios, los reyes asirios, los zares rusos, los monarcas europeos y los mandarines asiáticos. Los condes, marqueses, sátrapas y delegados imperiales. No hay uno sólo que no se haya agarrado de los cielos para sostener su posición.

Observemos Europa: la iglesia anglicana no es más que el resultado de la posición geopolítica altamente favorable de Gran Bretaña que le permitió prescindir de Roma con relativa comodidad. Francia en cambio no llegó a tanto, pero Bossuet tensó la cuerda con la Declaratio credi gallicani. Las tendencias separatistas de la iglesia galicana no eran otra cosa que la expresión de la independencia que esgrimía la otra potencia europea frente a Roma, que tuvo que tolerarla algunos siglos antes de condenarla definitivamente (precisamente cuando políticamente el galicanismo ya tenía muy poca fuerza).

Declarar los intereses reales que originan estas maniobras sería impráctico. Se hablaría públicamente no de herejías ni de pecados ni de errores religiosos sino simplemente de la verdad: intereses, poder, dinero; todo lo cual afearía la imagen de tantos ambiciosos.

Con el advenimiento de la burguesía la religión siguió ligada al poder, pero bajo otras formas. La iglesia católica tuvo que aceptar el sufragio universal, el protestantismo en sus diversas variantes hizo su apología de los buenos negocios y santificó la plusvalía, etc. etc.

Hoy el Islam es el gran protagonista, y la gente se pregunta si es una religión de paz o si siempre predicó el uso de la espada. La pregunta es ociosa: el Islam sirve – como toda religión – para cualquier cosa. Sirve para justificar a los inútiles reyes sauditas, sirve para bendecir a los suicidas desesperados y servía para que los reyezuelos de Al Andalus llevaran una envidiable vida de dandys.

En un post reciente me encontré con una buena muestra de lo polivalente que puede ser la religión y de lo estrechamente ligada que está a la ideología y las posiciones de clase. Un comentador ocasional de este blog, de ferviente talante católico conservador, ensayó un notable panegírico nada menos que de Maggie Thatcher.

El elogio en sí mismo es poco importante, lo curioso es de quién a quién va dirigido. No porque Margarita sea protestante – o no sólo por eso en todo caso – sino porque esta vetusta y tenaz asesina tiene las manos manchadas con sangre de muchos católicos devotos.

Quien camine por el barrio de Falls Road, en Belfast, Irlanda del Norte, verá dos cosas. La primera será que es un barrio de gente humilde, con una amplia mayoría de trabajadores. La segunda será que la devoción católica de esa gente es muy profunda. Respetan el domingo, van a misa, y proclaman con orgullo su condición de católicos practicantes. Una enorme cantidad de murales recuerda no sólo a los combatientes del Sinn Fein y el IRA, sino también a los muertos en huelgas de hambre, a los torturados por las fuerzas militares británicas o los paramilitares unionistas; y también hay murales de María, de Jesús crucificado y de la cruz.

Si en este barrio se menciona el nombre de Maggie Thatcher será imposible escuchar otra cosa que odio y desprecio. Muchas familias católicas recuerdan a sus muertos cuando ven su jeta roedora en la televisión. Y Maggie fue una digna continuadora de las brutalidades que los protestantes británicos inflingieron históricamente a los católicos irlandeses.

Cada año los protestantes del Ulster – que se declaran fervorosos hijos de Maggie – celebran el desfile de la Orden de Orange, organización abiertamente anticatólica que pasea desafiante por los barrios católicos de Belfast o Londonderry. La Orden de Orange promovió numerosas masacres contra católicos irlandeses en 1795. Sus herederos, los unionistas de extrema derecha a los que Maggie financió generosamente llaman al papa de turno "Old man red socks".

Y sin embargo no hay de qué sorprenderse: es totalmente coherente que al autor del panegírico la vida de los católicos irlandeses le importe menos que la cholula admiración que siente por Margarita la de Hierro. Cualquier católico conservador argentino se sentirá indudablemente más cómodo en los barrios protestantes, con sus murales militaristas, su orgullo fanáticamente pro británico y su burla al papa de turno que en Falls Road donde la asistencia a misa se combina con la protesta social a la orden del día y la cotidiana exigencia de justicia.

En cambio para un marxista es imposible no sentir una profunda simpatía por los católicos irlandeses. Porque es fácil ver que su catolicismo es mucho más que un ritual, tiene contenido; un contenido que es precisamente externo al catolicismo mismo. Ese contenido humano profundo es la lucha de los irlandeses pobres contra la opresión. Porque "católico" en Irlanda del Norte significa simplemente "pobre". El catolicismo es sólo una forma histórica de sublimar esa lucha, porque los oprimidos también subliman sus acciones por medio de la religión.

Sólo que los oprimidos no tienen necesidad de sublimar nada. Porque la lucha de los oprimidos es siempre justa.

Buenas noches.

14.1.08

Si te descuidas te provocan

La iglesia nunca se rinde en su búsqueda de un mundo mejor. Hoy vamos a deleitarnos con las declaraciones del obispo de Tenerife, un señor que se llama Bernardo Alvarez.

Durante el curso de una entrevista este ilustre obsequió a los lectores con sus reflexiones acerca de la homosexualidad y el abuso de menores brindándonos un interesante contraste. Respecto de la primera el amigo Alvarez desgranó las consabidas monsergas condenatorias. Y con esa sutileza que caracteriza a estos finos psicólogos que son los sacerdotes, vinculó alegremente la homosexualidad con el abuso de menores.

Esto llevó lógicamente al tema de marras. Aquí normalmente uno se espera las aguadas alusiones de rigor: hace mucho tiempo que el abuso sexual infantil preocupa a la iglesia mucho menos que el condón o el matrimonio gay. Pero con la iglesia no hay que descuidarse porque si algo logra es sorprender siempre. Tanto que - lo que es la dialéctica - ya no sorprende.

Para no "sacar de contexto" vamos a publicar la última parte de la entrevista tal cual apareció:

Periodista: -¿Hay que orientar la sexualidad?

Obispo: -No se puede dejar a las personas a lo que salga, ¿por qué no hacemos lo mismo con la violencia u otros impulsos del ser humano? Además, sólo un 6% de los homosexuales se debe a cuestiones biológicas. No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta.

P: -La diferencia entre relación homosexual y un abuso está clara.

O: -Por supuesto. Pero, ¿por qué el abusador de menores es enfermo?

P: -Para empezar, un abuso es una relación no consentida.

O: -Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan. La sexualidad es más compleja de lo que parece.


Si te descuidas te provocan. Era hora de que alguien dijera esta valiente verdad, qué tanto. La culpa es de los pibes, che. Se te ponen ahí, se insinúan... y claro, uno no es de fierro tampoco ¿no? Hay que entender al Sr. obispo, la sexualidad es compleja, mire...

Si algo hay que agradecer a la iglesia y la derecha españolas es que su perversidad viene frecuentemente acompañada de una estupidez tan cerril y persistente que los hace casi transparentes, cándidos en su brutalidad. No son sólamente degenerados, algunos además son imbéciles, cosa que bien puede verse como un lado positivo: nadie se puede hacer el tonto frente a semejante declaración.

Bah. Me hago ilusiones. Hacerse el tonto es un ejercicio largamente practicado y en el que ciertas gentes han desarrollado una habilidad sin límites. Seguiremos asistiendo a marchas, declaraciones y sermones católicos contra el preservativo, contra la anticoncepción y contra la homosexualidad. En cambio es notable que la pederastia ya no suscite un rechazo de plano y encontremos estas divertidas componendas conceptuales para relativizar el fenómeno. La sexualidad es muy compleja, macho, abusar de niños está mal pero hay que ver el contexto ¿no? ¡Tampoco nos vamos a poner en inquisidores!

El problema es que no se trata de "sexualidad". La pederastia no es una preferencia sexual sino un crimen que la iglesia practica y encubre con entusiasmo. Ahora también lo justifica culpando a las víctimas, o sea que se puede esperar cualquier cosa.

No pediremos que se lo tire al mar con una piedra de molino atada al cuello, pero la impunidad es peligrosa. Hay que atajar a esta gente. Yo francamente no me creo que cualquier hijo de vecino pueda hacer estas declaraciones públicas sin que la justicia actúe. Pero se trata de un obispo, y ya sabemos que la santa madre iglesia tiene sus privilegios. Y mucho dinero.

Buenas tardes.

7.1.08

¿Y ahora?

El músculo intelectual argento – lo escribí una vez – se ejercita incansablemente. Al pedo pero incansablemente. Sin necesidad de recordar los delirios socio-antropo que tan seguido se sirven en la mesa familiar progre, recuerdo ya haber leído no menos de trescientos artículos machacando al sufrido lector con el fausto hecho de que la presidente es – como lo indica el artículo – una mujer.

Y más lejos: también una mujer fue la siguiente candidatura más votada. Chupate esa.

Así que Kristina lanzó nomás lo que las chicas - y chicos, claro - del lobby culturogil necesitaban: "La mujer le da mas calidad institucional a la toma de decisiones." dijo científicamente Kristina. Se dedicó a homenajear el género cada vez que pudo, a señalarlo y subrayarlo. Y hordas de subrayadoras (y subrayadores, que el negocio es amplio) siguieron subrayando y vendiendo notitas en suplementitos con el temita infaltable.

Incluso vino Ségolène Royal (cómo me gusta esta chica). Tenía que venir, obviamente. Fuentes muy confiables cercanas a la ex candidata confirman que la decisión de venir a la Argentina fue muy analizada:

Asesor: - Mi querida *, ganó una mujer ¿entendés? Eso quiere decir que es una oportunidad de oro para realzar tu perfil.

Segolene R.: Pero yo cirugía no necesito...

A: No, corazón, escuchame: tu única forma de no quedar como la pelotuda ** que fuiste es decir que no te votaron porque sos mujer, porque el electorado es machista ¿Entendés? No porque sos una incompetente aburrida, ni porque fuiste una moralista de cuarta indistinguible de la derecha, ni porque no se te haya caído ni media idea durante la campaña. No: te marginaron, te hicieron el vacío y te aislaron porque la política es un impiadoso mundo de hombres que aun no entienden, no tienen la valentía de votar a una mujer... ¡Ahí esta! ¡Tenés que decir eso! "Felicitaciones, ustedes los argentinos se animaron a aquello a lo que no se animaron los franceses"... ¡Pahhhh! Anotátela.

SR: ¿A quién se lo tengo que decir eso?

A: A todos, a todo el mundo. Es perfecto, el mensaje de rebote a los franceses es: "¿Ustedes se dicen europeos y se niegan a votar a una mujer? ¿No ven que los sudacas son mas cool y políticamente correctos que ustedes?" ¡Genial!

SR: Pero bueno, yo ya bastantes kilombos tengo...

A: Olvidalos. Tenés que agarrarte de algo y ese algo es que sos mujer. Me gusta ser mujer, ser mujer es guau. Eso o tu carrera está acabada, mi querida.

SR: ¿El país ese cómo se llama? ¿Sargentina era?


* "Ma chérie".
** "connarde"


Bueno, así que cartón lleno, todo regio. Gran cambio gran, nos gobierna una fémina ¿Y que ocurrió?

Ocurrió que... Bueno: al primero que recibió la aguerrida presi fue al inolvidable Bergoglito ¡Gran valor! Y dijo que del aborto no-quie-re-sa-ber-na-da. Pero falta más: su ministra de salud (¡otra mujer!) dijo claramente: el aborto es un tema que pertenece al área... penal. Sublime.

Imagínense por un momento si esas cosas las hubieran dicho varones y barrunten la reacción femiprogre. Y por favor olviden que con el marido de la susodicha Bergoglio no tuvo una sola audiencia – como cuadra a un estado laico y democrático en el que la iglesia no debe ser un poder – y el derecho al aborto ganó algunas de sus primeras batallas

Ahora bien ¿Servirá esto para ahorrarnos algunas toneladas de huevadas acerca de la condición femenina y sus dotes intrínsecas para la política progresita? ¿Reflexionará el progresismo aunque sea un poquitín acerca de todas las ridiculeces que de proferir no dejó, en ejercicio de su ensordecedora mediocridad? ¿No se avergonzará un poquito esa intelectualidad felpúdica de esas tristes aproximaciones cancheras a Kristinita desde su condición de "mina"? ¿De esas eternas estupideces que aluden a sus carteras, zapatos, peinado? ¿De esos interminables guiños oligo que hacen parecer a lo femenino como una perpetua idiotez, idiotez que denunciarán precisamente quienes la inventan y promueven?

Respuestas: No y No y No y No y No. El fetiche femenino, estimados/as/@s/xs, es independiente de los hechos. Lo que haga realmente la mujer en cuestión importa poco. Mañana Kristina podría hacer el saludo fascista, declararse seguidora del Sai Baba, disfrazarse de hippie y por supuesto aumentar las tarifas ¿Alguien revisará algo de lo dicho? Nadie. Y si no me creen, observen que no falta quien califica a Lilita Carrió - embotada representante de la demencia vitalicia y deficiente tenaz - de "mujer inteligente" cuando las taradeces que babea no se le perdonarían ni a un presentador de reality shows.

Si hay algo que hunde a la mujer en una sutil indignidad es precisamente esa almibarada condescendencia, ese perpetuo e inconducente festejo de su condición y sus supuestas maravillas sociológicas. De ese abismo de bosta conceptual es difícil salir, porque siempre es más complicado huir de la adulación que del insulto: la primera es una forma más sutil del segundo.

Quiero escuchar otra vez todas las pavadas que se dijeron sobre lo importante que es que una mujer gobierne. En serio, quiero leerlas de nuevo. Escríbanmelas por favor. La importancia del género en la política y bla bla bla. Prometo mandárselas todas a Kristina y a Ocaña, a ver si se acuerdan de algo.

¿Qué les parece?